ARTÍCULO ORIGINAL

Clínica Estomatológica Provincial Docente

¡Cuidado con los piercings bucales!
Be careful of the oral piercings! 

Rafael Alberto Clavería Clark,  ¹ Clara Ortiz Moncada,  ²   Yudania Fouces Gutiérrez,  ³   Raquel R.  Tabares Urdaneta  ⁴   y    Yuneisy  Muñoz Torres ⁴

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RESUMEN

Se identificaron los principales aspectos relacionados con el uso del piercing en jóvenes del municipio de Santiago de Cuba mediante visitas a centros estudiantiles y laborales.  El universo de estudio estuvo conformado por 40 de ellos, de los cuales se escogió una muestra de 14, quienes accedieron a participar en la investigación.   Se halló que este aditamento suele ser usado entre los 15 - 18 años, con frecuencia similar en los dos sexos; pero dadas las complicaciones que pueden producirse, se recomendó aumentar las actividades de promoción de salud y prevención de enfermedades, dirigidas a lograr un adecuado conocimiento sobre temas sanitarios en general y una mayor participación comunitaria en ese sentido.

Descriptores:SALUD DEL ADOLESCENTE;TRAUMATISMOS DE LOS TEJIDOS BLANDOS;ENFERMEDADES DE LA BOCA/
etiología;CULTURA

Límites: HUMANO, ADOLESCENTE; HUMANO FEMENINO, ADOLESCENTE; HUMANO MASCULINO, ADOLESCENTE

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ABSTRACT

Main aspects related to the use of the piercing were identified in young people from Santiago de Cuba municipality by means of visits to student and work centers.  The case material was 40 teenagers, and 14 of them were selected as a sample. They consented to participate in the study.   It was found that this piercing is usually used between 15 and 18 years of age with similar frequency in both sexes, but because of the complications it was recommended to increase activities of health promotion and disease prevention aimed at achieving an appropriate knowledge of health topics in general and a greater community participation in that respect. 

Subject headings:ADOLESCENT HEALTH;SOFT TISSUE INJURIES;MOUTH DISEASES/etiology;tú entendiste

CULTURE   

Limits: HUMAN, ADOLESCENT; HUMAN FEMALE, ADOLESCENT; HUMAN MALE, ADOLESCENT

Recibido:   24 de noviembre del 2008
Aprobado:  6 de enero del 2009

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     La palabra piercing viene del inglés pierce, que significa atravesar, perforar, agujerear. El piercing consiste en perforar un tejido del cuerpo, es decir, la piel y capas adyacentes, con el propósito de insertar un objeto metálico (arete u otro) que le sirva de  adorno (lo adorne). ¹

     Según ha podido saberse, los esquimales fueron los que originalmente los emplearon e identificaron como “labrets”.  Los jóvenes los utilizaban como un símbolo al dejar la niñez y convertirse en adultos responsables, con cualidades y aptitudes para salir a cazar con sus mayores.

     El piercing puede definirse como la colocación de joyas, aditamentos o adornos con diversos fines, ya sea para dar cierto carácter distintivo de marginalidad, rebeldía, religión o membresía de un determinado grupo; para incrementar el placer sexual o, simplemente, para estar al día en lo que se usa (la moda del “body art”). ¹

     Su uso constituye una práctica ancestral, resucitada por el movimiento punk a finales de 1970 en occidente.  En épocas de los egipcios, los mayas, los miembros de la guardia del César en Roma y los dominios de la Santa Inquisición, entre otros muchos ejemplos, abundaban estas manifestaciones de arte corporal. ^2,3

     Otras personas, particularmente los chinos e hindúes, perforan los labios, las mejillas o la lengua como un tipo de práctica religiosa; sin embargo, a pesar de que ello es poco usual en los países desarrollados y en vías de serlo, las perforaciones en la lengua y los labios están ganando popularidad hoy en día.

     Según varias investigaciones científicas recientes, los médicos “le han declarado la guerra” al piercing.  En un informe publicado en la revista oficial de los odontólogos británicos, el British Dental Journal, se notifica que: “La práctica del piercing, actualmente extendida entre jóvenes, puede causar no solo hemorragias y cicatrices en la boca, sino también infecciones, fracturas en los dientes y daño en el sistema nervioso. Los especialistas calculan que al menos uno de cada cinco personas que se perforan la boca, sufrirá un problema sanitario de estas características.” ¹

     Coincidiendo con un informe de la sociedad española SEEyO, donde se comunica: “Nos oponemos a la colocación del piercing en la cavidad bucal, específicamente en niños y adolescentes”, los médicos no participan en su instalación y refieren que en su país existen ciertas reglas para no hacerlo.

     La Unión Europea ha reconocido la muerte de al menos 2 jóvenes a causa de las complicaciones surgidas por la colocación de ornamentos metálicos en dudosas condiciones higiénicas, así como informado que más de la mitad de los piercing pueden ocasionar infecciones agudas que necesiten tratamiento médico.

