SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.162 issue2Managing Territorial Indicators for Sustainable Development in Cuban MountainsRisk in Pre-Investment Studies - Comparative Analysis of Regulations Currently in Force in Cuba - Proposal for Improvement author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

My SciELO

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Economía y Desarrollo

Print version ISSN ISSNOn-line version ISSN 0252-8584

Econ. y Desarrollo vol.162 no.2 La Habana July.-Dec. 2019  Epub Aug 12, 2019

 

Artículo Original

Resiliencia después del movimiento telúrico en Ecuador (2016). Políticas económicas para la sostenibilidad empresarial

Resilience after the 2016 Ecuador Earthquake. Economic Policies on Business Sustainability

Nancy Rosillo Suárez1  * 

Mercedes Intriago Cedeño2 

Gissela Bravo Rosillo2 

1Universidad Técnica de Manabí, Ecuador

2Universidad San Gregorio de Portoviejo

RESUMEN

La investigación se desarrolló en el sector comercial y financiero de las ciudades de Portoviejo y Manta en la provincia de Manabí - Ecuador, con el objetivo de determinar el nivel de impacto en los aspectos empresariales y financieros que ocasionó el evento telúrico de 7.8º sucedido el 16 de Abril del año 2016; información obtenida mediante una muestra aleatoria simple, que determinó el nivel de resiliencia y el espíritu emprendedor que tienen los empresarios manabitas para sobreponerse ante la adversidad.

Palabras clave: afectación empresarial; evento telúrico; resiliencia empresarial; espíritu emprendedor

ABSTRACT

A piece of research into the impact of the 2016 Ecuador earthquake occurred on April 16 with a moment magnitude of 7.8 on a simple random sample of businesses, and on the financial sector in the cities of Portoviejo and Manta located in the Manabí province, Ecuador, was carried out. The ability to recover from misfortune, and entrepreneurial spirit showed by businesspeople from Manabí was assessed.

Keywords: Damage suffered by businesses; earthquake; business resilience; entrepreneurial spirit

INTRODUCCIÓN

Manabí es una provincia ecuatoriana localizada en el emplazamiento centro-noroeste del Ecuador continental, cuya unidad jurídica se ubica en la región geográfica del litoral, que a su vez se encuentra dividida por el cruce de la línea equinoccial, su capital es Portoviejo y ciudad más poblada. Limita al oeste con el Océano Pacífico, al norte con la provincia de Esmeraldas, al este con las provincias: Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos, al sur con la provincia de Santa Elena y al sureste con la provincia de Guayas. Con una población de 1`395 249 habitantes, es la tercera provincia más poblada del Ecuador. Se encuentra dividida políticamente en 22 cantones (INEC, 2012).

Las actividades principales de la provincia son: el comercio, la ganadería, el turismo, la industria y la pesca. La ciudad de Manta es el segundo puerto más importante del país y se hallan industrias de procesamiento de pescado Atún, café, tagua, aceites y productos de consumo masivo. En la ciudad de Portoviejo se caracteriza por ser eminentemente agrícola, pecuaria, comercial, turística y artesanal.

Según datos del Informe del Instituto Geofísico del Ecuador, se reporta que:

El 16 de abril del 2016 a las 18h58 se produjo un movimiento telúrico con una magnitud de 7.8 grados en la escala de Richter, con epicentro en Pedernales, cantón situado al norte de la provincia de Manabí, tal magnitud afectó a dos provincias del Ecuador: Manabí y Esmeraldas, provocando daños irreparables con cuantiosas pérdidas humanas y económicas. Según datos obtenidos del Informe de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, se afectó el 60 % de la infraestructura en viviendas, edificios institucionales, hoteles, negocios comerciales, instituciones financieras, e incluso destrucción del casco comercial de las ciudades objeto de estudio de esta investigación, dichas entidades tuvieron décadas (aproximadamente seis) brindando su atención a los ciudadanos y generaban fuentes de empleo y recursos económicos a través de las rentas a nivel local y nacional.

