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INTRODUCCIÓN
La educación superior, por sus peculiaridades, requiere de una mirada especial, pues en este nivel no solo se transmiten conocimientos actualizados de la ciencia y la técnica, sino que, además, se forman cualidades, hábitos, habilidades y competencias que incidirán en el logro de profesionales cada vez más capaces, con una formación sólida que les permita dar solución a los problemas más apremiantes de la sociedad, en general, y de su territorio, en particular. En tal sentido, los profesores que laboran en instituciones del nivel superior deben constantemente buscar nuevas vías que les permitan el logro de estos elementos en sus estudiantes con la aplicación de nuevas tecnologías que les concedan estar al nivel de su tiempo en la era de la informatización.
La didáctica de la educación superior es un tema muy socorrido. Se refiere a la selección y empleo de métodos y técnicas para la enseñanza-aprendizaje. Aunque en la teoría se conocen muchos, generalmente se continúan aplicando los tradicionales (explicativo-ilustrativo, expositivo) y, en menor medida, la búsqueda parcial o heurística y el problémico. Los primeros requieren de menos esfuerzo por parte del docente y apuntan a la monotonía, la rutina y la comodidad. De ahí la necesidad de estudiar otras clasificaciones de métodos de enseñanza propias del nivel superior que permitan la actualización de los docentes y estimulen su creatividad en busca de alternativas para su aplicación, atendiendo a las particularidades del sistema educativo cubano, las características propias de los territorios donde están situadas las instituciones de educación superior y las particularidades de las carreras, disciplinas y unidades de estudio, en particular.
Existen criterios desfavorables que apuntan a que por el nivel de madurez de los estudiantes pueden aprender por sí solos sin necesitar la ayuda de un profesor, de algún compañero, amigo o familiar que les permitan acelerar su ritmo o, al menos, los orienten hacia dónde dirigir sus pasos. Hay, además, resistencia al cambio y muchos pretenden seguir enseñando en el siglo xxi como lo hacían a principio del xx. Es por ello que la selección de métodos de enseñanza-aprendizaje que permitan la atención a todos y a cada uno en particular se torna compleja en un mundo donde se aboga por una enseña universitaria cada vez más independiente.
Defender el uso de métodos novedosos de enseñanza-aprendizaje y de evaluación es una alternativa que permite al estudiante, desde la información que recibe del profesor, realizar acciones diferentes en dependencia de las características individuales que distingan a ambos y propiciará evaluar con más objetividad el rendimiento y logros que en el orden educativo va alcanzando el futuro profesional. Teniendo en cuenta estas ideas se precisa como objetivo intercambiar sobre la importancia de una adecuada selección de métodos de enseñanza en la educación superior a partir de clasificaciones contemporáneas que garanticen el dinamismo del proceso formativo de los profesionales.
DESARROLLO
Etimológicamente la palabra «método» proviene del griego métodos, que significa camino, vía, medio para llegar al fin, de ahí que tradicionalmente al referirse al método de enseñanza-aprendizaje se alude al medio que utiliza la didáctica para su orientación. Se define como un sistema de reglas que sirven para alcanzar un objetivo determinado y que persigue, también, los mejores resultados. En otras palabras, es la ordenación de los recursos, técnicas y procedimientos con el propósito de dirigir el aprendizaje del alumno (Ecured, 2011).
Existen disímiles maneras de referirse a los métodos de enseñanza, como métodos de enseñanza-aprendizaje, métodos pedagógicos, métodos didácticos, etcétera. En ocasiones se establecen diferencias o indistintamente designan la vía, el camino o sistema de acciones utilizadas por el profesor para transmitir conocimientos haciendo uso del contenido para que los estudiantes puedan alcanzar el objetivo. Constituyen el elemento más dinámico de este proceso que concreta la relación de los sujetos con cada eslabón por el que transita.
