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Revista Cubana de Salud Pública

versión impresa ISSN 0864-3466versión On-line ISSN 1561-3127

Rev Cubana Salud Pública v.29 n.3 Ciudad de La Habana jul.-sep. 2003

 

Escuela Nacional de Salud Pública

El desarrollo de la economía global y su impacto sobre las políticas de salud*

Dr. Francisco Rojas Ochoa1

Resumen

Se describe y explica el impacto sobre la salud humana, a escala mundial, del desarrollo reciente de la economía, en relación con la globalización. Se hace una revisión de la literatura actual de autores sobre el tema. Se presentan en acápites separados para examen los siguientes componentes: enfoque económico, enfoque social, enfoque político y enfoque de salud. Se expone la posición cubana al respecto. Se analizan como consecuencias de la globalización neoliberal de la economía: la pobreza, la inequidad, el deterioro del tejido social, la corrupción, la exclusión, las migraciones, el terrorismo, la limitación de soberanía, el ALCA. Se concluye que la denuncia, como instrumento de lucha en la batalla de ideas, es el primer elemento útil para conseguir revertir la situación crítica que se aprecia, y que el humanismo y la solidaridad son valores insuperables de la lucha actual contra el neoliberalismo salvaje.

DeSC: POLÍTICA DE SALUD; PLANES Y PROGRAMAS DE SALUD; POBREZA.

Introducción

Una visión panorámica del impacto del desarrollo de la globalización (o mundialización) de la economía sobre la salud humana en el ámbito mundial la ofrece en pocas palabras el Informe sobre Desarrollo Humano 2001, publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Dice allí:

«En distintas partes del mundo se aprecian niveles inaceptables de privaciones en la vida de la gente. De los 4 600 millones de habitantes de los países en desarrollo, más de 850 millones son analfabetos, casi 1 000 millones carecen de acceso a fuentes de agua mejoradas, y 2 400 millones no tienen acceso a servicios sanitarios básicos. Cerca de 325 millones de niños y niñas no asisten a la escuela. Además, 11 millones de niños menores de 5 años mueren cada año, es decir, más de 30 000 niños cada día, por causas que podían evitarse. Alrededor de 1 200 millones de personas viven con menos de 1 dólar al día -dólar de Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.) en 1993- y 2 800 millones con menos de 2 dólares al día. Esas privaciones no se limitan a los países en desarrollo. En los países miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OECD), más de 130 millones de personas padecen pobreza de ingreso, 34 millones se encuentran desempleadas y la tasa media de analfabetismo funcional de adultos alcanza el 15 %».1

Estos hechos pueden sintetizarse aún más, en una palabra: pobreza. Entonces la pregunta clave es: ¿por qué? Mi respuesta: la globalización neoliberal; creación de la empresa capitalista, que impone la flexibilidad laboral, da mayor poder a los empresarios; desestabiliza los sindicatos, utiliza frecuentemente la corrupción y desmonta el estado de bienestar. Además de limitar la soberanía de las naciones, fomentar el pensamiento único que imponen desde los medios de comunicación masivos, y aspirar a la homogeneidad cultural, todo en un escenario de dirección unipolar, con un gran caudillo, los EE.UU.

Esta catástrofe, sin que me considere «catastrofista», la caracteriza Dieterich en estos términos:

«Si se juzga la eficiencia de una economía en cuanto a su: 1. Tasa de crecimiento económico; 2. La distribución de la riqueza; 3. La creación de empleos y, 4. La reducción de la deuda externa e interna; entonces el balance en cada uno de estos parámetros es desastroso».2

Enfoque económico

El actual proceso de globalización constituye la principal tendencia mundial de nuestro tiempo. Es un proceso primariamente económico.

En la industria, sin que la producción en masa se haya abandonado, se ha llegado a un enfoque flexible, gracias a las nuevas tecnologías surgidas a fines del siglo (automatización, máquinas multipropósito). El modelo técnico-económico se resume en: a) amplia variedad de descubrimientos e inventos, b) estos por el carácter polifacético de su aplicación, se han utilizado en casi todas las esferas de actividad, y han revolucionado éstas, y c) se busca una mejor adecuación entre los objetivos del capital con la situación existente en los recursos naturales agotables y del medio, entre otros.3

La globalización se caracteriza por la pretensión de concentrar aún más el poder económico y político en el ámbito mundial. Esto ya ha ocurrido. Las estrategias y modelos de funcionamientos de las empresas transnacionales se han modificado, la fusión de empresas predomina: Ciba-Geigy-Sandoz = Novartis. Así controlan mejor la producción, los mercados, los recursos financieros y la actividad de investigación y desarrollo a escala mundial.