El terremoto afectó el pulmón comercial de la provincia, Tarqui y Portoviejo. El comercio es la segunda actividad en importancia de Manabí, provincia que aporta con el 6 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Solo en Tarqui hay 2000 comerciantes perjudicados. En Portoviejo se procedió a la demolición de aproximadamente 600 edificios en pleno casco comercial, en muchos de ellos funcionaban varios locales comerciales. Las consecuencias post-terremoto fueron: el desempleo, el traslado de personas hacia albergues y las empresas e instituciones que migraron a otros sectores de las ciudades.

Al contrario de lo que se creía que las ciudades se sumirían en la pobreza extrema, decrecimiento de su nivel social y económico, el espíritu emprendedor y su nivel de resiliencia resurgieron notablemente. El estudio de la resiliencia es relativamente nuevo y fue introducido en la década de los setenta, luego de varios estudios que trataban de explicar la interesante y diferente reacción de ciertas personas, quienes, a pesar de haber atravesado momentos dramáticos o al menos muy duros, lograban despojarse de cualquier marca o señal que esos sucesos pudiesen haber dejado.

La provincia de Manabí y sus habitantes se encuentran reconstruyéndose volviendo a la normalidad de reactivar el turismo y la economía con el apoyo del gobierno y las diferentes autoridades competentes de cada cantón que se encuentran realizando diferentes actividades para que nuestra provincia se levante y vuelva hacer uno de los principales destinos turísticos del país. El mercado financiero de nuestra provincia en los últimos años se ha vuelto más competitivo y se desarrolla en un ambiente cambiante, por lo que la oferta de sus servicios y productos debe renovarse periódicamente para captar el interés y confianza del público.

La calidad del producto y del servicio a ofertar debe identificar las tendencias y preferencias del consumidor financiero, a través de la medición y reacción que generan las diversas estrategias comerciales aplicadas por las entidades del sector. Manabí mueve importantes montos en préstamos, depósitos y ahorros. El sector de las finanzas populares es un ejemplo. Antes del terremoto del 16 de abril, la provincia lideraba las operaciones crediticias

Las instituciones del sector financiero deben enfocar sus productos y servicios para la población afectada por el terremoto, orientando sus esfuerzos en generar líneas de crédito para reactivar el comercio, la reconstrucción de viviendas y generar empleos.

EL SISTEMA FINANCIERO ECUATORIANO

La Superintendencia de Bancos y Seguros del Ecuador define a un sistema financiero como

el conjunto de instituciones que tiene como objetivo canalizar el ahorro de las personas. Esta canalización de recursos permite el desarrollo de la actividad económica (producir y consumir) haciendo que los fondos lleguen desde las personas que tienen recursos monetarios excedentes hacia las personas que necesitan estos recursos. Los intermediarios financieros crediticios se encargan de captar depósitos del público y, por otro, prestarlo a los demandantes de recursos. (Superintendencia de Bancos y Seguros del Ecuador, p. 23)

El financiamiento obtenido a través del sistema financiero, las empresas o instituciones gubernamentales realizan inversión productiva, lo que genera un mayor número de empleos; en consecuencia, se puede alcanzar un mayor desarrollo y crecimiento económico. Una diferencia con Japón, uno de los países más preparados contra los sismos, es que ellos crean una cultura en base a la conmemoración, cada evento destructivo sufrido es recordado para no cometer los mismos errores, en el caso ecuatoriano es notable que ya olvidamos un evento reciente, como el terremoto de Bahía de Caráquez, que ocurrió hace apenas 18 años.

Volviendo al tema del impacto del evento, obviamente todas estas medidas de recuperación tendrán un costo social, pero este costo debe ser asumido para ya no tener que lamentar la pérdida de cientos de vidas humanas, es decir asumir el costo de que la población ya no viva en zonas de riesgos y que tenga acceso a viviendas seguras. Esto no implica únicamente las medidas económicas a corto plazo para la reconstrucción de la zona, sino una inversión (que no es lo mismo que gasto) en disminución de la vulnerabilidad; por ejemplo, invirtiendo un poco más en la calidad de la construcción y en la preparación de la población se minimizarán a futuro pérdidas de vidas, personas heridas y daños materiales.

