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Revista Cubana de Enfermería

versión impresa ISSN 0864-0319versión On-line ISSN 1561-2961

Rev Cubana Enfermer v.26 n.2 Ciudad de la Habana abr.-jun. 2010

 

ARTÍCULOS ORIGINALES

Influencia de la gestión del cuidado en la calidad de la atención de Salud

Effect of care management in the quality of health care

Alain Agramonte del Sol I; Reinel Farres Vázquez II

I Licenciado en Enfermería. Master en Formación Didáctica para Profesionales de la Salud. Profesor Auxiliar. Universidad de Ciencias Médicas de la Habana, Cuba.
II Licenciado en Enfermería. Especialista Técnico en Anestesiología y Reanimación. Instructor. Universidad de Ciencias Médicas de la Habana, Cuba.


RESUMEN

Se realizó una investigación documental con el objetivo de valorar la influencia de la gestión del cuidado en la calidad de la atención de salud. Esta valoración, a partir del procedimiento inductivo-deductivo, el análisis y la síntesis, tuvo como eje central la influencia de la gestión del cuidado profesional de enfermería en la calidad y la excelencia de la atención de salud, utilizando para esto los recursos materiales, técnicos, cognitivos y relacionales, necesarios y disponibles para satisfacer las necesidades y expectativas del paciente, familiares y equipo de Salud. Se asume como elemento esencial el desarrollo de las capacidades, competencias relacionales y espirituales que manifestará el profesional de Enfermería en el acto de cuidar. La calidad nos convoca a la satisfacción de las exigencias de los pacientes, familiares y equipo de Salud, al cumplimiento de las normas, procedimientos y reglamentos institucionales y del sistema; siendo la excelencia todo el esfuerzo por lograr resultados favorables con el mínimo de gasto posible, es esforzarnos con las personas a nuestro cuidado como quisiéramos se esforzaran con nosotros mismos. Elevar la calidad de la atención de salud constituye un objetivo compartido por los profesionales que se deben a ello. Se concluye que la gestión del cuidado contribuye a la calidad de la atención de salud, siempre que su objetivo esencial sea satisfacer las necesidades de los usuarios, con soluciones técnicamente óptimas, es corresponder concientemente al compromiso particular que hemos asumido formalmente ante la sociedad de cuidar a los seres más vulnerables, comprometiendo todo nuestro ser.

Palabras clave: gestión, gestión del cuidado, cuidado, calidad, excelencia, atención médica, atención de salud, equipo de Salud, Enfermería.


ABSTRACT

Documentary research was conducted in order to assess the influence of care management in the quality of health care. It was considered the importance of using all necessary and available resources to meet the needs and expectations of patients, their families and health team during the activities implemented for this purpose. This was an essential element of capacity development, relational and spiritual powers manifest the nursing professional in the speech, focusing on vocational and high moral values, expressed as personality traits of the professional. The quality call us to satisfy the demands of patient, family and health team, to compliment with the rules, procedures and institutional rules and system, being the excellence every effort to achieve favorable results with the least possible cost, is to strive with the people in our care as we would be strive to ourselves. Raising the quality of health care as goal shared by the professionals who are due to this. We conclude that careful management contributes to the quality of health care, provided that their manic objective is to satisfy the needs of users technically optimal solutions in consciously math the particular commitment we have assumed formally to society to care for the most vulnerable engaging the heart, mind and whole being.

Key Words: Administration, Administration of care, Care, Excellence, Medical attention, Health attention, Health team, Nursing.


Introducción

La Enfermería profesional se ha practicado desde hace más de un siglo, y el desenvolvimiento de sus teorías ha curtido una vertiginosa evolución en las últimas décadas para ser reconocida finalmente como una disciplina científica con un campo doctrinal propio.1

Desde que por vez primera, en 1859, fuera reconocida por Florence Nightingale como "la encargada de la salud personal de alguien...y lo que la enfermería tiene que hacer...es poner al cliente en las mejores condiciones para que la naturaleza actúe sobre él"2 hemos asistido a diversas propuestas que giran en torno al cuidado de la salud humana.