     En Cuba,  antes de 1990 el asunto de los piercing no acaparaba la atención ni el espacio que hoy tiene en los medios de difusión y la calle. Actualmente se ha incrementado este fenómeno en todas sus variables, el cual resulta más visible y, sobre todo, se cuenta con un nivel cultural más adecuado para comprenderlo. ⁴

     Al respecto, en la provincia de Santiago de Cuba la evolución es innegable, pero no homogénea como también ocurre en la sociedad. Todavía existe desinformación sobre el tema y, por ende, arbitrariedad.

     En el municipio de Santiago de Cuba, toda discriminación ha entrañado sufrimientos para las familias, especialmente para las madres (quienes enfrentan el cuestionamiento de los demás por ser las “encargadas” de la formación de los hijos). ^5,6

     Las perforaciones y agujeros se realizan en partes del cuerpo como las cejas, la nariz, las orejas, los labios, la lengua, el ombligo y los genitales, entre otras. Así, el “arte en el cuerpo” se ejecuta en forma de tatuajes y artículos de joyería, que se usan en regiones anatómicas no tradicionales con una intención cosmética o una connotación sexual, es decir: aumentar el placer en el sexo, aunque en algunos casos se utiliza para producir dolor, presumiblemente por razones sadomasoquistas.

     Los materiales más empleados son: acero quirúrgico, níquel (metal más usado en la joyería de moda barata), cromo, cobalto, paladio y vidrio de clase pyrex. ¹

     El piercing puede provocar complicaciones locales o generales, de tipo infeccioso o no, relacionadas fundamentalmente con 2 factores: la calidad del procedimiento y el tipo de material del accesorio.⁶

     Lo que realmente llama la atención es que estos aditamentos, en su mayoría, son colocados por personas que no tienen los conocimientos necesarios para resolver cualquier problema durante o después del acto o alguna reacción adversa al cuerpo extraño, que puede ser incluso grave.

     Es de especial interés el número de jóvenes que hoy usan estos accesorios, lo cual no puede pasar inadvertido por todos los riesgos que esa preferencia implica (figura 1).

                                                                        

                                                                          Figura 1. Piercing en la lengua

     El empleo indiscriminado de los piercings ha aumentado suatancialmente en los últimos tiempos (figura 2).  Las personas los utilizan sin conocer los peligros que se encuentran ocultos en esta práctica; por tal motivo, al investigar sobre los efectos nocivos que ocasionan, se encontró que lo que puede parecer un simple adorno constituye una verdadera amenaza y atenta contra la salud de quienes los portan, al producir daños considerables, que son objeto de estudio en la medicina. ^{7, 8}

                                                                         Figura 2.  Piercing en la encía

     Teniendo en cuenta lo descrito se decidió tratar este asunto, cada vez más generalizado, por las complicaciones de ese acto para la salud del individuo.

MÉTODOS

     Se realizó un estudio descriptivo y transversal de una muestra de 14 de 40 jóvenes con piercing en el municipio de Santiago de Cuba, a fin de identificar algunos aspectos relacionados con el uso de este aditamento en diferentes áreas del territorio mediante visitas a centros estudiantiles y laborales. 

     Se consideraron las siguientes variables: edad (12-14; 15-18 y 19-30 años), sexo, color de la piel, escolaridad, características del medio donde se colocó el accesorio, empleo de material e instrumental estéril y motivación.

RESULTADOS

     En la tabla 1 se observa que el piercing se usó con la misma frecuencia en ambos sexos que las edades predominantes fueron las de 15 a 18  y  19 a 30 años (17,5  y 15,0 %, respectivamente).

                                                      Tabla 1.  Jóvenes con piercings según edad y sexo

Grupos de edades	Sexo				Total
	Femenino		Masculino
	No.	%	No.	%	No.	%
12-14	1	2,5	-	-	1	2,5
15-18	4	10,0	3	7,5	7	17,5
19-30	2	5,0	4	10,0	6	15,0
Total	7	17,5	7	17,5	14	35,0

     En la muestra prevalecieron los  mestizos (15,0 %), seguidos por los de piel negra y blanca con 5 (12,5 %) y 3 (7,5 %), en ese orden.

     Como puede verse, el mayor número de jóvenes con piercings (tabla 2) cursaban el preuniversitario (7 del sexo femenino, para 17,5 % y 3 del masculino, para 7,5 %) y pertenecían a los grupos etarios de 15 a 30 años.

                                        Tabla  2.  Jóvenes con  piercings según edad, sexo y nivel de escolaridad

Grupos de edades	Enseñanza media				Preuniversitario				Universitaria
	Fem.		Masc.		Fem.		Masc.		Fem.		Masc.
	No.	%	No.	%	No.	%	No.	%	No.	%	No.	%
12-14	1	2,5	-	-	-	-	-	-	-	-	-	-
15-18	-	-	-	-	4	10,0	3	7,5	-	-	-	-
19-30	-	-	-	-	3	7,5	-	-	1	2,5	2	5,0
Total	1	2,5	-	-	7	17,5	3	7,5	1	2,5	2	5,0

     En ninguno de los casos se emplearon guantes ni anestesia, pues en los 14 (35,0 %) se usaron esterilizador de la calle (casa) y solución antiséptica, si bien todos respondieron que utilizaban estos adornos porque estaban de moda.

