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Universidad de La Habana

On-line version ISSN 0253-9276

UH  no.285 La Habana Jan.-June 2018

 

ARTÍCULO ORIGINAL

 

En torno al corpus, la atenuación y los marcadores en la conversación coloquial habanera

 

About Corpus, Attenuation, and Discourse Markers in Colloquial Speech of Havana

 

 

Yohana Beatriz Martínez Abreu

Facultad de Artesy Letras, Universidad de La Habana, Cuba.

 

 


RESUMEN

La conformación de una imagen del cubano pasa, ineludiblemente, por una caracterización lingüística que supere los moldes de la gramática escrita. El estudio del español coloquial en Cuba tiene un corpus representativo (Habana, Español Coloquial, Hab.Es.Co) que permite una sistematización continua y el análisis de diversos fenómenos lingüísticos sincrónicamente que tienen carácter panhispánico en la actualidad. En consonancia con esta modalidad investigativa se privilegian temas de investigación como la atenuación en tanto fenómeno discursivo y pragmático, los marcadores discursivos, la (des)cortesía verbal, entre otros que, al poseer como base común la conversación coloquial, permiten la comparación entre diferentes áreas lingüísticas.

PALABRAS CLAVE: Español coloquial, marcadores discursivos, "bueno", pragmática.


ABSTRACT

To build an image of Cubans, their linguistic characterization that goes beyond written grammar rules is inevitable. The study of colloquial Spanish in Cuba has a representative corpus (Habana Español Colloquial, Hab.Es.Co.) which allows several linguistic phenomena of a currently Pan-Hispanic nature to be continuously systematized and synchronically analyzed. In accordance with this type of research, such research topics as attenuation as a pragmatic and discursive phenomenon, discourse markers, verbal (im)politeness, and so on, have been preferably dealt with, because all of them are based on colloquial conversation, which allows different linguistic areas to be compared.

KEYWORDS: Colloquial Spanish, Discourse Markers, "Bueno" (well/good), Pragmatics.


 

 

Sobre el corpus del español coloquial

Eres mío, porque te tengo en la
contextura interna de una conversación
G. DILTHEY

La elaboración del corpus de conversaciones coloquiales en La Habana se inició tras la visita en 2012 del catedrático valenciano Antonio Briz. En esa fecha comenzaron a pensarse las estrategias para que un grupo de investigación lingüística pusiera su atención en la oralidad, específicamente, en la conversación espontánea, perfil prácticamente inexplorado en la historia de lingüística en Cuba. Así surge "Habana, Español Coloquial" (Hab.Es.Co), dirigido por Ana María González Mafud e integrado por Marialys Perdomo Carmona, Yohana Beatriz Martínez Abreu, Amanda García Roche y Claudia Rodríguez Martínez, con colaboraciones de los estudiantes de Letras, Periodismo y Ciencias de la Información que cursan las asignaturas Práctica preprofesional, Gramática española y Lingüística actual. Este proyecto, a su vez, integra el corpus del español coloquial de América (AMERESCO), coordinado por el propio Briz (Briz, 1998; Briz y grupo Val.Es.Co, 2002).

Es indiscutible la pertinencia del tema de investigación, entre otras, por las siguientes razones:

  • El estudio en Cuba posee gran novedad, ya que no existe ninguna muestra cubana a la vez coloquial, conversacional y espontánea.
  • Trasciende las fronteras gramaticales tradicionales favorecedoras del examen de textos escritos en detrimento de los orales, del habla, realización más inmediata de la comunicación.
  • Por el uso de nuevas tecnologías que también se traduce en un verdadero reto.
  • Es un tema interdisciplinario que dialoga con otras ciencias como la sociología, la psicología y con otras especialidades dentro de los estudios sobre el lenguaje: análisis del discurso, pragmalingüística, sociolingüística, enseñanza del español como lengua extranjera, lingüística del corpus, etnografía del habla, etc.
  • Permite estudios contrastivos con otras ciudades y países vinculados con AMERESCO y con el proyecto "La atenuación pragmática en el español hablado: su variación diafásica y diatópica (Es.Var.Atenuación)" como Valencia, Buenos Aires, Estocolmo, México, Chile, Brasil y Portugal.

