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Introducción
El presente estudio tiene como propósito investigar la relación de las habilidades investigativas y las interacciones entre el tutor - alumno de posgrado en su proceso de formación como futuros investigadores. De esta manera, el desarrollo del futuro investigador se realiza en consonancia con el acompañamiento y orientaciones del tutor, sumados a los conocimientos y a los avances científicos y tecnológicos.
Asimismo, existe consenso de que no es posible hablar de calidad de la educación sin investigación, esta constituye una de las funciones que el docente desarrolla unida a las funciones docente-metodológica y orientadora. En este proceso la labor del tutor como elemento de relación pedagógica se considera clave, ya que desempeña un papel esencial al dirigir el proceso de formación investigativa. Wilson, J. D. (1995).
En la actualidad se observa una tendencia al reconocimiento de la relación tutor-alumno, como un proceso que beneficia al desarrollo investigativo de los estudiantes de posgrado, la figura del tutor como sujeto activo y responsable del proceso de formación en ámbitos cada vez más complejos.
Distintos campos del conocimiento como la Psicología, la Epistemología, la Didáctica y la Pedagogía entre otras, han contribuido con conocimientos y metodologías para entender cuáles son los factores, procesos y mecanismos responsables de la relación pedagógica tutor- alumno.
En las experiencias analizadas, se enfocaron las condiciones bajo las cuales se realiza la formación de investigadores en postgrado. Se destaca que las exigencias, no solo provienen de la organización académica, sino también de organizaciones externas que determinan y condicionan al nuevo investigador a plantear y resolver problemas vinculados a la investigación.
Se han identificado la siguiente problemática que afecta la calidad del proceso de formación investigativa y al proceso tutorial: La ausencia de un enfoque pedagógico y didáctico en la asesoría del trabajo científico, lo que se manifiesta en una débil orientación teórico-metodológica para la formación investigativa, asimismo, la falta de un modelo pedagógico que oriente el proceso metodológico de la tutoría. Hay que mencionar, además, que este proceso está orientado solo al cumplimiento de cronograma de tareas, soslayando el desarrollo de las habilidades investigativas que necesita el estudiante de posgrado.
Desarrollo
A comienzos del siglo XIX surgió en Alemania la primera experiencia de vinculación docencia-investigación. Las estrategias didácticas fueron el laboratorio y el seminario de investigación que superaban las disertaciones tradicionales de la cátedra y orientaban los aprendizajes hacia temas de investigación. Asimismo, en Gran Bretaña, la investigación y el postgrado se apoyan en la relación alumno-tutor y la investigación se considera una actividad adicional a la docencia.
Por su parte, en Francia, la enseñanza se ha mantenido separada de la investigación. La investigación científica se realiza sobre todo en centros de investigación, pero la universidad sigue siendo la principal formadora de investigadores, la relación pedagógica se centra en el binomio profesor-estudiante. En los Estados Unidos, la docencia y la investigación se realizan en el mismo espacio.
En las universidades de Japón y Asia la formación académica cuenta con el equipo necesario para la investigación. Los estudiantes de grado realizan una investigación útil a la empresa, la cual se valida por la universidad como una tesis (Alcántara, 2002). Por otro lado, en América Latina en el currículum se recogen las necesidades sociales y productivas que se convierten en objetos de investigación articulados al sector productivo. La formación de investigadores se sostiene en la tutoría bajo tres premisas: a) asesoría continua y sistemática b) participación del aspirante en un grupo de investigación c) existencia de una infraestructura de investigación (Machado Ramírez & Montes de Oca Recio, 2009).
Muchos investigadores han abordado la temática sobre el desarrollo tutorial en los programas de maestría y doctorado, asimismo, se han propuesto alternativas valiosas, con aportes significativos entre las que se encuentra: Collazo (2006); y Martínez (2008), quienes, desde una concepción integral de tutoría, consideran que la formación es un proceso permanente que implica múltiples dimensiones de la actividad humana y profundizan en el conocimiento en la formación de habilidades investigativas, se refirieren a diversas prácticas mediante las cuales se comparten experiencias que son la base para desarrollar las habilidades necesarias (Honoré, 1980, 1982). La calidad del proceso de tutoría, se centra en la labor pedagógica del tutor y su relación con el alumno, enfocados en la construcción de aprendizajes para desarrollar las habilidades investigativas, como un proceso continuo.
La interacción estudiante-investigador hace posible un intercambio de conocimientos y experiencias significativas provenientes del mundo científico, académico y profesional. En esta interacción pedagógica, se accede a metodologías y experiencias de otros investigadores, lo cual favorece el desarrollo de las habilidades necesarias para la investigación y a la vez fortaleciendo sus habilidades investigativas.
A través del intercambio de ideas, los investigadores orientan y corrigen los avances de los alumnos, se configura un ambiente de trabajo y aprendizaje que se constituye en una Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), como fue enunciada por Vigotsky (1979). Durante el proceso de asesoramiento el investigador es indispensable para corregir las deficiencias y alentar los avances de quien inicia su trayectoria como investigador en formación. Es necesario reformar el rol del profesor tutor a fin de pasar de transmisor de conocimientos al rol de profesional que organiza el aprendizaje de la metodología de la investigación, implicando a los alumnos en el proceso de aprendizaje a través de estrategias y actividades que respaldan una actividad tutorial dinámica, efectiva y más personalizada.