«Los adelantos cientificotécnicos más recientes, que conforman el nuevo paradigma, pueden agruparse en 4 vertientes fundamentales: a) el surgimiento y desarrollo de la microelectrónica, b) los avances obtenidos en el campo de la biotecnología, c) la creación de los denominados nuevos materiales y d) la aparición de nuevos patrones en materia de consumo de recursos energéticos».4

En el caso de la biotecnología, la evaluación de su impacto mundial (en especial en los países subdesarrollados) solo puede avanzar muy preliminarmente, por las impredecibles consecuencias de los múltiples cursos que pueden tener los descubrimientos en este campo.

«Desde el punto de vista económico, las posibilidades abiertas por la biotecnología a las naciones industrializadas (las cuales además de controlar ampliamente los novedosos descubrimientos, pueden aplicarlos en gran escala) podrían resultar de muy adversas consecuencias para las naciones subdesarrolladas. La obtención de producciones agrícolas con altos rendimientos y resistentes a entornos inadecuados y la posibilidad de criar animales con condiciones óptimas, parecen orientados a despojar a las naciones subdesarrolladas de sus últimos reductos de ventajas comparativas, y de la producción de aquellos productos en que aún son importantes productores y exportadores hacia los mercados mundiales».5

Lo más valioso de los avances en biotecnología es que mediante ella la producción agropecuaria podría alejarse de manera radical de las determinantes naturales (calidad del suelo, de las semillas, de las razas de animales, régimen de lluvia, temperatura), que tanta incertidumbre encierran siempre para este sector y que tanto pudiera influir en la alimentación humana.
Un balance general del progreso cientificotécnico permite concluir que las naciones del llamado «primer mundo» han ganado una mayor independencia respecto al suministro y otras influencias provenientes de las naciones subdesarrolladas. Por otra parte, las nuevas conquistas causarán un retroceso (y no coyuntural, sino sostenido), de las posiciones de las naciones subdesarrolladas dentro de la economía mundial, lo que acentuará la pérdida de capacidad negociadora, la tendencia a las acciones individuales o descoordinadas por los países y, en definitiva, a una diferenciación económica aún mayor, que será aprovechada por las potencias centrales y sus corporaciones transnacionales para aplicar políticas que promuevan el establecimiento de relaciones selectivas.

En la situación descrita el hecho de ser la ciencia y la técnica el elemento más importante de las fuerzas productivas, estas están monopolizadas por las naciones industrializadas y por sus empresas transnacionales, que son las mayores inversoras en investigación-desarrollo y tienen el mayor número de personal cientificotécnico. La inmensa mayoría de las patentes se registra en esos países.

A propósito de esto, en el campo de los derechos de propiedad intelectual (de propiedad industrial y de autor) las naciones dominantes han obtenido nuevos ámbitos jurídicos internacionales. Las potencias económicas, en el marco de las negociaciones de la Ronda Uruguay y de la instalación de la Organización Mundial de Comercio (OMC), introdujeron la idea de las relaciones estrechas entre el comercio y los derechos de propiedad intelectual. Detrás se escondía el reconocimiento de la importancia económica y política de estos derechos, para ejercerlos como un arma de dominación y como un medio para obtener cuantiosos ingresos por otorgamientos de uso de licencias y patentes.

Enfoque social

La pobreza es el problema social más importante e impactante en el inicio del siglo. Ella crece en términos absolutos y relativos en un mundo que ha alcanzado grandes posibilidades de producción material y cientificotécnica, capaz de elevar el nivel y la calidad de vida de la población mundial.

