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Revista Cubana de Salud Pública

versión impresa ISSN 0864-3466versión On-line ISSN 1561-3127

Rev Cubana Salud Pública v.25 n.1 Ciudad de La Habana ene.-jun. 1999

 

Facultad de Salud Pública

Indicador sintético para medir diferencias de género

Ileana Castañeda Abascal,1 María Elena Astraín Rodríguez,1 Vicente Martínez Rodríguez2 y Leticia Artiles Bisval3

Resumen: Se realizó un estudio de tecnología para identificar las variables que marcan diferencias de género en nuestro medio y construir un indicador sintético que fuera capaz de medir sus diferencias entre territorios. Se seleccionaron tres áreas con nivel socieconómico alto, medio y bajo de los municipios Playa, Marianao y Lisa, respectivamente, según opinión de expertos. Se encuestaron 271 personas. 141 del sexo femenino y 130 del masculino. Para la identificación de variables se utilizaron técnicas cualitativas (Grupo Nominal) y cuantitativas (Análisis Factorial Discriminante). Como resultado de su aplicación, las variables que mejor marcan diferencias de género en nuestro medio fueron: labores en el hogar, trabajo, salud y tiempo dedicado al descanso en días laborables. Se construyó un indicador que registró brechas de género a través de las diferencias de los valores obtenidospor un territorio dado respecto al mejor valor. Su efectividad se comprobó al hallar resultados distintos entre los territorios de nivel socieconómico alto y medio en contraposición al de menor nivel.

Descriptores DeCS: CLASE SOCIAL; ANALISIS MULTIVARIADO; SEXO.

El género es una categoría de las ciencias sociales que permite analizar las relaciones entre hombres y mujeres en un contexto determinado. Pudiera entenderse como la red de símbolos culturales, conceptos normativos, patrones institucionales y elementos de la identidad subjetiva que a través de un proceso de construcción social diferencian los sexos y al mismo tiempo los articula dentro de las relaciones de poder frente a los recursos.1,2

Todo ello implica que dentro de un sistema determinado se establezcan patrones de conductas y de necesidades, así como la presencia de determinados riesgos, responsabilidades, roles y acceso a los recursos según sea hombre o mujer.

El término sexo se refiere a las características anatómicas y fisiológicas de los individuos, mientras se entiende por género a la red de rasgos de la personalidad, las actitudes, los sentimientos, los valores, las conductas, y las actividades que definen los ámbitos del ser y el quehacer masculino y femenino.1,3 En la categoría de género se pueden establecer tres instancias relacionadas entre sí y que toman importancia en el acercamiento a la salud desde esta perspectiva: la asignación, rotulación o atribución de género que está en correspondencia con los genitales externos que posea el individuo. La identidad de género donde intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales que son capaces de incluir en la definición del estereotipo masculino o femenino. El rol de género que son las acciones y actividades que se realizan de acuerdo con el género al cual se pertenezca, y que pueden ser productivos, reproductivos y comunitarios.2-4

Se han tratado de medir las diferencias de género en los países de América a través de indicadores sintéticos como el índice de Inequidad Básica que toma en consideración el acceso a los organismos de poder y a los bienes básicos de educación y empleo; el índice de Inequidad Social Básica donde se promedian las diferencias del peso al nacer, calorías percápitas, nivel de educación secundaria, atención profesional del parto, cobertura de vacunas y acceso al agua potable; y el Indicador Global de Accesibilidad al Desarrollo Acumulado, que tienen entre sus variables la cobertura profesional del parto, niveles de atención perinatal, esperanza de vida al nacer, nivel de educación secundaria y mortalidad temprana. El Índice de Potenciación de Género explora diferencias en cuanto a decisión y participación en políticas y el Índice de Desarrollo de Género mide las posibilidades de superación y poder.

Como es de esperar, Cuba se ha situado siempre en posiciones muy ventajosas cuando se ha comparado con los países del continente5 porque ha logrado solucionar la mayoría de los problemas de género que toman en cuenta dichos indicadores, pero esto no quiere decir que las diferencias entre hombres y mujeres estén eliminadas, por lo que se realizó este estudio, que trató de identificar las variables que marcan diferencias de género en nuestro medio y además, se trazó la tarea de construir un indicador sintético capaz de medirlas.

