Introducción
A nivel mundial, la educación presenta serios problemas en el desarrollo de sus actividades, a excepción de algunos países. Esta preocupación ha sido atendida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) quienes proclamaron el 24 de enero como el Día Internacional de la Educación, en celebración del papel que la educación desempeña en la paz y el desarrollo; toda vez que la educación es la base para la formación de la sociedad y tener un mundo mejor, como está establecido en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la educación es esencial para el éxito de sus 17 objetivos.
Uno de los problemas que ocurren en muchas instituciones educativas es el aspecto de la inteligencia emocional en los estudiantes; descrito como un balance emocional en los aspectos personales e interpersonales de las personas; por tanto, el manejo de las emociones se vuelve parte del concepto de la inteligencia y del perfil de un sujeto; en donde interviene la inteligencia intrapersonal y la interpersonal, es decir, la inteligencia emocional capacidad cognitiva y como rasgo de personalidad (Belykh, 2019).
Para Pereda, et al. (2018), la inteligencia emocional es la habilidad muy importante y necesario en las personas, de tal modo que pueda responder a las múltiples incidencias que se presentan en el día a día; es decir, el compromiso para lograr salir adelante dependiendo de las condiciones que presente como persona en la sociedad.
Por tanto, el presente trabajo se justifica en la necesidad de que las instituciones educativas puedan lograr fomentar el trabajo grupal cooperativo dentro de ellas, toda vez que el sentimiento de pertenencia a un determinado grupo es determinante para la adaptación emocional y conductual del alumno, asimismo se logra desarrollar un clima de excelente convivencia entre ellos.
Metodología
El presente trabajo corresponde a una revisión sistemática de artículos científicos elaborados desde el 2015 al 2020, sobre cuanto se ha investigado referente la inteligencia emocional en los escolares.
Según Vera (2009), las revisiones sistemáticas tienen como finalidad, examinar la bibliografía publicada y situarla en cierta perspectiva, en donde se resume y se analiza dicha información hallada mediante una búsqueda rigurosa. La recopilación de la información se realizó empleando las principales bases de datos científicas como Scopus, EBSCO, SciELO, Google Académico, entre otras; empleando términos o palabras claves como: inteligencia emocional, emotional intelligence, principalmente trabajos escritos en inglés y/o español. Se seleccionaron aquellos artículos que contenían información relacionada sobre los constructos mencionados, en periodos comprendidos entre los años 2016 hasta la fecha, además que tengan enfoques cualitativos, cuantitativos y/o mixtos. Se logró identificar un total de 74 artículos científicos en las bases de datos mencionadas (como se aprecia en la figura 2), de los cuales 39 en EBSCO, 24 en SciELO y 11 en Scopus. Luego de pasar el proceso de selección, según los criterios de inclusión y exclusión detalladas, así como de aquellos trabajos duplicados, éstas se redujeron a 21 y que se refieren estrictamente a inteligencia emocional en escolares, tal como se puede apreciar en el gráfico 1, referente al flujo de selección de unidad de análisis modelo PRISMA(Reynosa, et al., 2020). El proceso de codificación de los datos seleccionados se realizó, trasladando éstos en una matriz respecto al nombre del artículo, referencia de la misma, año de publicación, categorías de nuestra variable de estudio, enfoque y tipo de investigación, objetivo de estudio, la población y muestra estudiada, instrumento aplicado, el resultado del estudio y el aporte alcanzado (Fig. 1).
Resultados y discusión
Los trabajos revisados, como se pueden apreciar en la figura 2, provienen de diversas bases de datos; de la misma manera, tienen como procedencia en especial de España (76%) con 16 de los 21 artículos revisados (Carretero, 2018; Ferres, Berrocal de Luna, & Jiménez, 2018; Usán & Salavera, 2018; Broc, 2019; Sigüenza-Marín, et al., 2019; Pulido-Acosta,& Herrera-Clavero, 2019; Díaz-Lopez, et al., 2019; Jiménez-Pérez & Martínez-León, 2020; Usán, et al., 2020; Murillo & Espada, 2021).
Luego están los estudios provenientes de Colombia (0.14%), con 3 de los 21 artículos revisados (Piñeros, 2016; Acevedo & Murcia, 2017; Herazo-Beltrán, et al., 2019); del Ecuador 1 de los 21 artículos revisados (Merchán, et al., 2019); y de Perú, con la misma cantidad (Moscoso, 2019).En relación a los artículos hallados en las bases de datos fueron las siguientes.