A la par de esto es menester el desarrollo de una cultura de seguridad, las réplicas del sismo continúan y continuarán posiblemente por meses, a corto plazo será necesario que la gente guarde la calma, que ahora si aprenda las técnicas de autoprotección y evacuación para casos de sismos, y a mediano-largo plazo desarrolle preparación comunitaria e inversión (de dinero y de conocimiento) en gestión de riesgos.

Medidas que se tomaron en el 16 A

En la banca privada y pública ya se revisa con detenimiento el impacto del sismo del pasado 16 de abril, cuyo epicentro estuvo en Manabí. Uno de los indicadores que mayor atención merece es el de la cartera de crédito. Según datos de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE), la cartera de crédito de Manabí y Esmeraldas, las provincias más afectadas por el sismo, bordeaba hasta marzo de este año los USD 860 millones; esa cifra se reparte principalmente en crédito comercial (cerca de USD 370 millones) y de consumo (alrededor de USD 275 millones); el resto se divide entre créditos para vivienda y microcréditos.

La cartera de crédito de Manabí y Esmeraldas, las provincias más afectadas por el sismo, bordeaba hasta marzo de este año los USD 860 millones; esto representa el 4,6 % de la cartera nacional de créditos. Los planes de contingencia para los deudores se activaron. Tras el sismo, la primera acción del sector cooperativo fue garantizar el funcionamiento de las oficinas de las instituciones en las zonas afectadas. El objetivo fue reanudar la atención en los locales y que funcione la red de cajeros para que los socios tengan acceso al dinero y a los otros servicios que ofrecen las cooperativas.

El Consejo Consultivo de la Producción, que encabeza el Ministerio de Industrias y Productividad, mantuvo una reunión en la ciudad de Manta para determinar las acciones que se tomarán, de manera inmediata, para impulsar la actividad productiva y la economía en las provincias de Manabí y Esmeraldas, las principales afectadas por el terremoto del 16 de abril.

Se trata de reactivar tanto el ámbito industrial, bancario, tributario, empleo, construcción y comercio exterior. En poblaciones como Pedernales, el comercio poco a poco empieza a reactivarse. La Corporación Financiera Nacional (CFN) refinanciará 807 operaciones crediticias en Manabí y Esmeraldas. Las personas que mantienen préstamos vigentes con la CFN accederán a un periodo de moratoria de 6 meses en las zonas afectadas. Esto representa unos 30 millones de dólares. Otra de las medidas acordadas determina que las mensualidades de los créditos vigentes de abril, mayo, junio y julio de los deudores cuyas actividades productivas estén en los cantones Muisne (Esmeraldas), Bolívar, Jama, Jaramijó, Junín, Manta, Montecristi, Pedernales, Portoviejo, San Vicente y Sucre (Manabí) se diferirán.

La atención del Banco Nacional de Fomento (BNF) será normal en Calceta, Chone, El Carmen, Flavio Alfaro, Jipijapa, Montecristi, Paján, Pichincha, Portoviejo y Rocafuerte. Mientras que en Manta y Bahía de Caráquez reanudarán actividades de manera paulatina.

El presidente Rafael Correa calcula que el impacto económico del terremoto le costará al país entre dos y tres mil millones de dólares en los daños y la reconstrucción, es decir, por lo menos dos puntos del PIB.

La noche del 20 de abril de 2016, en un mensaje a la Nación desde el Palacio de Gobierno de Quito, luciendo la banda presidencial y acompañada de los representantes de las otras funciones del Estado, Correa anunció una serie de medidas económicas para enfrentar las consecuencias del siniestro. Entre las medidas propuesta por el Gobierno están:

  • El aporte de un día de sueldo para los que ganan más de 1.000 dólares. Según explicó Correa, si se gana $ 1.000 se contribuirá 1 día de sueldo, un mes; si se gana más de $ 5.000 se contribuirá 1 día durante 5 meses.

  • El Impuesto al Valor Agregado (IVA), que se paga en todas las compras, subirá dos puntos durante un año del 12 % al 14 %.

  • Se establecerá por una sola vez la contribución del 3 % adicional sobre utilidades de las empresas.

  • Se establecerá, por una sola vez, el 0.9 % para personas naturales con patrimonio mayor a un millón de dólares (Asamblea Nacional, 2016).

