Introducción
Cada vez las áreas urbanas y periurbanas concentran más personas que buscan oportunidades de educación, salud, trabajo, vivienda, actividades de ocio y recreación.1 Uno de cada veinte profesionales de salud percibe estrés cuando existe la posibilidad de migrar al interior de Perú.2 Posiblemente, esto responda a la resistencia de adoptar un nuevo estilo de vida que afecte la calidad de vida que adquirieron en la capital.
Desde 2002 existen esfuerzos del Estado para descentralizar los servicios básicos como salud, educación, vivienda, saneamiento, entre otros. En 2015 se implementó la afiliación automática al sistema integral de salud (SIS) de los recién nacidos que no contaban con un seguro de salud.3 Esta política fomentó la identidad de las personas y mejores condiciones sanitarias para menores de 5 años y mujeres gestantes. Sin embargo, generaciones anteriores de indígenas, de mujeres y madres de familia tuvieron dificultades para acceder a una educación y una vivienda digna por carecer de un documento nacional de identidad y reconocimiento paterno.
Actualmente resultan limitadas las intervenciones para llegar a toda la población universitaria de zonas alejadas a la capital, debido a que existen dificultades de conectividad, transporte y calidad de los servicios sanitarios dirigidos a las mujeres. La información que se reporta acerca de los síntomas y el cuidado del embarazo no son coherentes con las guías técnicas de salud sexual reproductiva del Ministerio de Salud.4 El embarazo a temprana edad no solo genera cambios en el cuerpo de un adolescente, sino una responsabilidad que debe conciliarse con los estudios, el trabajo y la vida en el hogar; pero, en ocasiones, puede convertirse en una muerte materna o un aborto.5) Al respecto, se ha informado que el inicio de la actividad sexual de la población adolescente de los territorios como: Junín, Ayacucho, Cusco, Apurímac y Huancavelica, condujo a la convivencia, y los embarazos no planificados en condiciones precarias y con escasas oportunidades de desarrollo personal.5
Estudios previos5,6 sostienen que jóvenes y adolescentes que viven solos, por motivos académicos, presentan riesgos de alcoholismo, drogadicción y más posibilidades de contraer enfermedades respiratorias, diarreicas y desnutrición, debido al consumo de cafeína, energizantes, alcohol y tabaco. No obstante, más del 50 % de los estudiantes duermen menos de lo recomendado, factor de riesgo que se asocia con la obesidad y el sobrepeso.6 También se ha informado mayor riesgo de depresión en estudiantes de pregrado ante la menor actividad física que realizan.7
Alcanzar el bienestar de la sociedad implica fomentar un empleo decente y justo8 desde los puestos de operarios hasta los más especializados. En ese sentido, Piura resulta uno de los territorios de Perú que presenta mayores tasas de accidentes mortales y accidentes de trabajo,9 por lo que se realizan más estudios en salud ocupacional o laboral relacionados con los universitarios.
Por otro lado, la universidad fomenta la investigación, la formación académica y ofrece un servicio público que requiere de condiciones básicas de calidad universitaria, entre las cuales están los “servicios educacionales complementarios básicos” para gestionar y fortalecer la formación del estudiante. Consta de ocho indicadores, entre ellos, servicios sociales, médicos, psicopedagógicos y deportivos, que están a disposición de la comunidad universitaria (Fig.).
Con Resolución del Consejo Directivo No. 045-2019 SUNEDU/CD, la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria-SUNEDU otorgó el licenciamiento a la Universidad Nacional de Frontera-UNF, Sullana Perú; y, en el marco de los servicios educacionales complementarios básicos, la UNF implementó el servicio de salud para coadyuvar la formación de los estudiantes y reducir los riesgos de deserción universitaria por razones de salud.
La literatura científica evidencia escasos estudios en aspectos de salud asociados con el bienestar urbano.1 Al respecto, no queda claro el perfil sociodemográfico, económico y de salud de los estudiantes que migran o se desplazan a Sullana, Piura, por motivos de estudios.
Por ello, el objetivo de este estudio fue determinar las características sociodemográficas, económicas y de salud de los beneficiarios de los servicios educacionales complementarios básicos de la UNF.
Métodos
Estudio descriptivo, en el cual se revisó el cuestionario socioeconómico, familiar y de salud de los estudiantes beneficiarios de los servicios educacionales complementarios básicos de la UNF. Estos estuvieron a cargo de la Oficina de Bienestar Universitario, y la Oficina de Extensión Cultural y Proyección Social.