En las definiciones de Enfermería que han realizado diferentes autores, podemos observar que algunas son de orden tan general que, aunque describen un aspecto importante del papel del enfermero, podrían aplicarse a otros tipos de servicios médicos. En su gran mayoría, no se aprecia diferenciación entre la Enfermería y otras profesiones, como la medicina, la terapéutica ocupacional, o la terapéutica física, cuyo fin es el mismo.

En análisis realizado por Goodrich, promueve que "la enfermería consiste ante todo en ayudar al individuo (enfermo o sano) en la ejecución de aquellas actividades que contribuyen al mantenimiento de la salud o a su recuperación (o alcanzar una muerte tranquila); actividades que puede llevar a cabo sin la ayuda de otros, siempre que tenga la fuerza, la voluntad y los conocimientos necesarios. Es también labor peculiar de la enfermería preparar a los individuos a independizarse de dicha ayuda tan pronto sea posible".3

Quizás se ha dicho en varias ocasiones que la responsabilidad principal del enfermero consiste en ayudar al enfermo a llevar a cabo su programa de vida habitual, facilitándole la realización de las actividades que regularmente practica solo. También ayuda a la ejecución de aquellas actividades que hacen de la vida algo más que un proceso vegetativo, a saber: el intercambio social, el aprendizaje, la recreación y aquellas que de algún modo pueden considerarse productivas. En otras palabras, ayuda a mantener o a crear un régimen de salud que el enfermo, si tuviera las fuerzas, el conocimiento y el amor a la vida suficiente, llevaría a cabo sin ninguna ayuda. Nadie como el enfermo para satisfacer esta íntima, imperiosa y muchas veces expresada necesidad humana.

Además de su rol principal, el profesional de Enfermería ayuda al paciente a seguir el tratamiento que el facultativo prescribe y que no puede ejecutar por sí solo.

Diferencias de opinión persisten en lo que respecta a si la Enfermería debe tener categoría profesional; en, si todos los enfermeros deben ser educados en escuelas profesionales y disfrutar de las regalías y asumir las obligaciones de un profesional.

Seis son los puntos que, según Abraham Flexner,4 contribuyen a determinar el grado profesional de una vocación. A saber:

1. Las que implican operaciones esencialmente intelectuales que van acompañadas de una amplia responsabilidad individual.

2. Las que se aprenden en la naturaleza viva y exigen que sus miembros recurran constantemente al laboratorio o a seminarios para enriquecer sus conocimientos.

3. Las que son no solamente académicas y teóricas, sino definitivamente prácticas en sus fines.

4. Las que poseen una técnica capaz de comunicarse a través de una disciplina educacional altamente especializada.

5. Las que están organizadas por sí mismas con actividades, deberes y responsabilidades que obligan totalmente a sus participantes y desarrollan conciencia de grupo.

6. Las que son probablemente más responsables ante el interés público que los individuos no organizados y aislados, y que tienden a estar cada vez más preocupados de la obtención de un fin social.

La Enfermería cumple con todos y cada uno de los requisitos propuestos por Flexner, si tomamos esta propuesta como referencia, estamos pues, en presencia de la profesión que se encarga esencialmente del cuidado de la salud, a partir del plan de acciones que instrumenta como repuesta a la identificación de necesidades que las personas, familias y comunidades no son capaces de satisfacer por sí solos.2, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11

En el ejercicio de la profesión de Enfermería se experimenta con frecuencia la necesidad de conocimientos, habilidades, competencia relacional y emocional para manejar con soltura y eficacia la relación y hacer que esta sea un instrumento de ayuda.6, 12, 13

Cuando hablamos de relación de ayuda, afirma Bermejo, J.C., nos referimos a un modo de ayudar en el que quien ayuda usa especialmente recursos relacionales para acompañar a otro a salir de una situación problemática, a vivirla lo más sanamente posible, si no tiene salida, o a recorrer un camino de crecimiento. Agrega, además, que esta ayuda consiste en ofrecer recursos a una persona para que pueda superar o afrontar sanamente una situación difícil o para dar un paso al frente del camino de crecimiento humano, en el sentido más amplio de la palabra. Los recursos pueden ser materiales, técnicos o relacionales.14

