La formación de los profesionales en las ciencias médicas cubanas tiene un enfoque científico y humanista. Los currículos contemplan las ciencias sociales y las específicas de la salud, el aprendizaje ético en la práctica social, y el trabajo grupal atendido por tutores.1 La continuidad de estudios es garantizada por la formación postgradual.
La actividad de postgrado tiene como objetivo lograr la elevada competencia profesional con avanzadas capacidades para la investigación y la innovación, lo que se reconoce con un título académico o un grado científico.2 La especialización es una forma de educación postgradual, caracterizada por un alto rigor en la actualización y profundización de los conocimientos de la rama, y la formación de habilidades más específicas para desempeñar los modos de actuación descritos en el modelo del especialista.
La pertinencia de los egresados de una especialidad exige de servicios de salud de alta calidad, en los que se capaciten los especialistas y se garantice el desarrollo permanente de los profesores. Por ello, la superación profesional de los egresados universitarios y técnicos de la salud en Cuba es gratuita, esto posibilita la actualización científico-técnica para las funciones y responsabilidades laborales de los profesionales de la salud.3
Para mantener y elevar el papel de la especialización se reconocen elementos que deben de ser garantizados por el Sistema de Salud. Dos artículos publicados sobre este tema revelan las ideas que han caracterizado la actividad desde su concepción en Cuba.4,5
Una de las ideas generales precisa que el desarrollo de la especialidad depende de la capacidad de los sistemas para garantizar una reserva de formación postgradual; se han desarrollado las especialidades médicas más necesarias e importantes. Se impone la visión de poder identificar cuáles especialidades nuevas se necesita desarrollar, y cuáles se atrasan desde el punto de vista científico-técnico.
La otra idea asume que es imperante sostener la superación de los profesores para: el aprovechamiento de nuevas tecnologías, el dominio de la computación, el idioma inglés, así como el estudio y transmisión de las mejores experiencias por generaciones en los servicios formadores.
En Villa Clara se declaran algunas tendencias en el desarrollo de las especialidades, que son motivo de observación y actuación de las sociedades científicas, los grupos provinciales y los servicios en las instituciones de salud, a partir de estos preceptos conceptuales referidos.
Se reconoció un grupo de especialistas en edad de jubilación en los próximos cinco años, asociado a un bajo porciento de másters incorporados a programas doctorales y de Doctores en Ciencia vinculados a la especialización.
Varios autores cubanos han afirmado que, de la excelencia de los responsables de la formación del futuro especialista, dependerán los resultados de su labor asistencial y como futuros cuadros docentes. Es importante preservar el prestigio de la Universidad Médica Cubana y su patrimonio docente.2
En tal sentido, la provincia villaclareña avanza en vincular a la actividad de especialización aquellas acciones que están aprobadas para el progreso armónico del grado científico y las categorías investigativas, donde se integran las diferentes direcciones académicas.
Se reflexionó sobre el cumplimiento de los planes de plazas ofertado para las especialidades con énfasis en las consideradas deficitarias y para el internado vertical, así como el comportamiento de las bajas y de las solicitudes de cambios de especialidad.
Se conoce que en la decisión de seleccionar una especialidad médica influyen un grupo de factores positivos y negativos. En el caso de los profesionales noveles, su selección es importante dado que la satisfacción profesional y su desempeño se verán afectados por los atributos específicos de su trabajo y su elección. Hay evidencias de que una percepción adecuada del estilo de vida y el trabajo de una especialidad puede alterar el número o el tipo de estudiantes que la escogen.6
En la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara se realizan acciones de orientación profesional de estudiantes e internos verticales, relacionadas con la selección de una especialidad, también a la vinculación de los estudiantes en el pregrado a las especialidades deficitarias y a cursos optativos. Se trabaja en perfeccionar los procesos comunicativos de las convocatorias y otorgamientos de plaza, con el fin de que llegue la información disponible a los interesados de cualquier nivel de atención o localización en la provincia.
Los procesos de acreditación de las especialidades se deben mantener de forma continua, organizada y escalonada. La capacitación y divulgación en este sentido, de los recursos humanos de las diferentes especialidades médicas, asegura que la acreditación no solo se convierta en un ejercicio que permita valorar la calidad, sino que eleve el sentido de pertenencia de todos los involucrados.7,8
La universidad villaclareña cuenta con un grupo de acciones capacitantes. En próximos períodos se desencadenarán los procesos de acreditación de las especialidades de: Medicina natural y tradicional, Medicina intensiva adulto, Gastroenterología, Endocrinología, Laboratorio clínico, Medicina física y rehabilitación, e Higiene y Epidemiología, continuidad de las seis evaluadas en el año 2019.8
La tutoría en la especialización constituye un elemento de análisis y contradicciones no resueltas, y merece una mirada contextualizada en un momento donde existe una elevada actividad asistencial. No siempre se logra la estimulación y el reconocimiento oportuno al tutor, quien es la autoridad indiscutible en el proceso de formación de un especialista.2
El progreso de la especialización en la provincia implica también revisar la motivación, el recurso humano y estructural que permita al territorio hacer propuestas de formación parcial o total de seis especialidades que hoy se realizan en otras provincias; se deben perfeccionar aquellos programas que se consideran desactualizados.
Villa Clara cuenta con un complejo hospitalario importante y con reconocidos líderes de alto nivel científico, los cuales pueden y deben incidir de forma importante en el desarrollo de la especialización en los diferentes niveles de atención. La actualización de la educación superior, y de los reglamentos de la Educación de Postgrado en las Ciencias de la Salud, constituyen oportunidades en el contexto actual que responden a las demandas crecientes de la población cubana con una actividad de especialización de excelencia.