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Introducción
El actual contexto educativo cubano, singularizado por el distanciamiento físico impuesto por el nuevo coronavirus o COVID-19 a nivel mundial y en Cuba en particular, requirió de tomas de decisiones rápidas y viables para enfrentar la pandemia, continuar con niveles de eficiencia y eficacia el proceso docente-educativo y, dentro de él, llevar a cabo la terminación de estudios en el pregrado, cuya expresión final es la entrega de un trabajo de investigativo conceptualizado como tesis.
A partir de un enfoque docente asentado en competencias y la asunción de nuevos modelos de interacción entre profesores y estudiantes, cuya meta fue el desarrollo del aprendizaje fructífero por parte del alumnado, se decidió continuar las tutorías de tesis en el año final de la carrera de Periodismo mediante la aplicación WhatsApp de la telefonía móvil, tomando en consideración que es una herramienta conocida, empleada y de relativo fácil acceso de los estudiantes, hoy jóvenes interconectados y formados bajo la predominio de las redes sociales y la mensajería instantánea.
Esta aplicación, que en el 2020 alcanzó los 2 000 millones de usuarios en el mundo según el diario ecuatoriano El Comercio, es bastante empleada en Cuba, pese a que las cifras de usuarios nacionales no aparecen reflejadas en los medios oficiales. Autores como García (2014), Sanz (2014) y Mosquera (2016) la destacan para diversos usos educativos. Entre ellos, integrar grupos numéricamente diferentes, crear conversaciones sobre temas y contenidos específicos, dejar orientaciones grabadas y breves explicaciones, enviar mensajes, recordatorios, fotos, documentos, y animar a los alumnos a hablar entre ellos y con los profesores, por solo citar algunas variantes creativas.
Vilches (2019) estima el aprendizaje en grupo una técnica de enseñanza usada con frecuencia en todas las etapas educativas porque aporta innumerables beneficios: favorece la construcción del conocimiento gracias a las diferentes perspectivas y habilidades que aportan los compañeros, y desarrolla habilidades interpersonales necesarias para vivir en sociedad, como son el diálogo, la toma de decisiones, el respeto y la solidaridad.
Partiendo de esas premisas, se acometió la tutoría con carácter orientador e intencional y pudo desarrollarse tanto grupal como de manera individual, pues se emplearon las vías de comunicación que posibilitan los chats colectivos y los personales. Con ella, se asumieron otras y nuevas maneras de actuación en la labor docente, se motivó a los estudiantes en el éxito académico, contribuyó a no desmovilizarlos de su objetivo prioritario en tiempos de incertidumbre, y asentó la confianza de que el vínculo profesor-alumno trasciende las aulas universitarias y busca las esencias humanas, sobre todo, en tiempos difíciles.
Desarrollo
La investigación respondió a un trabajo encauzado hacia nuevas estrategias didácticas basada en la mensajería instantánea WhatsApp y el uso de la herramienta con el propósito de suscitar el aprendizaje colaborativo que, según la Fundación Irradia (2018), trabaja con cinco principios fundamentales:
Interdependencia positiva: ayuda a establecer objetivos comunes, apoyarse en el otro y valorar el trabajo de los demás.
Responsabilidad grupal e individual: invita a asumir metas y objetivos comunes, donde cada miembro se hace responsable de su parte del trabajo para alcanzarlos.
Habilidades interpersonales: contribuye a mejorar las relaciones en los grupos y a desarrollar las habilidades sociales de todos los miembros.
Interacción estimuladora: pretende desarrollar sentimientos de pertenencia y cohesión al grupo, que a su vez aumentan la estimulación para lograr las metas.
Evaluación grupal: fomenta el esfuerzo y la autocrítica, porque premia el trabajo en equipo por sobre la competitividad. (Web, s/p).
En este sentido, se tomó de Ritzer (1994) que el aprendizaje colaborativo se da desde la intersubjetividad al compartir espacio y tiempo con otros y genera conocimiento contribuido; de Gunawardena, Lowe y Anderson (1997), quienes lo conceptualizan como un proceso en el que cada individuo aprende más de lo que aprendería por sí solo, fruto de la interacción de los integrantes del equipo; y de Guitert y Giménez (2000), al afirmar que con él se propicia una correspondencia entre un conjunto de individuos que saben diferenciar y contrastar sus puntos de vista y llegan a forjar un proceso de construcción de conocimiento.