Las instituciones bancarias comenzaron a actuar, creando líneas de crédito para capital de trabajo e hipotecario, así como facilidades de pago para deudas que mantienen clientes de las provincias afectadas por el terremoto del 16 de abril pasado anunciaron las bancas pública y privada.

Por un lado, la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE) informó ayer, a través de un comunicado, que resolvió diferir el cobro de las cuotas correspondientes a los meses de abril, mayo y junio de los créditos de vivienda, consumo, microcréditos y de tarjetas de créditos de las personas naturales registradas en Manabí y el sur de Esmeraldas.

En los próximos dos meses ofrecerán soluciones de reestructuración de deudas vencidas y por vencer. Dentro de este gremio, el Banco Internacional indicó, además, que durante abril, mayo y junio se les restituirá a sus clientes comisiones cobradas por retiros de cajeros automáticos, transferencia y pagos de servicios básicos.

En cuanto a la banca pública, tanto la Corporación Financiera Nacional como el Banco del Pacífico informaron que se entregarán líneas productivas con tasas preferenciales de $ 25 millones y $ 70 millones, respectivamente. Además, la CFN dijo que refinanciarán 807 operaciones crediticias en las dos provincias más afectadas.

Se permitirá también una moratoria de seis meses para el pago de interés y capital. El interés se podrá reprogramar hasta por dos años y las cuotas de capital hasta por 10 años, según lo informó Soledad Barrera, presidenta de la entidad.

La CFN maneja una cartera de $ 147 millones en la zona. A toda esta cartera se le reducirá la tasa crediticia a 7,5 % de interés anual, señaló Barrera. Banco del Pacífico anunció que los clientes de la provincia de Manabí tendrán un periodo de gracia de 90 días para reanudar el pago de cuotas de hipotecarios y tarjetas de crédito. No se cobrarán intereses de mora ni gastos de cobranza.

Y al igual que el Banco Internacional exonerará hasta junio del cobro de comisiones en transferencias. También creará una línea hipotecaria a 15 años plazo, con seis meses de gracia y tasa preferencial. El banco de los afiliados (Biess) también indicó que a través de un convenio con Seguros Sucre (estatal), firmado en agosto de 2015 para créditos hipotecarios que se contratan con esa entidad, unas 14 mil casas de Manabí y 4 mil de Esmeraldas tienen seguro de desgravamen y un seguro de vida, contra incendio y catástrofes naturales. Aún no se conoce cuántas viviendas estarían afectadas, pero la entidad indicó que hay beneficios.

El 73,6 % de los préstamos concedidos en los cantones manabitas damnificados estuvo dirigido para cubrir distintas modalidades de consumo. Apenas el 5,7 % del crédito tuvo propósitos productivos. En aquella publicación, cuyos datos tienen como corte el mes de marzo, se puede apreciar la distribución y composición de los créditos en Manabí y Esmeraldas. Las provincias afectadas recibieron poco crédito (BCE, 2016).

En el país, el mes pasado, se registraron 538.782 operaciones de crédito por un total de $ 2.031 millones. De este monto, el 4,1 % correspondió a la provincia de Manabí y el 0,8 % a Esmeraldas. Para visualizar los eventuales impactos financieros directos del terremoto del sábado 16 de abril, sin embargo, se puede contabilizar solo el crédito concedido a los agentes económicos ubicados en los cantones Bolívar, Chone, El Carmen, Flavio Alfaro, Jama, Manta, Portoviejo, San Vicente, Rocafuerte, Sucre y Tosagua, en Manabí; y en el cantón Muisne, en Esmeraldas. Efectuando esta acotación se observa que, en el mes anterior, el crédito ascendió a $ 72 millones en los cantones afectados de Manabí y a $ 261 mil en el cantón Muisne.

