Introducción
La pandemia de COVID-19 generó preocupación por el bienestar y la salud ocupacional, pues se exigió el uso de nuevas estrategias para el desarrollo de la docencia universitaria en condiciones inadecuadas. No saber cómo afrontar de manera inmediata tal situación hizo que se evidenciaran niveles de estrés por la presión laboral. El aumento de la carga de trabajo y los riesgos psicosociales se relacionaron con la adicción al trabajo, la angustia y los conflictos entre la vida laboral y la personal. A medida que la crisis sanitaria se agudizó, resultó preponderante la negación de las prácticas laborales universitarias.1,2
La exigencia para garantizar el buen desempeño del proceso educativo y lograr las competencias desde un entorno complejo provocó ansiedad por mantener el bienestar y la salud ocupacional. En las instituciones universitarias, el bienestar físico no se sustenta en una alimentación saludable, las actividades físicas u otras ideas prácticas de promoción de la salud, sino en el bienestar íntegro desde lo psicológico, con ayudas y flexibilidades laborales, la formación continua de superación responsable y el desarrollo de actividades sociales permanentes.3,4
El aislamiento social y laboral como medidas restrictivas para enfrentar la COVID-19 llevaron al teletrabajo e impidieron la participación activa en el intercambio de información. Probablemente, el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones no fue exitoso debido a la poca práctica en los servicios de informática (extranet, intranet e internet) y mensajería electrónica. Se requirió implementar el apoyo tecnológico, social y organizacional para cumplir con las teorías y el ejercicio de enseñanza. El bienestar laboral fue una de las variables acuciantes donde las emociones no resultaron positivas. La falta de experiencia impedía mostrar con transparencia la planificación docente universitaria y el desarrollo hacia la formación investigativa, que fue muy crítica a nivel de posgrado, por ser un proceso altamente riguroso.5
La formación investigativa demanda el trabajo en equipo para la productividad del conocimiento; su orientación hacia las necesidades individuales y/o grupales solo se reconoce a partir de la demostración. El éxito de la formación investigativa se sustenta en modelos de enseñanza con funciones instructivas y educativas. Esta perspectiva impulsa una contextualización donde el bienestar y la salud ocupacional del docente universitario pudiera comprenderse mediante la atribución plena de las operaciones auténticas que contribuyan a la adquisición de conocimientos y nuevas experiencias. Lo anterior quiere decir que el bienestar y la salud ocupacional durante la pandemia de la COVID-19 se basó en una gestión de labor virtual responsable.6,7,8
Por todo lo referido previamente, se decidió llevar a cabo este estudio cuyo objetivo fue describir el bienestar y la salud ocupacional en docentes universitarios desde la formación investigativa con el teletrabajo.
Métodos
Se realizó un análisis sistemático mediante la metodología PRISMA,9 A tal efecto, se introdujo en la base de datos ScienceDirect la ecuación de búsqueda: professional ethics, university education, postgraduate education, y se filtraron el año 2022 y los primeros meses del 2023, para la selección de los artículos de revisión e investigación. El análisis se hizo para todas las áreas temáticas donde la tipología fue hacia la información de libre acceso (fig. 1).
Con el total de los artículos incluidos se aplicó la herramienta de búsqueda bibliográfica en línea Litmaps. Se analizó la información relevante desde una red de conexión por los artículos de revisión del 2023. A partir de sus interpretaciones conjugadas, se adoptó un enfoque cualitativo fenomenológico.
El muestreo fue no probabilístico del tipo bola de nieve, con el cual se identificó potencialmente a los integrantes. La solicitud de participación a los docentes universitarios fue de sujeto a sujeto; donde algunos recomendaron para lograr la integración al estudio. Se conformaron cuatro grupos de 6 docentes cada uno; luego, se exploraron las experiencias sobre el bienestar y la salud ocupacional.
Se aplicó un cuestionario y, para la interpretación de patrones de contenido y contexto en los datos, el enfoque de análisis temático se realizó a través de un procedimiento de codificación manual, que es una metodología que se adapta a la comprensión de las variables. Constó de seis pasos: 1) transcripción de las respuestas y comprensión diferencial de pensamiento, 2) identificación de significados, 3) utilidad de juicios analíticos, 4) revisión de temas y realización de cambios necesarios, 5) precisión separada de cada análisis, 6) discusión sistemática de los hallazgos.