Ramírez (2013) define como «método didáctico» a:
la organización racional y práctica de los recursos y procedimientos del profesor, con el propósito de dirigir el aprendizaje de los alumnos hacia los resultados previstos y deseados. Su propósito es hacer que los alumnos aprendan la asignatura de la mejor manera posible, al nivel de su capacidad actual, dentro de las condiciones reales en que la enseñanza se desarrolla, aprovechando inteligentemente el tiempo, las circunstancias y las posibilidades materiales y culturales que se presentan en el lugar. (p. 1)
Se coincide con el análisis realizado por Navarro y Samón (2017) en que en casi todas las definiciones no queda, al menos explícito, el doble carácter (enseñanza-aprendizaje) de los denominados métodos de enseñanza. Estos especialistas plantean que «el método de enseñanza es la secuencia de acciones, actividades u operaciones del que enseña que expresan la naturaleza de las formas académicas de organización del proceso para el logro de los objetivos de enseñanza» (Navarro y Samón, 2017, p. 3).
Subrayan en su análisis que se evitarían confusiones si las clasificaciones de los métodos de enseñanza se realizaran teniendo en cuenta diferentes criterios científicos. Este postulado sirve de punto de partida para proponer una clasificación de métodos de enseñanza-aprendizaje de la educación superior que ayude a docentes y estudiantes en la selección de esta categoría con mayor claridad, prontitud y exactitud para la transmisión y aprensión del contenido seleccionado, según la forma de organización de la enseñanza que se trate.
En este mismo sentido, redefinen el concepto de «método de aprendizaje» como «la secuencia de acciones, actividades u operaciones del que aprende para la adquisición y asimilación del contenido de enseñanza con los consiguientes cambios en su sistema de conocimientos y en su conducta» (Navarro y Samón, 2017, p. 4).
Es interesante el análisis efectuado por estos autores en relación con las acciones que realizan docentes y estudiantes desde la posición de sujetos que enseñan y sujetos que aprenden. Por tanto, el método de enseñanza tiene una intención y el método de aprendizaje tiene otra, lo cual aparece expuesto de forma abreviada en la Tabla 1.
Tabla 1 Acciones realizadas por el profesor y el estudiante durante el empleo de métodos de enseñanza-aprendizaje en la educación superior
Fuente: la información para la elaboración de la tabla fue tomada de Navarro y Samón (2017, pp. 3-4).
Agregan que, por ejemplo, un profesor expone un contenido de enseñanza, lo cual implica que se apoya en otros métodos que le permiten interiorizar aquellos contenidos que le impresionan, le son útiles y significativos. El estudiante, en ese caso, se puede apoyar en la toma de notas, la elaboración de esquemas, mapas conceptuales, modelos, resúmenes, entre otros.
Aseguran que es un error considerar la dicotomía método de enseñanza-aprendizaje, pues en diferentes fuentes bibliografías este término hace alusión a los métodos utilizados por el profesor para el logro de objetivos de enseñanza, por lo que entonces se consideran los métodos de enseñanza como métodos de enseñanza-aprendizaje, puntualizando que el método de enseñanza tiene una intención, una perspectiva y se proyecta a un resultado; y el de aprendizaje tiene otra intención, otra perspectiva y se proyecta a otros resultados.
Los autores de este artículo no coinciden totalmente con lo planteado por Navarro y Samón (2017) cuando aseguran que el método de enseñanza se proyecta hacia un resultado y el de aprendizaje hacia otro, pues desde este punto de vista la proyección de los resultados deben coincidir, en tanto el profesor como los estudiantes deben perseguir cumplir el mismo objetivo: los profesores deben impartir un determinado contenido para que los estudiantes lo adquieran y en consecuencia desarrollar hábitos y habilidades propios de la profesión en la cual se forman, pues no puede olvidarse que las categorías didácticas siempre se planifican en función de aprendizaje, o sea, del alumno.
Por lo analizado hasta aquí se comparte la idea de que:
se deben plantear nuevas concepciones pedagógicas en torno a los métodos de enseñanza y de aprendizaje; pues el proceso de enseñanza-aprendizaje es un proceso complejo, que supone un importante reto para el profesor, debido a la presencia de mecanismos convergentes y divergentes utilizados por los diferentes actores del proceso en función de la trasmisión de contenidos de enseñanza por una parte y la asimilación de ese contenido por la otra. (Navarro y Samón, 2017, p. 5)
Para Alcoba (2013), los métodos de enseñanza son «el conjunto de técnicas y actividades que un profesor utiliza con el fin de lograr uno o varios objetivos educativos, que tiene sentido como un todo y que responde a una denominación conocida y compartida por la comunidad científica» (p. 96).