Método

Se trata de un estudio de tecnología. Para identificar las variables que más aportan a las diferencias de género se realizó un Grupo Nominal que es una técnica de la investigación cualitativa que ha tenido una amplia utilización en los estudios de Marketing y en la Planificación en Salud. Se fundamenta en la búsqueda de consenso y el establecimiento de un orden de prioridad en la identificación de problemas, sus causas y sus soluciones,6 por lo que se ajusta a las necesidades del estudio. La pregunta que dio paso a la técnica fue: ¿cuáles son, según su criterio, los principales aspectos (variables) que marcan las diferencias de género en nuestro medio?

Con la información obtenida en el grupo nominal se diseñó una encuesta, con la doble finalidad de hacer una selección cuantitativa de las variables más importantes y, posteriormente, utilizar esta información en la aplicación del indicador diseñado.

Se dice que en regiones que han alcanzado altos niveles de vida, las diferencias de género son menores que en las de condiciones menos favorables,5 por lo que fue necesario seleccionar de forma opinática tres territorios con diferentes niveles socioeconómicos: alto, medio y bajo, según criterios de expertos, que resultaron ser el municipio Playa, considerado de alto nivel, Marianao como de nivel medio y Lisa como de bajo nivel.

En cada municipio se seleccionó el área y dentro de ella el consultorio que cumpliera mejor las características antes mencionadas; en el municipio Playa los expertos propusieron al área 1ro. de Enero y dentro de ella una parte del consultorio 10. En Marianao, una de las zonas que tiene condiciones socioeconómicas medias, se escogió el área Ramón González Coro y en ella el consultorio 8. En el municipio Lisa fue seleccionada una de las áreas de peores condiciones socioeconómicas Aleida Fernández Chardiel, específicamente la zona conocida como "El Palenque" .

Para esta selección fue necesario comprobar si los resultados del indicador diseñado se correspondían con el fundamento teórico en cuanto a la relación de las diferencias de género y el nivel de desarrollo socioeconómico del territorio.

Por otra parte, los resultados obtenidos en la encuesta se utilizaron para realizar el Análisis Factorial Discriminante, como complemento cuantitativo en la identificación de las variables que mejor reflejan diferencias de género.

El sexo es la variable biológica indiscutiblemente, por lo que se consideró como variable endógena o dependiente, las explicativas fueron las identificadas por el Grupo Nominal por ser las que reflejan en gran medida el aspecto social.

Luego de la selección de las variables a través del Grupo Nominal y el Análisis Factorial Discriminante se construyó un indicador sintético sobre los procedimientos utilizados para la construcción del Índice de Desarrollo Humano (IDH).7

Para cada una de las variables que se consideraron que reflejan las diferencias de género, se calculó el índice de privación de igualdad (IPI) de la forma siguiente:
Fórmula
Donde:

Xi: Es el valor particular que toma cada variable en el territorio como resultado de la diferencia por sexo |  más -  fem |.

Xim: Como criterio óptimo es la diferencia mínima por sexo que se obtiene para la variable en uno de los territorios.

Xim: Es la diferencia máxima por sexo que se obtiene para la variable en uno de los territorios. Fórmula Donde:

n: Tamaño de la muestra de hombres en el municipio.

Xi: Valor que alcanza cada hombre en la variable.

Fórmula
Donde:

n: Tamaño de la muestra de mujeres en el municipio.

xi: Valor que alcanza cada mujer en la variable.

Este índice es una medida de cuánto dista, en términos relativos, el valor de la variable en un territorio, respecto al mejor valor alcanzado por dicha variable en el resto de ellos.

Consideramos menester aclarar que se consideró mejor resultado cuando la diferencia por sexo en cada variable fue mínima.

Después se calculó la Privación de Igualdad Relativa Promedio (PIR) de cada territorio de la forma siguiente:

Fórmula

Donde:

k: Número de variables.

IPIi: El índice de privación de igualdad de cada variable del territorio dado.

Finalmente, se halló el índice de igualdad (I.I.) de cada territorio mediante la siguiente expresión:

I.I = 1 - PIR

Este índice puede tomar valores entre 0 y 1, mientras más cerca esté de 0 indica que existen menos diferencias de género y mientras más cerca esté de 1 indica más diferencias de género.

Resultados

Para identificar las variables que se utilizaron en la construcción del indicador, se creó el Grupo Nominal, en el cual participaron 5 expertos en la temática de género.