La prueba en el chat integró a 10 estudiantes de quinto año de Periodismo, además de los dos tutores y el profesor guía del grupo de 55 alumnos al que pertenecían, es decir, un quinto del aula en cuestión. Comenzó a finales de marzo de 2020, cuando se decretó la fase de distanciamiento total en el país y se extendió hasta mediados de septiembre del mismo año, al concluir las presentaciones de las tesis, su aprobación por parte de los tribunales acreditados y posterior declaración de egresados de los estudios superiores.
Para aplicar la experiencia se tuvo en cuenta que todos los estudiantes contaran con teléfonos móviles compatibles con WhatsApp o acceso a la red mediante el NautaHogar y fuesen conocedores de estas tecnologías, ya utilizadas con anterioridad entre ellos.
A esta modalidad tutorial los estudiantes llegaron con partes avanzadas de sus investigaciones, todas aprobadas en las predefensas que anteceden y se efectúan en el mes de febrero. Sin embargo, el trabajo de revisión y orientación transitó su más comprometido camino de ahí en adelante. En ese primer período -de abril a junio-, las coordenadas de trabajo estuvieron encaminadas a:
Perfeccionar el Capítulo de Introducción y Diseño metodológico.
Sistematizar los presupuestos teóricos en los que se asentó cada tesis y estuvieron reflejados en el Capítulo Teórico.
Precisar cuestiones generales y singulares del Marco Referencial, sobre todo, en las de modalidad para la producción, pues esa parte de la memoria escrita constituye la introducción del libro que se realiza como producto comunicativo.
Delimitar y describir los espacios mediáticos y las editoriales donde pudieran publicarse los libros tanto en su presentación tradicional en papel como digital y virtual. Ello precisó de evaluaciones de expertos que indicaron la relevancia del libro como soporte del periodismo, dadas sus más flexibles características en cuanto a extensión y modos narrativos.
A tales requerimientos se unió la amplísima referencia que cada ejercicio académico ofreció sobre autores y hechos citados, lo cual constituyó en sí un aporte del estudio; los anexos acompañantes de las investigaciones; la conformación de la memoria fotográfica; y la recopilación, en algunos casos, del recorrido durante más de un decenio sobre los temas en cuestión, realizados por estudiantes de Periodismo durante su paso por el primer año de la carrera, lo cual sirvió como referente de seguimiento.
La segunda etapa -junio a septiembre-, fue tensa. En medio del aislamiento se hizo difícil y a veces imposible, concertar entrevistas tanto como método indagatorio como propósito periodístico, pues debían constituir parte del libro en producción y previo a marzo, no se habían realizado.
Esto llevó a los tutores a nuevos replanteamientos. Si bien como tradición en la carrera de Periodismo la realización de libros como productos comunicativos asumen alrededor de 10 trabajos y unas 200 páginas, fue necesario reacomodar y flexibilizar las entregas ante las circunstancias anómalas presentas en el país. Entonces, se pasó al concepto de “libro en proceso de construcción”, aceptándose este con no menos de cuatro trabajos periodísticos y 50 cuartillas, extensión mínima exigida por la UNESCO para distinguir una labor de este tipo. Se acortaron así aquellos productos comunicativos que ya tenían más entregas, a fin de equilibrar el conjunto.
En la segunda fase se trabajó con fuerza en la realización adecuada de los géneros periodísticos seleccionados por los estudiantes para sus productos, así como en la verificación de los datos aportados, no importaba cuál fuera la fuente, razonando que por lo general se trataron de investigaciones cuyo basamento estuvo en el rescate de personajes y acontecimientos de la vida del país. A esa tarea se vinculó la comprobación de la relación entre la pregunta de investigación y los objetivos específicos con el producto resultante, así como la indispensable evaluación de la redacción, gramática y ortografía.
Experiencia
En cuatro ejes básicos se apoyó el ejercicio:
Creación colectiva del grupo con respeto y tolerancia a la participación personal, tomando en consideración al colombiano Estanislao Zuleta (2012), quien significa al respeto tomar en serio el pensamiento del otro: discutir, debatir con él sin agredirlo, sin ofenderlo, sin intimidarlo, sin desacreditar su punto de vista; al mismo tiempo, defender el pensamiento propio con el respeto que exige nuestro punto de vista.