En torno a oralidad, habla, (des-)cortesía verbal, son cuantiosos los antecedentes del estudio del español coloquial de La Habana -piénsese en los corpus orales en español ya existentes, incluso de carácter panhispánico-; sin embargo, lo novedoso de la investigación es innegable: no hallamos testimonios de un corpus de conversaciones coloquiales y espontáneas en Cuba. La mayoría de los textos consultados, útiles en sí mismos, proyectan la base de los análisis sobre los textos escritos, literarios, o sobre repertorios léxicos que, fuera de contexto, pierden la esencia de lo conversacional.

Algunos corpus orales en español, donde se pueden hallar rasgos coloquializadores, pero que no constituyen estrictamente fuentes coloquiales, son:

  • Proyecto de la norma lingüística culta hispánica Juan M. Lope Blanch.
  • Carácter panhispánico.
  • Coordinadores: Alba Valencia Espinoza, Elizabeth Luna Traill y José Antonio Samper Padilla.
  • Participan las ciudades de México, Santiago de Chile, Caracas, La Habana, Bogotá, Buenos Aires, Lima, San Juan, La Paz, Madrid, Sevilla, entre otras.
  • Tipos de materiales: diálogo dirigido entre informantes e investigadores, principalmente.(1)
  • Proyecto de estudio sociolingüístico del español de España y América (PRESEEA).
    Carácter panhispánico.
  • Coordinador: Francisco Moreno Fernández.
  • Registro: diverso, según las variables sociolingüísticas edad, sexo, nivel sociocultural y modo de vida.
  • Participan las ciudades de San Juan (coordinado por Humberto López Morales), Palmas de Gran Canaria (José Antonio Samper Padilla), Málaga (Juan Villena Ponsoda), México (Yolanda Lastra y Pedro Martín Butragueño), Alcalá de Henares y Madrid (Seminario de Sociolingüística y Geolingüística), Valencia (José R. Gómez Molina) y La Habana (Ana María González Mafud y Marisela Pérez Rodríguez), entre otras.
  • Tipos de materiales: entrevistas semidirigidas, <http://preseea.cervantes1.org>.
  • Corpus de Referencia del Español Actual (CREA).
  • Tiene carácter panhispánico, iniciado en 1997.
  • Coordinador: Guillermo Rojo.
  • Registro: 90 % de escritura y 10 % oralidad, <http://corpus.rae.es/creanet.html>.(2)
  • Español Coloquial de Santiago de Cuba (ECSACU).
  • Coordinador: Centro de Lingüística Aplicada.
  • Registro: 25 horas de grabaciones digitales, y sus correspondientes transcripciones, de conversaciones semidirigidas con personas de instrucción universitaria.

 

Entre los artículos cubanos y/o sobre Cuba -semejante inventario continúa abierto-, que de algún modo se acercan a las nociones de habla y coloquialidad, aparecen:

1. PAZ PÉREZ, C. (1988): Delo popular y lo vulgar en el habla cubana, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana. Max Figueroa Esteva (pról.).

2. MARTÍNEZ HERNÁNDEZ, C. (2011): ""Lo que pasa es que..." en el habla coloquial habanera", Anuario L/L, en Anuario antológico, Instituto de Literatura y Lingüística, La Habana, pp. 241-253.

3. CÁRDENAS, G. y PÉREZ GONZÁLEZ, G. (1986): "Algunas hipérboles en el habla coloquial cubana", Anuario L/L, Instituto de Literatura y Lingüística, La Habana, pp. 5-25.

4. MONTERO BERNAL, L. E. (2011): "Cláusulas relativas con anáfora en el habla coloquial habanera", Anuario L/L, en Anuario antológico, Instituto de Literatura y Lingüística, La Habana, pp. 218-227.

5. PERL, M. (1985): "El fenómeno de descriollización del habla "bozal" y el lenguaje coloquial de la variante cubana del español", Anuario de Lingüística Hispánica, Valladolid, pp. 191-201.

6. GEORGICARPI, O. (1983): "Algunas sustituciones y omisiones más frecuentes en las relaciones de subordinación del habla culta coloquial espirituana", Islas, no. 74, Santa Clara, pp. 201-234.

7. VALDÉS BERNAL, S. (1986): La evolución de los indoamericanismos en el español hablado en Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.

8. PÉREZ JOA, Y. (2013): "Algunas consideraciones sobre los remanentes léxicos africanos en el español coloquial de Santiago de Cuba", Actualizaciones en Comunicación Social, t. I, Centro de Lingüística Aplicada, Santiago de Cuba, pp. 317-320.

