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Introducción
Estudios referentes a la formación inicial del profesorado y su significación para el proceso educativo, han ocupado en los últimos tiempos un lugar importante en el análisis y debates desde una perspectiva metodológica, pedagógica y científica en aras de su perfeccionamiento. Es por ello que en la responsabilidad que asume la Universidad, a partir de su encargo social en la formación y desarrollo de un profesional, presupone que responda a las exigencias y demandas de la sociedad, en el que desempeña un rol fundamental la institución para el cual se forma.
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (2014), advierte que para la calidad de los sistemas educativos, es necesario prestar atención a la formación docente, que permitan avanzar hacia la disponibilidad de educadores altamente competentes y motivados.
La formación docente enfrenta este desafío, lo que requiere del desarrollo de conocimientos, habilidades y capacidades que le permitan un desempeño de manera consciente en su práctica educativa, donde el interés por la profesión se convierte en un proceso mediante el cual los jóvenes que optan por esta profesión configuran su identidad como agentes educativos, con un adecuado dominio de los saberes pedagógicos profesionales.
En el contexto universitario se manifiestan diferentes problemáticas que se delimitan en los siguientes ámbitos: la transformación del propio escenario a partir de los cambios políticos, sociales y económicos; la estructura dinámica y organizativa; y el sentido formativo de la universidad con los dilemas y contradicciones que tiene para cumplir esta misión (Zabalza, 2002).
Es así que la universidad contemporánea está enfrentando cambios y nuevos retos que emanan del contexto social, lo que repercute en el proceso formativo de los estudiantes, por ello necesitan un servicio que les brinde orientación con respecto a las características de la profesión y el contexto en que realizan la actividad práctica, aspecto que alcanza relevancia en la formación del profesorado.
Es por ello que se convierte en una necesidad formar con calidad el profesional de la educación, para lo cual se requiere abordar de manera peculiar el proceso de reafirmación profesional, en correspondencia con las características que requiere el docente en el desarrollo de su actividad profesional pedagógica. Desde esta perspectiva la formación del profesional precisa de un sistema de orientación que garantice la consecución del proceso de elección y desarrollo en el ámbito profesional
Desarrollo
En relación a las consideraciones referentes al proceso de orientación en la universidad varios autores como Álvarez Rojo (2001); Toscano Cruz (2001); González López & Martín Izard (2004), han enfatizado en la necesidad de desarrollar éste proceso, como dimensión que permite el incremento de la calidad en la formación del profesional, destacando los factores que lo condicionan, como es el caso de la falta de orientación hacia la profesión, el incremento de las tasas de abandono de la carrera y la falta de coherencia entre la formación en la universidad y las exigencias en el contexto laboral.
Por su parte García Nieto, et al. (2005), enfatizan en los ámbitos en que se debe orientar a los estudiantes en la universidad, que se expresan en lo académico, lo profesional, personal y administrativo. Lo académico hace alusión a los itinerarios formativos, estrategias de estudio; en lo profesional al desarrollo de los intereses profesionales hacia la carrera, las habilidades y destrezas para el desempeño profesional, así como los perfiles de salida para su inserción en el mundo laboral; en lo personal el trabajo de orientación se encamina hacia el planteamiento de metas y desarrollo de proyecto de vida profesional; el ámbito social relacionado con la ayuda en los diferentes servicios que se ofrecen para su formación y el ámbito administrativo en función del desarrollo curricular relacionado con matricula, convalidaciones.
De esta manera se puede aseverar que el estudiante universitario necesita de la orientación, que le permite conducir el proceso de formación con carácter personalizado y el desarrollo de competencias y cualidades personales inherentes a la profesión, para el desempeño de la actividad profesional. Se coincide que la orientación es un factor de calidad en los centros universitarios como han mostrado investigaciones realizadas por González López & Martín Izard (2004).
Los estudios desarrollados por Nagy (2008), señalan la existencia de factores que influyen en la orientación profesional de los estudiantes cuando se encuentran cursando un carrera universitaria, que se expresa en las creencias en relación a la naturaleza social de su futura profesión, sus expectativas y las características personales, las habilidades, la conciencia profesional y el conocimiento que el estudiante adquiere de la dimensiones del proceso formativo.
Las ideas de Sanz (2010), enfatizan en que el proceso de orientación posee una dimensión social que trae consigo beneficios educativos, que mejora la eficiencia en el sistema formativo, si se tiene en cuenta los intereses, capacidades y aspiraciones. Se consideran beneficios en el orden laboral, en la adecuación de entre la oferta y la demanda. De igual manera tiene en cuenta beneficios de equidad desde la perspectiva de inclusión social.