El consumo es el uso predominante de los préstamos. Según la metodología empleada por el BCE, el destino de las operaciones crediticias aparece registrado bajo la categoría «segmentos de crédito». En el segmento «productivo» están incluidos aquellos créditos otorgados a quienes registren ventas anuales iguales o superiores a $ 100.000 y que lo utilizarán en actividades productivas. También, se incluyen las operaciones de tarjetas de crédito corporativas, los créditos entre instituciones financieras y las operaciones a favor de profesionales en libre ejercicio. En el segmento «consumo», en cambio, se registran los créditos para la adquisición de bienes de consumo (pago de servicios) que serán honrados con el ingreso neto mensual promedio del deudor. En el segmento «microcrédito», se contabiliza el crédito no superior a $ 20 mil concedido a una persona natural o jurídica con un nivel de ventas inferior a $ 100 mil; a un trabajador por cuenta propia o a un grupo de prestatarios con garantía solidaria. Estos créditos financian actividades en pequeña escala de producción, comercialización o servicios que se pagan con los ingresos generados por esas actividades.

Utilizando estas convenciones, en la información del BCE correspondiente al mes pasado, se puede observar que en los cantones más afectados de Manabí el 37,4 % del crédito estuvo dirigido a consumo corporativo, el 24,6 % a consumo prioritario, el 18,2 % a microcrédito, el 5,7 % a usos productivos en pymes, empresas y corporaciones; el 5,7 % a consumo de pymes y el 4,1 % a consumo empresarial. En los mismos cantones el crédito concedido para inmuebles y viviendas llegó a 1,6 % del total otorgado en marzo y el crédito educativo representó el 0,1 % del total, es decir, $ 51.509.

Las entidades y cooperativas privadas reorganizarán pagos El viernes 22 de abril, la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE) informó que los bancos privados resolvieron diferir el cobro de las cuotas de los créditos de vivienda, consumo, microcréditos y tarjetas de crédito pertenecientes a personas naturales registradas en Manabí y en el sur de Esmeraldas. Tal decisión se aplicará en las cuotas de abril, mayo y junio, las cuales serán cobradas sin recargo al final del período originalmente pactado. Por su parte, en respuesta al impacto causado por el terremoto en las actividades económicas de Esmeraldas y Manabí, el Comité Técnico del Sector Financiero Popular y Solidario (CTSFPS) indicó que las cooperativas de ahorro y crédito propondrán reprogramación de la deuda a sus socios residentes en las zonas afectadas. «Nuestros valores y principios cooperativos que privilegian a los seres humanos por encima del capital nos permiten afrontar este momento difícil que vive Ecuador al haber soportado el peor desastre natural de los últimos 70 años», indicó Juan Pablo Guerra, vocero técnico del CTSFPS. (I) (Redacción regional Manabí, 2016). (Ver Gráfico 1)

Gráfico 1.  Situación del crédito en los cantones más afectados de Manabí y Esmeraldas, (Redacción regional Manabí, 2016). 

Análisis comparativo de eventos similares con Japón

El 11 de marzo de 2011 tuvo un tsunami devastador de por lo menos ocho metros de altura que llega a Japón minutos después del temblor y alcanza diez kilómetros tierra adentro. El mundo ha sido testigo de la destrucción, la pérdida de vidas y el temor de una catástrofe nuclear provocada por el gran terremoto del este de Japón. También el mundo ha sido testigo de los valores Resilientes que tienen los japoneses en época de crisis.

En agosto 2012, la Organización Internacional del Trabajo inició un proyecto de cooperación técnica «Difusión de medidas de recuperación centradas en el empleo y el trabajo tras el gran terremoto en el este de Japón», apoyado por el Gobierno de Japón. El proyecto tiene el objetivo de recoger y difundir las lecciones aprendidas y las buenas prácticas relacionadas con las medidas dirigidas al empleo y el trabajo durante el proceso de reconstrucción. Esta información constituirá la base de un informe que será presentado durante una conferencia en 2014.

Este fue el primer proyecto de cooperación puesto en práctica en Japón y, en marzo 2013, en el marco de una reunión del grupo de expertos que participan en el proyecto, siete expertos en representación del Gobierno, las organizaciones de trabajadores y de los empleadores visitaron la ciudad de Kamaishi, para observar cómo se está recuperando uno de los lugares más afectados por el tsunami. Los expertos, provenientes de Bangladesh, Camboya, Filipinas, Indonesia, Malasia y Pakistán, se reunieron con los sobrevivientes de la catástrofe que dirigen pequeñas y medianas empresas.