Ante la novedad que supuso establecer dicho corpus, y teniendo en cuenta los antecedentes sobre el tema, se impuso una pregunta ambiciosa: ¿qué es el español coloquial? La respuesta supone un camino que aún se está recorriendo y que escapa a una definición tradicional, por tanto, he decidido, seguir los postulados de Briz y el grupo del español coloquial de Valencia (Val.Es.Co), garantizar la representatividad de la muestra y del corpus desde el reconocimiento de los rasgos que identifican y caracterizan al español coloquial.

En la mayoría de la bibliografía consultada se tiene como punto de partida la definición de español coloquial que en 1929 propusiera Werner Beinhauer (1991) (la primera traducción al español es de 1964): "el habla tal como brota, natural y espontáneamente en la conversación diaria, a diferencia de las manifestaciones lingüísticas conscientemente formuladas, y por tanto más cerebrales, de oradores, predicadores, abogados, conferenciantes, etc., o las artísticamente moldeadas y engalanadas de escritores, periodistas o poetas" (p. 9).

Si bien hay que destacar la pertinencia de los vocablos "habla", "espontánea" y "conversación", pueden surgir interrogantes y contradicciones, aun reconociendo inicialmente la diferencia entre las "hablas": ¿acaso los oradores, predicadores, abogados, conferenciantes, escritores, periodistas y poetas no hacen uso del español coloquial? ¿Qué sucederá cuando un jurista y un carpintero disertan sobre el clima o el deporte? ¿Cómo clasificaríamos entonces los diálogos de Platón? ¿Cómo registraríamos en la historia de la literatura cubana la poesía coloquial del siglo xx? ¿Cómo se analizarían los poemas de Charles Bukowski próximos al realismo sucio? ¿Qué haríamos si desaparecieran los diálogos de las novelas o las cartas familiares?

En principio, es necesario oponer "conversacional" a "coloquial", aunque en determinados contextos puedan ser sinónimos absolutos. Una conversación no es obligatoriamente coloquial, ni lo coloquial se vislumbra solo en una conversación. El objetivo de Hab.Es.Co y de AMERESCO es el análisis de la conversación coloquial, definida por los siguientes rasgos generales: el carácter cotidiano (campo), el oral y espontáneo (modo), interactivo (tenor) e informal (tono). Mientras que algunos rasgos específicos señalados por Payrató (1995) son:

1. complementación del canal verbal con códigos paralingüísticos;
2. escaso control o conciencia de la producción lingüística;
3. aplicación de múltiples recursos entonativos;
4. vocabulario específico;
5. estructura gramatical específica;
6. abundante presencia de regularizaciones, simplificaciones y analogías gramaticales;
7. grado muy elevado de redundancia;
8. alta frecuencia de marcadores discursivos interactivos;
9. alta frecuencia de recursos expresivos.

Estas y otras características no tendrían ningún valor si no se analizaran según las variables sociolingüísticas (sexo: masculino / femenino; edad: ? 25; 26-55, > 55; nivel de instrucción: bajo -6.º grado-, medio -12.º grado-, alto -universitario-) que, a pesar de no decidir cuándo se trata de español coloquial, resultan acertadas para obtener una muestra equilibrada y homogénea, partiendo del siguiente principio: el habla coloquial no es propiedad de ninguna clase social -si bien el nivel sociocultural puede influir en el mayor o menor dominio de los registros de habla.

El grupo Val.Es.Co (1995; 2002) ha señalado cuatro rasgos coloquializadores que se consideran los idóneos para hacer más imparcial el reconocimiento de lo coloquial prototípico -se cumplen los cuatro rasgos- y de lo coloquial periférico -falla algún rasgo-, opciones que aparecen en la ficha técnica (elemento inseparable de cada grabación) (anexo 1):

1. relación de igualdadentre los interlocutores;
2. relación vivencial de proximidadentre los participantes;
3. marco de interacción familiarque favorezca la relación de los participantes con la situación comunicativa;
4. temática no especializada, el contenido enunciativo lo constituyen temas al alcance de cualquier individuo.