La Cumbre del Milenio ha reconocido a la pobreza como un problema capital. Ella es la causa de muchas otras calamidades. Es cita clásica remitirnos a Johan Peter Frank, que en 1790 afirmó que «La miseria es la madre de todas las enfermedades».6,7

La pobreza es la mayor fuente de inequidad. Universalmente presente, en América Latina se manifiesta en todos los campos de la vida social, no sólo en el económico, también en la distribución de las riquezas sociales, de las oportunidades, conocimientos, recursos, servicios y en la participación en el poder y las decisiones colectivas. Para nuestra región, Franco ha dicho que:

«Si estos son perfiles de muchos años de historia, lo nuevo en realidad, parece ser, de un lado, el crecimiento de las inequidades hasta límites incompatibles con la dignidad humana. Y por otro lado la aceptación de la inequidad como un comportamiento casi natural e inevitable de la racionalidad y el ordenamiento económico y politicosocial vigente.»8

Otra realidad latinoamericana es el creciente deterioro del tejido social, entendido como «el conjunto de fuerzas de cohesión y acción social, generadas por la vigencia de unos acuerdos y motivaciones de convivencia basados en valores históricamente construidos, refrendados y aplicados en un determinado grupo».9

Aquí se sustituye solidaridad por competencia, lo colectivo por lo individual, lo público por lo privado, lo inmediato utilitario por lo progresivo fundamental. Todo esto conduce al debilitamiento de valores y prácticas que daban cohesión y sentido a la vida en sociedad y a su sustitución por otras de signo contrario.

De modo globalizado también, la corrupción deviene de una aparición ocasional y punible, a práctica cotidiana, no ya aceptada, sino exaltada.

La exclusión, según Fleury, es la no-incorporación de parte significativa de la población a la comunidad social y política, donde se niegan sistemáticamente sus derechos de ciudadanía, como la igualdad ante la ley, las instituciones públicas y se le impide su acceso a las riquezas producida en el país.8

Y cada vez son más las exclusiones y los excluidos

Las migraciones no controladas, se sustentan en un marco de pobreza: a) la crítica situación del sector agropecuario, con sus arcaicos sistemas de tenencia y explotación de las tierras, b) el desempleo y subempleo urbano, c) catástrofes naturales y d) los conflictos bélicos y la represión política.

La migración ilegal, el tráfico de emigrantes, tráfico humano, ha devenido en empresa multinacional y mul-timillonaria. Me detendré a mencionarla en un espacio para mi cercano, lo que llamo la frontera sur de los Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.). En la frontera terrestre EE.UU.- México, en el Estrecho de la Florida (separa Cuba de EE.UU.), en el Canal Viejo de Bahamas (separa Haití de EE.UU.) y en el Paso de la Mona (separa República Dominicana de Puerto Rico, EE.UU.), se producen cotidianamente tragedias humanas, cuando emigrantes ilegales pretenden cruzar estos límites. Un caso particular lo presenta el tráfico ilegal fomentado desde los EE.UU., y por su gobierno, al crear condiciones de excepción para los cubanos que llegan a su territorio, y donde se les brinda protección, al amparo de una ley criminal, denominada Ley de Ajuste Cubano, que otorga privilegios insospechados a estos emigrantes, cuando a los de otros países se les persigue o deporta.9-11

A lo largo de la frontera descrita, cientos de personas pierden su vida cada año

Volvamos a la pobreza, que no es un fenómeno exclusivo de los países subdesarrollados. También hemos visto elevarse las disparidades en la distribución del ingreso en el interior de la de las naciones del «primer mundo», donde se habla de «bolsones de pobreza». De esta manera, la dinámica de la globalización no solo está impulsando la aparición de mecanismos que inducen a la pobreza de naciones subdesarrolladas, sino también a sectores numerosos de población de países industrializados.

Otra visión de lo social en relación con la globalización nos muestra que lejos de apoyar la distensión sociopolítica internacional se aprecia la aparición y desarrollo de movimientos sociales, étnicos y religiosos que parecen la expresión de problemas latentes no resueltos, y que afloran al atenuarse la confrontación este-oeste.

Además la extensión y profundización de la pobreza aportan causas para formas de movimientos sociopolíticos de distinto perfil en muy distintas partes del mundo.

«Dicha en otras palabras, el mundo actual se distingue por la existencia de una amplísima variedad de movimientos sociopolíticos en los cuales participan muy disímiles agentes y que hacen muy difícil seguir las alianzas sociales y políticas que se han ido creando en torno a estos. Estos movimientos no solo se ven influidos por distintos fenómenos y proceso que se dan en el ámbito internacional, sino que a su vez influyen en su ulterior evolución».12

«Pero quizás la tendencia social de implicaciones más impredecibles sea la desintegración que se manifiesta en muchas sociedades como resultado del entrelazamiento de los más diversos fenómenos, procesos y tendencias».12