Los métodos de enseñanza en la educación superior deben tener en cuenta varios aspectos para su selección:
Condiciones del local donde se desarrollará la clase.
Características del grupo en general y de los estudiantes en particular.
Tipo de contenido a desarrollar.
Forma de organización de la enseñanza.
El objetivo a alcanzar.
Competencias profesionales a desarrollar en los estudiantes.
Conocimiento de profesores y estudiantes de la clasificación seleccionada.
1. ESTUDIO DE CLASIFICACIONES DE MÉTODOS DE ENSEÑANZA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR
«Clasificación» es un concepto vinculado con el verbo «clasificar» y se refiere a la acción de organizar o situar algo según una determinada directiva. El término también se utiliza para nombrar el vínculo que se establece entre aquellos clasificados tras una prueba (con esta acepción es muy utilizada en el mundo del deporte). Según DeConceptos.com (2019), «significa ordenar por grupos determinados materiales, de acuerdo a criterios determinados, de tipo arbitrario, para facilitar su comprensión y estudio» (p. 1). En otras palabras, la clasificación es un concepto que se encuentra en la cotidianidad y se emplea tanto para cosas importantes como para cosas más simples.
Esta acción permite al hombre distinguir elementos y agruparlos según sus características, por lo que también se puede ordenar el conocimiento y trabajar con él. La clasificación es una actividad que suele estar relacionada con la ciencia. Desde el hecho de que las asignaturas o materias están clasificadas en relación con los fenómenos que estudian o el material sobre el que trabajan queda claro que también es parte importante del mundo escolar y universitario.
Básicamente implicará la búsqueda en un todo de aquellas cosas que guarden o compartan algún tipo de relación para agruparlas. Generalmente el objetivo primordial de la clasificación es encontrar el mejor ordenamiento posible, es decir, el más claro, para que, llegado el momento de la búsqueda de determinado elemento que ha sido clasificado, este resulte más fácil de encontrar: ese es, primordialmente, el fin de toda clasificación, y es eso a lo que se aspira con este artículo. Para realizar dicha propuesta se ha tenido en cuenta transitar por dos etapas:
El análisis previo de clasificaciones similares existentes en la contemporaneidad.
Los procedimientos normales de clasificación, a partir de los cuales se determinaron los criterios de selección para agrupar los métodos.
Cuando se revisan los planes de clases y los informes de observaciones realizadas a la actividad docente, los profesores, de manera general, aplican los mismos métodos de enseñanza que tradicionalmente son empleados en cualquier nivel de enseñanza, tal es el caso del expositivo, explicativo-ilustrativo, trabajo independiente, enseñanza problémica y el de elaboración conjunta, los cuales resultan más cómodos y fáciles.
La investigación realizada por el Espacio Europeo de Educación Superior, dirigido por Mario de Miguel (2005), de la Universidad de Oviedo, sintetiza sus resultados en el proyecto «Modalidades de enseñanza centradas en el desarrollo de competencias. Orientaciones para promover el cambio metodológico en el Espacio Europeo de Educación Superior». En esta obra académica se identifican los principales métodos que un profesor puede utilizar en sus clases en función de las competencias que pretende que alcancen sus alumnos y las características del entorno en el que desarrolla su actividad:
Método expositivo/Lección magistral.
Estudio de casos.
Resolución de ejercicios y problemas.
Aprendizaje basado en problemas.
Aprendizaje orientado a proyectos.
Aprendizaje cooperativo.
Contrato de aprendizaje, los que después son agrupados atendiendo a diferentes criterios. (p. 53)
Obsérvese cómo este autor destaca como primer método el expositivo, considerado como un método tradicional, pero por las ventajas que brinda de poder exponer en un tiempo determinado un gran cúmulo de contenidos actualizados e influir en el desarrollo de hábitos y habilidades no pierde su vigencia, al igual que otros como el explicativo-ilustrativo, el problémico, etcétera.
Martínez (2011) retoma la clasificación de De Miguel (2005) y hace la agrupación atendiendo a diversos criterios. Así habla de:
Dentro de esta misma clasificación se refiere a modalidades organizativas de la enseñanza y posteriormente en 2006 presenta otra clasificación de enfoques metodológicos, los que no se exponen en este artículo por no ser del interés de los autores.
