Introducción
El café es un cultivo permanente o perenne que en el Perú se siembra en los valles interandinos y se extiende por toda la banda oriental de la cordillera de los Andes, comúnmente llamada selva alta o yungas. Esta ecorregión es sumamente vulnerable. En la Amazonía peruana la deforestación es un problema creciente: en el periodo 2000-2015 se talaron y quemaron en promedio 120 mil ha/año (156 mil ha específicamente en 2015). Los cafetales se instalan en este bosque tropical húmedo de laderas pronunciadas y suelos con alto riesgo de erosión, lo que pone en peligro la capacidad productiva de la tierra a largo plazo, produce el declive de la productividad y determina la pérdida del potencial de medios de vida de las futuras generaciones de agricultores (Díaz & Willems, 2017).
El Perú es el cuarto país del mundo con más bosques tropicales, que cubren el 60% de su territorio. Estos ecosistemas, cuyos bienes y servicios son producidos en el hábitat de pueblos indígenas, constituyen emporios de biodiversidad y desempeñan un papel fundamental en la estabilización del clima y el ambiente. La tala y la quema de bosques, así como el cambio de uso de la tierra (USCUSS), son responsables del 51% del total de GEI que el país emite anualmente. La causa principal (de acuerdo con la Estrategia Nacional sobre Bosques y Cambio Climático-ENBCC) es la expansión de la agricultura de pequeña y mediana escala (más de 80% de la deforestación ocurre en polígonos de menos de 5 ha por año), principalmente en tierras que carecen de categoría de zonificación u ordenamiento forestal y de derechos asignados sobre ellas (47%) (Díaz & Willems, 2017).
El café es el cultivo de mayor cobertura en la Amazonía (ocupa el 25% del área utilizada para la agricultura). (Fig. 1) La rápida expansión agrícola desgobernada se ha producido en áreas de bosque primario (45%), siendo el 25% de establecimiento de nuevos cafetales en purmas. (Díaz & Willems, 2017).
La producción de café en el Perú desde el 2010 al 2019 mostró un crecimiento acumulado de 23 % en la producción, lo que permitió ubicarse al país en el segundo productor mundial de café orgánico (Gonzales et al, 2017). Las cooperativas tienen una participación del 20 % en las exportaciones de café. Las cooperativas superan el papel de sociedad mercantil, debido a que agrupa los principios de asociación con los objetivos empresariales, lo que permite revelar la lógica comunitaria de la organización, lo que demanda a estas organizaciones autónomas de una comunicación eficiente entre los actores.
Según (Díaz & Willems, 2017) aproximadamente más el 30% del volumen de café no se comercializan en función a su calidad y valor, conllevando a una comercialización injusta para los productores. Por otro lado, la calidad del grano se ve expuesto a perder valor, debido a la débil compresión de técnicas de cultivo aplicados a las parcelas de café. La inadecuada aplicación de técnicas de cultivo conlleva a la degradación de suelo que reduce en mediano y largo plazo los volúmenes de producción de café, por lo cual, los productores incrementan el riesgo crediticio.
Las cooperativas han perdido participación en las exportaciones, debido a la inestabilidad de la gobernanza empresarial, débil transparencia de información, distorsión de la información en los procesos de comunicación, debilitamiento del sentido de pertenencia, lo que reduce los beneficios económicos de las cooperativas hacia los socios, y reduce el impacto de los servicios generados, debilitando la imagen de social de las cooperativas. Las cooperativas del rubro cafetalero son susceptibles a estar expuesto a la presión cultural y económica, suscitada por las perturbaciones de comunicación que trastocan las expectativas de los socios (Díaz & Willems, 2017).
La institucionalidad del sector es bastante débil y se encuentra muy dispersa. Los servicios brindados a los productores son deficientes y el acceso a crédito y financiamiento es una limitación importante. Si bien la comercialización no es un problema, “porque todo el café se vende”, gran parte de la producción peruana que es certificada como orgánica se termina vendiendo como café convencional. Los productores y los gremios precisan que el precio final de venta es menor en por lo menos 3 soles por kilo que el costo de producción. Esto incide en un débil desarrollo social, económico y ambiental de las zonas cafetaleras, que continúan viviendo en situación de pobreza y extrema pobreza.