En este propósito, la función tutorial se torna en uno de los pilares que sustentan la relación pedagógica tutor- alumno en la formación investigativa, la cual permite una efectiva integración docente -estudiante de manera dinámica. De este modo, tomamos como referencia las palabras de García Nieto (2005), quien define la tutoría como una actividad formativa, encaminada al desarrollo integral de los estudiantes de posgrado.
Atendiendo a los planteamientos anteriores, se infiere que la figura del tutor adquiere una acción protagónica en la formación investigativa de posgrado. Es por ello que el presente estudio tiene como objetivo establecer la importancia de la interacción docente- alumno, en el proceso de tutoría en el contexto de los estudios de posgrado
El tema de las habilidades ha sido estudiado y analizado por diferentes autores, de igual modo, visto desde distintas aristas y una diversidad de conceptos. y clasificaciones abordadas por diversos autores. Por su parte, Gagné (1971), define a las habilidades "como las capacidades intelectuales que son necesarias para ejecutar una tarea en forma correcta".
De modo similar, Avendaño & Labarrere (1989), al describir este término han señalado "la habilidad es la aplicación de forma exitosa de los conocimientos asimilados a la solución de tareas ya sean prácticas o mentales”. De igual forma, desde el campo de la psicología también se han propuestos definiciones de las habilidades, Álvarez (2000), considera a la habilidad como, “el sistema de acciones y operaciones dominado por el sujeto que responde a un objetivo”.
En torno a la formación pedagógica de las habilidades investigativas, se enfatiza la importancia de la tutoría que realiza el docente durante la formación. Asimismo, desde la perspectiva de Vigotsky (1979), sostiene que la ayuda de un sujeto con mayor experiencia potencializa el desarrollo del aprendiz.
Las habilidades investigativas son un instrumento que el estudiante utiliza para un mejor desempeño en su formación en este caso, en el campo de la investigación. Al respecto, Pérez & López (1999), definen las habilidades investigativas como “dominio de acciones (psíquicas y prácticas) que permiten la regulación racional de la actividad, con ayuda de los conocimientos y hábitos que el sujeto posee para ir a la búsqueda del problema y a la solución del mismo, por la vía de la investigación científica”.
De igual forma, Machado Ramírez & Montes de Oca Recio (2009), definen a las habilidades investigativas como “el dominio de la acción que se despliega para solucionar tareas investigativas en el ámbito docente, laboral y propiamente investigativo con los recursos de la metodología de la ciencia”. Otra definición dada por Willison (2009), añade que “el desarrollo explícito y coherente de las habilidades de investigación como parte del currículo es una forma para dotar a los estudiantes de los beneficios de participar en una experiencia de investigación significativa para su aprendizaje”.
Desarrollar las habilidades de investigación en los estudiantes de posgrado les permite tener una mirada crítica de la realidad y su problemática. Por lo que debe convertirse en un objetivo prioritario que posibilite a los estudiantes de posgrado fortalecer el binomio tutor-alumno.
Entre la clasificación de las habilidades investigativas se tiene:
Habilidades básicas de investigación, habilidades propias de la ciencia particular y de la metodología de la investigación pedagógica (López, 2001).
Habilidades para problematizar, teorizar y comprobar la realidad objetiva (Chirino, 2012)
Habilidades de percepción, instrumentales, de pensamiento, de construcción conceptual, de construcción metodológica, de construcción social del conocimiento y metacognitivas.
Habilidades investigativas de mayor integración para la enseñanza del pregrado tales como: solucionar problemas profesionales, modelar, ejecutar, obtener, procesar, comunicar información y controlar (Machado Ramírez & Montes de Oca Recio, 2009).
Dentro de esta clasificación se puede notar que cada una de ellas se concentra en un área específica pero que todas se direccionan al desarrollo y fortalecimiento de las habilidades investigativas.
Hay que mencionar que, la intervención del tutor es responder a necesidades y problemas de los alumnos a través de ayudas personalizadas en distintos aspectos académicos, con el objetivo de brindar orientación y apoyo para que los alumnos logren conocimientos, capacidades y habilidades sobre distintos temas académicos e investigativos.
Algunos investigadores han propuesto estrategias alternativas a la metodología del docente, como Davis (2009); Dunn, Beins, McCarthy & Hill (2010); Dunn (2008), con el propósito de mejorar el aprendizaje y la comprensión de quienes asisten a los cursos propios de la investigación científica, tales como metodología de la investigación o talleres de investigación en la enseñanza de posgrado. Se busca que los estudiantes se formen a partir de conocimientos tales como teorías, conceptos, argumentos, diseños, métodos de análisis de datos y que adquieran destrezas generales necesarias para su desarrollo académico investigativo.