Posteriormente, se elaboró una escala de tipo Likert con seis criterios desde 4 valoraciones codificadas: muy alta, alta, baja y muy baja; cuyos códigos de puntuación asignados fueron 4, 3, 2 y 1, respectivamente (cuadro 1).
La validación instrumental se llevó a cabo con el coeficiente alfa de Cronbach,10 según la expresión: α = K / K-1 1-∑V1/Vt, donde α significa alfa de Cronbach, K, número de criterios; V1, varianza de cada criterio, y Vt, varianza total. Se planteó la siguiente hipótesis descriptiva: el bienestar y la salud ocupacional de docentes universitarios en la formación investigativa mediante el teletrabajo resulta satisfactorio.
En el análisis estadístico de los datos se usó el programa Statistical Package for Social Sciences, versión 26, y se aplicaron las medidas de tendencia central (promedio) y dispersión relativa (varianza). La prueba de hipótesis correspondió a la prueba t para una muestra, donde el nivel de significación fue p<0,05.
Para el cumplimiento de los aspectos éticos, se explicaron los objetivos del estudio y la voluntariedad en la participación. El parafraseo de la información científica empleada fue adecuado, pues se cumplió con los derechos de autoría, y no hubo manipulación intencional de los datos para cumplir los objetivos.
Resultados
Según la metodología PRISMA, se identificaron 224 artículos desde la base de datos ScienceDirect (cuadro 2), de los cuales 17 fueron de revisión (7,6 %) y 207 de investigación (92,4 %). Desde la hermenéutica de los artículos semillas (red de conexión), se indicó que la facilitación de la competencia durante la formación investigativa en la enseñanza universitaria de posgrado fue válida cuando se aplica en contextos sistemáticos fidedignos para lograr, desde el proceso, una garantía en el pensamiento científico.
No se observó similitud desde los antecedentes de cada artículo semilla para establecer nodos de coincidencia. Por tanto, la valoración del bienestar y la satisfacción fue individual en cada uno de los cinco artículos de revisión (fig. 2).
El estudio describió que 41,2 % de los artículos de revisión e investigación seleccionados con la metodología PRISMA correspondieron al año 2022. Sin embargo, 50,0 % de los artículos semillas fueron del 2023, donde su análisis mapa indicó falta de citas de correspondencias.
La tabla muestra la escala de valoración de Likert para los cinco criterios, según los cuatro grupos seleccionados, donde el desempeño del teletrabajo fue insatisfactorio (3,25).
La confiabilidad de los datos que se midió con el coeficiente alfa de Cronbach fue 0,71 (valor promedio de 0,25: K= 5; ∑V=1,25; Vt=2,92). Por tanto, el cuestionario fue aceptado e indicó que el bienestar y la salud ocupacional en docentes universitarios para la formación investigativa mediante el teletrabajo resultaron insatisfactorios.
La prueba t de hipótesis (α = 0,05) arrojó que el bienestar y la salud ocupacional desde la axiología ética para la formación investigativa mediante el teletrabajo no fueron satisfactorios, con 95 % de confianza: estadístico t = 14,8131; valor p = 0,0006675.
Discusión
La mayoría de los artículos semillas fueron del 2023, donde su análisis mapa indicó falta de citas de correspondencias. Esta observación permitió la interpretación de modo individual, por lo que la conceptualización fue limitante. El resultado de la valoración desde la escala de Likert y luego con la prueba de hipótesis reveló la insatisfacción en los docentes universitarios hacia la práctica ética de la formación investigativa a través del teletrabajo.
De hecho, el teletrabajo condujo a que se descubrieran problemas técnicos y hubo que considerar el acuerdo a un trabajo flexible, la comunicación y el apoyo social para que no existieran obstáculos durante el propio trabajo desde el hogar, el cual causó angustia mental, según pudo apreciarse. Asimismo, se valoró la dependencia de varios factores complejos para que se garantice el bienestar y la salud ocupacional mediante el teletrabajo en cada circunstancia donde debía distribuirse la formación investigativa.
