INTRODUCCIÓN
Los desafíos científicos y tecnológicos de este siglo demandan la gestión del conocimiento y superación académica de los profesionales que ejecutan los procesos docentes.
En el contexto de los países subdesarrollados los profesionales de la salud deben conocer el uso de la Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), para desdoblar la formación de Competencias Informacionales (CI), reconocer necesidades de información, conocer los recursos en los que se puede localizar y acometer estrategias de búsqueda de manera eficaz y eficiente.
La American Association of School Libraries define las competencias informacionales como: "… la habilidad de reconocer una necesidad de información y la capacidad de identificar, localizar, evaluar, organizar, comunicar y utilizar la información de forma efectiva, tanto para la resolución de problemas como para el aprendizaje a lo largo de la vida".1,2) Son aquellas capaces de identificar correctamente la información pertinente para realizar una tarea específica o resolver un problema, realizar una búsqueda de información eficiente, organizar o reorganizar la información, interpretarla y analizarla una vez que se encontró y recuperó (por ejemplo, si se descargó de internet), evaluar la exactitud y confiabilidad de la información (incluye el reconocimiento ético de las fuentes de donde se obtuvo), comunicar y presentar los resultados del análisis e interpretación a otros (si es necesario), y finalmente utilizarla para ejecutar acciones y obtener resultados.3
En la actualidad algunos países: Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Alemania, China, Chile, Argentina, Brasil y México enfocan sus investigaciones publicadas hacia el comportamiento de la recuperación y uso de la información.4
En una organización, sobre todo en el sector de salud en Cuba, compartir la información y el conocimiento constituye una de las primeras bases para alcanzar un capital intelectual como garante de desarrollo.5
La insuficiencia de estudios referidos a proyectos colaborativos mostró la necesidad de definir en un grupo de profesionales, en primer lugar, las características propias de la comunidad que se investigaba, con sus diferencias individuales; esto evitó generalizaciones porque partió de necesidades informativas, comportamientos y satisfacción con su forma diversa de manifestarse; surgió así la necesidad de realizar un estudio con el siguiente objetivo: caracterizar el desarrollo de competencias informacionales en los profesionales de salud pertenecientes al Hospital Ginecobstétrico Docente del municipio Palma Soriano en la provincia Santiago de Cuba.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo en el Hospital Ginecobstétrico Docente “Nelia Irma Delfín Ripoll” en Palma Soriano en el año 2020. De un universo de 48 trabajadores, se seleccionaron 24, mediante muestreo no probabilístico subjetivo por decisión razonada; las unidades de la muestra fueron elegidas en función de algunas de sus características de manera racional y no casual.
Se emplearon métodos teóricos tales como: análisis-síntesis e inductivo-deductivo y el enfoque sistémico.
Empíricos:
Análisis documental: se revisaron registros de diseminación selectiva de información, informes de trabajos de terminación en la formación posgraduada, revistas, tesis, libros y otros con el objetivo de caracterizar el desarrollo de competencias informacionales en los profesionales de salud muestreados.
Cuestionario a profesionales: para conocer variables como la escolaridad, estructura de competencias informacionales atendiendo a: búsqueda de información, recuperación de la información, uso y diseminación de la información ya disponible, la necesidad de información, utilización de recursos informativos, tipos de fuente documental más utilizada, utilización de estrategias de búsquedas, optimización de búsquedas asociada al tratamiento de la información, además de la comunicación y difusión de la información.
Además, fueron considerados patrones de comportamiento informacional conexos a la búsqueda, recuperación, uso y diseminación de la información ya disponible, con la utilización de variables tales como: escolaridad universitaria, la necesidad de información, tipo de fuentes informativas utilizadas para el autoestudio, utilización de estrategias de búsqueda, trabajo colaborativo y de grupos de discusión para la investigación. Los resultados se muestran a continuación.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Predominó la escolaridad universitaria en un 66,7 % de los participantes y respecto a la estructura de las competencias informacionales, fue el uso y diseminación de la información ya disponible la preponderante, como se observa en la Tabla 1.
Se constató que la necesidad de información prevaleció en un 62,5 % y solicitaron ayuda del bibliotecario para la búsqueda de información en el 54,1 %, como expresa la Tabla 2.
Predominó la búsqueda de información en el 79,2 % de los participantes, y el tipo de fuente más utilizada fue la digital, datos presentes en la Tabla 3.
Como se puede observar en la Tabla 4, respecto a los resultados referentes a la inadecuada utilización de estrategias de búsqueda, esta ocurrió en un 83,3 %, sin embargo, la autoridad del sitio fue considerada para la optimización de la búsqueda en el 50 %.
