INTRODUCCIÓN
Los vínculos de la investigación científica y la Lógica como ciencia siguen siendo un campo que aporta a la comprensión del desarrollo del conocimiento científico. Estas áreas del saber sobre los procesos cognoscitivos ponen al descubierto las relaciones y resuelven las viejas contradicciones en la actividad de construcción del conocimiento científico. Entender la lógica de este proceso nos permite comprenderlo como un proceso caracterizado por estar en constante movimiento, cambio, transformación y desarrollo; intentando, además, poner de relieve la conexión interna de ese movimiento y su transformación. Este artículo tiene como objetivo resolver las imprecisiones que en su aplicabilidad en la construcción del conocimiento científico se producen, a partir del análisis del contenido y la forma del método histórico-lógico aplicable al nivel del pensamiento teórico, cuya esencia es eminentemente dialéctica.
DESARROLLO
Como resultado de la creciente incidencia de la ciencia en los procesos sociales y en los destinos de la humanidad, la ciencia contemporánea y la producción científica se convierten en objeto de estudio de la propia investigación desde diferentes ángulos.
Se puede acceder al conocimiento científico por medio de tres vías básicas: la búsqueda intencionada, la reflexión sistemática o los procedimientos lógicos. Cada una de estas vías se hace acompañar por métodos científicos acordes a la naturaleza de la investigación, lo cual le aportará su carácter dialéctico. Para comprender la naturaleza dialéctica de los métodos investigativos debe entenderse, en primera instancia, la naturaleza dialéctica del conocimiento. La Lógica como ciencia ofrece elementos que, siendo esenciales para entender este campo de la ciencia, han sido desplazados de nuestras miradas hasta casi desaparecer.
Ya desde el siglo xvii comienza a sufrir un importante cambio al ser entendida no solo como método demostrativo, sino como conjunto de formas correspondientes al ser, al pensamiento y, por ende, al método del conocimiento científico, cambio que se sintetiza en las obras de dos de sus clásicos: Kant y Hegel.
Hegel (1968), en La Ciencia de la Lógica, parte de la filosofía de R. Descartes (1596-1650) y F. Bacon (1561-1626). Desarrolla su teoría y aplica su método dialéctico de investigación. El gran mérito reside en concebir todo el mundo de la naturaleza, de la historia y del pensamiento «como un proceso, es decir, en constante movimiento, cambio, transformación y desarrollo, intentando, además, poner de relieve la conexión interna de ese movimiento y transformación» (Lenin, 1979, p. 172).
La Lógica como ciencia, en su expresión más antigua, la Formal, es una parte necesaria, pero no suficiente, para comprender el conocimiento científico a partir de la comprensión de su estructura y movimiento formal. Esta necesidad impulsó el origen de la Lógica Dialéctica, la cual ciñe su análisis al contenido y a la forma del pensamiento teórico, cuya esencia es eminentemente dialéctica.
Resulta imprescindible para la comprensión del objeto de estudio de la Lógica Dialéctica explicar la dialéctica entre lo objetivo y lo subjetivo, para lo cual ha de tenerse en cuenta que la dialéctica objetiva debe ser comprendida como dialéctica del contenido del pensar, donde se capta y expresa la dialéctica del ser. Por su parte, la dialéctica subjetiva se refiere al modo peculiar en que el sistema de las formas del pensamiento asimila la dialéctica, o sea, es aquel modo de movimiento del pensamiento que es inherente solo a este (Torres, 2016). Pero ambas lógicas (la Formal y la Dialéctica) se entrelazan en ese movimiento del pensamiento para la construcción del conocimiento científico a partir de la aplicación de sus métodos, principios y leyes particulares.
Hacer énfasis en el estudio de este proceso de construcción del conocimiento científico, en el que está presente lo dialéctico en unidad con lo formal, desprende tantas problemáticas como miradas pudieran abordarlo. Uno de estos hilos del entramado está en el tratamiento del método. Si entendemos el método científico como el procedimiento sistemático que orienta y ordena la razón para por deducción o inducción obtener conclusiones que validen o descarten una hipótesis o un enunciado (Ramírez, 2009), cabe preguntarnos: ¿cuál es el método correcto para la investigación científica?
El método correcto es todo aquel que, en primera instancia, a través de las determinaciones abstractas, logre conducir a la reproducción de lo concreto por la vía del pensamiento, teniendo en cuenta la naturaleza del objeto que se investiga, la esencia del problema que se intenta resolver y las potencialidades e intereses del investigador.
Todo método adquiere dos criterios valorativos que contribuyen a significar su valor. Uno es el criterio de veracidad, que implica la correspondencia del método con la esencia del objeto de la actividad; el otro es la corrección, que significa que el modo de aplicarlo y desarrollarlo se adecue al objetivo planteado, que posea la capacidad de lograr el fin y la solución del problema objeto de investigación.