La producción de café genera más de dos millones de empleos y tiene presencia las 17 regiones del Perú, lo que beneficia a más 200 mil familias en el Perú que participan en los beneficios económicos. La investigación se justifica en la importancia del sector cafetalero en el país. Por otro lado, se ha podido identificar que el sector cuenta con limitadas investigaciones vinculados a la gestión de comunicación e indicadores de eficiencia social y económica en las cooperativas. Además, el vínculo cooperativo se ha visto deteriorado por el ruido de comunicación, al cual están expuestas las cooperativas por presión cultural y social de los socios, por lo tanto, la investigación aporta información para la construcción de planes de comunicación, lo que promueve la gobernanza empresarial en las cooperativas cafetaleras (Leyva-Vázquez et al, 2013; Medina et al, 2020).
En la revisión de literatura se considera la comunicación como un proceso de interacción e intercambio de información entre los actores internos y externos de la organización. La información en la comunicación se transfiere en datos codificados hacia los actores, los cuales deben decodificar el mensaje, siendo esta etapa expuesta al ruido e interferencia del ambiente. El sistema de comunicación requiere interacción social directa, con identificación precisa de soporte que conlleve el tipo de mensaje a su correcta decodificación. Por lo tanto, abordar la comunicación está vinculado a establecer proceso de gestión que garanticen implementación de estrategias en los planes de comunicación orientados a acelerar el flujo de mensaje entre actores intervinientes (Bartolli, 1992).
La comunicación interna no debe ser abordada por las organizaciones como un acto espontaneo y de naturaleza social de los actores, debido a que, las organizaciones requieren sistemas de comunicación que se ciñan o se ajusten a los requerimientos sociales y culturales de los actores receptores. El moldear los sistemas de comunicación en las organizaciones posibilita la creación de valor estratégico que coadyuva a alcanzar los objetivos empresariales, a través de, la disposición de enlaces entre los miembros de la organización (Dvoskin, 2004).
El ordenamiento de información entre los miembros pretende crear compromisos y sentimientos de pertenencia de los participantes en los objetivos organizacionales. El tratar eficientemente la gestión de la comunicación interna favorece a los directivos a conectar con los colaboradores y socios, estimula el fortalecimiento del vínculo entre colaboradores y genera que el colaborador pueda relacionarse e identificarse con sus funciones laborales. La generación de los vínculos de los actores dentro de la organización se relaciona con la dirección de la comunicación, ya sea de forma vertical o horizontal en sentido ascendente o descendente (Ladino, 2017).
La comunicación interna requiere de una sistematización entre actores, mensaje y trasmisión. Los actores determinan su perfil en relación con su rango jerárquico, acción de intermediarios, y su actuación en la coincidencia temporal. El mensaje como parte de la sistematización requiere identificar el tipo de mensaje y soporte de notificación del mensaje. La trasmisión como eje de la sistematización establece el canal, el flujo de información y determina la intención del mensaje en la comunicación (Leyva et al, 2021).
Las ventajas que genera emprender una adecuada sistematización de la comunicación interna, está relacionado con generar condiciones de igualdad de acceso de información entre los colaboradores, reduciendo la asimetría de información en la comunicación interna. Además, se mejora la relación de directivos y empleados que conlleva al alineamiento de los objetivos de los colaboradores con los objetivos de la empresa, lo que propicia mejorar la eficiencia y la productividad en sinergia con la creación de conocimiento, promoviendo aptitudes de cooperación en la cultura organizacional. En similar posición se encuentra (Mmutle, 2018), señaló que, los beneficios simultáneos de los actores en relación con la información que reciben, el cual requiere identificar y potenciar el soporte del mensaje.
La eficiencia productiva en las cooperativas es abordada como la capacidad de lograr los objetivos basados en los principios que rigen la cooperativa. Los objetivos de las cooperativas se consideran en la eficiencia operacional, eficiencia de asignación y eficiencia de mercado. La determinación por parte de la cooperativa de brindar servicio y beneficios eficientes a los socios, se considera principio eje de la eficiencia operacional. Lo relacionado con la capacidad de administrar eficientemente los activos conferidos por los socios, es lo que se denomina eficiencia de asignación, la cual, requiere promover vínculos de confianza. La calidad y efectividad de los servicios orientado a los socios son indicadores de evaluación de la eficiencia de asignación (Medina et al, 2020).