Como resultado se obtuvo un listado de 46 ideas, que posteriormente fue reducido y establecido en orden de prioridad a través de un proceso de votación en las 17 variables siguientes:

  • Atención a la vida reproductiva.
  • Toma de decisiones.
  • Expresión, valoración y permiso para el ejercicio de la sexualidad.
  • Diferencia en la utilización del tiempo libre y sobrecarga.
  • Posibilidad de expresar síntomas y sentimientos de: culpa, ira, hostilidad, depresión, agresión, miedo y temores.
  • Estereotipos que marcan diferencias entre el hombre y la mujer.
  • Distribución en áreas laborales específicas, promoción laboral y horas extras.
  • Solicitud de atención médica por especialidad. Consumo de fármacos, analgésicos y automedicación.
  • Aspiraciones, proyectos de vida, grados científicos.
  • Movimiento en los espacios y establecimiento de límites.
  • Autovaloración.
  • Acceso, capacidad y desenvolvimiento en cargos de dirección.
  • Decisiones y accesibilidad a la distribución del dinero en el hogar.
  • Clases sociales.
  • Qué ha estudiado y por qué.
  • Legislación de la diferencia.
  • Edad.
Una vez definidas y priorizadas las variables, se confeccionó el diseño de la encuesta con la doble finalidad de realizar una selección cuantitativa de ellas y posteriormente calcular el indicador.

En la confección de la encuesta no se utilizaron las cuatro últimas variables priorizadas, precisamente por haber sido consideradas las de menor importancia por los expertos para medir diferencias de género en nuestro medio, estas fueron: decisiones y accesibilidad a la distribución del dinero en el hogar, clases sociales, escolarización y legislación de las diferencias.

En el caso de decisiones y accesibilidad al dinero en el hogar, quedó incluida en otras variables consideraciones en la encuesta como: toma de decisiones y movimiento en los espacios y establecimiento de límites, porque se considera que el poder y la autoridad reflejadas por ellas brinda en gran medida, la posibilidad de la administración económica.

La edad se controló a través de la selección de individuos en edad reproductiva, es decir, entre 15 y 49 años, período en que las personas se encuentran en la etapa de mayor actividad laboral, reproductiva y de superación cultural, todo lo cual condiciona diferencias de género entre ambos sexos propias de esas edades; mientras que en los menores de 15 años, se producen procesos de adquisición y aprendizaje que definen la identidad de género, por lo que es una etapa de la vida que tiene sus propias características y debe ser estudiada en forma particular.

Después de los 49 años se comienza un proceso biosicológico y de orden social donde se aprecian cambios en la ejecución de los roles: la mujer concluye su etapa reproductiva fértil; ambos sexos se aproximan paulatinamente a las edades de la jubilación y provocan cambios en la dinámica individual y familiar cuando varían las responsabilidades dentro y fuera del hogar, lo cual exige un tratamiento individual.

Las trece variables restantes se consideraron a través de dimensiones que respondieran a los principales preceptos teóricos que sustentan las diferencias de género y que permitieran que la encuesta tuviera secuencia lógica, lenguaje comprensible y fácil aplicación y procesamiento de la forma siguiente:

Rol Productivo: incluyó la distribución en áreas laborales específicas, promoción laboral y trabajo en horas extras y acceso, capacidad y desenvolvimiento en cargos de dirección.

Rol Reproductivo está reflejado en: Educación de los Hijos: indagó acerca de quién era la mayor responsabilidad de su cuidado y atención y si la educación que la familia brinda a los hijos es diferente para ambos sexos y en labores en el hogar: incluyó las actividades que cotidianamente se realizan en él.

El descanso y la recreación están presentes en los aspectos contenidos en:

Tiempo dedicado al descanso en días laborables: abordó las diferencias en la utilización del tiempo libre y la sobrecarga de forma independiente.

Tiempo dedicado al descanso en días no laborables: en los días no laborables es posible que varíe la dinámica familiar de manera distinta a los días laborables.

Tiempo dedicado a la recreación en días laborables. Tiempo dedicado a la recreación en días no laborables. Estas dos variables se tratan independientemente porque las posibilidades de recreación son mayores en los días de descanso.

La manifestación de sentimientos afectivos y no afectivos, así como la autovaloración se corresponden con los estereotipos establecidos por la sociedad al hecho de ser hombre o mujer.

Posibilidad de expresar sentimientos: dentro de los estereotipos que marcan diferencias entre hombres y mujeres, se encuentran las formas de emitir sentimientos de ira, hostilidad, agresividad, temores, culpa, depresión y miedo.

