Introducción
El proceso educativo es inherentemente complejo y multifactorial, donde la interacción dinámica entre diversos elementos es fundamental para alcanzar objetivos educativos cuantificables (Granados et al., 2020). Los estudiantes con necesidades educativas especiales, que requieren apoyos y atención educativa específica debido a discapacidades físicas, psíquicas, sensoriales, o trastornos graves de la personalidad o conducta, demandan una atención especializada tanto en periodos específicos de su escolarización como a lo largo de toda ella, especialmente durante los procesos evaluativos (Márquez Moreira y Cueva Gaibor, 2020). Los individuos con síndrome de Down presentan características particulares que influyen en su proceso de aprendizaje, marcadas por necesidades educativas especiales persistentes y significativas atribuibles a su discapacidad intelectual. (Távara y Navarro, 2021)
El término "necesidades educativas especiales" (NEE), aunque comenzó a ser utilizado en los años 60, adquirió su significado contemporáneo tras la publicación del informe Warnock, en 1978. Desde entonces, esta expresión se popularizó y conllevó un cambio que no solo fue terminológico, sino también conceptual, marcando una profunda transformación en la concepción de la discapacidad intelectual (Aguiar et al., 2020). Se reconoce que los objetivos educativos son universales para todos los niños, y se comprende que las necesidades educativas se presentan en un continuo que abarca desde las más comunes hasta las más significativas (especiales), variando en su duración desde temporales hasta permanentes. En particular, los estudiantes con síndrome de Down enfrentan necesidades educativas especiales persistentes y de considerable importancia. (Álvarez-Hevia y Álvarez, 2020)
Las NEE no son atribuibles directamente a las deficiencias individuales de los alumnos, sino que surgen de la interacción entre el alumno y su entorno educativo (Bazurto y Samada, 2021). Este enfoque coincide con la perspectiva adoptada por la Asociación Americana para la Deficiencia Mental, que clasifica las necesidades según los apoyos específicos requeridos por cada persona con deficiencia. Esta nueva perspectiva representa una revisión sustancial de concepciones tradicionales y ofrece ventajas significativas en el tratamiento educativo de estos alumnos. (Torres Campos et al., 2021)
La identificación de las necesidades educativas especiales recae en los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica, compuestos por profesionales de distintas disciplinas. Estos equipos llevan a cabo evaluaciones psicopedagógicas detalladas, cuyos resultados se documentan explícitamente en informes psicopedagógicos. Estos informes reflejan la situación evolutiva y educativa del alumno, especifican sus posibles necesidades educativas especiales, y orientan la propuesta curricular y los tipos de apoyo requeridos para facilitar y fomentar su desarrollo durante su escolarización.(Mera y Espín, 2019)
La inclusión escolar de niños y adolescentes con síndrome de Down representa un paso crucial hacia su integración social y participación plena en la sociedad como ciudadanos con todos los derechos (Ruiz, 2016). Los centros educativos desempeñan un papel fundamental en el fomento de una calidad de vida plena para las personas con síndrome de Down (Jessica et al., 2022; Vianello y Lanfranchi, 2011). En términos generales, es indispensable fortalecer y consolidar el contenido del aprendizaje para asegurar un aprendizaje robusto y duradero. Las características específicas del síndrome y las necesidades particulares en el estilo de aprendizaje tienen un impacto directo en la asimilación de los contenidos educativos. Es pertinente considerar varios elementos para optimizar el proceso educativo según las necesidades de estos niños y adolescentes. (Díaz y Larreal, 2022)
Por un lado, se debe tener en cuenta la velocidad reducida en el funcionamiento de las conexiones cerebrales, lo cual afecta el ritmo y el progreso del aprendizaje, que tienden a ser más lentos. Además, el proceso de consolidación de la información adquirida requiere más tiempo, dado que el aprendizaje ocurre de manera más lenta y en formas distintas en comparación con individuos sin discapacidades. Esto implica que, en general, se necesite más tiempo para adquirir conocimientos y, en consecuencia, más años de escolarización para alcanzar los objetivos curriculares establecidos. (Castillo y González, 2020)
Paralelamente, la mayoría de individuos con síndrome de Down experimentan dificultades en el procesamiento de la información, tanto en la recepción como en los procesos de elaboración y respuesta a las demandas de situaciones específicas. Estos individuos suelen enfrentar desafíos significativos para generar respuestas en secuencias lógicas y tomar decisiones. Además, las limitaciones cognitivas conllevan serias dificultades en la capacidad de abstracción y conceptualización. El pensamiento instrumental, orientado hacia metas específicas, está menos desarrollado, afectando su habilidad para resolver problemas de manera organizada y con múltiples intentos. (Pin-Burgos y Villaprado-Loor, 2023)
Los educadores deben considerar que estos alumnos frecuentemente experimentan inestabilidad en el aprendizaje adquirido, lo cual implica que conceptos previamente dominados pueden aparecer y desaparecer. Por lo tanto, es crucial fortalecer la consolidación del aprendizaje a través de un trabajo sistemático que refuerce y asegure la adquisición del contenido. En este sentido, para equipararse al nivel de conocimiento de sus pares, es esencial emplear estrategias como la repetición mediante una mayor cantidad de ejemplos, ejercicios prácticos y ensayos. (Véliz-Ortega y Mateo-Sánchez, 2022)
Por otro lado, la capacidad de transferir y generalizar lo aprendido a diferentes situaciones y momentos es limitada en individuos con síndrome de Down. Esto significa que, aunque puedan adquirir ciertos conceptos o conductas en situaciones específicas, no hay garantía de que puedan aplicar lo aprendido en otros contextos o en momentos posteriores. Con frecuencia, lo aprendido en un día puede olvidarse al siguiente, y la habilidad para generalizar lo aprendido de un contexto a otro puede ser inconsistente.