Con esta aproximación el recorrido teórico-conceptual se enriquece sucesivamente. Se establece un marco de análisis sistemático y continuado con un orden lógico pensado a partir de siete etapas de trabajo no excluyentes entre sí:

1. consulta bibliográfica
2. diseño de la muestra
3. grabaciones (y fichas técnicas)(3)
4. digitalización
5. transcripción(4)
6. análisis sociolingüístico de un tema determinado
7. conclusiones

En este momento (marzo de 2017) el equipo de investigación Hab.Es.Co cuenta con 32 grabaciones. De estas, 26 tienen transcripciones generales que se están adaptando a la clasificación de transcripción ancha y estrecha, necesaria para la unificación requerida por AMERESCO para los análisis contrastivos entre los diferentes corpus. La calidad del audio de las 26 grabaciones varía: 15 buenas, 4 regulares y 7 malas. El tiempo total de estas es de 359 minutos con 57 segundos.Entre los participantes figuran un total de 70 mujeres y 25 hombres, distribuidos de la siguiente forma:


Entre los resultados obtenidos por el grupo de investigación hay que destacar los trabajos de diploma defendidos en 2016 con excelentes calificaciones: "Análisis del comportamiento de los marcadores discursivos conversacionales en una muestra de español coloquial de La Habana", de Amanda de la Caridad García Roche y "Análisis de las fórmulas rutinarias en una muestra del español coloquial de La Habana", de Claudia Rodríguez Martínez. Asimismo, se han realizado diversas participaciones en eventos como en Diálogo de Saberes IV, del Seminario Internacional "Enseñanza de la lengua española: gramática, escritura y oralidad. Los diccionarios", organizado por la Academia Cubana de la Lengua (La Habana, enero de 2017), en el Congreso Internacional de Latin American StudiesAssociation (LASA) (New York, mayo de 2016); en el VII Coloquio Internacional del Programa EDICE, Estudios sobre el discurso de la cortesía en español (Pasadena, marzo-abril de 2016); en el Congreso Internacional de Lingüística (2013 y 2015) convocado por el Instituto de Literatura y Lingüística de La Habana; el IV Coloquio Internacional de Marcadores Discursivos (Heidelberg, mayo de 2015) y Cuba Trasatlántica (La Habana, junio de 2013); entre otros.

Algunos de los problemas (limitaciones) ya detectados, generales y recurrentes, a considerar, y de los que aún no se tiene una solución, son: en primer lugar, el uso de "malas palabras", palabrotas, palabras malsonantes, altisonantes u obscenas, groserías, improperios, disparates, tacos (en España) -o como se prefiera denominarlas- y su visión y análisis desde las convenciones culturales y geográficas, desde lo normativo y lo prescriptivo, desde la etnografía y la sociolingüística. Al respecto hay que considerar varios elementos: la noción de tabú vinculada al sexo, partes del cuerpo, escatología (en su acepción no teológica), raza, apariencia física, etc.; los insultos e interjecciones (dolor, desprecio, enojo); así como el tratamiento del prestigio, el estigma y la tolerancia lingüística. Estos fenómenos aparecen en todas las grabaciones que ya tenemos, pero, cuando se publique el corpus, ¿cuántos receptores confundirán la descripción con el prestigio, cuántos lectores verán validado el único registro que dominan y por tanto no se interesarán por aprehender otra forma de comunicación?

En segundo lugar, dado el carácter secreto y veloz de las grabaciones, es inevitable que falten datos para completar la información de las fichas técnicas, imprescindibles para el análisis sociolingüístico de la muestra. A diferencia de PRESEEA, será inevitable inferir los datos o no tenerlos. ¿Estará dicha ausencia justificada cuando el material lingüístico coloquial sea muy ilustrador o habrá que sacrificar determinada grabación por su ficha incompleta?

Sobre atenuación y marcadores

¿Dónde nos ubicamos nosotros en ese eco siniestro
en­tre lo que puede ser descripto como la atenuación de la identidad
y sus simulacros?
HOMMI K. BHABBA

Rebajamiento, mitigación, downgrading... son algunos sinónimos de atenuación con los que también se ha estudiado esta estrategia lingüística tan extendida. Más allá de atenuar, mitigar, debilitar, moderar y suavizar, la atenuación tiene como función central la cortesía verbal, pero ni es la única, ni -error muy frecuente- cortesía y atenuación son equivalentes. Si bien existen diferencias de matices, debe resaltarse, que tanto la atenuación como la cortesía verbal son universales:


En sentido general, Cuba se incluiría dentro de las culturas de mayor acercamiento, pero con un gran uso de la atenuación cortés. Entre las funciones que cumple la atenuación destacan: restar relevancia a un tema delicado y comprometedor, lograr que el oyente conceda "algo" al hablante, reducir la envergadura real de una mala noticia (Briz, 2003). Ninguna de estas pudiese codificarse, decodificarse o estudiarse fuera de contexto, sea general o particular, pues la atenuación ante todo es una categoría pragmática "en tanto mecanismo estratégico y táctico (por tanto, intencional), que tiene que ver con la efectividad y la eficacia del discurso, con el logro de los fines en la interacción, además de tratarse de una función solo determi-
nable contextualmente" (Briz y Albelda, 2013, p. 292). También se reconocen tres funciones atenuadoras resumidas en la tríada: autoprotección, prevención y reparación.

En torno a la atenuación subyace una aparente contradicción de lejanía/cercanía que se anula en dos sentidos: al precisar que el primer término de la oposición es solo respecto al mensaje; mientras que la cercanía se establece en la relación con el otro, es decir, el interlocutor. Segundo, lejanía desde el punto de vista lingüístico y cercanía desde el social.

Para lograr una comunicación eficaz en la mayoría de las circunstancias usamos, a veces "inconscientemente", la atenuación. De ahí la validez de las investigaciones, más aún si se tiene en cuenta que la atenuación resulta figura retórica en literatura, también denominada lítote (del griego ???????),(5) es decir, que excede el campo de la Pragmalingüística, para llegar, incluso, a la Semiótica.(6) Además, la atenuación se ha adjudicado un espacio particular entre las categorías y funciones pragmáticas que integran, junto a la conexión, la formulación, la modalidad y la intensificación, contenidos de asignaturas de planes de estudio tanto de pregrado como de postgrado. Y precisamente por ser tan extendida, socorrida e interdisciplinaria, la atenuación se vuelve en extremo compleja, no solo al interpretarla, sino en el intento de sistematizarla. Como se puede observar en la figura 1, son muchos los conceptos que se conectan en los análisis de atenuación.

Entre los antecedentes recientes del estudio de la atenuación figuran Fraser (1999), Pons (2003), Briz (2006, 2011), Fant (2007). En Cuba, el examen de la atenuación en la conversación coloquial es prácticamente nulo, excepto por algunas referencias, en artículos principalmente, lo que también otorga al tema novedad y originalidad. La Nueva gramática de la lengua española. Manual (NGLE) (2010) dedica un apartado exclusivamente a la atenuación. Este hecho que demuestra el alcance y la consolidación de la pragmática en la actualidad,(7) los que han surgido, en este caso, de la mezcla de preocupación con fascinación por las teorías pragmáticas -no necesariamente excluyentes- sobre la comunicación humana, de las que no se pueden dejar de mencionar:

  • Teoría de los actos de habla (Austin; Searle)
  • Teoría de la argumentación en la lengua (Anscombre; Ducrot)
  • El principio de cooperación y las máximas conversacionales (Grice)
  • Teoría de la relevancia o de la pertinencia (Sperber; Wilson)
  • Teoría de la cortesía o imagen pública (Lakokk; Brown; Levinson)

Dentro de la primera parte de la NGLE. Manual dedicada a la Morfología, en la sección 2 "Los sufijos diminutivos", perteneciente al capítulo 9 "La derivación apreciativa", epígrafe 3b se centra en la atenuación:

Se ha llamado atenuador o rebajador al uso del diminutivo en los contextos en los que aminora la importancia de alguna persona o cosa, como en el clásico Leoncitos a mí (Cervantes, Quijote II). La atenuación deriva en menosprecio en los ejemplos siguientes:

Nunca lamentó haberlo ayudado cuando era solo un abogadito tramposo (Mastretta, Vida); [...] El mediquito de las barbas negras las iba a pasar moradas si pretendía medirse con ella (Luca Tena, Renglones).