Sentimientos afectivos: se refirió a la posibilidad de expresar sentimientos afectivos.

Autovaloración: referida a la expresión de la sexualidad y la autoestima, agrupó lo concerniente a la expresión, valoración y permiso para el ejercicio de la sexualidad y la autovaloración propiamente dicha de los individuos.

Posibilidad de emitir criterios y toma de decisiones: relacionada con la toma de decisiones, posibilidad de emitir criterios y aspiraciones que hablan a favor de las expectativas y las proyecciones personales del individuo, que son diferentes entre ambos géneros, condicionada en muchas ocasiones por el desempeño de roles y la socialización establecida. Esta variable abarcó toma de decisiones, tanto en el trabajo como en el hogar, ya fueran tomadas en forma individual y/o colectiva y movimiento en los espacios y establecimientos de límites.

Aspiraciones: se refirió a las aspiraciones, proyectos de vida, grados científicos de los individuos. La salud se manifiesta de forma diferente, por lo que:

Salud: se consideró la solicitud de atención médica por especialidad y el consumo de fármacos y automedicación para valorar la salud de los individuos.

Conformada la encuesta, se realizó una prueba piloto a 20 individuos de La Lisa, que no pertenecían a la muestra, con el objetivo de evaluar su diseño, lo que permitió que se realizaran los cambios necesarios.

Para la aplicación de la encuesta se seleccionaron las 3 áreas de diferentes niveles socioeconómicos de los municipios Playa, Marianao y La Lisa como se explicó anteriormente. Fueron realizadas por uno de los investigadores, lo que redujo la posibilidad de sesgos en la recogida de información.

Se realizaron 271 encuestas, 141 correspondieron al sexo femenino y 130 al masculino, distribuidas en los diferentes territorios.

Los resultados obtenidos se utilizaron para realizar el Análisis Factorial Discriminante como complemento cuantitativo para identificar las variables que mejor reflejan las diferencias de género.

En la tabla 1 se puede apreciar que las variables que mejor expresan las diferencias de género, según el valor obtenido por el estadígrafo Lambda de Wilks, fueron: tiempo dedicado al descanso en días laborables, labores en el hogar, salud y rol productivo.
 
 

TABLA 1. Resultados obtenidos por el Análisis Factorial Discriminante
Variables 
Lambda de Wilks
Significación
Aspiraciones
,99209
2,1370
,1450
Autovaloración
,99951
,1301
,7186
Descanso días laborales
,98324
4,5672
,0335*
Descanso días no laborables
,98749
3,3948
,0665
Educación de los hijos
,99994
,0170
,8964
Labores del hogar
,81555
60,6113
,0000*
Recreación días laborables
,99983
,0452
,8318
Recreación días no laborables
,99894
,2854
,5936
Salud
,97609
6,5653
,0109*
Sentimientos afectivos
,99901
,2661
,6064
Toma de decisiones      
y emisión de criterios
,99310
1,8608
,1737
Rol productivo
,94027
17,0258
,0000*
Expresión de sentimientos
,98859
3,0936
,0797

* Variables significativas.

Las variables que resultaron significativas en el Análisis Discriminante coincidieron en gran medida con las que ocuparon posiciones más prioritarias en el Grupo Nominal.

En la tabla 2 observamos que en relación con el tiempo dedicado al descanso en los días laborables en las tres áreas resultó ser menor la media en el sexo femenino. En cuanto a las labores en el hogar, que es una parte importante del desempeño del rol reproductivo, también las féminas estuvieron en desventaja al tomar las mujeres valores más elevados en las medias que los hombres, por ser las que generalmente realizan las tareas. Los menores valores en la variable salud hablan a favor de mayor consumo de fármacos y la automedicación en el sexo femenino. En relación al rol productivo la mujer tuvo posiciones de desventaja en relación con los hombres lo que se traduce por valores inferiores a estos últimos.

TABLA 2. Resumen de los cálculos realizados en la determinación del índice de Privación de Igualdad según municipios y variables

Variable 
Municipio
fem 
mas. 
Diferencia i

más -  fem| 

Índice privación de igualdad (IPI)
Descanso días laborables Playa
3,135
4,031
0,895
0,816
  Marianao
2,522
3,538
1,016
1,000
  Lisa
2,638
3,000
0,362
0,000
Labores del hogar Playa
6,250
4,020
2,230
0,000
  Marianao
5,761
2,725
3,036
0,955
  Lisa
6,149
3,075
3,074
1,000
Salud Playa
1,646
1,918
0,273
1,000
  Marianao
1,391
1,575
0,184
0,560
  Lisa
1,404
1,475
0,071
0,000
Rol          
Productivo Playa
1,583
2,061
0,478
0,672
  Marianao
1,478
1,925
0,447
0,000
  Lisa
1,532
2,025
0,493
1,000

 

Para construir el indicador, se utilizó el procedimiento descrito en el método, para su adecuada comprensión se expondrá a continuación un ejemplo para una de las variables seleccionadas: tiempo dedicado al descanso en los días laborables del municipio Playa.