En tal contexto, es fundamental garantizar que los docentes posean competencias pedagógicas sólidas para abordar de manera efectiva las necesidades educativas de estudiantes con estas necesidades. Es necesario que los profesionales estén debidamente equipados con los conocimientos especializados que les permitan adaptar los métodos de enseñanza y los materiales educativos según las características individuales de cada alumno. Un sistema de capacitación adecuado en pedagogía inclusiva, no solo puede favorecer a los docentes para comprender las particularidades de los estudiantes con necesidades especiales, sino que también puede capacitarlos para desarrollar estrategias educativas que promuevan el éxito académico y social de sus estudiantes.
Paralelamente, los docentes deben estar preparados para gestionar entornos de aprendizaje inclusivos que fomenten la participación activa de todos los alumnos, fomentando un ambiente de aceptación y apoyo mutuo. En tal contexto, se propone la realización del presente estudio, que tiene como objetivo fortalecer las competencias pedagógicas de los docentes de los centros especializados de la ciudad de Quito en el manejo de estudiantes con Síndrome de Down. Para el logro del objetivo propuesto se propone la utilización de encuestas y el empleo de métodos de decisión multicriterios. Estos métodos permitirán identificar de manera sistemática las necesidades específicas de formación de los docentes y priorizar áreas de desarrollo pedagógico clave.
Materiales y métodos
Para llevar a cabo el estudio, se emplearon diversos métodos y técnicas de investigación específicas, junto con procedimientos detallados para el tratamiento de los datos recopilados. Se utilizó un diseño mixto que integró métodos cuantitativos y cualitativos. Inicialmente, se diseñaron y distribuyeron encuestas estructuradas entre 65 docentes de tres centros especializados en Quito. Las encuestas se centraron en identificar las competencias críticas que los docentes requerían para el manejo pedagógico de estudiantes con Síndrome de Down.
Se utilizó el método TOPSIS (Técnica para la Ordenación de Preferencias por Similitud a la Idealidad) para analizar los datos cuantitativos obtenidos de las encuestas. Este método se llevó a cabo con el fin de priorizar las competencias identificadas por los docentes según su importancia relativa. Para su manejo se contó con un plantel de 5 expertos en ciencias pedagógicas y de la educación con varios años de experiencia en el trabajo con niños y niñas con necesidades especiales de aprendizaje. Este panel evaluó los resultados del método TOPSIS y ofreció su juicio sobre las competencias más críticas y necesarias para garantizar una educación inclusiva y de calidad para estos estudiantes.
Los datos cuantitativos obtenidos de las encuestas fueron analizados mediante técnicas estadísticas descriptivas para obtener frecuencias, promedios y desviaciones estándar de las competencias identificadas por los docentes. Posteriormente, el método TOPSIS se aplicó utilizando software especializado para calcular las puntuaciones de preferencia relativa de cada competencia. El juicio de los expertos fue recogido durante trabajo en equipo y posteriores reuniones en las que se discutió los resultados del método TOPSIS.
El material del estudio incluyó las encuestas diseñadas específicamente, y el protocolo de aplicación del método TOPSIS para la priorización de las competencias. Todos estos elementos fueron documentados de manera detallada en un protocolo de investigación, asegurando la transparencia y la posibilidad de repetir el estudio en otros contextos similares. Se siguieron los principios éticos establecidos, garantizando la confidencialidad y anonimato de los participantes. Se obtuvo el consentimiento informado de todos los participantes.
