INTRODUCCIÓN
La adolescencia se define como la etapa del ciclo vital humano entre la niñez y la adultez que se caracteriza por profundos cambios biológicos, psicológicos y sociales.1
En la Convención sobre los Derechos del Niño se define la adolescencia como un período caracterizado por rápidos cambios físicos, cognoscitivos y sociales, incluida la madurez sexual y reproductiva; la adquisición gradual de la capacidad para asumir comportamientos y funciones de adultos que implican nuevas obligaciones y exigen nuevos conocimientos teóricos y prácticos.
Aunque en general los adolescentes constituyen un grupo de población sano, la adolescencia plantea también nuevos retos a la salud y al desarrollo debido a su relativa vulnerabilidad y a la presión ejercida por la sociedad, incluso por los propios adolescentes para adoptar comportamientos arriesgados para la salud. Entre éstos figura la adquisición de una identidad personal y la gestión de su propia sexualidad. El período de transición dinámica a la edad adulta es también un período de cambios positivos inspirados por la importante capacidad de los adolescentes para aprender rápidamente, experimentar nuevas y diversas situaciones, desarrollar y utilizar el pensamiento crítico y familiarizarse con la libertad, ser creativos y socializar.2,3
Los adolescentes se ven sometidos a presiones para consumir alcohol, tabaco u otras drogas y para empezar a tener relaciones sexuales a edades cada vez más tempranas, lo que entraña para ellos un elevado riesgo de traumatismos, tanto intencionados como accidentales, embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual (ITS). Muchos de ellos también experimentan diversos problemas de adaptación y de salud mental. Los patrones de conducta que se establecen durante este proceso, como el consumo o no consumo de drogas o la asunción de riesgos o de medidas de protección en relación con las prácticas sexuales, pueden tener efectos positivos o negativos duraderos en la salud y el bienestar futuro del individuo. De todo ello se deduce que este proceso representa para los adultos una oportunidad única para influir en los jóvenes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que en el año 2015 murieron 1,3 millones de adolescentes, en su mayoría por causas prevenibles o tratables. Las principales causas de mortalidad entre los adolescentes son las lesiones por accidentes de tránsito, las infecciones por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH/sida), el suicidio, las infecciones de las vías respiratorias inferiores y la violencia interpersonal. Se reporta además un incremento del embarazo en la adolescencia.4,5
En Cuba, la población adolescente representa 13 % del total poblacional, con una reducción de 12 % entre los años 2000 y 2010, dada la dinámica demográfica del país en que desciende la natalidad y aumenta el envejecimiento poblacional.6,7)
Entre los principales problemas de salud en esta etapa encontramos una elevada fecundidad (aunque en el país es baja de manera general), así como un aumento de la captación de embarazadas de este grupo. La tasa de mortalidad perinatal es elevada entre los hijos de adolescentes. Las principales causas de morbilidad y mortalidad continúan vinculadas a las conductas de riesgo, entre ellas se destacan las lesiones no intencionales, sobre todo las de tránsito, caída de alturas y ahogamiento incompleto.
La mayoría de los hábitos perjudiciales para la salud se adquieren durante la adolescencia y se manifiestan como problemas de salud durante la edad adulta, que agregan una carga económica evitable para los sistemas de salud.
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) están consideradas como un problema de salud para los adolescentes en Cuba. La infección del VIH continúa baja en nuestro país, pero la incidencia es más marcada en la etapa juvenil. De importancia para la salud de los adolescentes por su repercusión en la esperanza de vida y supervivencia, son las enfermedades crónicas no transmisibles, pertenecen las tasas más elevadas de morbilidad al asma bronquial, con una prevalencia alta.