»Problemas como la violencia y la delincuencia, el narcotráfico y el abuso de drogas, el terrorismo, el racismo y la xenofobia, la proliferación de sectas (seudo) religiosas y las variadas formas de fundamentalismo, son algunas de las manifestaciones actuales que de hecho están contribuyendo a la desintegración social».12

Particular atención merece el terrorismo. No con la óptica que lo ha enfocado la Administración Bush, de los EE.UU., que combate el terrorismo con terrorismo, en este caso un terrorismo de estado. Lo que hace por sí mismo en Afganistán o con el apoyo al Estado de Israel en sus prácticas genocidas contra el pueblo palestino. Todo tipo de terrorismo, de gran magnitud o pequeña escala debe ser combatido y condenado, pero en primer término el terrorismo de estado. La guerra no parece la mejor forma. Es necesario ir a las causas y erradicar esas causas. Son entre otras probables, las que he estado mencionado antes, en especial la pobreza y la exclusión.

El enfoque desacertado de cómo enfrentar el terrorismo ha tenido un efecto peculiar, después del abominable crimen del 11 de septiembre. Los movimientos progresistas, la corriente antineoliberal, la que hicieron posible las batallas cívico política de Seattle, Québec, Génova, Davos, Praga, Washington y el Foro de Porto Alegre, han sido fuertemente reprimidas. El terror sobre New York se ha extendido, en diversas formas de terror, el más generalizado, forzando un pensamiento único, difundido por los medios de comunicación masiva.

De modo muy claro describe Ramonet esta situación:

«¡... ha surgido últimamente, después del 11de septiembre, un nuevo frente que no imaginábamos, porque la globalización era para nosotros un movimiento esencialmente económico y desde el 11 de septiembre la globalización ha adoptado en cierta medida, o ha abierto un frente militar! Es decir que esta vez EE.UU. ha decidido dotar a la globalización de lo que podríamos llamar su aparato de seguridad. La globalización ya no es solo un proceso, sino que ahora es un proceso, pero amparado, protegido y a veces precedido por este aparato de seguridad militar».

»Ha surgido desde el 11 de septiembre, y en particular en el seno de la actual administración norteamericana, la tentación de querer resolver los problemas políticos y sociales que se plantean en el mundo con soluciones militares».

»Cuando, efectivamente, una parte de la administración norteamericana habla ahora de guerra fría, nosotros sentimos que lo que está empezando es un nuevo macartismo, donde todo aquel que proteste contra la globalización ya va a ser identificado como un adversario de la civilización occidental, o como un aliado objetivo del terrorismo, un terrorismo que hay, evidentemente, que condenar de la manera más explícita».

»Nosotros pensamos que los atentados del 11 de septiembre son doblemente criminales; criminales evidentemente, por las víctimas que ha producido, pero criminales también porque le han ofrecido, como en una bandeja, a la parte más conservadora de la administración norteamericana, un pretexto para lanzar esta ofensiva y abrir este frente militar».13

Pero a esta ofensiva en el frente militar, se suma la ofensiva ideológica. Esto se da en el campo de la manipulación de las masas, mediante el uso de las nuevas tecnologías de la información (Internet) y la ofensiva cultural norteamericana. EE.UU. posee prácticamente el monopolio universal sobre la noticia, que frecuentemente fabrica (mentira reciente: Cuba produce y exporta elementos para la práctica del bioterrorismo). Aunque luego hubo un desmentido, por la tenaz resistencia y diáfana respuesta cubana, muchos no conocen la segunda parte y la idea quedó sembrada: bioterrorismo a la cubana. Cuba, peligro para la seguridad nacional.

Del mismo modo que nos venden Mc Donals y Coca Cola, nos venden las privatizaciones, los gobiernos de extrema derecha, la flexibilidad laboral, el desmontaje de la seguridad social y las elecciones «libres y democráticas» (otra mentira algo menos reciente: George W. Bush ganó la elección presidencial en la Florida).

La homogeneidad cultural (patrón EE.UU.) se convierte en un valioso objetivo del actual proceso de globalización. Se propone la incorporación de valores de la cultura occidental a todos los pueblos del mundo, procurando convertirlas en clientes de las naciones del primer mundo. Así encontramos desde los modelos o políticas económicas únicas (diseño Fondo Monetario Internacional) y pro-totipos sociopolítico, hasta formas de vestir y comer.

