INTRODUCCIÓN
Los impactos del cambio climático tienden a afectar a la población en Cuba, con repercusión en la calidad de vida y en un aumento del riesgo ante determinadas enfermedades y eventos hidrometeorológicos extremos.1 La provincia de Matanzas, con características geográficas, como más del 60 % de sus costas bajas o muy bajas, un significativo desarrollo del carso, acuíferos subterráneos muy ricos -que son la base de su desarrollo socioeconómico-, no escapa a este escenario de incidencias del cambio climático.2
Al norte y sur de la provincia de Matanzas se localizan extensas áreas de humedales de importancia por sus servicios ecosistémicos, que ofrecen opciones de adaptación al cambio climático, basada en ecosistemas. Estos servicios ecosistémicos o contribución de la naturaleza a los hombres,3 están vinculados a la salud y al bienestar humano; sin embargo, se encuentran amenazados, debido a la pérdida del hábitat de las principales especies, cambios en el uso del suelo para fines agropecuarios y de desarrollo urbano e industrial, la sobreexplotación del recurso agua dulce para riego y usos domésticos e industriales, así como la deforestación.4 Estas afectaciones impactan el flujo de servicios ecosistémicos en los que se basan las opciones de adaptación al cambio climático.
La adaptación al cambio climático en Cuba es prioridad, y precisa de coordinación entre clima y sociedad, que demanda desarrollo de capacidades en diversos ámbitos: científico, institucional y técnico.4 Las acciones que se emprendan deben contextualizarse a cada territorio, pues las diferencias de ubicación, condiciones físico-biológicas, composición de la población, carácter rural o urbano, así como las actividades económicas, confieren identidad propia.
El Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático (Tarea Vida) está orientado a la adaptación y proyecta elevar la percepción del riesgo climático en la población. El Sistema Nacional de Salud reconoce el papel determinante de los recursos humanos para reducir las vulnerabilidades y respaldar las políticas y las estrategias dirigidas a evitar -o minimizar- los riesgos de desastres, un desafío que requiere atención permanente mediante la preparación de los profesionales.5
A pesar de lo antes expuesto, se consideran insuficientes las capacidades creadas sobre esta temática en el sector de la salud en las áreas de estudio; aspecto necesario para garantizar que los recursos humanos fomenten las opciones de adaptación al cambio climático con la integración de los servicios de los ecosistemas, por su papel en la salud y el bienestar humanos.
El objetivo del presente trabajo es ofrecer criterios sobre la contribución de los servicios ecosistémicos a la adaptación al cambio climático y la salud. Estos aspectos deben incluirse en futuras acciones de creación de capacidades en el sector de la salud pública en los municipios Ciénaga de Zapata y Martí, de la provincia Matanzas.
MÉTODOS
La investigación se planteó un paradigma cualitativo con un enfoque metodológico de investigación desarrollo participación. Se asumió la dialéctica materialista como método general del conocimiento, que permitió abordar el objeto de estudio en sus interrelaciones esenciales mediante la selección de un sistema de métodos de los niveles teórico y empírico.
Dentro del teórico, se seleccionaron el histórico-lógico, que permitió investigar y analizar las características ambientales de las áreas de interés y las vulnerabilidades ante el cambio climático; el analítico-sintético, para el estudio del marco teórico referencial, y el inductivo-deductivo, para analizar las relaciones que existen entre cambio climático, servicios ecosistémicos (SE) y salud.
En el nivel empírico, se aplicaron métodos epidemiológicos a través del análisis documental, participación, observación y trabajo en equipo. Mediante la observación, se recogió la información procedente de debates en intercambios y recorridos; con la discusión del grupal focal y el trabajo en equipos, se analizó la información y se debatió en busca de consenso.
El universo de estudio estuvo conformado por trabajadores de la salud de los municipios Martí y Ciénaga de Zapata, que asistieron a las actividades convocadas de manera voluntaria para la investigación. En el municipio Ciénaga de Zapata fueron 23 trabajadores y en el municipio Martí, 22.
La investigación se desarrolló en dos etapas: la primera (cuadro 1), estuvo enfocada en el diagnóstico y participación, con tres fases: 1) diagnóstica, donde se seleccionaron los facilitadores: se realiza la revisión documental y bibliográfica; 2) de formulación y ejecución, que consiste en la creación de grupos de trabajo, selección de las acciones, ejecución, conferencias, intercambios, recorridos y talleres, y 3) de implementación, para evaluar y controlar los resultados de la aplicación de la acciones -se utilizó como criterio variable la condición de implementado o no implementado.
La segunda etapa estuvo dirigida a incorporar criterios sobre la contribución de los servicios ecosistémicos y a la adaptación al cambio climático y la salud, como aporte a mejorar el conocimiento de los recursos humanos del sector, para direccionar que las acciones de adaptación se basen en los SE.