Asimismo, la atenuación puede servir para rebajar el efecto de palabras que se perciben como incómodas o inconvenientes (braguitas, colita, culito) o para disminuir el grado de la cualidad denotada por ciertos adjetivos: rojito 'un poco rojo', modosita 'algo modosa', guapita 'guapa con alguna reserva' (RAE-ASALE, 2010, pp. 168-169).(8)

Como puede advertirse la atenuación es un fenómeno que se manifiesta por excelencia en los niveles lingüísticos morfológico y lexical; pero también en el sintáctico, por ejemplo, en las oraciones subordinadas condicionales, tan caras al discurso periodístico, y para negar con perífrasis verbales perfectivas de infinitivo. Por tanto, diversos recursos lingüísticos verbales otorgan atenuación. Tales modelos fueron recogidos en una ficha de análisis propuesta por Briz y Albelda (2013), quienes formulan veintidós tácticas atenuantes, de las cuales, dos son las más generales y abarcadoras: la despersonalización u ocultación y la relativización (tabla 4).(9)

Generalmente se piensa que la atenuación es más frecuente en una situación formal que en una informal. Si bien hay estadísticas que justifican tal aseveración, no se trata de un absoluto, pues en un diálogo formal puede surgir espontáneamente la estrategia atenuante; mientras que en la informalidad, en dependencia de la situación comunicativa, se tiende a atenuar. Así también, a partir de la diferencia entre oralidad y escritura, los textos argumentativos tendrán mayores recursos atenuantes que los narrativos o descriptivos.

Por otra parte, tiende a atenuarse más en el lenguaje escrito que en el oral debido a la menor inmediatez (en este caso también espacio-temporal), que cuando se habla. Además, en lo oral se pueden reparar los daños (verba volant), en lo escrito difícilmente (scriptamanent). En cualquier caso, parece (y es una impresión) que las palabras suenan más duras en lo escrito que en lo oral y de ahí que entendamos que se puede poner normalmente más celo en el uso de la estrategia atenuadora al escribir que al hablar, incluso, con amigos y conocidos. La comunicación electrónica invita a la reflexión sobre estos temas. En cualquier caso, para referirse a la atenuación, irremediablemente hay que hablar de atenuante (lo que atenúa), de atenuado (lo que se atenúa) y de segmento desencadenante (lo que concede la atenuación en estrecha relación con el contexto).

Briz (1998) distingue tres categorías diferentes entre sí que responden a distintos elementos del proceso comunicativo: intensificadores (prioriza al hablante), atenuantes (prioriza al oyente) y conectores (prioriza la relación entre los enunciados). Pero, sin dudas, estos se pueden relacionar, tal es el caso del diálogo entre atenuación y marcadores discursivos.

Entre las múltiples funciones de "bueno" -que dotan a este marcador de una gran complejidad, hecho que a su vez lo convierte en un desafío en el área de la Pragmalingüística- destaca la atenuación.(10) Tal carácter polifuncional había sido señalado por B. Weinhauer hace ochenta y seis años. El valor atenuante de "bueno" es también objeto de polémicas, por ejemplo, entre C. Fuentes y el propio Briz. Pero "la realidad es más rica" y la cantidad de ejemplos en la muestra cubana con "bueno" atenuante supera las más completas clasificaciones. En una sola conversación de 18 minutos se detecta 43 veces, lo que equivale al 69 % si se tiene en cuenta como total la cantidad de marcadores que señala el DPDE como partículas semejantes ("vamos" 0, "bien" 1, "vaya" 0, "vale" 0, "ya" 1 y "claro" 13).

Su valor atenuante está presente de forma explícita 18 veces (41,8 %), de manera contextual 8 (18,6 %) y como muletilla-comodín 17 (39,53 %). En cuanto al lugar de aparición se detectó 27 veces (62,7 %) en posición inicial, 14 veces (32,5 %) en intermedia y en final, ninguna.

Específicamente sobre "bueno" versa el apartado 30.9.1b "Conectores discursivos adverbiales" de la NGLE. Manual (2010) donde se clasifica como interjección, pero no se diserta en torno a su alcance como atenuante. Una aproximación al problema terminológico excede los límites de esta investigación, pero es necesario señalar que identificar "bueno", "claro", "por fin" como interjecciones ha sido una tendencia (Alarcos, 1994; Carreter, 1997; Portolés, 1998). Precisamente, este último autor aseguró que: "La categoría gramatical de interjección es una de las más discutidas y peor estudiadas" (Portolés, 1998, p. 66).Sin embargo, volviendo a la NGLE. Manual, llama poderosamente la atención que en la clasificación de los conectores discursivos, que presenta doce categorías, no aparezca inventariado "bueno". Como grupos sintácticos de la interjección aparece la duplicación que igualmente no modifica ni determina, por ejemplo: "¡bueno, bueno!". Sea interjección, sea adverbio, lo que resulta evidente es la conexión que fluye entre sendas categorías y que la NGLE. Manual (RAE-ASALE, 2010) intenta presentar de forma salomónica:

1.4.2d Las conjunciones, los adverbios, etc. constituyen una CLASE SINTÁCTICA de palabras, mientras que los conectores pertenecen más propiamente a una CLASE DISCURSIVA, que puede estar formada por adverbios, preposiciones, conjunciones o por segmentos más complejos (p. 12).

30.9.1b Muchos conectores discursivos eran analizados como conjunciones en la tradición gramatical. Se mezclaban o se confundían de esta forma los elementos de un paradigma sintáctico (conjunción, adverbio, etc.) con unidades establecidas a partir de criterios discursivos o textuales [...]. Por otra parte, mientras que las conjunciones pueden determinar las propiedades formales de las oraciones que introducen, como el modo o el tiempo verbal, los conectores discursivos no suelen poseer esa capacidad (pp. 595-596).

Obviamente dicha conexión es cuestionada por la lexicografía. En el Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española (Seco, 2001), se encuentra una de las frases más repetidas por los profesores de los diferentes niveles de enseñanza sobre "bueno": "En la lengua hablada es frecuente como palabra de relleno, sin significado alguno; conviene evitar el abuso de esta muletilla" (p. 85).
En conclusión, se ha comprobado que el aspecto sociocultural influye en la decodificación de "bueno" como atenuante en Cuba, país que consideramos pertenece a lo que Briz denomina cultura de acercamiento pero donde sí se atenúa constantemente. Desde luego, en algunos contextos la atenuación no corresponde con un acto de cortesía verbal pura, pues median otros intereses. "Bueno" es uno de los marcadores discursivos más extendidos en el habla coloquial habanera. Su función atenuadora modalizadora es muy frecuente, sobre todo, en posición inicial. Si bien no siempre es evidente en una primera aproximación a las grabaciones recopiladas, muchas veces subyace como un matiz que connota al fragmento desde la perspectiva atenuante.

En el corpus del español coloquial aparecen más marcadores discursivos conversacionales atenuantes que en PRESEEA y que en las muestras de la norma culta, esto se debe a la importancia del contexto conversacional, espontáneo, de proximidad, donde prima la imagen de afiliación de los interlocutores.

La importancia de un proyecto como el estudio del español coloquial de Cuba es tan incuestionable que solo pensar en la cantidad de líneas investigativas que abre puede resultar abrumador, mas todo ello supone necesidades. Urge hacer una investigación lo más completa posible al respecto, porque los resultados serán, sin dudas, empleados por más de un especialista. Si se fabula sobre el tema y se aventuran finales felices, las repercusiones de un estudio de lo coloquial cubano, incidirá sobre la enseñanza del español en los diferentes niveles educativos y como lengua extranjera, sobre las traducciones, los estudios médicos de las patologías relacionadas con el lenguaje, la psicolingüística, los medios masivos de comunicación, la sociolingüística, los estudios culturales, de identidad y etnográficos, entre otros.

Anexo I. Ficha técnica

a. Investigador:

  • Formas de contactar:
  • Clave de la conversación:
    b. Datos identificadores de la grabación
  • Fecha de la grabación:
  • Tiempo de la grabación:
  • Lugar de grabación (zona, calle, distrito, mercado, parque, hospital, etc.):
    c. Situación comunicativa:
  • Tema o materia:
  • Propósito o tenor funcional predominante:
  • Interpersonal
  • Transaccional
  • Tono:
  • Informal
  • Formal
  • Modo o canal:
    d. Tipo de discurso registrado:
    e. Técnica de grabación:
  • Conversación libre
  • Observador participante:
  • Observador no participante:
  • Grabación secreta:
  • Grabación ordinaria:
  • Conversación semidirigida (grabación ordinaria):
    f. Descripción de los participantes
  • Número de participantes:
  • Clave:
  • Activos:
  • Pasivos:
  • Tipo de relación que los une:
  • Sexo:
  • Edad:
  • ? 25
  • 26-55
  • > 55
  • Nivel de estudios
  • Analfabetos:
  • Primarios:
  • Secundarios:
  • Medios:
  • Superiores:
    Profesión:
  • Residencia o domicilio habitual:
  • Nivel sociocultural
  • Alto:
  • Medio:
  • Bajo:
    g. Grado de prototipicidad coloquial
  • Coloquial prototípico:
  • Coloquial periférico:
    h. Notas de campo


Anexo II. Signos de transcripción

 


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ALARCOS LLORACH, E. (1994): Gramática de la lengua española, Espasa Calpe, Madrid.