Bidireccionaldad en la aceptación de criterios procedentes de profesores y estudiantes. Se adaptaron a esta dimensión algunas coordenadas planteadas por el español David Criado (2015): Sentido: trabajar por una causa, no por un aplauso; Autoafirmación: valorar lo que uno es y no lo que otros tienen; Persistencia: trabajar en lo propuesto de forma constante, reiterada, y sentirse orgulloso del resultado final; Aceptación: trabajar desde lo personal para uno mismo y para mejorar a otros; Responsabilidad: ser consciente de las facultades individuales y responsable de los actos; Autocrítica: nadie es invulnerable; Aprendizaje: no se sabe todo ni tampoco es necesario.
Transversalidad en la confluencia de informaciones: docentes, referidas al propio proceso educativo en tiempos de covid y distanciamiento físico, externas al campus académico, pero con incidencia en los estudiantes, etc. Al respecto, se atendieron características de la transversalidad educativa como promover la vinculación entre la escuela (representada por profesores y tutorados) y la sociedad (la contextualidad circundante); impulsar la calidad de vida de los individuos (contribuyendo desde la esfera del aprendizaje); y atención al desarrollo intelectual, emocional, de integración y desenvolvimiento social de los estudiantes, de manera de ofrecer a través de ella una dimensión humanística. Por lo cual, “la Transversalidad Educativa contribuye a los aprendizajes significativos de los estudiantes desde la conexión de los conocimientos disciplinares con los temas y contextos sociales, culturales y éticos presentes en su entorno” (Web, s/f).
Rigor en el desempeño de los roles y funciones de cada miembro del chat: en ello fueron relevantes las competencias teóricas, los conocimientos generales y particulares de cada integrante, la actualización de contenidos, la comprensión del proceso de enseñanza y de aprendizaje, el saber entusiasmar y despertar la ayuda y el interés, la capacidad de establecer buenos vínculos de trabajo y compromiso con la realidad social.
Creación del grupo
La propuesta de creación del grupo fue bien recibida por los estudiantes en un momento de incertidumbre por lo que ocurría en el país desde el punto de vista de la salubridad y su posible repercusión al término de la carrera, así como por las posibilidades que ofrecía de continuar manteniéndose activo el trabajo de asesoría por parte de los profesores y su interactividad en el proceso. Tanto el nombre del chat (Tesis al pie de la horca) como la foto de perfil del grupo fueron seleccionados por los propios alumnos.
La implementación de esta plataforma de trabajo facilitó la interrelación permanente entre docentes y tutorados a pesar de la no presencia física tradicional en los espacios de la Facultad de Comunicación. Esta presencia online permitió trabajar desde la inmediatez si en determinados momentos que el profesor accedía al chat estaban conectados varios estudiantes, así como dejar mensajes que se respondían en el transcurso del día. Otro aspecto relevante fue pactar encuentros o entregas de informaciones en fechas y horarios preestablecidos.
Se fortalecieron relaciones colectivas afectivas y fluidas en las que prevalecieron ambientes positivos y optimistas en la consecución del objetivo final. También, momentos que denotaron tanto la exigencia de los tutores encaminada a llevar a buen término los objetivos trazados, como la comprensión de los estudiantes de que eran responsables de sus buenos rendimientos, partiendo del conocimiento de sus tutores sobre sus aptitudes, habilidades y desempeños.
Bidireccionaldad en la aceptación de criterios procedentes de profesores y estudiantes
Un trabajo en equipo no puede ser posible sin que exista la confrontación de criterios. Lejos de una formación bancaria en la que el profesor se erige como gurú del conocimiento, ahora se trata de una doble vía que cruce de manera creadora el proceso de aprendizaje. Es decir, estamos ante el reto de ser portadores y a la vez receptores de saberes. Como expresaron Zambrano, Freire y Tingo (2018), el estudiante dejó de ser un actor pasivo del aprendizaje, pues a través de la evolución de los sistemas de enseñanza se ha permitido que el docente devenga en un tutor, guía o facilitador del conocimiento.
La gestión tutorial desde WhatsApp reflejó esa mirada, al ser una plataforma en la que el estudiante se siente más libre al expresar sus criterios, ofrecer sugerencias y participar de conjunto en la toma de decisiones. Se suma un indicador muy importante: son ellos y no los tutores, quienes más dominan las nuevas tecnologías, lo cual los pone en situación de contribuir en zonas de más baja percepción de los docentes. Por otra parte, la retroalimentación de conocimientos compartidos colaboró en fortificar la unidad del grupo en la búsqueda de objetivos comunes.