Hoy es universalmente aceptado que el cuidado es el objeto material de la disciplina Enfermería. Considerado como el foco central de la Enfermería y como práctica profesional. Es un lugar común en el discurso enfermero que el cuidado es el objeto central y único que caracteriza a la Enfermería, incluso frecuentemente se usa como sinónimo de aquella. Es un constructo que los enfermeros llevan a cabo en su acción profesional, se asocia de manera universal con la práctica de la enfermería y designa la contribución específica y única que los enfermeros realizan en los sistemas de salud.15

En el momento histórico en que aparece la conciencia de esos procesos, se inicia el desarrollo de una reflexión de carácter teórico acerca de los mismos. Actualmente se están generando con más o menos rigor, con mayor o menor nivel de formalización, enunciados normativos, reglas, normas y procedimientos orientados a la prescripción, aplicación y validación de los actos de cuidado. Se trataba de lo que hoy denominamos Teorías del Cuidado: "objeto formal de la Enfermería".

Motivados por las reflexiones anteriores, las estrategias, políticas y proyectos encaminados al perfeccionamiento de la salud pública en Cuba y a las transformaciones que protagoniza la Enfermería cubana en relación con la calidad de los cuidados que brinda a la persona, familia y comunidad, se propone este estudio documental con el propósito de valorar la influencia de la gestión del cuidado en la calidad de la atención de salud.

Metodología

Realizamos una investigación documental que incluyó diversos textos, artículos y folletos relacionados a la misión de la Enfermería en el quipo de Salud, ubicando al cuidado profesional por la propia Enfermería, por otras profesiones y por la sociedad como el objeto de estudio de esta disciplina científica. Se consultó a expertos de la Enfermería, en el área docente, la administración y la gestión en salud, acción que enriqueció los criterios que sustentaron nuestro propósito.

La valoración que realizamos desde la dimensión constructivista del conocimiento a partir del procedimiento inductivo-deductivo, el análisis y la síntesis, tuvo como eje central la influencia de la gestión del cuidado profesional de enfermería en la calidad y la excelencia de la atención de salud, utilizando para esto los recursos materiales, técnicos, cognitivos y relacionales, necesarios y disponibles en función de satisfacer las necesidades y expectativas del paciente, sus familiares y el equipo de Salud durante la dispensarización y materialización de los cuidados. Consideramos como elemento esencial en nuestro análisis el desarrollo de las capacidades, competencias relacionales y espirituales que materializa el profesional de Enfermería durante la coordinación y ejecución de las actividades propias del equipo de salud, centrada en altos valores vocacionales y morales, que se expresan como rasgos de la personalidad del profesional.

La concepción de calidad que asumimos durante el trabajo nos convoca a la satisfacción de los requisitos de los que reciben y brindan los cuidados, al cumplimiento de las normas, procedimientos y reglamentos institucionales y del sistema, cuyos resultados y efectos se evidenciarán en la práctica profesional. Consideramos que la excelencia constituye todo el esfuerzo por lograr resultados favorables con el mínimo de gasto posible, y además, esforzarnos con las personas a nuestro cuidado como quisiéramos se esforzaran con nosotros mismos.

Se revisaron 46 títulos entre ellos algunos clásicos de la temática y otros actualizados.

Desarrollo

La Enfermería es a la vez un arte y una ciencia que requiere de la comprensión y la aplicación de los conocimientos y técnicas específicas de la disciplina.

El objetivo fundamental de la Enfermería consiste en reemplazar, completar, sustituir, añadir, reforzar y aumentar todo aquello que el paciente necesite para realizarse como ser independiente, total, completo.

Las funciones de los enfermeros derivan directamente de la misión de la Enfermería en la sociedad. Estas funciones se mantienen constantes independientemente del lugar o del momento en que son brindados los cuidados de enfermería, el estado de salud del individuo o del grupo que vaya a ser atendido, o de los recursos disponibles.

Diversas son las funciones que asumen los profesionales de Enfermería, constituye una propuesta muy abarcadora y orientadora hacia los roles que desempeñamos los cuidadores profesionales la que recientemente presentó la doctora en ciencias Maricela Torres como parte del proyecto "Propuesta metodológica de las funciones del personal de Enfermería técnico y universitario en los niveles primario y secundario de atención. 2002-2004",16 aunque pueden resumirse y presentarse fundamentalmente cuatro:17

1. Prestar y administrar cuidados de enfermería en la promoción de la salud, en la prevención de la enfermedad, curativos, de rehabilitación o de apoyo a los individuos o grupos.