Uno de los métodos más declarados en la investigación científica en las ciencias sociales es el método histórico-lógico, pero no en todos los casos el proceso investigativo evidencia su empleo. A su vez, este es uno de los métodos menos tratados desde la ciencia y, en correspondencia, son pocos los autores que hoy problematizan sobre el asunto. Los temas abordados que se han podido encontrar giran alrededor del tratamiento de lo histórico o lo lógico por separado, pero no en su unidad dialéctica como método.
El estudio realizado a artículos e investigaciones ha permitido evidenciar que para muchos investigadores el método histórico-lógico es identificado con el estudio de antecedentes históricos. Esto constituye el primer entramado que nos proponemos esclarecer. Para ello, consideramos analizar la relación lógica entre la categoría antecedente histórico y método histórico-lógico. El antecedente histórico de cualquier objeto de investigación puede ser estudiado por medio de la aplicación del método histórico, con el que se orienta no solo a la descripción y análisis de los fenómenos sociales, sino también a la búsqueda de explicaciones.
Este método se integra en una estructura investigativa o proceso de investigación para reunir evidencia de hechos ocurridos en el pasado y su posterior formulación de ideas o teorías sobre la historia o para comprender varias reglas o técnicas metodológicas para analizar datos relevantes de un tema histórico, permitiendo al investigador sintetizar la información para construir una información coherente de los acontecimientos ocurridos asociados al objeto que se está estudiando.
A continuación podemos analizar algunos ejemplos de investigaciones, en las que ha sido declarado el empleo del método histórico-lógico, cuando lo que realmente se ha aplicado es el método histórico:1
La aplicación del método «ha permitido realizar una valoración del contexto histórico social en que se desarrolló la labor científico-docente de [una figura histórica], así como precisar los rasgos esenciales que la distinguen». En este caso, el autor realiza una caracterización del contexto en que el personaje vivió y de la personalidad de la figura histórica, para lo cual pudo haber empleado el análisis documental, las entrevistas y consulta con fuentes primarias o secundarias. Sin embargo, no queda definido si se trata de un contexto en particular (para lo cual no se requiere en método declarado) o de un periodo de transición dividido en etapas, previamente justificada. Si el objetivo está orientado a precisar los rasgos esenciales que distinguen a tal figura histórica, se necesita, además, de la determinación de los indicadores vinculados a la personalidad que se quiere resaltar como parte del empleo del método.
El empleo del método para «la reconstrucción del escenario histórico, con respecto a la formación del educando, de la labor del maestro y de la situación del negro en el período». Este otro ejemplo poco aporta para la comprensión de la aplicación de cualquier método investigativo. En este caso, y en vínculo con el objetivo que nos ocupa en esta fundamentación, se declara lo que pudieran ser indicadores de análisis (formación del educando, de la labor del maestro y de la situación del negro en el periodo), sin embargo, no se declara cuál es el objeto para el cual se aplica el método, qué proceso, objeto o fenómeno se quiere analizar. Se reitera la indefinición de las etapas que necesariamente deben acompañar a la aplicación del método histórico-lógico, así como los argumentos necesarios y suficientes que justifiquen las subdivisiones en etapas del periodo declarado.
Estos ejemplos y otros que podemos encontrar en muchos informes de investigación o artículos son muestras del error de identificar la aplicación del método histórico-lógico con el estudio de antecedentes. Toda aplicación de este método implica un estudio del antecedente del objeto de estudio, pero no todo estudio de antecedente de un objeto de estudio requiere de la aplicación del método histórico-lógico; este puede lograrse también con la aplicación del método histórico.2
Otro error muy común en el tratamiento del método histórico-lógico es el comprenderlo como la sumatoria del método histórico y los métodos lógicos. Los siguientes ejemplos así lo demuestran:
Se aplicó lo histórico en el análisis detallado del fenómeno atendiendo a su génesis y las particularidades de sus antecedentes y lo lógico al analizar sistemáticamente todas las relaciones que se establecen entre los distintos aspectos a tener en cuenta, en los que se ponen de manifiesto otros métodos teóricos, como la síntesis, la inducción, la deducción y la generalización.
Durante el proceso de investigación se utilizaron los métodos histórico y lógico íntimamente vinculados. Fue de gran utilidad el empleo de la entrevista, pues por las características del objeto y determinadas condiciones objetivas referentes a la bibliografía existente, esta constituyó una fuente de información de gran valor, lo que contribuyó a que su labor magisterial fuera estudiada en su dinamismo, analizándose a la vez los aspectos en ella contenidos. A partir de este análisis lógico fue posible establecer los parámetros necesarios para fundamentar las conclusiones que se fueron derivando a través de la generalización.