Transversalidad en la confluencia de informaciones
WhatsApp agilizó ofrecer informaciones de tipo docente, referidas al propio proceso educativo en tiempos de Covid y aislamiento social, externas al campus académico, pero con incidencia en los estudiantes, etc. Fue, además, un espacio en el que convergieron preocupaciones del ámbito social, tan latentes en períodos de dificultades como lo ha sido sin duda este largo confinamiento en los hogares.
Así, tanto profesores como estudiantes se convirtieron en agentes de información relevante, verdadera, comprobable. Debemos tener presente en este sentido que trabajamos con jóvenes muy actualizados del acontecer, al ser este parte de su propio objetivo y ejercicio profesional.
También concurrieron informaciones de carácter más ligero, casi siempre como escape de las tensiones generadas por la propia pandemia y por decisiones tomadas en la esfera pública nacional. De una y otra manera, esta transversalidad en la confluencia de informaciones cohesionó más los intereses del grupo y coadyuvó a una mayor compenetración de sus integrantes.
Rigor en el desempeño de los roles y funciones de cada miembro del chat
El proceso interactivo que supone WhatsApp no implica que sean barridas normas imprescindibles de convivencia online. En primer lugar supone la responsabilidad, disciplina y autoridad de los profesores que guían los entramados tutoriales, quienes solo estarán en posición de conducir y exigir en la medida que ellos mismos respondan a los términos preestablecidos con el grupo que van a dirigir.
Esencial en este trabajo es la responsabilidad del estudiante, la cual debe quedar establecida: en él descansa la viabilidad de concluir su trabajo de investigación en el plazo fijado y con la calidad requerida. El uso frecuente del espacio del chat por parte de los estudiantes no supone ni la esclavitud del docente ni el acatamiento acrítico de las decisiones por parte de los tutorados.
Otro aspecto esencial es que la confluencia grupal no desestima la atención personalizada, antes bien, la defiende en tanto cada estudiante necesita en determinadas situaciones respuestas particulares.
Validación de la experiencia
Para arribar a determinados resultados docentes es imprescindible conocer lo que aportó a quienes estuvieron involucrados en la rutina, sobre todo, cuando el proceso fue una constante creación colectiva productora de saberes y se realizó en medio de una situación de alejamiento corporal que no permitió el manejo de diversidad de instrumentos. Así, estos últimos estuvieron centrados en la revisión bibliográfica-documental, la encuesta y la observación participante.
De acuerdo con las profesoras cubanas Saladrigas y Alonso (2000), la revisión bibliográfico-documental es una técnica imprescindible en la indagación científica, y puede ser, inclusive, el método indagatorio principal. A su vez, Carlos Sandoval (2002) afirma que reviste gran trascendencia para el investigador cualitativo, pues le permite adentrarse en el contexto y desarrollar “competencias sociales y culturales básicas, que lo habilitan para interactuar de manera eficaz y convincente con personas y situaciones objeto de la investigación” (pp. 118-119).
Referido a la encuesta, Groves (2004) la presenta como un método sistemático dirigido a la recopilación de información de parte de los entes, con el fin de construir descriptores cuantitativos de los atributos de la población general de la cual los entes son miembros. Jansen (2012) señala que tiene como objetivo determinar la diversidad de algún tema de interés dentro de una población dada y no tiene en cuenta el número de personas con las mismas características sino que establece las dimensiones y valores relevantes dentro de esa población.
En cuanto a la observación participante, el investigador se suma a la realidad a estudiar junto al individuo o colectivo objeto de estudio. DeWalt y DeWalt (1998) sostienen que la observación participante se caracteriza por una actitud abierta, libre de juicios, interés en aprender acerca de los otros, ser consciente de la propensión a sentir un choque cultural y cometer errores, la mayoría de los cuales pueden ser superados, y ser un observador cuidadoso, buen escucha, y abierto a las cosas inesperadas de lo que se está aprendiendo. Estos autores (2002) hablan de una mirada activa, una memoria cada vez mejor, entrevistas informales, escribir notas de campo detalladas, y paciencia.
A los 10 tutorados se les pidió contestar ocho ítems para comprender el fenómeno estudiado:
Utilidad de la aplicación en relación con la tutoría.
Utilidad en tiempos de Coronavirus o Covid 19.
Ventajas de este método tutorial.
Desventajas
Lo que más satisfizo de la experiencia.