El investigador de referencia también resalta en su clasificación a los que denominó métodos de evaluación, dentro de los que destaca:
Pruebas objetivas.
Pruebas de respuestas corta.
Pruebas de desarrollo.
Trabajos y proyectos.
Informes/memorias de prácticas.
Pruebas de ejecución de tareas reales y/o simuladas.
Sistemas de autoevaluación.
Escalas de actitudes.
Técnicas de observación.
Portafolio. (Martínez, 2011, p. 1)
Por otro lado, Montes de Oca y Machado (2011) lo clasifican como: aprendizaje basado en problemas, aprendizaje basado en proyectos, método de casos, simulaciones dramatizadas o través de las tecnologías, método de situación, discusiones, dinámicas de grupo, aprendizaje colaborativo en el aula, entre otros. Estos pueden ser combinados con técnicas participativas, analogías, demostraciones, mapas conceptuales, gráficos, etcétera.
Alcoba (2013) lista 25 métodos. Asume como criterio para su ordenamiento establecer una jerarquía a partir de la frecuencia de su aparición durante el desarrollo de su investigación, así los primeros son los más nombrados y los últimos los menos:
Clase magistral
Estudio de caso
Simulación
Proyectos
Seminarios
Juego de roles (a este se agrega desde la visión de estos autores los juegos didácticos que tan empleados son en las aulas universitarias)
Debate, mesa redonda y/o coloquio
Aprendizaje basado en problemas
Ejercicios y problemas
Tutorías
Brainstorming
Prácticas (laboratorios y similares)
Trabajo de grupo
Investigativo
Estudio independiente
Trabajos o ensayos individuales
Aprendizaje-acción
Videos y otras técnicas audiovisuales
Dinámica de grupo
Exámenes
Prácticas profesionales
Presentaciones
Mapas conceptuales
Método de dilemas morales
Ejercicios de clarificación de valores (p. 99)
Aun cuando no existen grandes discrepancias con la clasificación de Alcoba (2013), ya que al igual que todas depende de la visión del autor, es válido comentar que desde la práctica de la enseñanza universitaria en Cuba y los años de nuestra experiencia en este nivel, algunos de los señalados en este listado pueden ser considerados también como: formas de organización de la enseñanza (tutorías), como tipos de clases (clase magistral, los seminarios y las prácticas de laboratorio), como tipos de seminarios (debate, mesa redonda y/o coloquio), como medios de enseñanza (videos y otras técnicas audiovisuales).
En el Blog Docentes (2015) aparece otra clasificación de los métodos de enseñanza-aprendizaje, considerada por ellos como tradicional. Se agrupan atendiendo a los siguientes criterios:
Métodos de acuerdo con la representación del razonamiento (método deductivo, inductivo, analógico o comparativo).
Métodos de acuerdo con la distribución de la materia (método apoyado en la deducción o en la lógica de la tradición o de la disciplina científica y método apoyado en la psicología del estudiante).
Métodos en cuanto a la correlación con el escenario (método simbólico e intuitivo).
Métodos en cuanto a las actividades externas del estudiante (método pasivo y activo).
Métodos en cuanto a la sistematización de los conocimientos (método globalizado y especializado).
Métodos en cuanto a la conformidad de lo estudiado (método dogmático y de descubrimiento).