La enfermedad cerebro vascular en edades más tempranas (niñez y adolescencia) ha continuado su incremento según estudios realizados. Se ha relacionado esta problemática con la presencia de alguna de las condiciones -bien aisladas o asociadas entre ellas- de señal aterosclerótica temprana. Entre los más identificados se encuentran el aumento de la tensión arterial (sistólica o diastólica), las alteraciones en el exceso del peso corporal, los valores excesivos de la circunferencia de la cintura, la diabetes mellitus tipo 2, los valores elevados de la glicemia en ayunas y provocada, la resistencia a la insulina, la intolerancia a la glucosa, los valores elevados de colesterol total, los valores anormales de las lipoproteínas del suero, los valores exagerados de lípidos y glucosa sanguínea, hábito de fumar sean fumadores activos o pasivos, el bajo peso al nacer, una mala nutrición en la infancia, la inactividad física y los antecedentes patológicos familiares de poseer alguno de los factores de riesgo o de las consecuencias de la aterosclerosis.7,8
El tabaquismo en adolescentes es otro problema actual. En estudios realizados, su prevalencia se encuentra entre 9,0 % y 12,7 % de los adolescentes investigados e iniciándose cada vez a edades más tempranas, con una edad media de 12 años.9
La importancia de la prevención de la contaminación acústica adquiere cada día más relevancia para su desarrollo y estado de salud. Este trastorno se está investigando actualmente de forma más amplia en la población adolescente.
La mortalidad es relativamente baja en la adolescencia, con la particularidad de que algo más de la tercera parte de las defunciones puede evitarse. Las tasas de mortalidad para cada grupo de edad disminuyeron entre los años 2000 y 2010.
A pesar de la importante disminución en las tasas en relación con las décadas de los años 70 y 80 del siglo pasado, las lesiones no intencionales o accidentes aún afectan de forma desproporcionada a los más jóvenes, en los que llegan a constituir la primera causa de muerte. En Cuba, la tasa se redujo entre los años extremos del período en 52 %.
El cáncer constituye la primera causa de muerte por enfermedad en la población adolescente cubana de 10 a 14 años. Estas enfermedades que antes conducían en poco tiempo a la muerte, se han ido convirtiendo en un proceso crónico con todas sus implicaciones clínicas y psicosociales.10
Es de señalar el aumento paulatino de lesiones cérvico-uterinas en adolescentes menores de 20 años según investigaciones realizadas en el país, así como en los informes estadísticos.
La mortalidad por suicidio ocupa el segundo lugar en adolescentes de 10 a 19 años y muestra una tendencia descendente, presentando una tasa inferior a 3 por cada 100 000 y un descenso del 27 % en el decenio. No obstante, en el quinquenio 2006- 2010 el intento suicida aumentó de 198.1 a 276.8 por cada 100 000 adolescentes, afectando a ambos sexos aunque las tasas en las féminas se han mantenido siempre más altas.10
La tercera causa de mortalidad, la constituyen los homicidios y las agresiones, comportándose con pocas variaciones en los últimos cuatro años, después de un descenso que se produjo del 2005 al 2006.
En los últimos 20 años en Cuba se ha observado un cambio progresivo en la atención integral a la Salud y en la cual ha jugado un papel decisivo la Atención Primaria de Salud con el modelo del Médico y Enfermera de la Familia.