El primer paso fue obtener los valores promedios de las puntuaciones registradas para cada variable y cada sexo en cada territorio, los resultados aparecen en la tabla 2.

Por ejemplo, fem para Descanso en días laborables en Playa se obtuvo al sumar los puntos obtenidos por cada mujer y dividirlos entre el total de mujeres encuestadas en Playa.
Fórmula
Se computó la diferencia modular de los valores obtenidos en el sexo masculino menos los del sexo femenino para cada variable en cada municipio.

Posteriormente procedimos a calcular el IPI de cada variable en cada área.
Fórmula
Donde:

Xi = 0,895

Xim = 0,362

Xim = 0,016

Sustituyendo:
Fórmula
Así sucesivamente se calcularon los IPI para todas las variables en cada territorio estudiado (Tabla 2).

Ya determinados los IPI de cada variable, se realizó el cálculo del Promedio de Privación de Igualdad Relativa (PIR) en cada territorio. Por ejemplo en el municipio Playa fue como sigue:

Fórmula

Sustituyendo:

Fórmula
 

Igual se computó para Marianao y La Lisa, lo que se puede observar en la tabla 3.
 
 

TABLA 3. Promedios de Privación de igualdad e índice de igualdad de cada municipio



 

Municipio 
I.I.
Playa
0,622
0,378
Marianao
0,629
0,371
Lisa
0,500
0,500

 

Finalmente se calculó el índice de igualdad a través de la siguiente expresión:

I.I = 1 - 

En el ejemplo que se muestra es

I.I = 1 - 0,622 = 0,378

El mismo procedimiento se utilizó para los tres territorios. Los resultados de los tres municipios aparecen en la tabla 3. Los mejores índices de igualdad se registraron en Playa y Marianao.

Discusión

Las variables priorizadas en los primeros lugares por el Grupo nominal se relacionan fundamentalmente con los roles reproductivo y productivo, los estereotipos y los problemas relacionados con la salud de los individuos. En otros estudios inéditos realizados en la Facultad de Salud Pública se han encontrado similares resultados por ser estas variables las que han aportado mayores diferencias de género. Por otra parte, las últimas priorizadas, como clases sociales, escolaridad y legislación son en las que el país ha invertido más esfuerzos y recursos en alcanzar logros de tipo social, por lo que se puede entender que las brechas de género sean más pequeñas.

Aparecen dos variables con niveles de significación muy cercanos a 0,05 en el Análisis Factorial Discriminante que fueron priorizadas entre las más importantes por la técnica cualitativa, ellas son: tiempo de descanso en días no laborables y posibilidad de expresar sentimientos, pero se decidió no incluirlas en el indicador porque además de no resultar significativas estadísticamente, se plantea por parte de algunos especialistas [Dra. Ada C. Alfonso Rodríguez y Lic. Celia Sarduy Sánchez, Especialistas del Centro Comunitario interdisciplinario de la Salud de Marianao.] que estos resultados pueden estar dados por un fenómeno de compensación o de disminución de las diferencias entre géneros en estos aspectos, producto del propio desarrollo de la sociedad, por la incorporación de la mujer al trabajo y la superación paulatina de la sociedad que hace, en cierta forma, que la familia considere cada vez más a la mujer como un ser con necesidades propias como el resto de sus integrantes, necesitada de descanso en algún momento. También parece ser que se están gestando algunos cambios en la conciencia de los individuos y en la aceptación social que permiten menos represión de los hombres a la hora de expresar sus sentimientos.