«El paradigma de la globalización cultural resulta culturalmente degenerador no solo por el hecho de ser más impuesto que propuesto, ni tampoco porque no obedece a una dinámica específicamente cultural (sino más bien económica - política), y ni siquiera porque sus modelos dominantes tengan más la forma que la materialidad de la chatarra y el plástico, del éxtasis artificial y la droga sintética; su efecto más perverso reside en paralizar la diversidad cultural y la misma sustancia intelectual que posee toda producción de cultura. Ya que las culturas solo existen y subsisten en el intercambio cultural».14

La globalización avanza también a favor de la tesis de la soberanía limitada. Esto es tomado con suspicacia y cierto rechazo, pero de hecho ya van sistematizando violaciones de la soberanía al amparo de órganos internacionales o alianzas militares.

«La idea de soberanía limitada, junto al hecho de que se propugna la corresponsabilidad de todos los países ante los problemas mundiales, ha delimitado que los países subdesarrollados hayan reparado en que las nuevas condiciones internacionales no hayan traído un cambio favorable para su situación, sino que más bien se aprecia el aumento de las disparidades Norte-Sur, así como la imposición a las naciones subdesarrolladas de nuevas obligaciones internacionales que no toman en cuenta su nivel de desarrollo relativo u otras especificidades».15

Recuérdese el efecto del veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y el estado real de los intentos de corresponsabilidad internacional o la situación hoy de los acuerdos de Kyoto sobre limitación de la contaminación atmosférica.
El nuevo contexto internacional tiene como otras de sus tendencias políticas la aparición y desarrollo de nuevas formas de injerencismo: En Cuba luchamos entre otras cosas con las leyes de EE.UU. conocidas como Helms - Burton y Torricelli, que se aplican transnacionalmente sancionan-do a países, empresas o personas que comercian con Cuba, o disposiciones del ejecutivo de ese país que dan apoyo financiero a pequeños grupos de sus seguidores políticos dentro del país.

Asistimos pues, a un momento de importantes agresiones al principio del respeto de la soberanía, la autodeterminación, la independencia y la no injerencia en los asuntos internos de los países. Esto es también globalización de naturaleza política.
En resumen, el neoliberalismo y su globalización son en la práctica la renovación del sistema capitalista avanzado.
Aquí se declara como modelo:

- El reduccionismo del estado, el desmonte del estado de bienestar.
- La guerra al sindicalismo.
- La predica de la desigualdad como valor positivo.
- La desregulación de la economía.
- La privatización en masa.

El neoliberalismo en su dimensión globalizada es la nueva doctrina del capitalismo.16


Enfoque político

En la desesperación de enormes e impagables deudas, en una total dependencia económica, pescando en el río revuelto de la corrupción, bajo amenazas, una corriente anexionista recorre América. Se va instrumentando un acuerdo de libre comercio.
«Para Cuba, es absolutamente claro que el llamado Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en las condiciones, plazo, estrategia, objetivos y procedimientos impuestos por los Estados Unidos, conducen inexorablemente a la anexión de América Latina a Estados Unidos.

Tal tipo de asociación entre una gigantesca potencia industrial, tecnológica y financiera, con países que padecen un alto grado de pobreza, subdesarrollo y dependencia financiera respecto a instituciones que están bajo la égida de Estados Unidos, que controla, rige y decide el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y otras, impone tales condiciones de desigualdad, que solo implicará la absorción total de la economía de los demás países de América Latina y el Caribe por la economía de los Estados Unidos».17

La agricultura, la producción de los propios alimentos en América Latina, se enfrenta a una agricultura norteamericana subsidiada en 80 000 millones de dólares por año. La seguridad alimentaria de América Latina se perderá, junto con el cultivo de maíz, trigo, arroz, soya y otros granos. Seguiremos como suministradores y reserva de materia prima, y mano de obra barata, con el desempleo incrementado por la instalación en nuestro suelo de industrias auto-matizadas, por demás en buena medida contaminantes. Es ilusorio pensar en más puestos de trabajo.
Martínez expresa su criterio en términos claros:

«El ALCA no es más que un proyecto norteamericano para crear un Acuerdo de Libre Comercio entre la economía de EE.UU., la más rica y poderosa del planeta, y las economías latinoamericana y caribeñas, subdesarrolladas, endeudadas, dispersas y cuyo Producto Interno Bruto, sumado, es casi 10 veces inferior al de Estados Unidos. Podemos decir en una primera aproximación que no es, ni más ni menos, que el proyecto de integración entre el tiburón y las sardinas».18
Más adelante añade:

«Las razones para el ALCA no son las opciones latinoamericanas, o caribeñas, ni las supuestas ventajas de la integración económica, sino realmente los apetitos estratégicos de dominio norteamericano sobre la región ante la competencia con otros rivales en el mundo desarrollado actual y también las propias debilidades latinoamericanas que están presentes aquí».18

Es obvio que este acuerdo se propone en el momento de mayor debilidad política (mundo unipolar hegemónico) y económico (deuda externa) de los países de América Latina. El mismo comprometerá el futuro de la región y de sus pueblos.