En el primer ejemplo se puede apreciar que se arrastra con el error de identificar el método histórico-lógico con el estudio de antecedentes, lo que en este caso el autor intenta integrar «lo lógico» con el estudio sistemático de las relaciones y para precisar esa «parte lógica» del método hace mención de algunos ejemplos de lo que refiere como «lo lógico». El análisis nos lleva a realizar una primera puntualización: en ese estudio sistemático se tiene en cuenta la cronología en la evolución histórica del objeto de estudio, pero no en todas las relaciones, como se declara, de lo contrario estaríamos en presencia de un caos como resultado. Segunda puntualización: la síntesis, la inducción, la deducción y la generalización no son precisamente métodos, sino operaciones lógicas, que integradas racionalmente se constituyen en métodos (Torres, 2015).
El segundo ejemplo que se muestra expresa claramente la comprensión esquemática y mecanicista del método declarado, en tanto el autor lo refiere claramente «como la unión entre el método histórico y el lógico». El error en la comprensión del método se agrava al declarar la entrevista (método del nivel empírico del conocimiento científico) y la generalización (operación lógica) como parte esencial del método declarado.
Todos estos errores en la comprensión del método histórico-lógico, entre muchas otras razones, están estrechamente relacionados con el modo en que el referido método se define en no pocas publicaciones. Analicemos algunos de estos ejemplos:
El método de análisis histórico y lógico: «el método histórico estudia la trayectoria real de los fenómenos y acontecimientos en el decursar de su historia. El método lógico investiga las leyes generales del funcionamiento y desarrollo de los fenómenos» (Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño, 1997, p. 15). Esta es la manera más frecuente que hemos podido encontrar en la exploración realizada en más de una veintena de obras consultadas. No podemos plantear que la referida «presentación del método» constituya en sí una total incorrección; sin embargo, al referirse al método histórico y al método lógico por separado justifica su comprensión como la sumatoria de dos métodos indistintos. Pero si lo analizamos como definición asoman varias imprecisiones:
No indica los atributos esenciales del método, en tanto adolece de precisión suficiente y necesaria que exponga con claridad la dialéctica entre lo histórico y lo lógico que es la esencia conceptual-metodológica del método referido.
No es proporcionada (equivalente) como definición, en tanto el contenido definido es más amplio que el concepto por definir.
Método lógico:
consiste en inferir de la semejanza de algunas características entre dos objetos, la probabilidad de que las características restantes sean también semejantes. Los razonamientos analógicos no son siempre válidos. El método histórico: Está vinculado al conocimiento de las distintas etapas de los objetos en su sucesión cronológica, para conocer la evolución y desarrollo del objeto o fenómeno de investigación se hace necesario revelar su historia, las etapas principales de su desenvolvimiento y las conexiones históricas fundamentales (Ramos, 2008, p. 10)
Este es el ejemplo clásico de la tendencia ya mencionada en que se comprende el método histórico-lógico como la sumatoria de dos métodos: el histórico, identificado con el análisis del desarrollo cronológico del objeto de investigación, y el lógico, identificado con el método comparativo o el histórico comparativo; en cualquiera de los casos son considerados procedimientos particulares de comparación de eventos del pasado que permiten además prevenir nuevas teorías.
El método histórico (tendencial):
es un método teórico de investigación mediante el cual se estudian las distintas etapas por las que atraviesa un objeto, proceso o fenómeno en su sucesión cronológica desde su surgimiento para conocer su evolución y desarrollo con el propósito de descubrir tendencias. Los métodos lógicos de investigación teórica reproducen en el plano teórico lo más importante del fenómeno estudiado. Permiten comprender su historia. A continuación serán estudiados algunos de los principales métodos lógicos de la investigación teórica: El método hipotético-deductivo. El método de modelación. El método genético. El método sistémico. El método dialéctico. (Universidad de Pinar del Río, 1999, p. 24)
En este otro ejemplo se profundiza en el error de la comprensión del método histórico-lógico en tanto se hace referencia a algunos «métodos lógicos». Este fragmento nos permite detenernos en los declarados métodos lógicos. Algunos autores, ya analizados, confunden los métodos lógicos, con operaciones lógicas, otros con métodos propios de la investigación, como es la modelación, el método sistémico, entre otros.
De algún modo, si entendemos a los métodos lógicos como aquellos que operan a nivel de pensamiento, entonces, todos los métodos son lógicos y perdería sentido una clasificación. Pero si nos referimos a los métodos lógicos derivados de la Lógica como ciencia, debemos señalar que estos se clasifican en simples y de contenido.
Los métodos simples son empleados por todo investigador como procedimientos de la cognición empírica (Torres, 2016), en tanto se basa en la observación y la experimentación. Estos métodos lógicos simples se aplican fundamentalmente en los primeros estadios de la investigación no por separado sino en combinación en distintas formas de razonamiento y con distintos procedimientos de cognición.