Universo y muestra
La población estuvo conformada por el total de estudiantes beneficiarios de los servicios educacionales complementarios de la UNF (N = 1285), quienes fueron incluidos y estaban matriculados en el semestre 2018-II y 2019-I. La muestra se seleccionó de forma censal (n = 1285).
Instrumentos
Se recogieron los datos mediante el cuestionario socioeconómico, de salud y familiar de los estudiantes. El cuestionario socioeconómico mostraba datos de edad, sexo, estado civil, religión, número de hijos, procedencia según región, provincia y distritos de Sullana de los estudiantes beneficiarios. Además, se extrajeron datos de la vivienda de los beneficiarios: desde el acceso y tipo de propiedad donde residían, número de habitaciones y baños, acceso a servicio de agua, desagüe y energía eléctrica.
Las variables económicas se centraron en el nivel de ingresos y tipo de ocupación, y consideraron la situación laboral de los estudiantes beneficiarios. Se recogieron los datos familiares de la madre y el padre acerca del nivel de instrucción, los ingresos mensuales y el tipo de seguro de salud que tenían.
Las variables de salud se refirieron a vacunas antitetánicas, sarampión, hepatitis, virus de papiloma humano (VPH), tuberculosis (TBC), asma, alergia, antecedentes de transferencias sanguíneas, intervenciones quirúrgicas, accidentes, hospitalizaciones, presencia de discapacidad, depresión, abuso sexual, embarazos y métodos anticonceptivos.
Las variables de salud familiar estaban relacionadas con la presencia de TBC, cáncer, diabetes, obesidad, infarto, consumo de drogas, Virus Inmunodeficiencia Humana (VIH), violencia familiar y si convivían con una madre adolescente.
Los datos se recolectaron entre octubre de 2018 y mayo de 2019. Posteriormente, entre junio y diciembre de 2019 se sistematizó y analizó la información secundaria.
Análisis de datos
Todos los datos fueron tabulados en Microsoft Excel y las variables demográficas, económicas y de salud se analizaron mediante frecuencias relativas.
Consideraciones éticas
El diagnostico situacional de salud de los beneficiarios de los servicios complementarios educacionales básicos es uno de los resultados del Plan de Trabajo 2018 de la Oficina de Bienestar Universitario aprobado con Resolución No. 025-2018-CO-UF y del Plan de Trabajo del Servicio de Salud (Tópico) 2019, que fue aprobado por las autoridades de la UNF mediante Resolución No. 067-2019-UNF/CO. Por tanto, los datos de los estudiantes y el consentimiento informado fueron tratados a partir de la Declaración de Helsinki10 y sus revisiones posteriores.
Resultados
Características sociodemográficas
Las características sociodemográficas de los beneficiarios de los servicios de bienestar de la UNF se recogen en la tabla 1.
Características de vivienda
Del total de estudiantes, 791 (61,6 %) residían en una vivienda propia totalmente pagada, 241 (18,8 %) en vivienda cedida o por invasión y 122 (9,5 %) en una vivienda en alquiler respectivamente. Vivían en una casa 1211 (94,2 %) estudiantes, 26 (2 %) refirieron tener solo un cuarto y 16 (1,3 %) presentaban una vivienda improvisada. La mayoría de estudiantes (81,1%) contaba con un baño en su vivienda, y 2 (16 %) y 3 baños (2,2 %), respectivamente.
El 80,9 % de los estudiantes tenían servicio de agua potable por horas, 17,6 % servicio permanente y 1,5 % no contaba con servicio de agua en la vivienda. El 3,3 % contaba con servicio de energía eléctrica por horas y 96,2 % contaba con servicio permanente, mientras que el 0,5 % no. El 84,4 % presentaba acceso al servicio de desagüe en la vivienda y 15,6 % no.
Características familiares
Madres de los beneficiarios
Del total de beneficiarios, solo 1138 cuestionarios fueron completados con datos de las características maternas. Con respecto al nivel de instrucción de las madres hubo un elevado porcentaje que contaba con estudios de secundaria completa y una baja cifra con estudios de maestría o doctorado. La mayoría de las madres de los estudiantes tenía ingresos mensuales menores de 250 soles; y un menor número, entre 2001 y 2500 soles (Tabla 2).