Los instrumentos que se han empleado en los artículos revisados para medir el nivel de la inteligencia emocional en la muestra poblacional a estudiantes, están el RESI-m (Carretero, 2018); Inventario de Cociente Emocional en su versión para adolescentes EQ-i:YV, de Bar-On (Broc, 2019); Cuestionario elaborado para evaluar la IE y las calificaciones de los alumnos (Pulido-Acosta & Herrera-Clavero, 2019); Test Bull-S y el cuestionario Convivencia e Inteligencia Emocional (CIE) (Díaz-Lopez, et al., 2019); y la inteligencia emocional con el cuestionario TMMS-24, basado en Trait Meta-MoodScale(Murillo & Espada, 2021); Test y cuestionario (Acevedo & Murcia, 2017); la Escala de inteligencia emocional validada porFerres, et al. (2018); Programa de Intervención en Inteligencia Emocional Plena (Ponce& Aguaded, 2017); Cuestionario de Actividad Física para niños y el Cuestionario de Actividad Física para adolescentes, junto con el cuestionario Mi Vida en la Escuela para determinar los índices de acoso y agresión general, el riesgo de acoso y conductas positivas y negativas.
La Escala de Trait Meta-Mood-24 se utilizó para evaluar la atención, la claridad y la capacidad de reparación emocional (Herazo-Beltrán, et al., 2019); Cuestionario de hábitos lectores del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (Jiménez-Pérez & Martínez-León, 2020)
Para medir el bienestar subjetivo se utilizaron: el test de test de inteligencia emocional y otro de mediación de conflicto (Merchán, et al., 2019); y el Cuestionario sobre maltrato entre iguales en la escuela (Usán, et al., 2020); y, Escala de Motivación Educativa (EME-S), la Traid Meta- Mood Scale-24 (TMMS-24) y el rendimiento académico se cuantificó a través de la nota media de los alumnos (Usán& Salavera, 2018).
En base al objetivo del presente trabajo que es el de conocer el desarrollo de la inteligencia emocional en los estudiantes escolares, mediante la revisión sistemática de artículos desarrollada entre los años 2015 al 2020, esto a fin de conocer que trabajo se han realizado referente a la inteligencia emocional en los estudiantes escolares; se puede concluir en los aportes dados por los autores al respecto. En ella se ha podido observar que la inteligencia emocional en los niños representa mayores puntuacionesal aumentar la edad, el pertenecer a estatus superiores, son las mujeres las que comienzan a obtener mejores puntuaciones en inteligencia emocional que los varones, con mejores habilidades para percibir, autorregular y utilizar las emociones con mayor eficacia (Pulido-Acosta & Herrera-Clavero, 2019).
Aunque en otro estudio, los varones poseen mayor estado de ánimo y adaptabilidad que las mujeres, mientras que éstas consiguen un menor número de suspensos y puntúan más alto en el factor interpersonal (Broc, 2019); en ese sentido, el uso de herramientas como el mindfulness disposicional en la inteligencia emocional ofrece beneficios significativos en los estados de bienestar de las personas, toda vez que representa un mediador de emociones positivas (Moscoso, 2019), en especial porque favorece el desarrollo de la inteligencia emocional en cuanto a la atención emocional, claridad emocional y reparación de las emociones, así como en los canales de desarrollo cognitivo y emocional, en los escolares entre 11 y 14 años (Murillo & Espada, 2021).
Se encontró aportes como que a mayor acompañamiento y fortalecimiento de la inteligencia emocional tanto en el ámbito escolar como en el familiar y social, es mayor el desenvolvimiento del estudiante en el proceso de aprendizaje(Acevedo & Murcia, 2017). Por otro lado, se ha dado cuenta que existe una relación entre la situación económica de la familia, los recursos escolares y número de libros disponibles en el hogar con la inteligencia emocional. Esta vinculación indica que a mayor nivel económico y de libros existentes en el hogar, mayor es la inteligencia emocional de los estudiantes(Ferres, et al., 2018).
Conclusiones
A modo de conclusión, el desarrollo de la inteligencia emocional en los niños es de suma importancia, toda vez que va a permitir su desarrollo personal, así como mejorar su convivencia con los demás individuos; en ese sentido, es importante que las instituciones educativas, y la sociedad en su conjunto, tengan como preocupación este aspecto vital en los niños escolares.
Dentro de los planes educativos, se deben realizar diversas actividades con la finalidad de que los alumnos puedan incorporar acciones para mejorar el aspecto de la inteligencia emocional, como parte de sus actividades educativas, esto con la finalidad de que puedan mejorar actitudes propias para su desarrollo personal en el futuro.