Otro elemento necesario a tener en cuenta es el problema de los diferentes niveles de desarrollo entre los países. Hasta hace pocos años en todo esfuerzo multinacional de cooperación se aceptaba dar un trato preferencial a los países menos desarrollados. El neoliberalismo abandona este criterio, se postula la reciprocidad (entiéndase también todos neoliberales), con una sola diferencia que los plazos sean ligeramente diferentes.

Añado, respecto al ALCA, que tomemos nota de un objetivo más no declarado: minar y paralizar la integración económica latinoamericana.19


Enfoque de salud

Aunque puede pensarse que hasta aquí no he tratado el tema de salud, opino que todo el tiempo si he tratado sobre salud.
Cuando se piensa en salud hoy es obligado pensar, analizar, comprender, las palabras clave de la salud humana y los sistemas de salud actuales: pobreza, globalización, neoliberalismo, inequidades, exclusión, deterioro del tejido social, migraciones, movimientos sociopolíticos, terrorismo, deuda, privatizaciones, libre comercio...

El siglo XXI comenzó con los que algunos consideraron un documento aparentemente sorpresivo, pero no fue sorpresa para los más avisados, como Navarro, Hernández Álvarez, un grupo de la Fundación «Oswaldo Cruz» y ALAMES/IAHP. Se trata de lo que llamo Informe Brundtland 2000.20-24

El Informe es un esfuerzo notable, realizado por expertos, conocedores sobre todo de las políticas del Banco Mundial, con el que han trabajado, y apoyado por la experiencia de un notable sanitarista propulsor de la reforma neoliberal.

No es pues sorpresa el cambio de política que se aprecia en lo que a la OMS respecta. Se defiende la eficiencia económica, sobre la equidad social. Se atribuye a los servicios de salud éxitos que no se fundamentan. Navarro hace certera critica a esta posición.25

Las ideas que el Informe presenta están lejos de los puntos de vista que aquí se han expuesto en los párrafos anteriores: lo económico, lo político, lo social, lo cultural, no es pertinente en el análisis de la situación de salud y los sistemas de salud. Lo pertinente es quien paga por los servicios, concluyendo que deben pagar todos (equidad financiera se llama esto). La pregunta es ¿cómo pagan los pobres?, que son muchos, la mayoría.

En fin se defienden posiciones conservadoras, se abandonan las ideas que surgieron al llamado de Alma - Atá.
Es un informe que apoya las reformas que han impuesto el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, la Reforma Neoliberal, ya hoy bien conocida por su fracaso.

Ahora se empieza a hablar de una «tercera generación de reformas». No es vendible lo anterior.
«Mejorar el desempeño» es por tanto la expresión clave y la razón de ser de este informe. Esto se declara así, textualmente (p. XIV). La cuestión es ¿a qué costo social?

No creo que el informe refleje la posición de la corriente mayoritaria de sanitaristas, de aquellos que luchan por mejorar la salud de los pueblos, porque los sistemas sean de cobertura y accesibilidad total, para toda la población.

La OMS se ha alineado con la corriente globalizadora neoliberal, pero podemos pensar que todos somos parte de la OMS; trabajemos para modificar esa situación.

¿Qué se dice en Cuba?

En Cuba, convocados y orientados por organizaciones juveniles, estamos inmersos en un movimiento social, que denominamos batalla de ideas, donde por todos los medios al alcance difundimos los debates sobre todo tipo de problema que interesa a nuestra sociedad. Allí se encuentra una fuerte fuente de denuncia de las calamidades antes enumeradas y sus causas. Se cumple así con una tarea primaria en las luchas políticas y sociales, la de crear conciencia sobre los males que nos afectan, sus causas y alternativas de solución.

Pero denunciar la pobreza, la inequidad, el neoliberalismo que las multiplica, la globalización que en su corriente negativa las extiende, el terrorismo, las privatizaciones, el reduccionismo del estado, no es solo más que el comienzo de una muy larga lucha.

