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Revista Cubana de Farmacia

versión impresa ISSN 0034-7515versión On-line ISSN 1561-2988

Rev Cubana Farm v.34 n.1 Ciudad de la Habana ene.-abr. 2000

 

Artículos de Revisión

Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos

Farmacoeconomía. Evaluación de la eficiencia en los tratamientos farmacológicos

Manuel Collazo Herrera1 y Noelio Flores Díaz2

 Resumen

Se presenta una panorámica del contenido temático de la evaluación económica de los medicamentos, disciplina que actualmente se denomina con la terminología de farmacoeconomía. Es necesario exponer y manejar los conceptos básicos de la farmacoeconomía para que los profesionales que laboran tanto en el sistema sanitario nacional como en la industria farmacéutica, puedan utilizar las técnicas de análisis de esta especialidad como herramienta de ayuda en la toma de decisiones, para evaluar y hacer elecciones racionales entre 2 o más opciones de tratamientos farmacológicos y que tengan una repercusión en la salud y los recursos sanitarios. Las conclusiones de este enfoque, es el reconocimiento de la importancia de esta materia como instrumento de la gestión sanitaria y en la asignación de los recursos monetarios a los efectos de la economía nacional.

Descriptores DeCS: ECONOMIA FARMACEUTICA; EVALUACION. En las 2 últimas décadas la evaluación económica de tecnologías y programas sanitarios ha experimentado un auge espectacular, especialmente con respecto a los medicamentos, lo que ha propiciado incluso la aparición del término farmacoeconomía. Las razones de dicho auge son fáciles de entender: acuciados por el crecimiento del consumo y del gasto, las autoridades sanitarias buscan instrumentos y criterios que les ayuden a tomar decisiones para controlar y mejorar la eficiencia del gasto sanitario, y la evaluación económica es uno de los enfoques potencialmente útiles para tal fin, ya que permite estimar la eficiencia de las decisiones que implican una asignación de recursos.

La selección de una determinada opción terapéutica según su eficiencia, es decir, considerando simultáneamente sus costos y sus beneficios, supone un avance considerable con respecto a otro tipo de criterios más parciales.

El criterio de eficiencia es aplicable por diferentes agentes en distintos ámbitos del sector sanitario. Las recientes experiencias internacionales muestran que las técnicas de evaluación económica de medicamentos están cobrando cada vez una mayor importancia en la toma de decisiones sanitarias, lo que proporciona una inestimable ayuda para lograr que ésta esté basada en criterios más racionales, objetivos y transparentes.

La evaluación económica de medicamentos utiliza los métodos del análisis económico, lo cual significa que todos los profesionales que trabajan en este campo e interpretan información proveniente de éste, necesitan unos conocimientos básicos sobre los términos y conceptos que son actualmente el denominador común tanto de la evaluación económica como de la economía de la salud. Es por ello, que la farmacoeconomía es una actividad que requiere equipos multidisciplinarios y de hecho muchos de los analistas que realizan estudios en este campo no son economistas, sino que provienen del campo de las ciencias de la salud, de la estadística, de la investigación operativa, etc., y a menudo no han tenido un aprendizaje formal en disciplinas económicas.

Como consecuencia del enfoque que le dan las autoridades sanitarias a la farmacoeconomía, la industria farmacéutica se ha empezado a interesar por dichas técnicas analíticas y a utilizarlas para desarrollar sus estrategias de investigación, desarrollo y comercialización de sus productos.

Evaluación económica aplicada al campo sanitario

¿Qué es la evaluación económica?

La evaluación económica es el nombre genérico que se da a un conjunto de procedimientos o técnicas de análisis dirigidas a evaluar el impacto o cursos de acción alternativos sobre el bienestar de la sociedad.1

Su objetivo es ayudar a hacer elecciones racionales, es decir, a decidir de forma coherente, con determinados objetivos y restricciones.

La evaluación económica se centra en la identificación, medida o valoración de los efectos que se supone tienen una relación directa con el bienestar.

La evaluación económica consiste en determinar los efectos que se derivan de seguir cada una de las opciones o subsiguientes cursos de acción posible en una situación de elección y compararlos, en términos de su eficiencia social, es decir, de su contribución a la maximación del bienestar de la sociedad.

La evaluación económica permite articular de una forma sistemática y explícita toda la información disponible para hacer una determinada elección, incluidos los juicios de valor inevitables en cualquier proceso racional de la toma de decisiones.

La evaluación económica se centra en la determinación de la eficiencia. La eficiencia consiste precisamente en la relación entre los beneficios obtenidos en términos de salud y recursos utilizados.

¿Qué puede evaluarse?

Cualquier decisión que implique una elección entre 2 o más opciones que tenga una repercusión en la salud y en los recursos, es susceptible de evaluación económica.