Mijangos (2004) ofrece la clasificación general de métodos de enseñanza, que por su grado de generalidad incluye algunos de los previstos a ser utilizados mayormente en la educación superior. Esta autora tiene en consideración varios aspectos, algunos de los cuales están implícitos en la propia organización de la escuela: forma de razonamiento, coordinación de la materia, concretización de la enseñanza, sistematización de la materia, actividades del alumno, globalización de los conocimientos, relación del profesor con el alumno, aceptación de lo enseñado y trabajo del alumno. Esta clasificación, como puede observarse, tiene puntos coincidentes con la anteriormente expuesta:
Los métodos en cuanto a la forma de razonamiento:
Los métodos en cuanto a la coordinación de la materia:
Los métodos en cuanto a la concretización de la enseñanza:
Los métodos en cuanto a la sistematización de la materia:
Los métodos en cuanto a las actividades de los alumnos:
Los métodos en cuanto a la globalización de los conocimientos:
Los métodos en cuanto a la relación entre el profesor y el alumno:
Los métodos en cuanto al trabajo del alumno:
Los métodos en cuanto a la aceptación de lo enseñado:
Los métodos en cuanto al abordaje del tema de estudio:
Al finalizar esa clasificación, Mijangos (2004) puntualiza que los métodos de enseñanza actualmente pueden clasificarse en dos grupos:
2. PROPUESTA DE CLASIFICACIÓN DE MÉTODOS DE ENSEÑANZA DE EDUCACIÓN SUPERIOR
A partir de las clasificaciones consultadas, los elementos que constituyen regularidades y la misión de la educación superior de formar profesionales competentes, el colectivo de autores de este artículo realiza la siguiente propuesta de clasificación de métodos de enseñanza que permitirá al docente realizar una selección más rápida en concordancia con las características de la enseñanza universitaria en el país:
Métodos para transmitir conocimientos (centrados en la actividad del profesor): se agrupan todos aquellos que en su esencia permiten la transmisión de conocimientos. El profesor desempeña un papel central, dirigiendo desde su planificación la actividad del estudiante para cumplir con el objetivo propuesto. Se recomiendan en este grupo juegos de roles y didácticos, aprendizaje basado en problemas, ejercicios y problemas, lluvia de ideas, videos y otras técnicas audiovisuales, dinámica de grupo, mapas conceptuales, método de dilemas morales y ejercicios de clarificación de valores.
Métodos para asimilar conocimientos y desarrollar habilidades y hábitos (centrados en la actividad del estudiante): se listan los que estimulan la independencia cognoscitiva del estudiante, los cuales, desde su papel protagónico, van a la búsqueda del conocimiento con las indicaciones dadas por el docente en el papel de facilitador del proceso. Promueven la gestión del aprendizaje. Se recomiendan en este grupo el estudio de caso, la simulación, los proyectos investigativos, el estudio independiente, los trabajos o ensayos individuales, el aprendizaje-acción, los videos y otras técnicas audiovisuales y mapas conceptuales.
Métodos para evaluar y autoevaluar el desarrollo alcanzado por los estudiantes (centrados en la actividad del profesor y los estudiantes): son los utilizados por los estudiantes para aprender lo transmitido por el profesor durante la clase en el espacio áulico o fuera de ella en un ejercicio de autogestión. Se recomiendan en este grupo dramatizaciones didácticas, discusión por pares, debates evaluativos,1 portafolio, método práctico utilizado en las prácticas laborales y trabajos comunitarios.
Métodos de virtualización de la enseñanza [predominio del uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la transmisión y asimilación del contenido]: son todos los métodos que se utilizan para el profesor que enseña on-line o para el estudiante que aprende sin la presencia del profesor o tutor, pero con el uso de contenido y medios en soporte digital y/o con el uso de las TIC. Se recomiendan los métodos interactivos utilizados en las aulas virtuales, programas aplicados a teléfonos móviles y tables, videos realizados y utilizados con ese fin.2
Los métodos que se proponen en los dos primeros grupos básicamente responden a la clasificación de Alcoba (2013), así como algunos de los sugeridos en el tercer grupo. No se debe obviar que los métodos en la enseñanza superior tienen un carácter bilateral y, por tanto, siempre van a incidir con mayor, menor o igual fuerza sobre los sujetos implicados que comparten el espacio áulico y desarrollan la unidad didáctica. Debe tenerse en cuenta, además, que estos métodos pueden utilizarse en forma de sistema y en algunos momentos ellos pueden ser procedimientos de otros métodos.
CONCLUSIONES
La enseñanza en la educación superior está urgida de utilizar variadas vías que promuevan el aprendizaje desarrollador en los estudiantes y el crecimiento de competencias profesionales. Para ello es necesario un cambio de mentalidad en los docentes para que utilicen las clasificaciones de métodos más contemporáneas y seleccionen los más apropiados, atendiendo a las características individuales y de los grupos, al tipo de contenido, al objetivo a alcanzar, entre otros, todo lo cual propiciará una clase más dinámica a tenor de las características de la época actual.