Lo que pudo ser mejor.
Lo que deberá introducirse en esta relación de trabajo.
Si es válida o no la experiencia para otros contextos de normalidad.
A continuación se presenta la síntesis de las respuestas dadas.
Utilidad de la aplicación en relación con la tutoría
El acceso a internet se ha incrementado en Cuba en los últimos años y, más reciente, el uso de datos móviles, que rompe las fronteras de los espacios reducidos. Mientras que en una wifi los usuarios pueden conectarse en un área delimitada, mediante el empleo de los datos móviles la navegación se realiza desde cualquier lugar donde exista cobertura a la red nacional. La valoración general de los estudiantes apuntó hacia:
WhatsApp posibilita la comunicación vía internet mediante mensajes de texto y de voz, envío de imágenes, videos, hipervínculos y archivos de varios formatos (pdf, .doc, epub, jpg…) y realización de llamadas por audio y video. Cuando se utiliza en la tutoría de tesis favorece el vínculo activo y el intercambio constante de información y conocimiento entre el tutor y el tutorado.
Representa una de las aplicaciones más utilizadas y, en el caso de Cuba, se debe a que consume pocos datos y constituye una multiplataforma en la que se puede escribir, subir fotos, gif, stickers, videos, links, documentos, incluso facilitar contactos de su agenda móvil.
Dadas las circunstancias del distanciamiento fue muy útil al mantener el contacto entre los alumnos y los tutores, así, nunca se sintió trabajar solo o sin guía. WhatsApp devino en espacio de diálogo y debate, orientación de tareas, llamadas grupales, aclaración de inquietudes, facilitador de bibliografías y plataforma para consultas docentes; o sea, la red social se convirtió en el lugar virtual de confluencia constante, aun estando en espacios físicos distantes.
Utilidad en tiempos de Coronavirus o COVID-19
Sin WhatsApp y sin internet hacer una tesis en medio del coronavirus hubiera sido muy difícil. Quienes no tienen posibilidad de viajar a casa de los tutores o llamarlos por teléfono fijo, tuvieron la ventaja de contar con conexión, vital para mantenerse al tanto de las novedades e intercambiar ideas con los docentes y compañeros de aula. En este ítem, las consideraciones indicaron:
En tiempos de coronavirus, donde el confinamiento en el hogar, el distanciamiento físico y la limitación de la movilidad son medidas de estricto cumplimiento, WhatsApp se convirtió en uno de los canales de intercambio más prácticos para la tutoría. Por WhatsApp se hicieron las consultas de la investigación, constituyó un espacio de diálogo, orientador, y facilitó enviar los informes escritos y hacer la entrega final del documento.
La telefonía y el correo electrónico asimismo se ratificaron herramientas propicias; sin embargo, las ventajas ofrecidas por WhatsApp en lo referente a tipo y tamaño de archivos y formatos, mensajes y llamadas, le concedieron mayor utilidad para el ejercicio.
Esta aplicación atenuó la falta de encuentros cara a cara y realizar consultas en tiempo real, tanto grupales como individuales, que acercaban a todas las partes involucradas.
Ventajas de este método tutorial
Como principales ventajas, los tutorados declararon la consulta de ideas con los tutores tanto de modo privado como colectivo, las facilidades de comunicación de manera instantánea sin tener que pactar una cita personal (especialmente en dudas de pequeña envergadura), y la comodidad en el envío de documentos y archivos de audio, teniendo en cuenta que estos últimos permiten tener una enlace más cercano y esclarecedor que los mensajes de texto. En general, coincidieron en:
Es una comunicación efectiva y permanente desde cualquier lugar, sin necesidad de acudir al encuentro físico en medio de una pandemia, cuando es imprescindible limitar las reuniones y evitar los contagios.
Permite el intercambio de mensajes en varios formatos (texto, video, imagen, voz).
Posibilita realizar las revisiones correspondientes al proceso, incluso la defensa del ejercicio de culminación de estudios en caso de ser necesario.
Puede emplearse tanto en dispositivos móviles como en PC.
Se eliminan barreras de hora y lugar a la hora de establecer encuentros con el tutor.
Permite el constante intercambio y monitoreo del proceso. Puede activarse en cualquier lugar al que llegue la red nacional. Consume menos datos que otras aplicaciones.
