INTRODUCCIÓN
El estudio de la composición florística de las áreas de pastoreo permite conocer la variedad de especies disponibles para los animales y el correcto balance de plantas benéficas para incrementar la productividad del rebaño. En el Caribe colombiano se ha identificado, como principal sistema de alimentación para los ovinos de pelo, el pastoreo continuo o extensivo (Rúa-Bustamante, 2018; Mestra-Vargas et al., 2020). En un estudio reciente de Mestra-Vargas et al. (2020) se informó que 69,2 % de los sistemas de producción hacía uso de Bothriochloa pertusa (L) A. Camus (colosuana) en pastoreo continuo, mientras que 19,2 % utilizaba Megathyrsus maximus (Jacq.) B.K. Simon & S.W.L. Jacobs (guinea).
También se conoce que en la región Caribe, B. pertusa es una de las gramíneas más establecidas en los sistemas ganaderos (Mojica-Rodríguez y Burbano-Erazo, 2020). Sin embargo, no existen estudios que identifiquen en detalle las especies presentes en los potreros, y aquellas utilizadas por los animales en pastoreo, de manera que se pueda conocer las que ellos prefieren. Por tanto, el objetivo del presente estudio fue evaluar la composición florística y la calidad nutricional de una pradera utilizada para pastoreo de ovinos de pelo en las condiciones agroecológicas del Caribe seco colombiano.
MATERIALES Y MÉTODOS
Ubicación del estudio. El estudio se desarrolló en el Centro de Investigación Motilonia, de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria AGROSAVIA, ubicado a 10º 0’ 7” de latitud Norte y 73º 14’ 51” de longitud Oeste, en el municipio de Agustín Codazzi, microrregión Valle del Cesar del Departamento del Cesar. La zona está a 102 msnm, presenta temperatura anual de 28,7 ºC, humedad relativa de 70 % y precipitación anual de 1 600 mm, con distribución bimodal de mayo a junio y de septiembre a diciembre (datos de la estación meteorológica del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales IDEAM, del Centro de Investigación de Motilonia). El área de estudio correspondió a una hectárea de pradera mejorada, con predominio de pastura M. maximus cv. Tanzania, previamente establecida (dos a tres años), con un período de descanso entre 25 y 28 días, y ocupación entre tres y seís días, de acuerdo con la época del año (lluviosa y seca, respectivamente). Los animales pastoreaban, aproximadamente, durante 8 h al día, con encierro nocturno de más de 12 h.
Composición florística y sitios de alimentación del rebaño. La composición florística de la pradera se analizó en un único momento mediante la adaptación de la metodología de Velásquez-Vélez et al. (2009). Esta metodología permite analizar la composición de la vegetación en dos tipos de transectos: uno distribuido al azar en el potrero, representativo de lo que está disponible en toda el área de pastoreo (transecto control), y otro definido por el recorrido que hacen los animales para obtener alimento (transecto animal). Antes de iniciar las evaluaciones, se desarrolló un período de adpatación de siete días, para los animales y los observadores.
En la pradera se trazaron cinco transectos lineales de 50 m (transectos control) para muestrear la composición florística con la utilización de un instrumento en forma de cruz (Ospina et al., 2009). Este consiste en la unión de dos piezas de madera con un metro de longitud, superpuestas perpendicularmente. Para determinar los transectos animal, se realizaron observaciones del rebaño durante las horas de pastoreo. Se identificaron así los lugares más frecuentados por los animales, y luego se seleccionaron cinco puntos aleatorios para trazar transectos lineales de 50 m (transectos animal) y evaluar la composición florística con la cruz.
En ambos transectos, la pieza de cruz se colocó cada 1,5 m, registrando los especímenes vegetales (herbáceos o arbóreos) que tocaban las puntas de los brazos. Es decir, se generaron cuatro registros por colocación de la cruz, 136 por transecto (50 m) y 680 observaciones en la totalidad del transecto control y transecto animal. Esta evaluación de la pradera se realizó en mayo de 2018 (época lluviosa), que correspondía al sexto mes del estudio de pastoreo continuo del grupo experimental de machos ovinos de pelo, en etapa de levante y engorde.
Las plantas halladas se identificaron taxonómicamente mediante consulta a expertos y revisión de claves taxonómicas. Las especies se clasificaron en consumidas o no por el ganado. Para ello se consideró el uso tradicional que tienen en la región y la información secundaria consultada.
Análisis nutricional de las especies vegetales representativas. Con la información de la composión florística obtenida en el transecto animal, se tomaron muestras de las tres especies vegetales más representativas, las que se enviaron al laboratorio de química analítica del Centro de Investigación Tibaitatá de AGROSAVIA, para el análisis de la composición nutricional mediante la técnica de espectroscopia de infrarrojo cercano (NIRS).
Análisis estadístico. Para analizar la composición florística se organizaron matrices basadas en la abundancia de individuos, y se construyó una curva de acumulación de especies para valorar la diversidad en términos de riqueza de la pradera (transecto control), así como el esfuerzo de muestreo desarrollado para la evaluación de la vegetación. Las curvas de acumulación se elaboraron mediante un proceso de interpolación y extrapolación con el empleo del programa Qeco (Di Rienzo et al., 2010), que utiliza una rutina de la librería Vegan (Oksanen et al., 2013), compilada en el programa R.
También se elaboraron curvas de rango y abundancia para los transectos control y animal, con el fin de comparar la oferta de forraje disponible en la pradera versus las potenciales consumibles por los animales. Además, se aplicó una prueba t de Student para muestras independientes, con la finalidad de comprobar las diferencias en número de especies en los transectos. Las curvas de rango y abundancia se construyeron mediante el programa gratuito Qeco (Caballero-López, 2019), y la prueba t de Student para muestras independientes por medio del Infostat (Di Rienzo et al., 2018).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Composición florística. Se registraron 13 especies vegetales en la pradera, 12 se identificaron a nivel de especies, y una a nivel de género. La representación en términos de familia estuvo dada por la Poaceae (30,8 %), Fabaceae (30,8 %), Cyperaceae (7,7 %), Boraginacea (7,7 %), Portulacaceae (7,7 %), Apocynaceae (7,7 %) y Amaranthaceae (7,7 %). No obstante, al considerar el número de individuos muestreados, las familias con más representación de individuos en la pradera fueron Poaceae (56,2 %), Cyperaceae (26,3 %) y Fabaceae (14,4 %). Los resultados obtenidos tienen similitud con los informados en sabanas bien drenadas, pastoreadas por ovinos en Venezuela, donde predominaron especies de las familias Poaceae y Cyperaceae (Morantes et al., 2017).
La curva de acumulación (fig. 1) mostró que la cantidad de muestras para evaluar la composición florística en la pradera fue adecuada, puesto que la curva alcanza la asíntota e indica que el número de individuos registrados fue suficiente para cubrir la riqueza vegetal de la pradera en el momento de muestreo. Lo anterior es también indicador de la poca diversidad presente en las praderas establecidas con pasturas mejoradas, como M. maximus, que se manejan de manera convencional. Resultados similares informaron Gálvez-Cerón et al. (2014) en potreros localizados en el bosque seco tropical del Departamento de Nariño (Colombia), quienes encontraron 13 especies, siendo la familia Poaceae la de mayor dominancia (más de 60 %). De esta, Panicum maximun (ahora M. maximus) contribuyó con 44 % de los individuos muestreados.
La curva de rango y abundancia para el transecto control y animal (fig. 2) evidenció la dominancia de pocas especies en la pradera. M. maximus cv. Tanzania presentó el mayor número de individuos, seguido de Cyperus rotundus L. y B. pertusa, ambas con aproximadamente la mitad del número de individuos que la primera. La alta presencia de C. rotundus se puede relacionar con la degradación de la pradera, ya que a pesar del porte alto y facilidad de cobertura de M. maximus cv. Tanzania, la familia Cyperaceae cuenta con características morfológicas que le confieren gran capacidad de competencia por nutrientes, principalmente por nitrógeno (Labrada et al., 1996). No obstante, algunos autores refieren las propiedades de C. rotundus para la alimentación del ganado bovino (Fernández-Mayer, 2020) y ovino (Gómez-Mesa et al., 2014). Adicionalmente, en un estudio realizado en Venezuela, se informó una frecuencia de aparición de Cyperaceae de 8 % en heces de ovinos en pastoreo, lo que indica que estas especies se pueden seleccionar como una pequeña proporción de la dieta (Morantes et al., 2017).
La curva de rango y abundancia también muestra que solo siete de las 13 especies disponibles en el potrero se encontraron en los sitios de alimentación del rebaño. Tres se clasificaron como Poaceae, y tres Fabaceae, es decir que 85,6 % de los taxones pertenecen a dos familias botánicas. La investigación de Galeano et al. (2013), desarrollada en seis municipios de Sur del Tolima (Colombia), caracterizó la composición florística de las zonas de pastoreo ovino con el acompañamiento de los productores. En este estudio se informó un importante aporte de estas dos familias a la alimentación de los pequeños rumiantes, ya que de las 46 especies referenciadas de consumo frecuente, 26,5 y 16,3 % fueron de las familias Fabáceae y Poaceae, respectivamente.
En términos de abundancia, las tres Poaceae representaron 2 % de la oferta, lo que puede afectar la estabilidad y resiliencia del agroecosistema. Al respecto, algunas investigaciones indican que existe relación entre la riqueza y estabilidad temporal de la producción en los pastizales. Esto se asocia a que un mayor número de especies aporta un conjunto más amplio de rasgos adaptativos (Ospina et al., 2012).
La prueba t de Student para muestras independientes (tabla 1), aplicada para el transecto control y animal, mostró diferencias estadísticas (p = 0,0249), al indicar que la diversidad de especies (transecto control) fue significativamente mayor que el número de especies visitadas por los animales en su ruta habitual. En lo anterior pueden influir las características de las plantas y los animales, la disponibilidad de forraje, la composición de la dieta, la época del año, entre otros factores (Wentzel y Alonso, 2020).
De acuerdo con el uso tradicional que reciben en la región o teniendo en cuenta información secundaría, se registró el consumo del ganado en 11 de las 13 especies halladas en la pradera. Con respecto a las siete especies registradas en los sitios de alimentación del rebaño, todas cuentan con referencias de consumo por parte de los animales (tabla 2).
¥ Uso tradicional hace referencia a las especies que se reconocen en la región por ser consumida por el ganado (ovino y bovino).
Aunque los potreros establecidos con pasturas mejoradas muestran tendencia a ser menos diversos, el número de especies con registro de consumo refleja el potencial de los recursos herbáceos y no herbáceos locales para la alimentación animal. Este último es importante porque puede proveer una oferta estable y balanceada de forraje durante todo el año (Romero y Duarte, 2012).
Análisis nutricional de especies vegetales representativas. La tabla 3 muestra la composición nutricional de las especies vegetales dominantes en la pradera. Se encontró un nivel de PB de 9,8 % para el forraje predominante (M. maximus cv. Tanzania).
MS: Materia seca total, PB: Proteína bruta, FDN: Fibra detergente neutra, FDA: Fibra detergente ácido, EE: Extracto etéreo, TT: Taninos totales, DIVMS: Digestibilidad de la materia seca, EB: Energía bruta, ENgRumiantes: Energía neta de ganancia rumiantes.
El contenido de MS de las especies dominantes en la pradera fue de 37,3; 49,9 y 34,5 % para M. maximus cv. Tanzania, B. pertusa y C. rotundus, respectivamente. Para B. pertusa, los resultados fueron superiores a los informados por Roncallo-Fandiño et al. (2020), quienes en estas mismas condiciones agroclimáticas encontraron como promedio 37,8 % de MS en el período poco lluvioso. En este tipo de forrajes, se ha logrado identificar que, a mayor tiempo de cosecha, mayor contenido de MS, lo que puede influir negativamente en el contenido de PB. Se registra así en este estudio el menor valor (8,0 %) de PB para B. pertusa.
La especie C. rotundus alcanzó el mayor contenido de PB (15,2 %), resultado que es similar a lo reportado por Petruzzi et al. (2003), quienes encontraron un contenido de 14,2 % de proteína cruda para esta especie. M. maximus cv. Tanzania tuvo un contenido de PB de 9,8 %, cifra inferior a la informada por Mojica-Rodríguez y Burbano-Erazo (2020) (13,6 %) y a la referida por Patiño-Pardo et al. (2018) y Cornejo-Cedeño et al. (2019), quienes señalaron para el cultivar Tanzania (25 días de rebrote) contenido de proteína cruda entre 12,0 y 13,0 %, respectivamente. Estos resultados pueden estar asociados a la fertilidad de los suelos y labores de manejo de la pradera, además de la edad de rebrote y época del año en que se cosecha.
Los contenidos de FDN y FDA fueron menores para la especie C. rotundus (53,9 % y 27,6 %, respectivamente), en comparación con M. maximus cv. Tanzania (66,76 % y 36,03 %) y B. pertusa (67,3 y 40,7 %). Los valores de la FDN se relacionan con la digestibilidad de los forrajes (Jones y Siciliano-Jones, 2016). En los resultados obtenidos, C. rotundus presentó el mayor porcentaje de digestibilidad (63,0), seguido de M. maximus cv. Tanzania (56,0) y B. pertusa (53,0).
El mayor contenido de taninos totales (TT) lo mostró la especie C. rotundus 17,1 (g kg-1 MS Eq ácido tánico). Los taninos son compuestos que se consideran factores antinutricionales (Mueller-Harvey, 2006). Cuando se presentan niveles elevados, pueden causar efectos desfavorables en el proceso digestivo (González-Mateos et al., 2019), y contribuir a la disminución del consumo de los animales. Por el contrario, cuando se consumen adecuadamente pueden tener efectos positivos para los animales.
El contenido nutricional de los forrajes está íntimamente relacionado con el manejo de la pradera y con la calidad o fertilidad de los suelos, y puede influir de manera positiva o negativa en el consumo por parte del animal, por lo que se sugiere acompañar los estudios de composición botánica de la pradera con investigaciones sobre palatabilidad y selectividad.
CONCLUSIONES
Se registraron 13 especies vegetales en la pradera y 12 se identificaron a nivel de especies. Las especies vegetales más predominantes en la pradera evaluada fueron M. maximus cv. Tanzania, B. pertusa y C. rotundus. En el presente estudio, la metodología aplicada para la determinación de la composición floristica de la pradera, con el uso de los transectos y la cruz, resultó precisa para la identificación de las especies dominantes en los potreros versus aquellas más visitadas por los animales. En estudios futuros es importante evaluar la perennidad de las especies, y determinar la selección de los animales por época mediante técnicas microhistológicas.