INTRODUCCIÓN
En Cuba, principalmente en la provincia de Guantánamo, la ganadería no satisface los requerimientos nutricionales de una población creciente; además, la situación económica del país hace necesario aumentar la producción de alimento de origen animal (Herrera-Toscano, 2018).
La producción ovina en la isla se caracteriza por escasos e inestables rendimientos productivos, que conllevan a bajos niveles de venta y consumo de este producto a escala nacional (Herrera-Toscano y Carmenate-Figueredo, 2018).
Los ovinos tienen un desempeño muy importante en las dietas de la población más vulnerable, como parte sustancial de la oferta proteica (Ganzábal et al., 2016). Esta especie animal pertenece al grupo de pequeños rumiantes de interés económico. Su función principal es transformar los forrajes y los granos en producto animal (Avendaño-Rodríguez y Navarro-Ortiz, 2020).
En diferentes sistemas de crianza, los bancos forrajeros proteicos son necesarios, debido al aporte de proteína, grasa, minerales y fibra para el mantenimiento y la producción (Fonseca-López, 2019). Por ello, es necesario aplicar y desarrollar el programa de plantas forrajeras de alta calidad nutricional. Entre ellas, Morus alba, Linn., se compara con los cereales y puede sustituir los concentrados en los procesos de producción ovina. Esta planta forrajera presenta alta producción de biomasa comestible y se considera una alternativa interesante en la alimentación de los rumiantes para suplementar las dietas de forraje con baja calidad (Martín et al., 2014).
M. alba tiene un contenido alto de proteína y de energía, además se utiliza en varias regiones del mundo (Mejía-Castillo, 2019). Es de buena palatabilidad y los pequeños rumiantes consumen ávidamente las hojas y los tallos tiernos frescos, aun cuando no hayan sido expuestos a este forraje previamente. Si el forraje se le ofrece entero, pueden arrancar la corteza de las ramas (Manterola, 2014). El objetivo de esta investigación fue evaluar diferentes niveles de inclusión de M. alba en la alimentación de ovinos Pelibuey, categoría ceba, en la provincia de Guantánamo, Cuba.
MATERIALES Y MÉTODOS
Localización. La investigación se desarrolló en el período poco lluvioso, de enero-abril 2020, en la Unidad Empresarial de Base (UEB), ubicada entre las coordenadas 20.31911,-76.3629, con extensión territorial de 70.73 km, perteneciente al municipio El Salvador, provincia Guantánamo.
Caracterización del sistema de producción ovina. El sistema de producción ovina de la UEB se caracterizó a partir de un levantamiento realizado en esta unidad mediante entrevistas a sus directivos, trabajadores y obreros. Se efectuaron recorridos en las áreas permitidas y se realizaron observaciones directas para determinar el área total de la unidad, el clima, el suelo, los pastos y forrajes existentes, así como el estado constructivo de la instalación, las cercas vivas, la condición corporal de los animales y el estado de salud, entre otros indicadores.
Diseño experimental y tratamientos. Se aplicó un diseño experimental aleatorizado, con cuatro tratamientos y ocho repeticiones en un sistema de crianza semintensivo. Los tratamientos establecidos se describen en la tabla 1.
Procedimiento experimental. El forraje de M. alba proviene de un banco forrajero (3 ha) establecido en la entidad, con un marco de siembra de 1,2 × 0,4 m y densidad de 20 833 plantas/ha en un suelo carbonatado, sin aplicación de riego ni fertilización. El primer corte se efectuó con un año de edad y se procedió al análisis bromatológico para determinar el contenido de nutrientes.
Para la evaluación de los diferentes niveles de inclusión del forraje de M. alba, se seleccionaron 32 ovinos Pelibuey, castrados, con buen estado de salud, desparasitados previamente. Tenían cinco meses de edad y peso vivo promedio de 20,5 kg. Se conformaron cuatro tratamientos, con ocho animales cada uno.
El alimento se suministró a razón de 0,30 de M. alba kg/animal/día para 15 %; 0,40 kg/animal/día para 20 % y 0,51 kg/animal/día para 25 %. El agua se suministró a voluntad.
Los ovinos pastorearon ocho horas diarias, en un pastizal de Bothriochloa pertusa (L) A. Camus (pitilla). Al regresar al corral, en el horario de la tarde, se suplementaron con M. alba.
Composición química. Se recolectaron hojas de M. alba y se envió 1,5 kg de material fresco al laboratorio de química-física del Centro de Desarrollo de la Montaña (CDM), donde se determinó la materia seca (MS) en estufa a 50 ºC durante 48 h, para obtener peso estable de la muestra. Posteriormente, el material se molió para determinar proteína bruta (PB), calcio (Ca) y fósforo (P), según el método oficial 967. 22 (AOAC, 2019).
Indicadores productivos. Durante el período de ejecución del experimento, se evaluó el peso vivo (PV), la ganancia media diaria (GMD) y el peso final. Se registró el PV de los animales cada 15 días para determinar la ganancia media diaria (GMD, g/animal/día). Para ello se tuvo en cuenta el peso inicial (kg) y el peso final (kg) de los tratamientos.
Valoración económica. Se realizó la valoración económica de la inclusión de M. alba como suplementación para ovinos en ceba. Se consideró como premisa básica la ganancia en peso, con la inclusión de esta forrajera como suplementación en ovinos en pastoreo. El costo de producción de M. alba se realizó en función de los valores obtenidos con la inclusión de los diferentes porcentajes y el peso del ovino en el mercado (Herrera, 2010).
Análisis estadístico de los datos. Los datos se analizaron estadísticamente a partir de un ANOVA de clasificación simple. Las medias se compararon mediante la prueba de rangos múltiples de Tukey para p < 0,05; al cumplir estas variables la prueba de normalidad y homogeneidad de varianza. Se aplicó el paquete estadístico Statgraphic Plus®, versión 5.1
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
M. alba, utilizada en los diferentes niveles de inclusión, presentó excelente calidad nutricional (tabla 2), con alto tenor de PB (22,4 %), cercano al valor señalado por Martín et al. (2014) y Alpízar-Naranjo (2014).
Fuente: Laboratorio de Físico-químico del Centro de Desarrollo de la Montaña Limonar, El Salvador, Guantánamo
El contenido de proteína en esta investigación fue superior al alcanzado por Martín et al. (2014), al determinar la composición química de las hojas y los tallos (20, 27 %). Gómez-Gurrola et al. (2017) y Espinosa-Reyes et al. (2019) plantean que el contenido de PB está entre 20 y 25 % y la digestibilidad de la MS es superior a 80 %.
Zapatier-Santillan et al. (2021) manifiestan que la disminución de la proteína con la edad de cosecha pudiera estar relacionada con la reducción de la síntesis de compuestos proteicos y el incremento de la síntesis de carbohidratos estructurales (celulosa y hemicelulosa), aunque otros factores, como la disponibilidad de agua y de nitrógeno del suelo, pudieran influir en este comportamiento.
En la tabla 3 se muestra el peso inicial y final, así como la GMD de los animales con las diferentes inclusiones de M. alba. En los tratamientos II y III se alcanzaron los mayores valores para el peso final, sin diferencias significativas entre ellos, pero sí con respecto al tratamiento I y al control.
a, b, c y d: letras desiguales en una misma columna difieren significativamente según dócima de Tukey a p ≤0,05
GMD: ganancia media diaria
El tratamiento con suministro de 25 % de M. alba a los animales alcanzó los mayores valores de ganancia en peso y GMD. En ambos casos, superaron estadísticamente al resto de las variantes. Todos los tratamientos, cuando se incluyó M. alba, mostraron valores superiores al control para ambos indicadores. A su vez, cuando se incluyó M. alba, al 20 y 25 %, hubo GMD superior a los 100 g/animal/día, considerada muy buena para los ovinos.
Similar comportamiento obtuvieron Pacheco et al. (2002), quienes observaron ganancias crecientes de PV en ovinos de pelo, suplementados con niveles progresivos de M. alba, los que variaron de 0 a 100 %, y en todos los casos superaron al control, con diferencias significativas después de 50 % de inclusión.
Alpízar (2014), al evaluar el efecto de la suplementación con M. alba (M-1 %, M-0,75 % y M-0,50 %) y concentrado, en la GMD de ovinos Pelibuey estabulados, no encontró diferencias estadísticas entre las mayores concentraciones y el control.
Ganzábal (2016) y Martín et al. (2017) plantearon que los niveles ascendentes de forraje de M. alba en la ración (hasta 1,5 %) produjeron incremento en el consumo de la gramínea acompañante [Megathyrsus maximus (Jacq.) B.K. Simon & S.W.L. Jacobs]. En términos de conversión y ganancia de peso, se obtuvo la mejor eficiencia con la inclusión de la arbórea al 2,5 %. No obstante, se consideró que con 1,5 % se optimizó la función de la gramínea en la dieta y en la absorción de los nutrientes
En los sistemas semintensivos, es importante la suplementación con plantas forrajeras de alto valor nutritivo para incrementar la producción de carne, además de realizar el destete de los corderos a los cuatro meses de edad, aproximadamente, y trasladarlos al área para la ceba, con el propósito de sacrificar a los machos al año de edad o antes, con buen peso y calidad de la canal.
Es viable económicamente la inclusión de M. alba como suplementación durante la etapa experimental, con valor ($ kg) de 0,18 en moneda nacional (MN), según los precios internacionales, aunque M. alba presenta un costo adicional en divisas de 0,37 USD/ kg (Alpízar, 2014). Los costos de producción de los diferentes niveles de inclusión de M. alba en kilogramos ofrecidos durante el experimento dependieron, en lo fundamental, de la utilización de la fuerza de trabajo, de los componentes agronómicos, del corte y el acarreo (Herrera, 2010). Se valoró la GMD y el peso final en comparación con el grupo control y el precio del ovino en el mercado cubano (tabla 4).
M. alba tuvo un costo en MN de 23,7 ($ kg) durante los tres meses del experimento. La tabla 5 muestra la ganancia de peso al sacrificio y el peso de la canal, en correspondencia con el precio del ovino en el mercado nacional. Los grupos experimentales mostraron diferencias significativas en los tratamientos II y III con respecto al control.
Los tratamientos donde se incluyó M. alba como suplementación presentaron costos superiores en MN con respecto al control (pastos). Sin embargo, la inclusión de M. alba al 15, 20 y 25 % representó en cada ovejo una ganancia económica de 117,6; 128,2 y 129,8 $/kg en MN, respectivamente.
CONCLUSIONES
Con la inclusión de M. alba como suplemento después del pastoreo en ovinos de ceba, se obtuvieron mayores valores de ganancia media diaria y ganancia de peso al sacrificio. La valoración económica indicó que la inclusión de esta forrajera como suplementación es factible para lograr dividendos superiores, que estuvieron entre 117,6 y 129,8 $/kg en MN.