Se emplean la conceptualización y tipos de SE, como refiere la clasificación internacional, que asume como SE los beneficios materiales que las personas obtienen de los ecosistemas.6 Estos pueden ser de aprovisionamiento, que son los bienes que se obtienen de la naturaleza (alimento, agua dulce, medicamentos, fibra, genes, biomasa, leña, etc.); de regulación, que son los beneficios que se obtienen como resultado del control de procesos en la naturaleza (clima, erosión, inundaciones, polinización, etc.); culturales, que son los beneficios de carácter espiritual obtenidos de la naturaleza, y los de soporte, aquellos que apoyan o soportan el resto de los SE, por lo que están incluidos en ellos. En esta investigación se trabaja con los SE de aprovisionamiento, regulación y culturales.
La investigación se realiza en dos contextos, según las etapas:
Contexto de la etapa 1: municipios Ciénaga de Zapata y Martí, debido a que el sector de la salud, a través de la Dirección Provincial de Salud Pública, fue convocado a participar en el proyecto “Estudio de los peligros y vulnerabilidades en las zonas costeras en los municipios Martí y Ciénaga de Zapata, Matanzas”.7 Se evaluó el conocimiento de los recursos humanos sobre las vulnerabilidades a los impactos del cambio climático y los posibles efectos en la salud humana.
Contexto de la etapa 2: Área Protegida de Recursos Manejados (APRM) Península de Zapata (Ciénaga de Zapata) y área Reserva Florística Manejada (RFM) Ciénaga de Majaguillar (Martí). Estas áreas coinciden con las que expresan mayor cantidad y mejor conservados los SE.8,9 (Figura)
La Ciénaga de Zapata es el mayor humedal del Caribe insular y el más importante de Cuba. Constituye una unidad ecológica con valores muy importantes, ya que, por sus características, para Cuba y las Américas es un regulador del medio ambiente, y tiene una reserva de flora y fauna altamente conservada. El APRM Península de Zapata ocupa el extremo sur de la provincia de Matanzas e integra el municipio Ciénaga de Zapata, parte de los municipios Unión de Reyes, Jagüey Grande y Calimete, y el área de la plataforma insular.8
Por su parte, el municipio Martí se encuentra situado al noreste de la provincia de Matanzas, y posee 923,47 km2 de tierra firme y 105 km2 de cayos. Limita al norte con el estrecho de la Florida, al sur con los municipios Perico y Colón, al este con la provincia de Villa Clara y al oeste con el municipio Cárdenas. Ocupa el tercer lugar en extensión (8 % del área total de la provincia). El área RFM Ciénaga de Majaguillar tiene 20 743,58 ha y se destaca su diversidad florística; constituye el principal humedal del norte de la provincia de Matanzas, y es un corredor de aves migratorias.9
RESULTADOS
Los resultados de la discusión de grupo focal y las generalidades de la observación, identifican que la mayoría de los especialistas y trabajadores del sector de la salud no reconocen las condiciones de variabilidad climática como riesgo; consideran que sus conocimientos son insuficientes; que han recibido pocas acciones de capacitación; insuficiente comunicación, y que los años de graduados les han aportado conocimientos; en cada impacto meteorológico aprenden a cómo proteger a la población.
Las acciones planificadas en el municipio Ciénaga de Zapata fueron 18 y se realizaron 16, para un 89 %. No se logró el desarrollo de proyectos de investigación. La creación de grupos, talleres, recorridos y conferencia-debates se cumplieron al 100 %. En el caso de la implementación, excepto el desarrollo de proyectos, las acciones planificadas quedaron implementadas. (Tabla 1)
En el municipio Martí fueron planificadas 18 acciones, pero se realizaron 16, para un 89 %. No se logró realizar un convenio, para el 50 %, y de los dos proyectos de investigación, se logra terminar y aprobar uno. La creación de grupo, talleres, recorridos y conferencia-debates se cumplieron al 100 %. En el caso de la implementación, excepto el desarrollo de proyectos, las acciones planificadas quedaron implementadas. (Tabla 2)
En la Ciénaga de Zapata, la mayor preocupación es por las inundaciones y los accesos, mientras que en Martí es por la no utilización y deterioro del balneario.
En ninguno de los municipios han considerado vulnerabilidades, como la poca altura sobre el nivel del mar y el incremento de las temperaturas, exposición a tormentas y fenómenos severos del tiempo, en especial inundaciones e incendios en zonas expuestas a la penetración del mar; exposición de las fuentes de abastos de agua intrusión salina, escasas precipitaciones; asimismo, la zona costera no tiene formación de lapiaz, sino roca caliza blanda por lo que existe el peligro de que la penetración del mar en los años venideros aumente.