Puede evaluarse lo siguiente:

  • Un tratamiento quirúrgico o farmacológico.
  • Un programa de prevención.
  • Una estrategia terapéutica.
  • El lugar más apropiado para administrar un tratamiento (administración hospitalaria o domiciliaria).
  • El momento más adecuado de iniciar un tratamiento.
¿Por qué evaluar?

La justificación fundamental de la evaluación económica es que los recursos son limitados en relación con sus aplicaciones beneficiosas potenciales. Por lo tanto, si se quiere maximizar el bienestar social, es preciso tener en cuenta todos los efectos de aquellas decisiones que afecten directa o indirectamente a la asignación de los recursos.2

 Farmacoeconomía: Conceptos básicos y aplicaciones prácticas

Farmacoeconomía: Aplicación del análisis económico al campo de los medicamentos.

Habitualmente se utiliza como sinónimo de evaluación económica de medicamentos.

La farmacoeconomía es la determinación de la eficiencia (relación entre costo y efectos) de un tratamiento farmacológico y su comparación con las de otras opciones, con el fin de seleccionar aquéllas con una relación costoefecto más favorable.2

Fundamentos teóricos

Desde una perspectiva clínica, la utilización de una tecnología se justifica si su efectividad (la consecución de un objetivo en condiciones reales) o, por lo menos, su eficacia (las condiciones ideales) es positiva. Sin embargo, desde la perspectiva económica, el acento se pone en la eficiencia.

Pensar en términos de eficiencia implica considerar la efectividad de un proceso en relación con los recursos que requiere. La razón es obvia, dado que los recursos son limitados con respecto a sus posibles aplicaciones, cuanto menos recursos sean necesarios para conseguir un determinado objetivo, tanto mejor, ya que así quedarán más recursos disponibles para lograr otros objetivos.

Por lo tanto, la escasez de recursos, es decir, su limitación con respecto a sus posibles aplicaciones beneficiosas implica un costo de oportunidad de cualquier utilización.

Los fundamentos teóricos de la evaluación económica se derivan de la denominada economía del bienestar social. En el marco teórico se refleja en los estudios de evaluación económica, en los que para determinar el bienestar se tiene en cuenta los costos y beneficios sociales, es decir, los que se deriven de un curso de acción de una intervención sanitaria.

Los efectos sobre los recursos y los efectos sobre la salud difieren por lo siguiente:

  • Efecto sobre los recursos se denominan costos (efecto negativo en la utilización de recursos en valor monetario).
  • Efecto sobre la salud se denomina beneficios o consecuencias (efecto positivo es la mejora en la salud).

En este sentido, costo y beneficio no están definidos por la naturaleza del efecto, sino por su relación con el bienestar.

 

Tipos de estudios de evaluación económica de los medicamentos

Tras la medida de los costos y efectos de las opciones comparadas, el paso siguiente es elegir el tipo de análisis económico más adecuado. Puesto que los costos se miden en unidades monetarias, las distintas formas de medir los aspectos de un determinado fármaco determinará el tipo de análisis que deberá emplearse. Así es posible distinguir 4 tipos fundamentales de evaluación aplicada a las tecnologías sanitarias.

Las técnicas de evaluación económica son:

  • Análisis de minimización de costos (AMC)
  • Análisis de costo-beneficios (ACB)
  • Análisis de costo-efectividad (ACE)
  • Análisis de costo-utilidad (ACU)

¿En qué se asemejan? En que todos los análisis posibilitan la evaluación económica de alternativas.

¿En qué se diferencian? Por la forma en que se miden los efectos sobre la salud de las opciones evaluadas.

 

Análisis de la minimización de costo (AMC)

El tipo más simple de evaluación económica es el AMC. Cuando comparamos 2 o más opciones de tratamiento que tiene el mismo resultado sanitario (efectividad), en todas las circunstancias los mismos riesgos y los efectos secundarios, estamos ante un AMC. La consecuencia es que se compara sólo los costos netos directos de las opciones para identificar la alternativa menos costosa.3

En un tipo de evaluación económica que restringe el análisis a la medición en los efectos de las opciones sobre los recursos, suponiendo o demostrando que los efectos sobre la salud son los mismos para todas las opciones. El AMC puede considerarse un caso particular del ACE, en el que la regla de decisión obvia es seleccionar la opción que tenga el efecto neto menor sobre los recursos, es decir, la opción que minimiza el costo. Si no se puede probar la igualdad de los efectos sobre la salud, la evaluación debe considerarse en análisis de costo.

 Análisis costobeneficio (ACB)

Tipo de evaluación completa en la cual tanto los efectos de las opciones sobre los recursos como sobre la salud se valoran en unidades monetarias.