Padres de los beneficiarios
En cuanto al total de beneficiarios, solo 904 completaron datos con características familiares paternas. Con respecto al nivel de instrucción de los padres hubo un elevado porcentaje que contaba con estudios de secundaria completa y una cifra baja que manifestó no contar con estudios. La mayoría de los padres de los estudiantes tenía ingresos mensuales entre 501 a 1000 soles; y un menor número, entre 2001 y 2500 soles (Tabla 2).
Características económicas
Las características económicas de los beneficiarios de los servicios educacionales complementarios básicos de la UNF se recogen en la tabla 3.
Ocupaciones
Del total de estudiantes 306 que trabajaban, el 59 (19,3 %) tenían ocupaciones mayormente de personal de ventas, 28 (9,2 %) independiente, 26 (8,5 %) mototaxista, 25 (8,2 %) comerciante, 19 (6,2 %) asistente, 12 (3,9 %) albañil, 8 (2,6 %) animador de fiestas, entre otras ocupaciones.
Los ingresos de los estudiantes que trabajaban eran menores a 250 soles en 85 (27,8 %) casos; 119 (38,9 %) de los estudiantes tenían ingresos entre 250 y 500 soles, 32 (10,5 %) contaba ingresos de 500 y 750 soles, 47 (15,4 %) percibían entre 750 y 1000 soles, 22 (7,2 %) percibían entre 1000 y 1500 soles, y solo un estudiante recibía más de 1500 soles.
Características de salud
Del total de estudiantes, 513 completaron el cuestionario de salud. De ellos, 56,3 % contaba con algún tipo de seguro de salud, 282 (55 %) recibieron las dosis de la vacuna antitetánica, 277 (54 %) para el sarampión, 377 (73 %) para la hepatitis B y 109 (21 %) para el VPH.
Manifestaron no tener TBC 457 (89 %) estudiantes, 38 (7 %) padecían de asma, 148 (29 %) presentaban algún tipo de alergia, 13 (3 %) manifestaron haberse realizado alguna transferencia sanguínea, 63 (12 %) habían padecido de intervenciones quirúrgicas, 81 (16 %) de accidentes y 136 (27 %) de alguna hospitalización.
Padecían de alguna discapacidad 24 estudiantes (5 %), 42 (8 %) de depresión, 94,3 % señalaron no consumir drogas, 5 (1 %) refirieron sufrir de abuso sexual, 21 (4 %) estudiantes estaban embarazadas y 125 (24 %) manifestaron usar algún método anticonceptivo.
Discusión
El propósito de este trabajo fue evidenciar el perfil de los beneficiarios de los servicios educacionales complementarios básicos de la UNF. En ese sentido, este estudio solo se limitó a analizar la información de los estudiantes y no de los docentes.
Los hallazgos evidenciaron que 109 (21 %) estudiantes se vacunaron contra el VPH; sin embargo, Siu y otros11 informaron que 2,9 % adolescentes y 9,7 % jóvenes universitarias en Hong Kong se vacunaron contra VPH, debido a que es una forma de prevenir el cáncer de útero u otro relacionado con el VPH desde la promoción de los servicios de salud en la Universidad.
No se recogió información acerca de la vacunación contra la influenza. Por ello, no se pudo comparar con el informe de Kawahara y Nishiura,12 que reportó un 27,3 % de universitarios vacunados contra la influenza.
Otro aspecto importante es la violencia de género, que suprime los derechos de las personas, especialmente de las mujeres, y está relacionada con la educación, la pobreza y la corrupción, que agudiza la vulnerabilidad de las personas menos favorecidas.13) Al respecto, un estudio de 2019 informó que nueve de cada diez actos de abuso sexual fueron cometidos por la pareja, los amigos o algún conocido; además, puede estar relacionado con la discriminación y el vínculo con los padres.14
Otra limitación hallada fue que no todos los beneficiarios completaron la ficha de salud, pero el 1 % de los estudiantes refirió haber padecido de abuso sexual y el 3,7 % de violencia familiar.
Asimismo, un estudio previo15 informó que los estudiantes con mayores ingresos y rendimiento académico tenían más posibilidades de migrar fuera de su lugar de origen. Por su parte, Murillo-Pérez7 reportó que solo el 2,3 % de un total de 1111 estudiantes estaban desempleados. Contrariamente, nuestros datos reflejan que la mayoría de los estudiantes provienen de la provincia de Sullana, de 1125 beneficiarios solo 306 trabajan, esto evidencia que el gasto familiar puede ser mayor al sueldo mínimo y por este motivo más de un miembro de la familia debe aportar económicamente.