2. Enseñar a los pacientes o clientes y al personal sanitario.

3. Actuar como un miembro efectivo del equipo de salud.

4. Desarrollar la práctica de la Enfermería basada en un pensamiento crítico y de la investigación.

La ampliación de las funciones del profesional de Enfermería ha tenido sus raíces en la definición administrativa de ampliación del trabajo, que proviene de la orientación y de la preocupación por el desarrollo de recursos humanos en las organizaciones.

El concepto de ampliación de funciones abarca tres aspectos:18

1. Variedad de conocimientos y aptitudes en el desempeño de un cargo.

2. Mejor utilización de todas las aptitudes y capacidades del trabajador.

3. Responsabilidad y libertad para llevar a cabo un trabajo.

Una verdadera ampliación del trabajo no consiste en aumentar una misma clase de tareas, sino en la expansión del contenido del cargo con más amplia variedad de tareas y mayor libertad de métodos.

Con la ampliación del trabajo profesional de Enfermería viene, por definición, una aleación más rica tanto en la variedad de tareas como en las nuevas relaciones entre las mismas. La naturaleza misma de la práctica de la Enfermería ha variado en forma dinámica. Con la extensión hay yuxtaposición continua de tareas y técnicas similares, en forma tal, que la naturaleza de la práctica de enfermería permanece en esencia invariable. Los enfermeros han estado siempre inmersos en un proceso de constante extensión de sus funciones, pues, aunque en ocasiones se hace resistencia, parte sustancial de la práctica clínica de la Enfermería ha sido y continua siendo una práctica médica transmitida.

Las definiciones de Enfermería abundan, pero todas en diversidad de expresiones, reconocen su naturaleza como servicio y asistencia a humanos. El propósito original de la Enfermería consiste en ayudar a las personas a lograr y mantener un funcionamiento óptimo, físico, psicológico y social, o sea, satisfacer las necesidades en función del logro del óptimo funcionamiento ya mencionado. La asistencia se extiende a todo el continuo salud-enfermedad desde el nacimiento hasta la muerte y se ofrece en una diversidad de medios destinados a atender la salud, incluso en el hogar. Este papel colaborativo del profesional de Enfermería abarca funciones expresivas y funciones instrumentales que su génesis está en las necesidades de las personas que acuden en busca de ayuda profesional o en aquellas que es identificada alguna incapacidad para satisfacer por sí sola sus necesidades, este papel colaborativo se deriva también de las propias necesidades de la práctica médica y de los propios profesionales y otras personas que en conjunto integran el grupo multidisciplinario de salud.

La profesión de Enfermería se adapta a fin de satisfacer las necesidades y expectativas cambiantes en los servicios sanitarios. Esto puede advertirse en la ampliación de funciones de este profesional que ha sido una respuesta a la necesidad de mejorar la distribución de los servicios y disminuir el costo de la atención sanitaria. El desempeño de estas funciones se suscribe en términos generales al novedoso papel coordinador que tiene el enfermero en el equipo de salud, relacionado específicamente a las indicaciones médicas y los cuidados planificados, ya sea en forma independiente, en equipo o interdependiente, en una institución hospitalaria, en el consultorio médico, en el ámbito familiar o comunitario.

Frecuentemente se ha afirmado que se presta una asistencia más eficaz cuando todos los que colaboran en el cuidado de las personas necesitadas, bajo la coordinación del profesional de Enfermería, trabajan unidos para realizar un fin común. Un plan de cuidados que fomente este ideal y estimule a su vez las relaciones cordiales entre el médico, el enfermero, técnicos y otros profesionales o no profesionales, ha realizado ya mucho.

La satisfacción de sus colaboradores por la contribución que brindan a la persona necesitada en la satisfacción de las necesidades, es un indicio el éxito de sus atenciones. Aunque la lealtad profesional entre los integrantes del equipo jamás debe anteponerse al bienestar de la persona que se asiste y cuida, la confianza, el respeto mutuo entre estos miembros es un elemento esencial para la mejor atención sanitaria.

Los planes de cuidado de enfermería deberán hacerse teniendo en cuenta las necesidades de la persona que su atención está a cargo de los profesionales de Enfermería y las del propio profesional que la atiende.