DISCUSIÓN

     Los resultados demuestran que la práctica del piercing es propia de la juventud, lo cual se corresponde con la bibliografía revisada, ^8,9 donde se plantea que 8 % de la población mayor de 14 años lleva algún aditamento de ese tipo en su cuerpo, por lo cual se impone trabajar mucho más en la promoción de salud y prevención de enfermedades, dirigidas a este grupo de edad.

     En esta casuística, la  primacía de la raza mestiza puede estar dada por el mestizaje prevaleciente en la provincia de Santiago de Cuba.

     Por otra parte, a pesar de ser personas instruidas, un alto porcentaje luce ese adorno en la piel; hecho que constituye una cierta desventaja, pues mientras más conocimientos poseen,  más difícil resulta que entiendan el peligro a que se exponen por seguir determinadas modas populares. ¹⁰

     Es necesario contar con una regulación que supervise a quienes implantan estos accesorios, a fin de que se les exija un adecuado nivel de formación y conocimiento suficiente de las técnicas, pues la mayoría no domina las normas de asepsia y antisepsia. ^11,12

     Actualmente la moda influye sobre la personalidad de los jóvenes, pero lo que es más preocupante, de forma negativa sobre su salud. ^{5, 12}

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1.Pedreola G. Medicina preventiva y salud pública. Barcelona: Shat, 2004.

2.Morales Pardo MI.Uso de los piercing bucales y faciales. Revisión bibliográfica.
<http://www.monografias.com/trabajos69/uso-piercing-bucal-facial/uso-piercing-bucal-facial.shtml>[consulta: 12 agosto 2008].

3.de León Torres C, Rosas González G, Pujana García SJ. “Piercinq” en la cavidad oral: la moda que arriesga la salud. Rev Odontol Mex 2004; 8(4). <www.medigraphic.com/pdfs/odon/uo-2004/uo044c.pdf>[consulta: 12 agosto 2008].

4.Galletti Hernández D. Los piercing. ¿Moda que mata? [Artículo en línea]. Periódico Juventud Rebelde 10 de junio de 2007. <http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2007-06-10/los-piercing-moda-que-mata/> [consulta: 21 octubre 2008].

5.Los 'piercings' en la boca pasan factura. <http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/09/23/medicina/1222183031.html> [consulta: 21 octubre 2008].

6.Cuba. Ministerio de Salud Pública. Programa Nacional de Atención Estomatológica Integral a la Población.La Habana:ECIMED, 2005:

7.Blanco Restrepo H, Maya Mejías J. Epidemiología básica y principio de la investigación. Bogotá:Corporación para Investigaciones Biológicas, 2005.

8.Rodríguez Calzadilla A. Enfoque de riesgo en la atención primaria de estomatología [artículo en línea]. Rev Cubana Estomatol 1997; 34(1). <http://bvs.sld.cu/revistas/est/vol34_1_97/est07197.htm>  [consulta: 21 octubre 2008].

9.Mena GA, Rivera L. Epidemiología bucal: conceptos básicos. Caracas: OPS, 1991.

10. Organización Mundial de la Salud. Encuestas de salud bucodental. Métodos básicos. 1997-2007. 4 ed. Ginebra: OMS, 2008.

11.López Jornet P. Piercing oral: riesgos de la moda [artículo en línea].Arch Odontoestomatol 2002;18(9).<http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=936192>  [consulta: 12 agosto 2008].

12.Real Decreto 1088/2005 de 16 de septiembre. <http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/rd1088-2005.html> [consulta: 21 octubre 2008].

MsC. Rafael Alberto Clavería Clark. Calle 6 No.80ª entre 11 y 13, reparto Marialina, Santiago de Cuba

MsC. Rafael Alberto Clavería Clark

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¹  Especialista de II Grado en Periodoncia. Máster en Urgencias Estomatológicas.Profesor Asistente
   Clínica Estomatológica Provincial Docente, Santiago de Cuba, Cuba 
²  Especialista de II Grado en Periodoncia. Máster en Urgencias Estomatológicas.Profesora Titular
   Clínica Estomatológica Provincial Docente, Santiago de Cuba, Cuba
³  Especialista de II Grado en Oftalmología.  Máster en Urgencias  Médicas.Instructora
   Hospital General Docente “Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso”, Santiago de Cuba, Cuba
⁴  Estudiantes de 3er año de Estomatología
   Instituto superior de Ciencias Médicas, Santiago de Cuba, Cuba

CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO

Clavería Clark RA, Ortiz Moncada C, Fouces Gutiérrez Y, Tabares Urdaneta RR, Muñoz Torres Y. ¡Cuidado con los piercings bucales! [artículo en línea]. MEDISAN 2009;13(3). <http://bvs.sld.cu/revistas/san/vol13_3_09/san06309.htm> [consulta: fecha de acceso].