Permite identificar la opción que maximiza la diferencia entre beneficios y costo, que es en teoría la opción que optimiza el bienestar de la sociedad, lo cual nos ofrece un criterio claro de decisión.

Solamente se debería llamar ACB a una evaluación económica si todos los efectos relevantes, incluso los efectos de la salud, se han valorado en términos monetarios.

En principio, la implicación de un ACB es que una intervención sanitaria dada debe ser realizada si el beneficio neto es positivo, por ello incrementará el bienestar global de la sociedad. Si existen varias opciones mutuamente excluyente, la regla de decisión es elegir aquella que dé como resultado un beneficio mayor.

Análisis costo-efectividad (ACE)

El ACE es una forma de evaluación en que se compara los efectos positivos y negativos de 2 o más opciones de un mismo programa o intervención sanitaria. Los costos se valoran en unidades naturales de efectividad que depende de lo que se está evaluando.1

El ACE es aplicable cuando los efectos de los tratamientos farmacológicos comparados tienen un nivel de efectividad distinto, pero comparten los mismos objetivos terapéuticos, y, por lo tanto, puede medirse en la misma unidad de efectividad.2

Obviamente, la principal limitación de este tipo de análisis es que sólo permite comparar tratamientos o programas sanitarios, cuyos resultados se pueden expresar en las mismas unidades en términos de salud.

Los objetivos del análisis y consecuentemente el indicador de efectividad elegido deben reflejar el problema de decisión, a cuya solución se espera que contribuya al estudio; si los objetivos del análisis no están bien definidos, no es posible determinar cuál es el indicador de efectividad más apropiado.

El ACE sólo permite comparaciones relativas; no pueden hacerse juicios absolutos sobre si los costos exceden a los beneficios o viceversa, es decir, no se puede evaluar el valor intrínseco de los programas. No se pueden hacer comparaciones de programas que generan beneficios de distintas naturaleza, por ejemplo: los programas que aumentan la supervivencia a los que disminuyen la morbilidad.4

A continuación pueden observarse algunas de las unidades en las que pueden ser medidos los efectos de un medicamento:

  • Vidas salvadas.
  • Años de vida salvados.
  • Días de dolor evitados.
  • Complicaciones evitadas.
  • Días de hospitalización evitados.
  • Reducción de los factores de riesgo.
  • Número de casos prevenidos.
  • Reducción de la mortalidad general, por una causa específica.
  • Porcentajes de éxitos.
  • Reducción de la incidencia de una enfermedad.
  • mmHg de tensión arterial reducidas.
  • Casos correctamente diagnosticados.
  • Años de vidas ajustados por calidad (AVAC).
  • Tiempo sin síntomas.
 

Análisis costo-utilidad (ACU)

En ocasiones, en el campo sanitario se tiene que tomar decisiones entre opciones con resultados muy distintos. Para poder tomar decisiones con respecto a la eficiencia relativa de distintas intervenciones sanitarias, se utiliza el ACU.

El ACU es una forma de evaluación económica que permite comparar diferentes intervenciones sanitarias, en la que los efectos sobre los recursos se expresen en unidades monetarias y los efectos sobre la salud se expresan en términos de AVAC o cualquier otra medida que utilice el año de vida sano como unidad de medida o numerario en la que expresar años de vidas en cualquier estado de la salud.1

Con este método se pretende medir los efectos de una unidad que integre cantidad y calidad de vida. Esto se consigue calculando los años de vidas ganados con una tecnología, ponderándolos según la calidad de vida obtenida.

El ACU compara los costos de 2 op-ciones de tratamientos distintos, con sus resultados medidos en AVAC de vida. Los resultados de las opciones comparadas se expresan en términos de costo por AVAC.5

El AVAC es un índice que tiene en cuenta la calidad de vida y la supervivencia como indicador de la salud (resultado sanitario). El principio se basa en el hecho de que 1 a de vida, en un estado de buena salud puede ser equivalente a más de 1 a de vida en un estado de mala salud.2

La principal ventaja de este tipo de análisis es la posibilidad de comparar diferentes tipos de intervenciones sanitarias, y de integrar la cantidad y la calidad de vida de los pacientes.

El AVAC es un índice de salud que tiene en cuenta tanto la calidad de vida como los años de vida. Normalmente se asigna a cada estado de salud un valor entre cero (al peor estado de salud) y uno (al mejor estado de salud).3

El número de años vividos en cada estado de salud se multiplica por el índice asociado a dicho estado para obtener el valor de los AVAC.