La organización de la atención diferenciada a los adolescentes en la atención primaria y secundaria con un nivel de desarrollo redimensionado y equitativo en todo el país, la evaluación de necesidades y modificación de los factores de riesgo en este grupo responden, mediante la actualización del Programa Nacional de Salud para la Atención Integral diferenciada en la adolescencia, a los objetivos de trabajo e indicadores del MINSAP para el 2011.6
Un elemento a tener en cuenta para mejorar los problemas de salud en la adolescencia es el uso oportuno de los resultados de investigaciones para el mejoramiento de la calidad en la atención y la mejora de los servicios que se les brinda. Los resultados de la investigación científica se traducen en la publicación de trabajos que reflejan dichos resultados en revistas especializadas. La publicación es considerada como el paso final de una investigación, constituye un excelente instrumento para caracterizar la producción científica. Al difundir la producción científica se reconoce validez y aportación; su difusión puede ocurrir de diversas formas, la publicación de artículos en revistas científicas, constituye la vía formal más inmediata y activa de comunicación entre investigadores, ya sea impresa o en publicaciones electrónicas. Es por eso que la evaluación de la producción científica es una tarea necesaria, con el objetivo de conocer y en muchos casos mejorar su rendimiento.11
La investigación es una actividad prioritaria en todas las instituciones de salud, junto a las labores asistenciales y docentes, además, constituyen la función fundamental de diferentes centros. La investigación que se desarrolla en el Sistema Nacional de Salud, debe responder a las prioridades y metas de las Áreas Estratégicas de las Proyecciones de la Salud Pública.12
El objetivo de este trabajo es caracterizar el comportamiento de la producción científica relacionada con la salud de los adolescentes en revistas médicas cubanas.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo bibliométrico transversal en el periodo 2011-2015. Para el estudio se tomó el universo de la producción científica de las revistas cubanas de Salud Pública, Pediatría y Medicina General Integral indexadas en SCIELO por tratarse de revistas que han alcanzado una posición alta en el ranking de visibilidad y son reconocidas entre los profesionales de la salud. El estudio se realizó con un total de 983 artículos quedando la muestra constituida por 61 artículos que abordan temáticas relacionadas con la salud de los adolescentes.
Criterios de inclusión: Todos los artículos publicados en las revistas cubanas de Salud Pública, Pediatría y Medicina General Integral en el periodo de 2011-2015 y que definieran estudios de la población con edades comprendidas entre 10 y 18 años.
Se diseñó una ficha de registro en Microsoft Office Excel 2017 según los siguientes indicadores o variables:
Número total de artículos por año de publicación.
Temáticas relacionadas con la salud de los adolescentes según los años de publicación.
Número de artículos por revistas que abordan el tema de la adolescencia.
Tipo de publicación según la forma de preparación de manuscritos.
Temática de salud relacionada con la adolescencia que más se abordan en las revistas seleccionadas.
El estudio se realizó en 3 etapas:
Etapa de exploración: Se determinaron los descriptores de búsqueda: Adolescencia y salud integral del adolescente.
Etapa de recolección de datos.
Etapa de descripción y análisis.
Todas las variables estudiadas fueron introducidas en el programa estadístico Epi Info versión 5.0, donde fue realizado el análisis estadístico. Los resultados fueron expresados en números absolutos y porcentuales.
RESULTADOS
En la revisión realizada se identificaron 983 artículos publicados. El número de artículos publicados con temáticas relacionadas con la salud integral de los adolescentes fue de 61 (6,2 %), (Tabla 1).
El análisis del número de artículos por revistas permitió identificar que la Revista Cubana de Pediatría (RCP) realizó 33 publicaciones (54 %), seguida por la Revista Cubana de Medicina General Integral que publicó 23 artículos (38 %), (Tabla 2).
En la tabla 3 se muestra la forma de presentación de los manuscritos en las publicaciones: 59 % corresponde a trabajos originales, seguido de 18 % para las presentaciones de casos.
Las temáticas abordadas en los artículos fueron diversas, vinculados con el estudio de los principales problemas de salud de los adolescentes. La salud sexual y reproductiva, el embarazo en la adolescencia y los problemas nutricionales fueron los temas más tratados como muestra la figura.
DISCUSIÓN
No existe correspondencia entre los problemas de salud identificados en los adolescentes cubanos y el volumen de la producción científica vinculada a ésta temática, aspecto que coincide con la literatura revisada.13,14
El artículo original constituyó el tipo de publicación más frecuentemente encontrado, lo que satisface al tener esta como umbral la identificación de un problema, atravesando un conjunto de conocimientos y habilidades que finalizan con la solución del mismo.
Las temáticas abordadas en las publicaciones se corresponden con los principales problemas de salud detectados en los adolescentes cubanos.
En conclusión, es necesario sistematizar y publicar las investigaciones relacionadas con la salud integral de los adolescentes, que dan origen a la toma de decisiones y a documentar la puesta en marcha de iniciativas y programas de salud exitosos que pudieran ser utilizados por la comunidad científica. La generalización de la comunicación científica permite solucionar los principales problemas de salud identificados en los adolescentes cubanos.