La captación del valor social de la cooperativa por parte del consumidos y mercado, se considera eje de la eficiencia de mercado. El valor social contempla los temas de la responsabilidad social, inclusión social identidad cultural, mujer y población vulnerables, comercio justo, medioambiente entre otros. Generar una eficiencia productiva en la cooperativa, requiere desarrollar la gestión como un proceso de decisión, relacionado al control de calidad, permitiendo controlar el rendimiento económico y social de la cooperativa. Los factores como la edad de los colaboradores, el nivel de educación, acceso a créditos son factores de interviene positivamente en el buen desempeño de la eficiencia productiva (Ben-Farah, 2018).
Materiales y métodos
Para alcanzar el objetivo del estudio de explicar la influencia de la gestión de la comunicación interna en dinamizar la eficiencia productiva, se aplicaron dos cuestionarios:
44 ítems para la variable gestión de la comunicación interna,
41 ítems para la variable eficiencia productiva, ambos cuestionarios respondieron al enfoque cuantitativo del estudio.
Para abordar el enfoque cualitativo del estudio se desarrolló una guía de entrevista estructurada como sigue:
compuestas por tres categorías y 8 subcategorías vinculadas a la variable gestión de la comunicación interna, y
la variable eficiencia productiva se consideró en 3 dimensiones y 8 subcategorías.
Los instrumentos del enfoque cuantitativo se sometieron a estadística de confiabilidad, obteniendo:
Cuestionario de gestión de la comunicación interna= alfa de Cronbach de ,871
Cuestionario de eficiencia productiva= un alfa de ,902
Para la verificación de la validez de los instrumentos se sometido a juicio de expertos, compuesto por miembros que proporcionen una visión hermenéutica (Arráez et al, 2006; Penafiel et al, 2021):
Se le aplicó la V de Aiken se obtuvo 0.8 y 0.9 respectivamente por cada variable, generando la validez de los instrumentos. Para el instrumento de enfoque cualitativo se aplicó una confiabilidad externa, el cual se apoyó en la precisión del nivel de participación, identificación de informantes y precisión de métodos de recolección, la validez se estableció a través de la triangulación de teorías, que generó la interpretación de los datos vinculados a las variables (Martínez, 2006; Medina-Quispe et al, 2020).
La población en la investigación estuvo compuesta por los socios de 41 cooperativas adscritas a la Junta Nacional de Café. Para la obtención de la muestra se aplicaron criterios de inclusión y exclusión, relacionados a:
Se aplicó la fórmula para población finita como se muestra en la ecuación 1. Donde se obtuvo una muestra de 148 para el enfoque cuantitativo:
(1)
Donde:
N= |
total de la población (descrita anteriormente) |
Zα= |
1.96 al cuadrado (nivel de confianza del 95%) |
p= |
proporción esperada (0.5) |
q= |
1-p (0.50) |
Los parámetros estadísticos para la investigación fueron los siguientes:
Para la investigación se aplicó un muestreo probabilístico aleatorio. En el enfoque cualitativo la muestra alcanzó su punto de saturación en la entrevista número 20. Las técnicas de recolección de datos se generaron a través de, la observación no participante, lo que permitió registrar hallazgos. De igual forma, se aplicó encuesta para medir los instrumentos cuantitativos y la entrevista estructurada permitió abordar el enfoque cualitativo de las variables. El análisis documental permitió estructurar el método mixto de la investigación.
La investigación aplicó un método descriptico, explicativo y mixto. En el método descriptico; registró, describió la formación del problema. El método explicativo estableció las relaciones de causa - efecto para la prueba de hipótesis. El método mixto de tipo explicativo secuencial (DEXPLIS), después de la obtención de los datos cuantitativos se abordó las entrevistas a profundidad.
El diseño de la investigación fue transversal, debido a que el estudio se generó en el periodo del 2021 y de diseño correlacional para medir la relación estadística de las variables. Los softwares utilizados en la investigación fueron; Statistical Product and Service (SPPS) versión 24.0 y Atlas.ti 8.
Resultados y discusión
Los resultados obtenidos se muestran a continuación (Tabla 1):
GESCOMU | EFIPRODUC | |||
Rho de Spearman | GESCOMU | Coeficiente de correlación | 1,000 | ,802** |
Sig. (bilateral) | . | ,000 | ||
N | 148 | 148 | ||
EFIPRODUC | Coeficiente de correlación | ,802** | 1,000 | |
Sig. (bilateral) | ,000 | . | ||
N | 148 | 148 | ||
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral). |
Fuente: Datos procesados en SPSS 22
La tabla 1 demostró que existe una correlación directa fuerte de Rho = ,802 y un nivel de significancia de ,000 entre la gestión de la comunicación interna y la eficiencia productiva. Por lo tanto, la correlación directa de la investigación coincide con la investigación de (Charry, 2018) en el cual, se encontró correlación directa de Rho=.959 entre sus variables comunicación interna y clima organizacional. La investigación demostró que la variable gestión de la comunicación interna presenta injerencia en la variable eficiencia productiva.