Según Sanz (2010), “la relación entre la orientación profesional y la formación del profesional debería ser bidireccional, utilizando la capacidad de la OP para aportar datos estadísticos y extraer información cuantitativa y cualitativa que revierta en el sistema de formación profesional y permita mejorar tanto la gestión realizada en orientación como el diseño de las ofertas formativas”. (p 647)
Es por ello que en la actualidad el proceso de orientación en el ámbito universitario adquiere una gran relevancia, teniendo en cuenta que el acompañamiento al estudiantes durante el proceso formativo, constituye un aspecto clave en la toma de decisiones de los estudiantes.
Estudios realizados por González (1989); González (1998); Gil (2002); Rojas (2003); Domínguez (2008); Sanz (2010), enfatizan en que la orientación profesional hacia la carrera, atraviesa por diferentes etapas a lo largo de la vida, que le otorgan un carácter sistémico y particular como proceso en los diferentes momentos, que se manifiesta a partir de las necesidades de los sujetos implicados.
En el análisis de estas consideraciones, existe una tendencia a circunscribir la orientación profesional en diferentes etapas y momentos, con lo cual se coincide en el presente estudio, partiendo de la complejidad como proceso, que no termina cuando el joven se inserta en una carrera para iniciar los estudios profesionales. De esta manera la reafirmación profesional, se encuentra estrechamente relacionada a determinadas etapas del proceso de orientación profesional, se concibe en este contexto como momento que marca un carácter que trasciende el contexto universitario, para recrearse en la actividad del sujeto en el ejercicio de la profesión.
En Cuba, se han realizado investigaciones en relación a la reafirmación profesional, como es el caso de: Domínguez (2008); García (2010); Daudinot (2013); García Acevedo, Colunga Santos & Márquez Lizaso (2016); Aulet, Carbonell & Cabezas (2016). Estos estudios revelan la necesidad de contribuir al desarrollo profesional de los estudiantes en formación atendiendo a los aspectos que tienen que ver con la dimensión afectiva cognitiva de la profesión. En este sentido se han propuesto diferentes acciones, a partir del diagnóstico que potencie éste proceso. Sin embrago no se precisa la necesidad de establecer las relaciones entre la carrera y la escuela para potenciar la reafirmación hacia la profesión.
Desde estas consideraciones en el presente estudio se puntualiza que la reafirmación profesional, se concibe atendiendo al vínculo afectivo con la profesión que permite, como proceso, el desarrollo de intereses, conocimientos, habilidades profesionales y modos de actuación, que posee relación con las cualidades del desempeño de un sujeto determinado en la formación y desarrollo de una profesión.
Se consideran tres elementos fundamentales: el éxito en el transcurso del estudio de la profesión; la satisfacción o disfrute de las actividades propias de la carrera seleccionada; estabilidad en relación a la elección profesional y su vínculo con la práctica.
Desde esta perspectiva, es necesario tener en cuenta la integración de los agentes educativos que inciden en la formación del profesional y las condiciones que hacen posible su desarrollo desde los diferentes ámbitos. En tal caso es importante considerar, que su comportamiento puede variar según su itinerario académico en el decursar por los diferentes años de la carrera y su relación con la actividad práctica profesional.
Concepción para la reafirmación profesional del maestro primario en formación.
Atendiendo a los referentes que avalan la reafirmación hacia la profesión, en el presente estudio se precisan las consideraciones a tener en cuenta:
Se constituye en una etapa en el contexto de la orientación profesional.
Posee una dimensión socio afectiva en su integración.
Está condicionada por factores de naturaleza intrínseca y extrínseca.
La reafirmación profesional, desde la concepción de la orientación hacia la profesión, transita por diferentes fases, en relación a las condiciones actuales en la formación del maestro primario, se consideran atendiendo a los diferentes momentos en el ciclo de la carrera.
Se centra en la práctica como actividad pedagógica, permite que el estudiante actúe con el objeto de la profesión, mediada por un sistema de relaciones que establece con sus alumnos, los docentes y el tutor, el cual actúa como mediador, que participa en el proceso del conocimiento sobre la profesión, así como de los modos de actuación, lo cual le otorga un carácter peculiar en el proceso formativo.