Por tanto, surge la necesidad de implementar políticas de desarrollo económico y sanitario que deben promover los Gobiernos locales y el Gobierno regional de Piura para mejorar la situación laboral de las familias, y las condiciones básicas sanitarias en zonas urbanas y rurales cercanas a la UNF, que actualmente no acceden al servicio de agua potable; en algunos casos, tampoco al sistema de desagüe, por lo que la cisterna resulta el único medio para abastecer de agua a las familias. Por otro lado, el acceso a la educación básica de calidad se muestra cada vez más limitado e inaccesible para las familias con mayor vulnerabilidad. Se añade a esta problemática la ausencia de regulaciones de transporte urbano y rural que facilite la movilidad y las actividades cotidianas de los estudiantes y las familias.
La presente investigación halló que el 24,9 % de los padres y el 23,6 % de las madres de los estudiantes no poseen ningún tipo de seguro de salud, además de que padecen diversas enfermedades de riesgo. Este dato es pertinente para que el Ministerio de Salud mejore la cobertura de afiliación de la población más vulnerable ante SIS y se vincule de forma efectiva con las universidades.
Previamente, Ajavi y otros16 reportaron que cada hora mueren 320 personas a causa del alcohol; además, que el exceso de consumo de alcohol trae consecuencias adversas para la salud y a nivel social. Según ese reporte, el 43,5 % de los estudiantes universitarios consumían alcohol, lo que se relacionaba significativamente con la religión y la existencia de los padres. Los consumidores fueron varones mayores de 19 años provenientes indistintamente de bajo y alto nivel socioeconómico. Por su parte Murillo-Pérez y otros7 informaron que el 1,6 % de un total de 1111 estudiantes presentaba una dependencia del consumo de alcohol y el 24,6 % fumaba. Nuestros datos muestran que 1,2 % de los estudiantes ha tenido un familiar que consumía drogas, pero 94,3 % de los jóvenes refieren no consumirlas y 93,8 % no pertenece a ninguna religión. Estos hallazgos sugieren reforzar la oferta de servicios educacionales complementarios básicos de la UNF y las actividades del plan de trabajo de la Oficina de Bienestar Universitario.
Otro aspecto importante es el rendimiento académico y la seguridad alimentaria del estudiante para mitigar los riesgos de la deserción universitaria. Al respecto, El Zein y otros17) informaron que 19 % de los estudiantes universitarios presentaron inseguridad alimentaria con la probabilidad de padecer elevado estrés, mala calidad del sueño y desorden alimentario. Esta situación podría estar relacionada con el nivel de educación de los padres.
Long y otros18 reportaron que el uso del condón por parte de los estudiantes estaba asociado a una mayor probabilidad de asumir una responsabilidad en cualquier relación sexual. En nuestro estudio, el 24 % de los estudiantes utilizaron algún método anticonceptivo y al menos 12,9 % convivía con un familiar madre adolescente. Este dato refuerza el papel de las actividades de concientización en relación con la planificación familiar en los estudiantes que brindan los servicios educativos complementarios de la UNF.
Además, en una publicación de 201619 se informó que los estudiantes universitarios poseían una alta capacidad de adaptación frente a condiciones adversas. Indudablemente, el presente trabajo tiene varias limitaciones porque no se han recogido y analizado estos datos; tampoco la calidad de vida de los estudiantes, sus hábitos alimentarios, los estilos de vida, la actividad deportiva, el consumo de tabaco y la tipología de drogas. Pero se evidencian las características de salud que presentan los beneficiarios en su entorno familiar, así como el nivel de ingresos y tipo de ocupación como parte del bienestar general de los estudiantes. Resulta pertinente la realización de futuros estudios para abordar aspectos vinculados a la formación universitaria.
Sin duda, una educación sostenible implica concientizar al estudiante acerca de reflexionar y actuar sobre su existencia en un contexto geográfico determinado, sin afectar los recursos de generaciones futuras.20 Por ello, este trabajo constituye la base de futuras intervenciones en salud desde la universidad.
Los servicios complementarios básicos de salud que ofrece la UNF a los estudiantes son pertinentes para disminuir los riesgos de deserción por motivos de salud durante la formación de pregrado.