El resultado final de que fueran las variables descanso en días laborables, labores en el hogar, salud y rol productivo las que integrarán el indicador sintético, resume en gran medida el patrón de diferencias de género en las edades estudiadas. La mujer en nuestro medio ha alcanzado altos niveles culturales y técnicos, pero mantiene limitaciones en cuanto a promoción a puestos de dirección o posiciones de mayor importancia en relación con los hombres. Por otra parte, está sometida a la doble y triple carga laboral lo que conduce a menor posibilidad de descanso en días laborables, principalmente con el consiguiente deterioro de la salud, sobre todo por padecer enfermedades relacionadas con trastornos nerviosos y del sueño, así como mayor automedicación; estos resultados se evidenciaron también en estudios inéditos realizados en tres municipios de Ciudad de La Habana por la Facultad de Salud Pública.

A pesar de los innegables avances sociales logrados en nuestro país, aún existen diferencias de género solubles de ser resueltas. El conocimiento de esas desigualdades ayuda a reconocer hacia qué dirección se deben encauzar los esfuerzos en la lucha por la plena igualdad del hombre y la mujer.

El hecho de que las diferencias de género fueran menores en los territorios de Playa y Marianao se corresponde con lo planteado en la literatura,1,4 es decir, a mayor nivel socioeconómico menores diferencias de género. La similitud del índice de igualdad (I.I.) en los territorios de alto y medio nivel socioeconómico puede deberse a que una vez alcanzado determinado desarrollo, se hace más difícil disminuir las diferencias entre géneros porque se requieren cambios sustanciales de la conducta y estilos de vida que precisan de mucho más tiempo y condiciones propicias para que existan diferencias marcadas entre zonas. Por otra parte en La Lisa, donde se realizó para el estudio un barrio marginal, sí se hacen evidentes las diferencias de género registrando el índice de igualdad más alto. Estos resultados evidencian, que el indicador utilizado cuantifica las diferencias de género.

En este estudio, sólo se estudiaron tres municipios, por lo que no fue necesario utilizar ninguna escala de clasificación para los índices de igualdad, pero en caso de aplicarlo en un mayor número de territorios, se pueden establecer escalas a través de medidas de posición, como cuartiles o percentiles con la finalidad de clasificarlos en categorías que favorecen la evaluación de los resultados e incluso pueden ayudar a intervenir según lo demanden las características de cada clase.

Se puede considerar, finalmente, que las variables que más afectan las diferencias de género en nuestro medio fueron: labores en el hogar rol productivo, salud y tiempo dedicado al descanso en días laborables.

El indicador propuesto tiene factibilidad para su aplicación y evidenció marcadas diferencias de género entre los territorios de nivel socioeconómico alto y medio en contraposición al de menor nivel, lo cual habla a favor de que mide lo que se propone.

Summary:  A techonological study to identify variables that indicate gender differences in our environment and to build a synthetic indicator capable of measuring such differences in the territories was undertaken. Following experts´ opinion, three areas with high, medium and low socio-economic levels in the Playa, Marianao and La Lisa municipalities respectively were chosen. 171 persons were surveyed - 130 males and 141 females for identifying the variables, qualitative (nominal group) and quantitative (discriminating factor analysis) techniques were employed. As a result of the study, the variables that best point gender differences in our environment were household chores, job, health and rest time in working days. An indicator was designed which recorded gender gaps by means of the differences in obtained values per territory in relation to the best value. The effectiveness of this indicator was proved since different results were found for high and medium socioeconomic level territories in comparison with the low level one.

Subject headings: SOCIAL CLASS, MULTIVARIATE ANALYSIS; SEX.

Referencias Bibliográficas

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  4. Breilh J. Género, poder y salud. Aportes críticos a la construcción intergenérica de una sociedad sin subordinación. Quito: Centro de Estudios y Asesoría en Salud 1993:(39-43).
  5. Mujer, trabajo y salud. Quito: Centro de Investigaciones para el Desarrollo, 1994:(303-315).
  6. Pineault R y Daveluy C. La planificación sanitaria. Conceptos. Métodos Estrategias. España: Masson, 1987 (180-187).
  7. Silva Ayzcaguer L. Cultura estadística e investigación científica en el campo de la salud. Madrid Díaz de Santos, 1997:(79-91).
Recibido: 30 de septiembre de 1998. Aprobado: 14 de diciembre de 1998.

Dra. Ileana Castañeda Abascal. Facultad de Salud Pública. Ave 31 e/146 y 150, Reparto Cubanacán. Playa, Ciudad de La Habana, Cuba.

1Especialista de II Grado en Bioestadística. Profesora de la Facultad de Salud Pública.
2 Especialista de I Grado en Bioestadística. Facultad de Salud Pública.
3 Investigadora. ISCM-CH.

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