Los talleres, conferencia, intercambio y recorridos fueron en espiral: crearon conocimientos, aptitudes y valores de gran utilidad, y despertaron motivaciones, sobre todo, en reconocimiento de las condiciones variabilidad climática y de los efectos posibles del cambio climático en la salud. Los intercambios crearon percepción del riesgo y conciencia ante las vulnerabilidades existentes, de los peligros que provoca la elevación del nivel del mar y el oleaje, la temperatura y los efectos provocados por huracanes intensos en las zonas costeras, a partir de la experiencia de los profesionales en el enfrentamiento de desastres naturales.
Los SE presentes en el APRM Península de Zapata y la RFM Ciénaga de Majaguillar son comunes, dada la similitud de procesos y afinidad florística existentes entre ambas áreas, aunque con manifestaciones diferentes. (Cuadro 2)
Estos SE contribuyen a la adaptación al cambio climático, la salud y el bienestar humano, sin embargo, se identifican en las áreas impactos a estos por las actividades socioeconómicas. (Cuadro 3)
DISCUSIÓN
La interacción con los recursos humanos del sector de la salud, en el contexto de estudio, evidencian que la baja percepción de riesgo es común respecto al cambio climático. Son pocos los que relacionan las enfermedades crónicas no trasmisibles con la variabilidad climática. Entre los factores de riesgos para estas enfermedades, los ambientales en específico, no se conciben o se minimizan sus efectos. Aunque los profesionales de la salud tienen conocimientos, todo indica que se deben potenciar estos aspectos desde la academia y la investigación, como demuestran y demandan otras investigaciones sobre el tema.10-14
La revisión documental y las observaciones descritas, coinciden con la literatura estudiada y las indicaciones dadas, que establecen la necesidad de realizar acciones para incrementar los conocimientos sobre cambio climático en el sector de la salud. Es de significar que elevar el nivel de conocimiento y de preparación, es una prioridad para garantizar la efectiva adaptación al cambio climático.15
Una vez terminadas las acciones, se ha creado compromiso con el tema y se incrementa la motivación a desarrollar investigaciones sobre los principales impactos encontrados, para realizar tareas efectivas de prevención en la comunidad, y que el papel de los profesionales de la salud en el enfrentamiento al cambio climático sea más directo y certero.
Las vulnerabilidades a los impactos del cambio climático comunes en estas áreas pueden traer consigo repercusiones importantes en el ámbito de los SE, tales como disponibilidad de agua futura, fragilidad en la zona a la ocurrencia de incendios,16 suelos más secos y menos agua disponible para producir escorrentía superficial, con afectación a SE de aprovisionamiento y regulación, así como la salinización de los suelos y sus provisiones. Todos estos impactos registran pérdidas económicas y sociales.
El flujo (provisión y demanda) de los SE en estas áreas es equivalente a contribuir a que se minimicen las vulnerabilidades existentes, criterio en que se basa la adaptación al cambio climático. El conocimiento holístico sobre la adaptación al cambio climático es una prioridad en estas áreas, dado que, a largo plazo, la salud está supeditada al mantenimiento de la integridad y la resiliencia de los ecosistemas del entorno.17
La dependencia o relación SE-bienestar-adaptación al cambio climático, reafirma que la actuación o desempeño en estos municipios de la provincia de Matanzas -cuya base económica depende en lo fundamental del acceso a estos SE-, debe evitar y restaurar afectaciones por los impactos identificados, para asegurar la plasticidad o capacidad de respuesta de estas áreas, en las estrategias de adaptación al cambio climático.
El reconocimiento y altas motivaciones identificadas en los recursos humanos del sector de la salud en los municipios Ciénaga de Zapata y Martí, representan una brecha para la integración de los SE en las futuras acciones de creación de capacidades sobre adaptación al cambio climático, que además contribuyen a proteger la salud.
CONCLUSIONES
Los SE contribuyen a la adaptación al cambio climático, ya que aportan recursos y son procesos que soportan actividades socioeconómicas. Basar las acciones de adaptación al cambio climático en el mantenimiento del flujo de los SE, garantiza la efectividad de las mismas y de forma sistémica protege la salud y proporciona bienestar humano.
Los recursos humanos del sector de la salud en los municipios Ciénaga de Zapata y Martí, poseen insuficientes conocimientos respecto a las vulnerabilidades de ambos territorios ante el cambio climático. En estos territorios, con base económica sustentada en el acceso a los SE, las acciones de creación de capacidades se deben reenfocar en basar la adaptación en mantener el flujo de SE; y así se disminuirá las vulnerabilidades al cambio climático.