Los métodos de contenidos (histórico-lógico, análisis-síntesis, inducción-deducción) de la Lógica Dialéctica tienen como condición la formación, desarrollo y automovimiento del objeto de estudio. Los métodos de contenido, en resumen, estudian las teorías científicas como modelos teóricos conforme a su objetivo. Como conclusión parcial de este análisis podemos aseverar que el método histórico-lógico no puede ser en sí mismo el todo y su parte. Debe comprenderse como un tipo de método de contenido, del nivel de conocimiento teórico, en la construcción del conocimiento científico.
En esta búsqueda de cómo se trata el método que nos ocupa en la producción científica universal encontramos quienes, incluso, limitan su aplicabilidad a la historia, en tanto lo identifican como un método histórico. En estos casos confunden el análisis de la evolución del objeto de investigación con la historia del objeto en cuestión.
El método histórico-lógico se mueve simultáneamente en dos planos: el del desarrollo lógico y el del desarrollo histórico real. El método histórico-lógico solo se realiza como resultado de la unidad dialéctica de ambos planos, no como dos momentos; tampoco, como sumatoria de dos métodos. En esencia, se aplica para estudiar una parte de la trayectoria histórica del objeto de investigación asociada al problema científico declarado, para determinar la tendencia, las etapas más significativas de su desarrollo y sus conexiones históricas fundamentales de forma cronológica y lógica. Implica el estudio de la evolución del objeto determinado, sus cualidades y su diversidad con las variaciones asociadas a los nodos del conocimiento que responden a la problemática de la investigación y que conduce a la comprensión de sus leyes de desarrollo internas y su causalidad. Son utilizados para determinar las leyes más generales del funcionamiento y desarrollo del objeto; es decir, sus aspectos más importantes, su esencia y sus conexiones fundamentales mediante la lógica interna de su desarrollo.
El método histórico-lógico, como método, integra lo lógico revestido en forma concreta del desarrollo histórico, pero despojado de su forma concreta y representado en forma lógica. En la dinámica del método, lo lógico debe basarse en datos históricos para poder descubrir las leyes fundamentales que rigen el desarrollo del objeto de investigación y, en esta misma dinámica, lo histórico no se limita a la descripción o explicación de los hechos, sino que necesariamente requiere aportar una explicación a partir de la lógica del desarrollo del objeto definido.
Por lo tanto, utilizar el método histórico-lógico en cualquier investigación científica no implica únicamente describir cómo se ha comportado el fenómeno en los periodos estudiados, ni las condiciones económicas, políticas y sociales que influyeron en los cambios del objeto de estudio, sino que su aplicación conduce a conocer la lógica de su desarrollo, es decir, los elementos de esencia que incidieron en los cambios operados en cada etapa correspondiente al objeto de estudio. Esto pudiera constituir una contribución a la teoría.
Mostramos un ejemplo de correcta fundamentación de la aplicación del referido método:
El método histórico lógico; éste último se aplicó para extraer el comportamiento y evolución que ha tenido el objeto de investigación a lo largo de los períodos estudiados, lo que permitió establecer la relación entre la historia del fenómeno, sus etapas de desarrollo (tendencia en los cambios que se operan en la enseñanza de la Educación Laboral) y la esencia de dicho fenómeno (los aspectos que provocan e inciden en los cambios y en su desarrollo); se tuvo presente que cada fuente histórica lleva implícita la huella de su tiempo y refleja los fenómenos pedagógicos a través del prisma de su época. (Cerezal Mezquita, 2000, p. 7)
Postulados:
La evolución de un objeto solo puede ser expuesta científicamente una vez que se conoce la esencia del objeto expuesto científicamente, mediante la elaboración de una teoría científica. Requiere, además, de la determinación y fundamentación espacial y temporal del objeto de estudio, su fundamentación conceptual.
El proceso de creación de la teoría científica solo es posible una vez que se ha agotado el análisis del material histórico a partir de la aplicación del método histórico-lógico, lo que implica la determinación y fundamentación no solo de las etapas objeto de análisis, sino de los nodos de su evolución, constituidos por categorías que expresan la esencia del objeto investigado.
Con la aplicación del método ha de obtenerse como resultante un nuevo saber para la ciencia.
CONCLUSIONES
El método no es una forma exterior, sino el alma y esencia del contenido. Sin embargo, exponer con clara precisión y lógica relación de todas sus partes y componentes constituye un momento esencial para su comprensión y aplicación en la construcción del conocimiento científico. El método histórico-lógico solo en su comprensión dialéctica es valioso para exponer los procesos de desarrollo de la naturaleza de cualquier objeto de investigación para comprender sus rasgos generales y los nexos de su desarrollo.