La reafirmación profesional del maestro primario en el ámbito educativo actual, está condicionada por dos momentos significativos en el desarrollo profesional, por una parte el proceso de formación preparación para la profesión y por otra la actividad práctica profesional, que abarcan desde la concepción del currículo hasta la influencia que ejercen los docentes y tutores en el desarrollo de vivencias, conocimientos y habilidades que inciden en la formación de intereses.
Ahora bien, el estudiante en una primera instancia, alcanza una formación de nivel medio, en este contexto se deben formar los intereses, conocimientos y habilidades profesionales, para el desempeño de la profesión, sin embargo, la continuidad de los estudios en la universidad le otorgan un carácter peculiar, considerando que es un proceso de estudio y preparación para el desempeño de la profesión desde la actividad laboral.
Desde esta perspectiva, se puede aseverar que la reafirmación en el contexto de la orientación profesional, transita por diferentes momentos, en el ciclo de la carrera. En este sentido el ciclo de la carrera, se considera el tránsito del estudiante por las diferentes etapas de su formación, hasta los primeros años como egresado de la carrera, donde la reafirmación hacia la profesión deviene en los diferentes momentos: Iniciación en la profesión, adaptación y ajuste profesional, asentamiento profesional y desarrollo profesional en la docencia, como se expresa en la figura siguiente (Fig. 1).
Es justamente el ingreso a la formación media, donde el estudiante tiene una aproximación a su futura actuación profesional, partiendo del vínculo que establecen con un sistema de tareas, a sus esferas de actuación. Es donde alcanza a tener conocimiento sobre la carrera seleccionada y el inicio del desarrollo de una actitud emocionalmente positiva hacia la profesión, siendo la práctica profesional en la Institución Infantil el marco propicio para despertar el interés hacia esta actividad.
Sin embargo, una vez egresado tiene lugar el proceso de adaptación activa del joven a la esfera laboral, al colectivo de docentes al cual pertenece, a las condiciones de trabajo y particularidades concretas de la educación para la que se ha formado, a la vez que se inserta a la universidad para el estudio de la carrera Licenciatura en Educación Primaria. Por ello en esta etapa es necesario orientar al profesional novel, por ser el momento donde se consolida y se reafirma su autodeterminación con relación a la profesión seleccionada, que se caracteriza por una profesionalización temprana, en la que se manifiestan indicadores que garantizan el desarrollo posterior de la inclinación o disposición hacia su actividad profesional concreta, en dependencia de su contenido, influencia familiar y el ambiente de la institución educativa.
De manera particular el desarrollo profesional, se inicia después de graduado de estudios superiores, centrado en un crecimiento profesional en la docencia a partir de la superación académica, metodológica y científica y en la búsqueda de soluciones a los problemas que se les presentan en la práctica profesional.
Un aspecto significativo a considerar para potenciar la reafirmación profesional, es el entorno institucional donde el estudiante ejerce su práctica profesional, que influye decisivamente en su desarrollo. Por esta razón la institución donde se desarrolla esta actividad debe constituir una fuente de satisfacción para el estudiante, dirigido a desarrollar habilidades, en su futuro campo de acción (Rojas, et al., 2017).
Lo que corrobora Domínguez & Rojas (2018), al enfatizar en la importancia de considerar la práctica profesional como espacio formativo para el desarrollo y preparación de la actividad transformadora del estudiante y en el desarrollo de la reafirmación hacia la profesión.
En este sentido en el presente estudio se considera que la práctica profesional se convierte en el espacio donde el estudiante actua con la realidad educativa, la cual constituye una fuente satisfacción, con los resultados obtenidos en el aprendizaje de los niños, las relaciones con el colectivo pedagógico y los tutores en particular, los cuales pueden actuar como elemento motivante o desmotivante en el contenido de su profesión, donde las influencias educativas del centro docente resultan de extraordinario valor en el orden de la reafirmación profesional.
Conclusiones
La reafirmación profesional en el contexto universitario, se cincuncribe a determinadas etapas del proceso de orientación profesional, que se expresa a partir de que el estudiante se encuentra cursando la carrera, considerando los motivos de ingreso y atendiendo al vínculo afectivo con la profesión que permite, como proceso, el desarrollo de intereses, conocimientos y habilidades profesionales que posee relación con las cualidades del desempeño en la formación y desarrollo de la profesión.
La práctica profesional contribuye a la adquisición de conocimientos y el desarrollo de habilidades, así como un vínculo afectivo con la profesión, lo cual permite la reafirmación de los intereses profesionales, así como el desarrollo de los modos de actuación profesional.