En períodos de catástrofe, el empleo no es solo una fuente de ingresos sino también de dignidad humana, como diría Keiko Kamioka, Director de la Oficina de la OIT en Japón, quien se unió a la visita sobre el terreno. También consideró que el trabajo ayuda a las personas no solo a recuperar un sustento, también a superar el dolor, la desesperación y aporta esperanza.

Metodología

Por medio de la información bibliográfica, informes de instituciones públicas y privadas, entrevistas a expertos, encuestas aplicadas a 770 entidades en los sectores: comercial, financiero e institucional de los cantones mayormente afectados de la provincia de Manabí. Se procedió a cruzar diferentes variables que ayudaron a interpretar y analizar la situación actual del aspecto resiliente que determinó el nivel de afectación financiera y competitiva para lograr la sostenibilidad empresarial después del 16 A.

Resultados

De acuerdo a las encuestas desarrolladas de manera aleatoria simple a 770 entidades, los resultados obtenidos se manifiestan que existen pérdidas en un 50 % de infraestructura y mercancías en las instituciones financieras, y 79 % del sector comercial en la provincia de Manabí.

Respecto a la información obtenida por los empresarios afectados, se detalló los aspectos que reflejan dificultades para surgir, siendo 5 el mayor rango y 1 el menor rango. En relación a estos datos, se determinó que una de las mayores dificultades (escala 5) fueron: disminución del nivel de ventas (58.6 %), acceso al financiamiento (59.49 %), crédito por parte de proveedores (59.35 %), y disposiciones legales para la reconstrucción o traslados (75.06 %), siendo en muy baja proporción la desmotivación (0.39). Mientras que los aspectos que influyen para resurgir ante la adversidad, como alternativas de apoyo por parte de las entidades públicas y/o privadas o personales, se consideraron: años de gracia para acceso al crédito (70 %), asistencia técnica, administrativa y financiera (58.7 %), motivación y factores intrínsecos (60.5 %) (Ver Tabla 1). Estos datos demuestran el nivel de resiliencia al cual respondieron los empresarios afectados por el evento del 16 de Abril.

Tabla 1. Características y aspectos del nivel de Afectación y apoyos al sector empresarial post-terremoto 

CONCLUSIONES

En el Ecuador las empresas deben adoptar una cultura corporativa de evaluación de resultados, como un proceso formal de frecuencia para analizar los indicadores de impacto que propendan a la sostenibilidad empresarial y planteamiento de estrategias proactivas a largo plazo, siendo el último aspecto de la curva de la resiliencia empresarial, tal como se menciona en el documento.

Los sistemas de incentivos a través de políticas públicas, como la Ley Orgánica de Solidaridad y corresponsabilidad ciudadana para la reconstrucción y reactivación de las zonas afectadas por el terremoto del 16 de Abril de 2016, así también como el apoyo de organizaciones públicas y privadas, contribuyen favorablemente para levantar el ánimo y continuar luchando, a pesar de las dificultades de la catástrofe.

La resiliencia empresarial, de acuerdo a lo mencionado en el análisis bibliográfico, tiene cuatro etapas y hasta el momento lo que se puede investigar, es el nivel de reacción de las personas ante el evento telúrico del 16 de Abril de 2016, dentro de lo cual se evidencia que el 60, 5 % de los comerciantes de las ciudades de Portoviejo y Manta se sienten totalmente motivados para reconstruir la vida comercial de la ciudad, con la visión de que en un futuro y a medida que pase el tiempo y las ciudades puedan reactivarse en el aspecto económico y competitivo.

Sin duda alguna es un verdadero desafío para los empresarios lograr salir adelante, sin embargo, existe la dignidad característica del montuvio manabita: aguerrido, altivo y luchador. E incluso en los medios de comunicación de la localidad, se brindaron espacios sobre los empresarios y personas que habían resurgido y puedan dar sus testimonios de vida. A nivel de la ciudad de Portoviejo el Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Portoviejo (GAD-Portoviejo) utilizó como estrategia y se convirtió en una marca para levantar el autoestima de los manabitas: «Portovejense con alma de acero», «7.8° sacudieron a Portoviejo, 300.000 almas de acero lo levantan».