Para promover la formación investigativa de los estudiantes, se toma en cuenta las metodologías de investigación, los conocimientos para entender los factores, procesos y mecanismos, así como los contextos y las estrategias más apropiados para promover la formación investigativa .Las prácticas de tutoría investigativa más comunes se manifiestan en: (a) indagaciones documentales en torno a literatura científica, (b) indagaciones empíricas de campo a partir de problemas o preguntas sobre fenómenos específicos y (c) realización de réplicas de estudios de investigación y 4) divulgación de resultados.
El Reglamento de Estudios de Posgrado de la mayoría de universidades señala los requisitos académicos para que un profesor sea acreditado como tutor en el acompañamiento de los procesos y materias de investigación. El docente debe reunir una serie de capacidades que le permitan el logro de los objetivos académicos; por tal motivo, resulta indispensable identificar aquellas características que se requieren para ser un docente tutor que acompañe a los maestrantes en el camino a la investigación científica.
El docente que cumple el rol de tutor debe poseer: un conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que permiten el desempeño satisfactorio de las actividades y funciones en el proceso investigativo, según los indicadores y estándares establecidos. El tutor en postgrado ha sido conceptualizado como una figura indispensable para la mejor consecución de la excelencia en los estudios de postgrado (Sarukhán, 1988).
El tutor debe ser un guía que oriente debidamente el proceso de aprendizaje de los procesos investigativos del tutorado, para lo cual debe adaptar el sistema académico a las características particulares del maestrante, debe ser un experto que se encuentre desempeñando activamente las tareas de investigación relacionadas con el objeto de la tutoría (Garritz, & López, 1989).
Las funciones que debe cumplir el tutor se expresan en términos de habilidades: acompañar, motivar, asesorar, facilitar, orientar, controlar, defender, en este escenario a que los alumnos logren un sistema de habilidades como: justificar, explicar, argumentar, demostrar, ejemplificar, criticar, implementar, validar, generalizar y socializar. De igual modo, orientar al estudiante en el desarrollo de sus actividades de investigación desde el inicio y hasta el término de las mismas.
La tutoría en posgrado, constituye un vínculo necesario entre la investigación y la docencia, en el espacio tutorial se analiza escenarios, se propone opciones y posibilidades de acción y que le deja al estudiante la toma de decisiones. El sistema de acompañamiento tutorial para los maestrantes se define como la atención personalizada para el diseño, formulación y elaboración del proyecto de investigación y la tesis. Garritz & López (1989), indican que la tutoría ofrece una alternativa para construir un espacio en el cual se propicie el desarrollo de las potencialidades de los futuros investigadores, ya que posibilita una relación estrecha entre el maestro y el estudiante. Se puede apreciar que la tutoría se ha convertido en una de las mejores estrategias para elevar la calidad de la educación de postgrado, especialmente en los niveles de maestría y doctorado.
La tutoría en el postgrado es una relación bipersonal (tutor- alumno), en la que ambos participan en la creación de nuevos conocimientos y en el análisis de la información, ya que su fin último está plasmado en el diseño, desarrollo y análisis de una investigación. La tutoría pedagógica constituye una oportunidad para promover la formación, a través de los espacios de aprendizaje individual o colectivos. Además, implica realizar un análisis y reflexión de su propia praxis. Garritz Ruiz, A. (1988:11-15).
En la relación tutor- alumno, se enfatiza en los aspectos: preparación metodológica, técnica y científica, creatividad para identificar y orientar en la solución de los problemas, capacidad para promover el trabajo cooperativo, la participación, interacción y responsabilidad crítica, el aprendizaje independiente, capacidad para orientarse en los distintos ámbitos de la formación del estudiante.
Conclusiones
En el contexto de exigencias científico investigativas y de producción, es necesario desarrollar competencias investigativas, las cuales se caracterizan por ser complejas y requiere del apoyo tutorial.
El proceso de tutoría se concibe exclusivamente como una relación necesaria e indispensable, y culmina cuando alumnos tutoriados se convierten en investigadores. En efecto, la tutoría debe considerarse como un proceso académico indispensable generar nuevos conocimientos a través de la investigación.
En la formación investigativa es necesario fortalecer el carácter pedagógico del trabajo tutorial, sobre la base del diseño de estrategias que conduzcan al desarrollo de las habilidades investigativas que garanticen los procedimientos y recursos como resultado de la tutoría. Las funciones esenciales en la relación pedagógica tutor- alumno en la formación de las habilidades investigativas, la figura del profesor-tutor constituye un componente fundamental.
La tutoría desempeña un importante rol ya que mediante la atención personalizada al estudiante contribuye de manera significativa a la formación de las habilidades investigativas.
La acción tutorial implica considerar una planificación pedagógica como punto de partida teniendo en cuenta las particularidades del estudiante sobre la base de una orientación personalizada en su etapa de formación.
La metodología para la tutoría supone la realización de procedimientos pedagógicos secuenciados en sus etapas de planificación, de ejecución y de control y evaluación. Dichos procedimientos posibilitan la sistematización de las habilidades investigativas en su formación científica.