Además, el resultado obtenido de correlación presenta similitud con los resultados de (Ramos, 2017) este trabajo obtuvo correlación directa fuerte de Rho=.716, entre la variable gestión de la comunicación interna y la gestión de procesos administrativos. La triangulación de la variable gestión de la comunicación interna consideró las bases teóricas que sustentas las categorías y subcategoría, las cuales se vincularon al análisis de las entrevistas a profundidad, este proceso permitió validar categorías, subcategorías e identificar las categorías y subcategorías emergentes que la investigación proporcionó. (Fig. 2)
En las fig 2 y 3, los elementos sombreados de gris fueron validados por los entrevistados y los rojos son los elementos emergentes. Los socios los reconocen e identifican en la gestión de comunicación interna que ellos ejercen. Los socios se autodefinen en la categoría actores, e identifican a los directivos y personal administrativo en la categoría, esta validación es coherente con el aporte de (Ben-Farah, 2018) donde el identifica conductas de cohesión en los socios de cooperativas, los cuales se definen como actores, que se consideran vitales en la cadena de producción. Por otro lado, en el análisis se identificó la categoría emergente generación de relaciones, que se caracteriza por la necesidad de construir confianza entre los actores, esto considera aspectos culturales, que se determinan por factores geográficos e históricos.
Según (Ben-Farah, 2018) los actores asociados desarrollan estrechos vínculos de cooperación, lo que suscita el pilar cultural, como eje en organizaciones de perfil cooperativista. Por otro lado, la categoría mensaje es validada, pero se vincula con la categoría emergente comunicación formal, como freno a la comunicación informal. indicaba la vulnerabilidad de las organizaciones cooperativista a la presión social y cultural, que puede generar desordenes y distorsiones de información, el cual, está vinculado a la comunicación informal, que, según las experiencias de los socios genera problemas en la gobernanza empresarial. Asimismo, la comunicación formal se vincula de forma directa con considerar e incorporar loa aspectos lingüísticos de la zona en la gestión de planes de comunicación. Para (Bartolli, 1992) la comunicación en su interacción tiene que considerar el factor cultural para la construcción de la codificación del mensaje, siendo el idioma, dialectos considerados en la construcción de un proceso de comunicación.
Las fig 4 y 5 indican que los elementos sombreados de gris se consideraron válidos y los sombreados de rojo, se valoró como elementos emergentes. El proceso de triangulación de datos permitió validar las categorías de eficiencias operacional, asignación y de mercado. En la eficiencia operacional y de asignación los socios, reconocen sus expectativas económicas y de servicios proporcionados por la cooperativa. La presión social que ejercen los actores en las organizaciones cooperativistas está asociadas a las expectativas de los socios, por lo tanto, generar objetivos realistas orientan la gestión a poder alcanzar eficiencia productiva.
La categoría emergente gobernanza empresarial es identificada en relación con la transparencia y las buenas prácticas de gestión, el hallazgo de la investigación está relacionado con (Ben-Farah, 2018) que considera que la cohesión de los actores de las organizaciones cooperativistas requiere generar una cultura erigida en valores. La categoría emergente, relevo generacional, sobresale en el análisis de las entrevistas, puesto que, esta categoría determina el crecimiento o declive de las organizaciones cooperativistas. Para los entrevistados, si la actividad cafetalera no garantiza mejores condiciones de mercado y apoyo de gobierno central, repercute en que no exista relevo de productores.
Conclusiónes
La investigación concluye que en el análisis de correlación con Rho: ,802 se demuestra la vinculación entre la variable gestión de la comunicación interna y la eficiencia productiva. Siendo esta influencia a través de la forma como los actores gerenciales de las cooperativas construyan e incorporen los aspectos culturales, lingüísticos en la gestión de los planes de comunicación interna.
La eficiencia productiva se dinamiza con procesos enmarcados en las buenas prácticas de la gobernanza empresarial. La comunicación interna incide en identificar las expectativas de los actores, lo que propicia, desarrollar objetivos claros y realizables, que coadyuva a alcanzar la eficiencia productiva, generando condiciones favorables para promover el relevo generacional.