De esta forma, la farmacoeconomía podrá sin duda ayudar a mejorar la toma de decisiones clínicas, sobre todo cuando se debe escoger entre varios tratamientos similares.6

 Conclusiones

  • Para lograr un equilibrio entre los beneficios para la salud y costos asociados, es necesario someter las nuevas tecnologías a una rigurosa evaluación económica y clínica antes de su adaptación y difusión dentro de los sistemas de salud.
  • La administración sanitaria debe adoptar y fomentar la utilización de estas técnicas, así como utilizarlas para ayudar a que la toma de decisiones esté basada en criterios más objetivos.
  • Para la industria farmacéutica, el reto consiste en integrar los métodos de evaluación económica dentro de su proceso de investigación. Una evaluación farmacoeconómica continua puede ser muy útil para centrar sus esfuerzos en el desarrollo de las moléculas más innovadoras.
  • La colaboración de profesionales de distinta formación es básica para el completo desarrollo y difusión de este tipo de técnicas. Debe promoverse que los profesionales sanitarios se vayan habituando a realizar e interpretar estos estudios para contribuir a la mejor utilización de los recursos disponibles y a perfeccionar la metodología para el desarrollo de éstos.
  • La evaluación económica debe integrarse al resto de las áreas que estudian los medicamentos desde distintos puntos de vistas. El mejor conocimiento de todas las características positivas y negativas de éstas contribuirá a su utilización más racional.
  • El mensaje principal es que la evaluación económica de medicamentos ha alcanzado la madurez y que pese a sus limitaciones, se encuentra disponible como herramienta útil para orientar la toma de decisiones tanto en el ámbito de la administración sanitaria, como el de los servicios sanitarios y las compañías farmacéuticas.
  • Una de las características de la evaluación económica es que los recursos ahorrados por la adopción de decisiones eficientes son utilizados eficientemente en alguna otra parte dentro del campo sanitario.
  • La industria debe ser una de las principales agentes en la evaluación económica de los fármacos, como lo es en la evaluación clínica, por lo que debe exigirse los criterios económicos junto a los clínicos, como paso previo a la introducción de un nuevo fármaco en el hospital.
  • Dos de los principales instrumentos de la selección en los que se pueden aplicar los criterios farmacoeconómicos son el sistema de formularios terapéuticos y los protocolos terapéuticos.
  • La implantación de un sistema de formularios terapéuticos que tenga en cuenta el criterio farmacoeconómico, es una de las principales estrategias de racionalización farmacoterapéutica del hospital, al evaluar, valorar y seleccionar las alternativas más eficientes de los medicamentos de uso más corriente en la atención hospitalaria.
  • La farmacoeconomía es muy valiosa para la realización del consumo farmacéutico hospitalario. Puede ser también un medio de lograr el equilibrio entre los objetivos de los diferentes agentes (médicos, farmacéuticos hospitalarios, dirección del hospital, industria farmacéutica, etc.), para maximizar los intereses de los pacientes y la sociedad.
  • Implicar al médico general en los temas de farmacoeconomía para que se conviertan en un hábito diario, al considerar los costos de las diferentes alternativas terapéuticas para mejorar la eficiencia clínica, ofreciendo lo mejor para el paciente al precio que la sociedad pueda soportar.

Summary

An overview of the contents of the economic assesment of drugs, a discipline presently called pharmacoeconomics, is presented. It is necessary to set forth and deal with the basic concepts of pharmacoeconomics so that professionals working in both the national sanitary system and pharmaceutical industry can use the analysis techniques of this discipline as a supporting tool for taking decisions, evaluating and making rational choices between two or more alternatives of pharmacological treatments and having an impact on health and sanitary resources. The findings of this approach is the acknoledgement of the importance of this subject as a sanitary in the national economy.

Subject headings: ECONOMICS, PHARMACEUTICAL; EVALUATION.

Referencias bibliográficas

  1. Badía X, Rovira I. Evaluación económica de medicamentos. Barcelona: Du Pont Pharma; 1994:143.
  2. Sacristán JA, Badía X, Rovira J. Farmacoeconomía. Evaluación económica de los medicamentos. Madrid: Editores Médicos; 1995:302.
  3. Soikos SL. Glosario de términos de uso frecuente en la evaluación económica de medicamentos y programas sanitarios. Barcelona: Química Farmacéutica Bayer; 1996:100.
  4. Drummond M, Stoddart G, Torrance G. Métodos para la evaluación económica. Madrid: Editorial Díaz de Santos; 1990:231.
  5. Badía X, Salamero M, Alonso J, Ollé A. La medida de la salud. Barcelona: Promociones y Publicaciones Universitarias; 1996:197.
  6. Velásquez G. Farmacoeconomía: ¿evaluación científica o estrategia comercial? Rev Panameri Salud 1999;5(1):54-7.
Recibido: 26 de agosto de 1999. Aprobado: 30 de septiembre de 1999.

Lic. Manuel Collazo Herrera. Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos. Ave. 26 No. 1605 entre Rancho Boyeros y Calzada del Cerro, municipio Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana, Cuba.

1 Investigador Titular.
2 Investigador Auxiliar.

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