Desventajas
En el contexto cubano, los problemas de conectividad (dados por el alto costo y la calidad de la señal) crean desventajas en el uso de WhatsApp o cualquier otra aplicación que requiera acceso a internet. La mala señal provoca en ocasiones tardanza al recibir y mandar mensajes, y descargar archivos. También, los documentos muy pesados (más de un 1MB) son casi imposibles de enviar. Respecto a su empleo, los estudiantes señalaron:
La constante necesidad de comprar paquetes de datos móviles conllevó a un esfuerzo extraordinario de la familia debido a que ni la Facultad ni la Universidad facilitaron el acceso a internet.
Para los estudiantes con teléfonos que no se conectan al menos a la 3G, el proceso se hizo más lento y engorroso.
Una de las desventajas más significativas del uso del WhatsApp en las tutorías es la no presencialidad de ambas partes. Esta realidad puede generar limitaciones en el debate en torno a temas o argumentos del ejercicio académico, entorpecer la aclaración de determinadas dudas sobre el informe tanto en el proceso de redacción por el tutorado como en el proceso de revisión por el tutor.
Como no propicia un intercambio presencial, durante las consultas, comentarios e intercambios puede llegar a malinterpretarse alguna idea, teniendo en cuenta que cada quien imprime un tono determinado a los mensajes que recibe a partir de sus percepciones.
Lo que más satisfizo
La aplicación del WhatsApp en relación con la tutoría proporcionó el contacto permanente con los tutores desde la casa durante todos los meses de confinamiento, así como la revisión periódica de cada capítulo del informe y de los detalles más importantes del trabajo, sin necesidad de tener que salir de la casa o esperar a que terminara la cuarentena. Sobre las satisfacciones que produjo la modalidad, se destacó:
La existencia de un grupo centrado en el desarrollo de las tesis y en el que se ofreció toda la información actualizada sobre el estado de los procesos de culminación de estudios, sus variantes y etapas, la franqueza de los tutores y el hecho de que mantuvieron la exigencia en la entrega y en la calidad de los trabajos.
Ante el rebrote de la enfermedad que se produjo en la fecha prevista para la defensa presencial de la tesis, compensó el hecho de que a través de esta vía se pudo entregar el trabajo de diploma, discutirlo a distancia y recibir la calificación final.
Fue determinante para mantener la compañía, al menos de manera digital, entre las personas a pesar de la extendida cuarentena y, por ende, continuar la vida. No detenerse. Fue una vía de permanecer unidos en la distancia y de cuidar a todas las partes involucradas.
Lo que pudo ser mejor
Dada la situación en que se desarrolló la tutoría y con las condiciones tecnológicas que existen en el país, los estudiantes calificaron que se hizo de la mejor manera posible. Añadieron:
La conexión a Internet pudo ser mejor, pero es un aspecto que no tuvo nada que ver con la tutoría. Por lo demás, fue una práctica muy satisfactoria.
Pudo recurrirse a las videollamadas grupales entre tutores y tutorados, si bien ello representa un gasto económico mayor, debido a que las mismas consumen una elevada cantidad de megas.
Por las ventajas explicadas con anterioridad, el grupo WhatsApp debió crearse antes, a inicios del segundo semestre de 5to año, para mantener el contacto desde el inicio del proceso de culminación de estudios.
Lo que deberá introducirse en esta relación de trabajo
WhatsApp, como red social, tiene capacidad de inmediatez. En ese sentido, los tutorados reflejaron que si bien son necesarios los encuentros presenciales en relación con la tutoría, la aplicación pudiera emplearse para dudas en el proceso investigativo sin necesidad de esperar a una fecha de reunión pactada con los tutores. Ello haría más expedito el proceso. En general, propusieron:
WhatsApp puede añadirse como una herramienta más en los ejercicios académicos. La instantaneidad permite la solución de problemas y aclaración de dudas sin necesidad de reuniones, así como el fácil envío de los textos entre estudiantes y profesores. Esto no quiere decir que se deban olvidar las consultas presenciales, las cuales tienen una importancia esencial en la puntualización de aspectos relevantes.
Debido a la dinámica de trabajo docente de los tutores, algunas reuniones con los diplomantes pueden tener su espacio de desarrollo en WhatsApp.
Si es válida o no la experiencia para otros contextos de normalidad
El ejercicio se consideró como una práctica válida que pudiera seguirse aplicando como complemento de la tutoría presencial en el contexto de la normalidad. Los tutorados destacaron:
Es efectivo y necesario WhatsApp. El proceso de tutoría debe continuar aprovechando las ventajas y las posibilidades que permite en la retroalimentación entre tutores y diplomantes.