En cuanto a los grupos de discusión, sobresalió la frecuente intervención por parte del moderador para ajustarse al tema estudiado en un 70,8 %, y no resultó frecuente el trabajo colaborativo en un 66,7 %, según muestra la Tabla 5.
De acuerdo con el análisis realizado, entre los profesionales de la salud muestreados, la mayoría reconoció tener necesidades de información, con un predominio del uso y diseminación de la información ya disponible, algunos solicitaron la ayuda del bibliotecario para realizar sus búsquedas y el tipo de fuente documental más utilizado fue la digital; aunque casi todos emplearon inadecuadas estrategias para localizar la información; en cuanto a los grupos de discusión, sobresalió la frecuente intervención por parte del moderador para ajustarse al tema estudiado y no resultó frecuente el trabajo colaborativo.
Es importante recordar que las competencias informacionales son comunes a todas las disciplinas, entornos de aprendizaje, de trabajo y niveles de educación, ya que permite dominar el contenido y ampliar los conocimientos, coadyuvando a ser más autónomos y asumir un mayor control en su indagación informatizada.6,7
Con frecuencia los trabajadores de los distintos niveles de atención asistencial poseen categoría docente, lo cual ratifica la importancia del desarrollo de los procesos de investigación y socialización científica. En las ciencias biomédicas adquiere relevancia el perfeccionamiento de estas competencias, pues las necesita para desarrollar su especialidad y para el área de la enseñanza en la que se desempeña (perfil didáctico-pedagógico) como profesional del más alto nivel en la formación de los futuros médicos.8,9
En cuanto a la necesidad de información, los investigadores de estas áreas utilizan en sentido general información relevante, precisa y oportuna que les brinda el personal capacitado para esto, con la utilización de tesis, publicaciones seriadas, y otros documentos que muestran rigor en cuanto a la veracidad de sus fuentes.10
La biblioteca es un espacio fundamental para el trabajo enfocado en la adquisición de competencias para el logro de la alfabetización digital (conocimiento del uso de los recursos digitales) y con la divulgación de contenidos propios generados en foros internacionales y nacionales.
La labor de la biblioteca hospitalaria no se limita a facilitar el acceso a la información, sino también, y principalmente, a acompañar y a formar a los usuarios en el uso autónomo y responsable de trabajos de investigación, al ofrecer un entorno de aprendizaje que asume la provisión y selección de recursos tanto en soporte de papel como digital. También asesora, no solo a estudiantes, sino también a los profesionales, con el fin de que se puedan incluir en las intervenciones de capacitación la elaboración de trabajos de terminación de cursos, tesis y proyectos de investigación.11
La gestión del conocimiento durante el proceso investigativo exige la búsqueda de alternativas viables para llevar a cabo un procesamiento efectivo de la información, no de forma tradicional; se supone que la mayoría de los investigadores de estas ciencias y los que están en formación, posean conocimientos y habilidades necesarios para resolver una gama de problemas informacionales que son propios de su quehacer investigativo. Sin embargo, en el caso de Cuba, aún persisten algunas insuficiencias en el dominio de tan imprescindibles conocimientos y habilidades.12,13
Cuando se habla de competencias informacionales, es preciso hacer alusión a la colaboración en grupos de trabajo en línea, pues admite la creación de comunidades virtuales en diferentes localizaciones geográficas y ambientes que permiten educar, diseñar y transferir conocimientos para perfeccionar la práctica diaria, incluyendo además actividades sincrónicas y asincrónicas, que involucran la comunicación educativa y el uso de las bases de datos como fuente de bibliografía científica y su impacto en la vida cotidiana.14
El manejo y uso de la información científica son dos procesos intrínsecos, pero con particularidades: entiéndase manejo como proceso que parte de la identificación de necesidad de información, la localización y acceso a estos recursos, hasta la aplicación de estrategias de búsquedas para obtener la mejor evidencia científica; mientras el uso de la información científica es un proceso donde se analiza, sintetiza, evalúa, referencia, organiza y aplica con ética, la información científica en la conformación del estado del arte del tema objeto de investigación.15
CONCLUSIONES
Se caracterizó el desarrollo de competencias informacionales en los profesionales de salud pertenecientes al Hospital Ginecobstétrico Docente de Palma Soriano, con vistas a lograr una amplia cobertura temática y calidad de los contenidos de la organización en los sistemas de gestión y el desarrollo de competencias informacionales que propicien la proactividad en el enfrentamiento a los problemas de salud.