Discusión

El terremoto en Manabí deja sus mayores secuelas en tres actividades económicas: comercio, turismo y el sector camaronero, mientras que el sector industrial se mantiene sólido. El aspecto competitivo de los bancos y cooperativas permitió que estos generen buenos créditos para los afectados, esta competencia sana entre dichas instituciones aprobó varios meses de gracia y otros han bajado un poco su interés, pero en sí todas las instituciones financieras después del terremoto han aumentado sus créditos, este aumento no existía antes del 16 A por las restricciones generadas por la crisis económica que afecta al país.

Cabe destacar que el casco comercial y financiero de Portoviejo y Tarquí tuvo que ser reubicado a sectores aledaños a la denominada zona cero. En la parte turística muchos empresarios perdieron su sustento hoteles, restaurantes y las deudas con proveedores y con instituciones financieras los han llevado a restructurar la deuda o a generar nuevos créditos para cumplir con sus obligaciones.

La orden del Gobierno Nacional es que las instituciones del sector financiero presten facilidades de financiamiento en nuevos préstamos y restructuración de deudas para reactivar la actividad comercial, turística y económica de la provincia. En la reconstrucción de nuestra provincia el sector financiero juega un papel importante debido a que es por medio de ellos que los sectores afectados encontraran el financiamiento necesario para levantar sus negocios, hogares, pero que acciones deben o están tomando los bancos, según los criterios consultados y en base a la investigación realizada la mejor opción es el aplacamiento de las tasas de interés y de las restricciones para la generación de créditos, la política económica de un país juega un papel importante ya que al exonerar de ciertos pagos a los empresarios la reactivación económica se lograría ya que a su vez incentivaría a invertir en Manabí.

Después de una tragedia de esta magnitud es inminente que la economía se viera quebrantada y se realizarán cambios en muchos aspectos. El estado tomo medidas urgentes para tratar de mitigar más riesgos a futuros o más pérdidas. Después de un golpe tan fuerte el Ecuador y las provincias más afectadas como Manabí y Esmeraldas tratan de recuperarse a la mayor brevedad posible, pero todo toma su tiempo y sobre todo que exista el capital y financiamiento necesario para que esto ocurra.

Para el experto Héctor Sánchez, rector de la Universidad del Cauca, cree que es fundamental para la reconstrucción y desarrollo de las zonas afectadas que el sector bancario haga el apalancamiento necesario para generar la liquidez necesaria para reactivar la economía. Sin el apoyo del sector bancario no habría forma de conseguir los fondos suficientes que la población afectada necesita para empezar de nuevo, además que es una responsabilidad social que el sector bancario impulse las zonas donde hace influencia y genera sus ingresos, materializa sus operaciones y atiende a sus clientes.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Aguirre Gudiño, D. (2011): «Preferencias el uso de productos y servicios financieros que ofrecen las instituciones del Sistema Financiero Regulado ecuatoriano», Trabajo de fin de carrera previo a la obtención del título de ingeniero en Administración en Banca y Finanzas, Universidad Técnica Particular de Loja. [ Links ]

Asamblea Nacional (2016): <Asamblea Nacional (2016): http://www.asamblea.gob.ec/Leyes > [27/8/2016]. [ Links ]

BCE (2016): «Evolución del volumen de crédito y depósitos del sistema financiero nacional», Redacción Actualidad, Banco Central del Ecuador. [ Links ]

Redacción regional Manabí (2016): «Treinta días del peor desastre en suelo manabita», Diario El Telégrafo, 16 de mayo, p. 12. [ Links ]

INEC (2012): «Censo Nacional Económico», Quito<INEC (2012): «Censo Nacional Económico», Quitohttps://www.ecuadorencifras.gob.ec/institucional/home/ > [20/4/2016]. [ Links ]

Medina, C. (2012): «La Resiliencia y su empleo en las organizaciones», Gestión y Estrategia, n.º 41, enero-junio, pp. 29-36. [ Links ]

Smith, A. y A.Graetz (2011): Philosophies of Organizational Change, Edward Elgar, Reino Unido. [ Links ]

Recibido: 22 de Marzo de 2019; Aprobado: 30 de Abril de 2019

*Autor para la correspondencia: nancyrosillo@hotmail.com

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons