Estimado Director:
Vislumbrar los factores demográficos ocurridos a nivel mundial sobre los cambios importantes en el envejecimiento poblacional, requiere profundizar en algunos criterios que están indisolublemente relacionados con el cuidado enfermero de estos tiempos.
El envejecimiento poblacional como un fenómeno social caracterizado por el aumento en la esperanza de vida y el continuo descenso en la fecundidad, trae consigo enfermedades prevalentes de la tercera edad, que tienen la cualidad de no ser enfermedades curables, sino que usualmente son degenerativas, lo que con el pasar del tiempo se va traduciendo en cronicidad, con situaciones de dependencia funcional para desempeñarse en las actividades de la vida diaria, y se evidencia con esto un proceso de discapacidad prevalente en el anciano en estado de necesidad.1)
El anciano en estado de necesidad es definido, según el Programa del Adulto Mayor del Ministerio de Salud Pública en Cuba, como un individuo que depende de los cuidados enfermeros y familiares para garantizar su subsistencia, por su alto estado de dependencia y fragilidad que pueden llevarlo a la muerte si no tiene atención requerida.2
Los cuidados de enfermería al final de la vida del anciano en estado de necesidad deben incorporar una concepción interdisciplinaria, lo que demanda una fuerte atención y apoyo emocional condicionado por factores de tipo cultural por parte del enfermero, sus familiares o amigos encargados del cuidado.3
La enfermera, desde la óptica de los cuidados de enfermería, desempeña dentro del equipo de salud un lugar privilegiado en la función de ayuda, autoayuda y apoyo familiar en el cuidado individualizado y centrado hacia este grupo vulnerable, pues entre otras razones permanece la mayor cantidad de tiempo junto al paciente y su familia.
Los cambios sociales que se están produciendo junto a las necesidades de cuidados de salud demandados en la actualidad son cada vez más complejos y están condicionando de manera directa a la calidad de vida de personas, familias y la propia comunidad, por tanto se requiere de una visión holística de los cuidados enfermeros, que integre la prevención, la información y la educación a la población.4
Asimismo, el papel de enfermería en la atención de pacientes ancianos en estado de necesidad debe tratar de satisfacer las necesidades y demandas de estos enfermos y ayudar al individuo a realizar las actividades que contribuyen a su salud, recuperación o una muerte tranquila, como se plantea en la teoría de Virginia Henderson;5 además de integrar los cuidados con sus familiares para un tratamiento adecuado que ponga límites al sufrimiento en esta etapa final de la vida.
El acercamiento a una muerte tranquila, sin estorbos terapéuticos innecesarios en un clima de confianza, comunicación e intimidad, donde la familia ocupe un lugar relevante cerca del paciente, procurándole apoyo mutuo y donde la meta de la atención sea la preservación de la calidad de vida y el confort en los enfermos y familiares, mediante el control adecuado de los síntomas, la satisfacción de sus necesidades y el apoyo emocional necesario, constituye la esencia del cuidado enfermero en estos ancianos en estados de necesidad como pacientes tributarios de los cuidados paliativos.3,4
Finalmente, es necesario que se entienda que los procesos degenerativos del anciano en estado de necesidad son procesos fisiológicos que van a estar presentes en el adulto mayor, de ahí que los cuidados enfermeros sustentados en las teorías, integrados con las acciones familiares y el trabajo en la formación del profesional de enfermería con conocimientos sobre el cuidado son la herramienta complementaria para brindar un servicio de enfermería de calidad en la comunidad.