Es válido el ejercicio, no obstante, dadas las limitantes de conectividad que existen en el país y la situación económica complicada de muchas familias, en una situación de normalidad no debería hacerse imprescindible su uso, al menos en el contexto universitario cubano.
Consideraciones finales
Luego de seis meses de seguimiento de la experiencia educativa sobre la tutoría de tesis de pregrado por medio de WhatsApp, teniendo como contexto la situación de recogimiento social provocado por la pandemia de la Covid 19, los profesores que la desarrollaron son conscientes de sus limitaciones y solo constituye un aprendizaje piloto perfectible, abierto a nuevas incorporaciones de herramientas, prácticas y habilidades. No obstante, el estudio permite arribar a determinadas conclusiones.
Ventajas:
La aceptación de la modalidad, desarrollada bajo la presión de situación de aislamiento, partió de un interés personal de los involucrados en el proceso. Sin embargo, su desarrollo modificó y rebasó los intereses propios para interesarse por los de la comunidad que conformaron. Como herramienta de sostén de la tutoría académica, ayudó a la interacción individualizada y colectiva con los estudiantes.
WhatsApp permitió no depender de un espacio físico determinado y favoreció los vínculos desde cualquier distancia y tiempo real. Se evidenció, con ello, la realización de más consultas que en tiempos tradicionales presenciales y una retroalimentación permanente entre tutores y tutorados.
El vínculo tutor-estudiante ratificó en los alumnos la dimensión de guía que asume el tutor, y en estas circunstancias adquirió también una mayor dimensión humana, en tanto se vieron atendidos en sus conflictos investigativos y en no pocas ocasiones personales, de manera sistemática. El estudiante nunca trabajó sin guía. Por otra parte, la responsabilidad personal de cada tutorado con su trabajo de investigación fue notable.
Con sus facilidades, WhatsApp valió para la orientación de tareas, llamadas grupales, aclaración de inquietudes, facilitar bibliografías y hacer consultas docentes. La red social se convirtió en el lugar virtual de confluencia constante. En este contexto y dados los todavía elevados precios de los paquetes de datos, fue la vía principal debido a sus prestaciones y a que genera un consumo de datos relativamente bajo.
Viabilizó la existencia de un grupo centrado en el desarrollo de las tesis y en el que se ofreció información actualizada sobre el estado de los procesos de culminación de estudios, sus variantes y etapas. La experiencia potenció por parte de los profesores la exigencia en la entrega y la calidad de los trabajos.
Desventajas:
En el contexto cubano, los problemas de conectividad, dados por el alto costo y la calidad de la señal, crean desventajas en el uso de WhatsApp o cualquier otra aplicación que requiera acceso a internet. La mala señal provocó en ocasiones problemas de tardanza al recibir y enviar mensajes, y descargar archivos.
En relación con la tutoría, la constante necesidad de comprar paquetes de datos móviles conllevó un esfuerzo extraordinario de la familia, debido a que ni la Facultad ni la Universidad facilitaron el acceso a internet.
Para los estudiantes con teléfonos que no se conectan al menos a la 3G, el proceso se hizo más lento y engorroso.
Una desventaja fue la no presencialidad de ambas partes. Esta realidad puede generar limitaciones en el debate en torno a temas o argumentos, entorpecer la aclaración de determinadas dudas sobre el informe, tanto en el proceso de redacción por el tutorado como en el proceso de revisión por el tutor.
Recomendaciones:
El empleo de WhatsApp en la educación superior, y en especial en la tutoría de tesis de pregrado de la carrera de Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, puede integrarse dentro de las estrategias formativas en tiempos de nueva normalidad, dado que posibilita la construcción del conocimiento entre el grupo tutorado y contribuye a fortalecer el intercambio entre sus miembros.
Es una experiencia válida para todos los contextos. Si bien son necesarios los encuentros presenciales en relación con la tutoría, la aplicación puede emplearse en aclaración de dudas durante el proceso investigativo sin necesidad de esperar a una fecha de reunión pactada con los tutores, lo cual haría más expedito el proceso.
Por las ventajas explicadas, el grupo WhatsApp debe crearse a comienzos del segundo semestre de 5to año, para mantener el contacto desde el inicio del proceso de culminación de estudios.