El éxito o fracaso de un plan de cuidados y de la forma en que éste ha sido realizado puede demostrase por diferentes medios. El enfermero puede medir el éxito de sus cuidados preventivos por lo que considera haber contribuido a conservar sano al individuo. Esta persona en cooperación con el resto del equipo de salud espera obtener su recuperación y rehabilitación en el tiempo más corto posible.

El trabajo en equipo es un signo de comunidad. Trabajar en equipo no sólo es cuestión de estrategia, sino también de realización personal de los agentes y de testimonio de búsqueda del bien para uno mismo y para los compañeros, no sólo para los destinatarios de la ayuda.

Sólo formando parte de un grupo se puede colaborar en la construcción de grupos, experimentando las dificultades existentes en la creación de "comunidad".

Trabajar en equipo requiere no sólo de competencia profesional y buena disposición, sino formación específica para ello, particularmente para manejar los conflictos y para escucharse. Allí donde no se produce la escucha es fácil que alguien padezca los efectos catastróficos que su ausencia produce.

Puede que en el imaginario cultural exista la idea de que cordialidad y profesionalidad son algo opuesto, y que para ser un buen profesional haya que mostrarse frío, distante, serio y riguroso en las relaciones. Como si la afabilidad y la blandura, la afectividad claramente manifestada, el interés por la otra persona entera y no sólo por los datos, disminuyeran la capacidad de procesar con rigor la información que a las ciencias de la ayuda le permiten diagnosticar y proceder con los recursos apropiados.19

Si técnica y humanidad estuvieran reñidas, la humanidad no existiera. Lo que sostiene a la humanidad no es otra cosa que el corazón, el corazón interesado por el otro, particularmente por el otro vulnerable. Cabe la sospecha, en todo caso, de que quien no se muestra afectuoso en el trato se refugia en la técnica, en la frialdad, en la limitación del interés a los datos, no tanto de manera malintencionada, sino por los propios límites y la dificultad de manejar los propios sentimientos. Un buen reto es trabajarse en la competencia emocional y formarse también en el ámbito de la comunicación, la relación de ayuda y el trabajo colaborativo.

Estas ideas esenciales en el análisis no se contraponen al esfuerzo que cada profesional y trabajador de la salud, debe materializar con el propósito de elevar la calidad de la atención que se brinda a los pacientes.

Cuando se trata de excelencia en salud, debe considerarse que técnica y humanidad constituyen elementos indisolublemente importantes e imprescindibles en los servicios de salud, debe darse especial atención a la competencia relacional y la sensibilidad con que debe trabajar y esforzarse toda persona que labora en los servicios de salud para lograr las metas y propósitos previstos relacionados a la prevención, curación y rehabilitación, directrices generales de la atención de salud. Estableciendo como principios: "hacer de nuestro trabajo lo que queremos que otro haga si tuviera que realizar ese trabajo para nosotros y obtener lo óptimo de mi trabajo con el menor gasto posible de recursos".20

El esfuerzo de la gestión en pos de la excelencia, debe ser tarea de cada uno de los miembros del equipo de salud, en este caso el profesional de Enfermería como coordinador, gestor y protagonista de un considerable número de las acciones de salud relacionadas al paciente y su cuidado, debe dar, en primer lugar, satisfacción a quienes cuidamos y realización personal al realizar excelentemente la tarea que corresponde a los cuidadores. No existe mayor satisfacción que el deber cumplido. En segundo lugar porque se ahorra recursos que se podrán emplear en el cuidado de otras personas, así como producir más y dar mayor satisfacción a los demás y a los propios profesionales de Enfermería.

Todo lo expuesto con anterioridad tendrá un efecto directo en la calidad de la atención de salud, considerando que desde el punto de vista práctico hay que tener en cuenta que si en realidad se desea satisfacer necesidades de servicios de salud, obviamente se deberá disponer de recursos humanos, materiales y financieros en cantidades adecuadas.21

Siempre se ha considerado que definir calidad es algo muy difícil, como han referido algunos autores, entre ellos Voury22 y De Geyndt,23 e incluso el propio Donabedian ,24 quien señaló lo ardua que resultaba esa tarea y reconoció que al existir ambigüedades sobre el concepto de calidad, era percibida y definida de formas diferentes, por esta razón en la bibliografía que trata el tema aparecen definiciones teóricas difíciles de aplicar a la práctica.

Para algunos la calidad significa mérito o excelencia, pero otros piensan que puede tener diversas interpretaciones y por tanto requiere de establecer los requisitos, y otros plantean que es una meta difícil de alcanzar en realidad. Algunas definiciones consideran la calidad como concepto clave para la salud y la definen incluyendo varios aspectos, como la de Gilmore y Morales:25

· Un alto nivel de excelencia profesional.

· Uso eficiente de los recursos.

· Un mínimo de riesgo para el paciente.

· Un alto grado de satisfacción por parte del paciente.

· Impacto final en la salud.

Se han propuesto muchas definiciones, pero varios autores plantean que no captan todo lo que se necesita para comprenderlas plenamente y todavía no están totalmente claras, además, consideran que las definiciones cambian con el transcurso del tiempo y con las diferentes facetas de la actividad humana.26

Todo indica que aún no existe una definición aceptada universalmente, pero es necesario contar con alguna que sirva como guía de estudio de la calidad. Quizás pudiera aceptarse una de las expuestas anteriormente, no obstante, debemos tener en cuenta que en la calidad de la atención de salud existen varias consideraciones de importancia, que la diferencia de la producción material e incluso de otros servicios.

Un aspecto a destacar es que el producto o resultado de la atención de salud no está en un objeto, sino intrínsecamente unido a las personas que reciben la atención, por tanto, estas personas junto al profesional de la salud, deben tener una participación muy activa durante el proceso de atención y también en la solución de los problemas de salud, lo que en ética se conoce como autonomía e integridad, nada parecido a la producción material.

Además, hay que tener en cuenta que existen normas, procedimientos e indicadores de calidad, que por constituir aspectos científicos y técnicos, no son percibidos por quien recibe los servicios de salud y, por tanto, no los puede valorar o calificar. Es por ello que en el caso de los servicios de atención de salud, los responsables, profesionales y trabajadores, que los brindan como proveedores, tienen la obligación de mantener la vigilancia de los incumplimientos de normas y estar muy atentos a los resultados, para identificar las deficiencias técnicas y las que dependen íntegramente de la conducta humana.

Como se expuso en líneas anteriores es necesario una definición que se aproxime a las características de calidad en la atención de salud, por lo que, tomando como punto de partida algunas definiciones, se propone que existe calidad en la atención de salud cuando los resultados o efectos de este proceso satisfacen los requisitos de los clientes externos e internos y, además, cumple con las normas, procedimientos y reglamentos institucionales y del sistema.27

La calidad en la atención de salud abarca dos consideraciones importantes, la primera es la necesidad de aplicar los mejores conocimientos disponibles en cada momento y la segunda es hacerlo de la forma más humana y afectiva posible.28

La espiritualidad en el campo de la salud, especialmente en la Enfermería, está centrada en altos valores vocacionales y morales, que se expresan tanto en conocimientos adquiridos, valores, actitudes, habilidades y relaciones profesionales, como rasgos de la personalidad del profesional y técnico de la salud, en los que deben sobresalir el amor al prójimo, la sensibilidad humana, la bondad, la solidaridad, la honestidad, el desinterés material, el trato afectuoso indiscriminado, la lealtad, y la disposición de esfuerzo y sacrificio, cimentados sobre ese darse y entregarse al otro implícito en la vocación hacia le cuidado de la persona.13

El valor que se le atribuye a la capacidad de identificar estas potencialidades en las gestiones de selección de aspirantes a la carrera de Enfermería y de programar, entre los objetivos educativos; el constante y continuo reforzamiento, así como el desarrollo de éstas durante la formación de pregrado y postgrado es deducible, como lo es también valorar los componentes en la personalidad de los pacientes, familiares y usuarios de los servicios de salud.

Estas capacidades, competencias y valores profesionales deben incorporarse a los estudiantes de Enfermería desde los primeros años de su estudio, tomando mayor relevancia en los escenarios relacionados a la atención de pacientes y familiares, momento donde ocupan un lugar definitorio, pues se expresan por decisiones de conciencia durante la gestión de los cuidados como la esencia de la espiritualidad del profesional que junto a la profunda vocación garantizan el comportamiento humano (humanismo para algunos autores), la ética y el desarrollo óptimo de las relaciones médico-paciente-familia.

Es oportuno señalar que el término médico, tal como plantea el Dr. Menéndez, R.G., debe ser inferido como relativo al equipo de salud; el término equipo de salud debe expandirse conceptualmente hasta incluir a los trabajadores administrativos y auxiliares de nuestros centros asistenciales; y el término paciente, concebido como usuarios de los servicios de salud, vale decir: pacientes, familiares y usuarios sanos.29

En los últimos años, las nuevas concepciones de gestión en los servicios de Enfermería han sido objeto de debates y reflexiones profesionales en los diferentes escenarios de salud, destacándose el papel de coordinación que en el equipo de salud ha desempeñado el enfermero profesional.

Todo este protagonismo se debe en primer lugar a que el colectivo de enfermería es el más numeroso de los que presta servicios de salud en las instituciones diseñadas para ese fin y por otro lado, porque forman parte del grupo de potenciales usuarios, que están integrados a la población en general,30 lo que nos convierte en constantes evaluadores de nuestra propia gestión.

Consideren además, que los profesionales de Enfermería manejan un elevado porcentaje de recursos materiales y son responsables de su buen uso y resultados. También llevan a cabo una labor profesional compleja, caracterizada tanto por labores propias, como por las de relaciones que deben mantener con pacientes, familiares y el resto de los profesionales del equipo de salud, así como los diversos niveles de atención y, por último, no se puede obviar que la gestión del tiempo es importante en una organización, el tiempo empleado por los profesionales de la Enfermería es de 24 horas cada día durante los 12 meses y los 365 días del año.30 Eso los coloca, sin lugar a dudas, en el centro de toda la gestión que garantiza la asistencia de salud y su repercusión en la calidad y excelencia que perciben los pacientes, sus familiares y el propio equipo de Salud.

Consideraciones finales

La influencia de la gestión del cuidado en la calidad de los servicios de Salud está dada fundamentalmente por el empleo de todos los recursos disponibles: materiales, tecnológicos y humanos, siendo este último esencial por el desarrollo de las capacidades, competencias relacionales y espirituales que manifestará el profesional de Enfermería durante su coordinación y ejecución de las actividades propias del equipo de Salud, centrada en altos valores vocacionales y morales, que se expresan como rasgos de la personalidad del profesional, en los que deben sobresalir el amor al prójimo, la sensibilidad humana, la bondad, la solidaridad, la honestidad, el desinterés material, el trato afectuoso indiscriminado, la lealtad, y la disposición de esfuerzo y sacrificio, cimentados sobre ese darse y entregarse al otro implícito en la vocación hacia el cuidado de la persona. La importancia que se le atribuye a estas capacidades va desde la selección de las personas interesadas en el estudio de las ciencias de la salud, especialmente la Enfermería, la incorporación de éstas a los objetivos educativos, su constante y continuo reforzamiento, así como su desarrollo durante la formación de pregrado y postgrado. La gestión del cuidado contribuye a la calidad siempre que su objetivo esencial sea el de satisfacer las necesidades de los usuarios, con soluciones técnicamente óptimas, es sin dudas, corresponder concientemente al compromiso particular que han asumido formalmente los profesionales de Enfermería ante la sociedad de cuidar a los seres más vulnerables. Elevar la calidad de la atención de salud es un objetivo compartido por los profesionales que se deben a ello, por lo que han trabajado y trabajan muchas personas, instituciones y grupos profesionales, ocupando un lugar preponderante la Enfermería, por las responsabilidades que ocupa, distribución de sus profesionales en las instituciones de Salud y por el tiempo que dedica a las labores del cuidado. Se trata de que allí donde se encuentre una persona que sufre y necesita cuidados de salud, esté un profesional de Enfermería que se preocupe de ella con todo el corazón, con toda la mente y con todo su ser.

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Recibido: 12 de enero de 2010
Aprobado: 14 de marzo de 2010

Correspondencia:

MSc. Alain Agramonte del Sol. Universidad de Ciencias Médicas de la Habana, Cuba. E-mail: alain.agramonte@infomed.sld.cu

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