ALBELDA, M. (2007): Laintensificación como categoría pragmática: revisión y propuesta, Peter Lang, Franfurkt.

BEINHAUER, W. (1991): El español coloquial, Gredos, Madrid.

BOURDIEU, P. y PASSERON, J. C. (1998): La reproducción. Elementos para una teoría del sistema de enseñanza, Editorial Lain, México D. F.

BRIZ, A. (1995): "La atenuación en la conversación coloquial. Una categoría pragmática", en L. Cortés (ed.), El español coloquial. Actas del I Simposio sobre análisis del discurso oral, Universidad de Almería, pp. 103-122.

BRIZ, A. (1996): El español coloquial: situación y uso, Arco Libros, Madrid.

BRIZ, A. (1998): El español coloquial en la conversación. Esbozo de pragmagramática, Ariel, Barcelona.

BRIZ, A. (2002a): "La atenuación en una conversación polémica", en J. L. Blas, M. Casanova, S. Fortuño y M. Porcar (eds.), Estudios sobre lengua y sociedad, Universidad Jaime I de Castellón, pp. 87-104.

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RECIBIDO: 26/3/2017
ACEPTADO: 7/5/2017

 

YohanaBeatriz Martínez Abreu. Facultadde Artesy Letras, Universidad de La Habana, Cuba. Correo Electrónico: yohana@fayl.uh.cu

 

Notas Aclaratorias
1. Tras varios años de labor, en 2010, fueron publicados por la Editorial UH los volúmenes: Muestras del habla culta de La Habana, de Ana María González Mafud (dirección del proyecto y diseño de las muestras), Marisela Pérez Rodríguez, Marialys Perdomo Carmona y GretelGutiérrez Fuente; y Léxico del habla culta de La Habana, del Departamento de Estudios Lingüísticos y Literarios de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. Ya se han dedicado trabajos de cursos, tesis de licenciatura y de maestría al estudio de estas muestras.

2. Posee un volumen de aproximadamente 18 millones de palabras de lengua hablada.

3. Cada grabación se ha de entregar con su correspondiente ficha técnica digital que posibilitará la recogida de información sociolingüística y con una autorización para emplearla con fines investigativos en lingüística que garantiza la eticidad de nuestro estudio. El número de interlocutores en cada grabación oscila entre un mínimo de dos y un máximo aconsejable de cuatro. La duración deberá estar entre 10 y 60 minutos.

4. En el presente la investigación se encuentra en este punto, aunque la muestra se reconfigura constantemente (anexo 2).

5. "Las lítotes estilísticas [...] constituyen claros testimonios del arte de esconder el arte, manera suprema de sugerir, por los comedimientos aportados a la tentación del virtuosismo oral, la excelencia virtual de su manera hablar" (Bourdieu y Passeron, 1998,
p. 57).

6. Sobre la lítote en Semiótica recomendamos se consulte una explicación detallada en Eco (1986).

7. Dos derivaciones de la Pragmática afín a los intereses de Hab.Es.Co y de Es.Por.Atenuación es la Pragmática interaccional y Pragmática conversacional (Paul Grice, 1975) que establece cuatro máximas que deberían caracterizar siempre la comunicación cooperativa: 1) de calidad, 2) de cantidad o coherencia, 3) de modo y 4) de relevancia o pertinencia.

8. El resaltado en las citas es parte del texto original(N del E.).

9. La relación de las tácticas y recursos atenuadores se hace eco de la magistral síntesis ejemplificada que sobre este particular hicieran Briz y Albelda (2013).

10. Existen estudios realizados por la profesora de la Universidad de La Habana Marialys Perdomo, quien se ha aproximado a este y otros marcadores conversacionales en el corpus PRESEEA y en el Proyecto de la Norma Lingüística Culta Hispánica Juan M. Lope Blanch.

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