Resultados y discusión
La muestra incluyó docentes de educación inicial, primaria y secundaria con experiencia directa en el manejo pedagógico de estudiantes con Síndrome de Down. Se aplicó un criterio de selección aleatoria estratificada para asegurar la representatividad de diferentes niveles educativos y experiencias docentes en el tratamiento de necesidades educativas especiales lo que permitió obtener una perspectiva variada sobre las necesidades de capacitación y apoyo que los docentes consideran cruciales para mejorar su práctica educativa con este grupo específico de estudiantes.
El análisis de los datos cuantitativos reveló algunas de las competencias básicas para el manejo educativo de niños y niñas con síndrome de Down. La Tabla 1 muestra un resumen de los resultados inicialmente obtenidos.
Competencia | Descripción | % |
---|---|---|
Adaptación curricular | Modificar y adaptar el currículo escolar según las necesidades individuales de cada estudiante con síndrome de Down. | 24 |
Comunicación efectiva | Establecer una comunicación clara y efectiva, adaptada al nivel de comprensión y habilidades del estudiante. | 53 |
Modificación de la práctica pedagógica | Ajustar las estrategias de enseñanza y aprendizaje para facilitar la participación y el progreso del estudiante. | 28 |
Actualización continua | Establecer y mantener una comunicación efectiva con las familias, fomentando una colaboración activa en el proceso educativo. | 82 |
Colaboración familiar | Comprender las características del síndrome de Down y sus implicaciones en el desarrollo educativo y social del estudiante. | 90 |
Flexibilidad y creatividad | Adaptarse a situaciones cambiantes y encontrar soluciones creativas para las necesidades educativas de los estudiantes. | 72 |
Empatía y sensibilidad | Comprender las emociones y perspectivas de los estudiantes con síndrome de Down, mostrando sensibilidad y empatía en las interacciones. | 87 |
Conocimiento especializado | Compromiso con la formación continua para mejorar constantemente las prácticas educativas inclusivas. | 60 |
Fuente: Elaboración propia
Los resultados obtenidos indican que los docentes señalaron el conocimiento especializado (90%), la empatía y sensibilidad (87%), y la colaboración familiar (82%) como las competencias más frecuentemente utilizadas o necesitadas. Estas competencias reflejan la importancia atribuida por los docentes a la comprensión profunda del síndrome, la habilidad para establecer relaciones empáticas con los estudiantes y sus familias, y la colaboración efectiva para apoyar el desarrollo educativo de los estudiantes.
Por otro lado, competencias como adaptación curricular (24%) y modificación de la práctica pedagógica (28%) son consideradas menos frecuentemente como críticas por los docentes encuestados, indicando posiblemente áreas donde podría ser necesario un mayor enfoque o desarrollo profesional.
A partir de estos resultados, se empleó el método TOPSIS para identificar las competencias fundamentales que los educadores deben dominar para facilitar el desarrollo óptimo de niños con necesidades especiales. Los resultados derivados de la implementación de este método se detallan en la Tabla 2.
Competencia | d+ | d- | Pi | Prioridad |
---|---|---|---|---|
Adaptación curricular | 0.021 | 0.011 | 0.427 | 2 |
Comunicación efectiva | 0.013 | 0.004 | 0.345 | 4 |
Modificación de la práctica pedagógica | 0.019 | 0.001 | 0.210 | 6 |
Actualización continua | 0.023 | 0.001 | 0.139 | 7 |
Colaboración familiar | 0.010 | 0.005 | 0.401 | 3 |
Flexibilidad y creatividad | 0.013 | 0.003 | 0.328 | 5 |
Empatía y sensibilidad | 0.005 | 0.012 | 0.603 | 1 |
Conocimiento especializado | 0.005 | 0.012 | 0.610 | 1 |
Fuente: Elaboración propia
Los resultados obtenidos revelaron que las competencias críticas identificadas por los expertos y docentes para el manejo de niños con síndrome de Down incluyeron empatía y sensibilidad, conocimiento especializado, adaptación curricular y colaboración familiar. Estas competencias fueron destacadas como fundamentales para facilitar un desarrollo educativo adecuado y efectivo para estos estudiantes. Investigaciones previas han respaldado la importancia de estas competencias en contextos educativos inclusivos. Por ejemplo, se ha demostrado que la empatía y la sensibilidad son cruciales para establecer relaciones positivas con los estudiantes con necesidades especiales, mejorando así su bienestar emocional y rendimiento académico (Gutiérrez, 2021). Asimismo, la adaptación curricular también ha sido reconocida como una estrategia eficaz para promover la participación y el aprendizaje significativo de los estudiantes en entornos educativos regulares (Veira et al., 2024). Además, la colaboración activa con las familias ha demostrado fortalecer el apoyo continuo y la coherencia entre el hogar y la escuela, mejorando así el progreso educativo y emocional de los estudiantes. (Batanero y Jaén, 2016)
A partir de estos resultados, se propone la elaboración de un plan de capacitación para el fortalecimiento de estas competencias en los docentes. El plan propuesto en la Tabla 3 busca fortalecer las habilidades de los docentes en el manejo efectivo de los niños y niñas, promoviendo una educación inclusiva y de calidad.