Ante la fenomenología con los profesores universitarios, resultó esencial la promoción hacia condiciones sostenibles para el teletrabajo. Sin embargo, no está clara la relación que debe existir entre el teletrabajo, el bienestar y la salud de los académicos. Diversas investigaciones sugieren que esta forma de trabajo durante la pandemia provocó emociones negativas debido al aislamiento laboral, los estilos de vida sedentarios y el estrés relacionado con la rapidez por lograr el aprendizaje digital. El cambio al teletrabajo también afectó la participación social y el bienestar de los trabajadores.11,12
Así pues, para que el teletrabajo continuara después de controlada la pandemia de COVID-19, debían examinarse mejores prácticas que posibiliten la comprensión de las perspectivas de los trabajadores. El desarrollo de programas exitosos que faciliten el bienestar del teletrabajo está en el nuevo reto del ámbito académico. Uno de los efectos negativos que presentó la formación investigativa consistió en la limitación del acceso a los laboratorios. También se restringió la recopilación de datos en personas y se modificaron algunas de las necesidades de alcance para cada investigación planificada. Cuando se orientó la gestión del financiamiento sobre la presentación de proyectos relacionados con la COVID-19, la formación investigativa se interrumpió y trajo como consecuencia que se menospreciaran otras orientaciones hacia la formación investigativa, que igualmente influyeron en el bienestar y la salud ocupacional para ejercer el teletrabajo.13,14
La continuidad del pensamiento científico bajo condiciones inesperadas de pandemia y su demostración con el teletrabajo no arrojaron, en sus inicios, la trasmisión confiable de conocimientos en la formación investigativa. Se presentaron diversas malas prácticas, desde la preparación deficiente del docente universitario hasta la falta del aprendizaje en los estudiantes.
La percepción y las experiencias entre los profesores en relación con el teletrabajo durante la pandemia de la COVID-19 se consideraron como diversas. Algunos creen que fue una oportunidad flexible hacia la posibilidad de creer en cierta libertad para la gestión de tareas y obligaciones laborales; sin embargo, otros indican que constituye una competición no alcanzable a corto plazo. Se estimó la existencia de un estrés ante las grandes exigencias de trabajo que no se correspondían con el tiempo disponible, lo que constituyó una presión que afectó el desempeño laboral y, por ende, el bienestar. La posible autonomía quizás se perdió por las continuas variaciones ante el cumplimiento de las orientaciones pedagógicas. Se redujo el reconocimiento de resoluciones de problemas desde la formación investigativa.
La interpretación de los artículos incluidos destacó la ausencia de estándares en materia de reconocer algunas definiciones de bienestar y salud ocupacional durante el teletrabajo para la formación investigativa. Esto trae el riesgo de aceptar supuestas teorías científicas que no puedan ser contrastadas sobre la base de algunas experiencias diferentes. Garantizar la formación investigativa adecuada incluye ofrecer oportunidades de capacitación donde las actualizaciones hacen más competentes a los docentes universitarios y se entendería cómo mejorar su bienestar y mantener la salud ocupacional.15
La principal limitación del estudio fue no comparar la satisfacción con el bienestar y la salud ocupacional desde el teletrabajo según el género de los docentes. De igual manera, se necesitó valorar algún nuevo modelo de enseñanza desde la formación investigativa ante la dedicación y responsabilidad sobre las actividades científicas que generen más valor, a partir de comprender la connotación de los resultados. Además, la fenomenología no se basó en una política de prácticas efectivas para el teletrabajo.
No se determinó si las experiencias satisfactorias podrían permitir la continuidad del teletrabajo en algunas actividades relacionadas con la formación investigativa. La comprensión de algunos factores individuales, organizacionales y socioambientales que determinan la satisfacción del teletrabajo para el bienestar y la salud ocupacional continúan siendo desconocidos.16,17
Se concluye que existió insatisfacción en cuanto al bienestar y la salud ocupacional en los docentes universitarios porque no existían las condiciones laborales para la formación investigativa mediante el teletrabajo. Del mismo modo, no se comprendió cuál pudiera ser el posible comportamiento para una satisfacción adecuada. En tal sentido, se necesitan otras investigaciones que exploren las perspectivas de los profesores sobre la formación investigativa, la cual es más compleja en la actualidad porque no existe una condición obligatoria desde el teletrabajo.