Objetivo | Competencias críticas | Estrategias y actividades | Criterios de medida |
---|---|---|---|
Desarrollar competencias necesarias en docentes para mejorar manejo y desarrollo de estudiantes con SD | Empatía y sensibilidad | - Talleres prácticos sobre comprensión emocional y perspectiva del estudiante. | Evaluación de la capacidad para identificar y responder adecuadamente a las emociones y necesidades emocionales de los estudiantes |
- Simulaciones de situaciones reales para practicar empatía y sensibilidad. | Observación directa en situaciones simuladas o reales donde se demuestre empatía y sensibilidad en la interacción con los estudiantes y sus familias. | ||
- Sesiones de role-playing para mejorar habilidades de comunicación adaptativa. | Retroalimentación de colegas y familias sobre la percepción de la empatía y sensibilidad demostrada. | ||
Conocimiento especializado | - cursos avanzados sobre síndrome de Down y sus implicaciones educativas. | Pruebas o exámenes sobre las características físicas, cognitivas y sociales de los niños con SD. | |
- Lecturas especializadas y discusiones guiadas sobre casos prácticos. | Análisis y presentación de casos prácticos donde se demuestre la aplicación correcta de conocimientos específicos del SD en la planificación y ejecución educativa. | ||
- Evaluaciones periódicas para medir comprensión y aplicación del conocimiento. | Participación activa y contribuciones en discusiones académicas y grupos de estudio sobre temas relacionados con el síndrome de Down. | ||
Adaptación curricular | - Formación en estrategias de adaptación curricular y diseño universal de aprendizaje. | Revisión y evaluación de planes de clase adaptativos diseñados para satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes con síndrome de Down. | |
- Desarrollo de planes de clase adaptativos y recursos educativos personalizados. | Observación de clases y análisis de la efectividad de las estrategias de adaptación implementadas. | ||
Colaboración familiar | - Talleres de desarrollo de habilidades de comunicación con padres y familiares. | Encuestas o entrevistas con familias para evaluar el nivel de satisfacción con la comunicación y colaboración del docente. | |
- Sesiones prácticas de colaboración con familias en la planificación educativa. | Registro de reuniones y comunicaciones efectuadas con las familias para discutir el progreso académico y las necesidades individuales de los estudiantes. | ||
Implementación práctica Evaluación de desempeño mediante observación directa y análisis de resultados académicos. Implementación de proyectos piloto y revisiones periódicas de su efectividad | |||
Resultados esperados Mejora significativa en la práctica docente y apoyo educativo a estudiantes con SD Aumento en la participación y satisfacción de las familias en el proceso educativo Creación de un ambiente escolar inclusivo y respetuoso hacia la diversidad. |
Fuente: Elaboración propia
Conclusiones
El estudio realizado subrayó la importancia de fortalecer las competencias pedagógicas específicas entre los docentes de centros especializados en Quito para el manejo de estudiantes con Síndrome de Down. La utilización de encuestas y el método de decisión multicriterios TOPSIS, permitió la identificación de un conjunto de competencias docentes que, a juicio de los expertos son críticas para el adecuado desarrollo de los estudiantes. Los hallazgos indicaron que las competencias prioritarias identificadas, tales como la adaptación curricular, la comunicación efectiva y el conocimiento especializado, fueron consideradas las más fundamentales para proporcionar una educación inclusiva y de calidad. Los resultados destacan la necesidad de programas de capacitación continua que aborden estas competencias de manera integral, promoviendo prácticas educativas más efectivas y centradas en las necesidades individuales de los estudiantes con síndrome de Down.
Se propuso un plan de capacitación basado en las competencias prioritarias identificadas. Se espera que la implementación del plan propuesto mejore significativamente la preparación de los docentes y, por ende, el apoyo educativo ofrecido a estos estudiantes. Como líneas futuras de investigación, se recomienda explorar métodos innovadores de formación docente, así como realizar estudios longitudinales para evaluar el impacto a largo plazo de estas intervenciones en el desarrollo académico y socioemocional de los estudiantes.