Un primer principio que encausa estas denuncias, es promover en torno a ella la participación masiva y democrática de todas las fuerzas sociales, de todo el pueblo. Solo así puede proyectarse el movimiento, con respaldo popular masivo, a la ulterior aplicación de soluciones.

La lucha contra la pobreza en Cuba ha sido particularmente dura, sobre todo en momentos de aguda crisis económica como la del período 1991-1995, cuando la variación acumulada del PIB per cápita fue de -33,4.26

La fuerte intervención estatal conduciendo la economía y aplicando medidas sociales paliativas, impidió el colapso, que fuera de Cuba era esperado, por muchos con impaciencia. No se dejó un trabajador desamparado (subsidiándolo), no se cerró una escuela o un hospital. Se fomentaron nuevas esferas de trabajo. Hoy vuelve a ser el desempleo, gran factor generador de pobreza, un fenómeno de mínima presencia.

La reforma del estado, la economía o el sistema de salud, de tipo neoliberal, que se nos proponía no fue aceptada. Otra reforma, la revolucionaria, de perfil socialista había sido realizada en la década de los 60. En esa época la población económicamente activa desempleada se redujo de 9,0 % en 1962 a 1,3 % en 1970.27

En lo que a salud respecta entonces se concibió y creó el actual sistema de salud, que reconoce esta como un derecho humano y una responsabilidad del estado, que financia el presupuesto de la nación y que alcanza cobertura nacional.

Este sistema se basa en los logros de la ciencia y la técnica, profesa una filosofía humanista, tiene una orientación promotora y preventiva de la salud, y afianza sus raíces en una amplia participación social y en el respaldo de la voluntad política, sostenida a lo largo de más de 40 años.

No obstante la crisis económica y los efectos de la guerra económica, bloqueo incluido, que nos hace el gobierno de los EE.UU., los éxitos de los primeros años se han sostenido y se ha alcanzado mucho más.

Ejemplos concretos: mortalidad infantil muy baja, esperanza de vida al nacer muy alta, analfabetismo erradicado como fenómeno social, liquidación de epidemias en plazos breves, aplicando un modelo que se afirma en la participación popular, conducido por el gobierno a su más alto nivel.

Todo esto expresado en apretada síntesis, encierra una enseñanza: cuando se reúne voluntad política, tecnología adecuada y participación popular, en un escenario libre de corrupción y de presiones externas, se puede alcanzar resultado como lo demostrado por la reforma que hizo la Revolución Cubana. Y no solo para hacer la reforma, son también las condiciones que conducen a la sostenibilidad de la reforma, que por demás se afianza en sus resultados concretos de mayor equidad y mejoras importantes en el estado de salud de la población, así como en la confianza de la población en su sistema.28

Por esto defendemos el humanismo y la solidaridad partes integrantes de la ética de nuestro sistema político, sostén del modelo de sistema de salud generado por la reforma revolucionaria.

No estoy formulando una receta. Esto se hizo y se sostiene en un país, en un momento singular de su historia y de la correlación internacional de fuerzas, tal vez no repetible, pero deja la enseñanza mencionada, que como lección puede ser escuchada y mover a reflexión.

Reflexiónese también sobre lo que expresó el representante de Cuba en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en noviembre de 1996:29

  • Doscientos millones de niños en el mundo duermen hoy en las calles. Ninguno de ellos es cubano.
  • Cien millones de niños de menos de 13 años están obli gados a trabajar. Ninguno de ellos es cubano.
  • Más de un millón de niños son forzados a la prostitu ción infantil y decenas de miles han sido víctimas del comercio de órganos. Ninguno de ellos es cubano.
  • Veinticinco mil niños mueren cada día en el mundo por sarampión, paludismo, difteria y desnutrición. Ninguno de ellos es cubano.

Finalmente, no por proceder de una novela, atribuyendo el texto a un personaje ficticio, debemos ignorar lo que nos dice Le Carré en El Topo:

«La guerra fría comenzó en 1917, pero las más duras batallas ocurrirán en el futuro, cuando la paranoia de la agónica Norteamérica le lleve a cometer todavía mayores excesos en su política exterior».30

Summary

The impact of the recent development of economy on human health at the world level in relation to globalization is described and explained. A review of the current literature on this topic is made. The following components are presented in separate paragraph to be examined: economic approach, social approach, political approach and health approach. The Cuban position on this regard is exposed. Poverty, inequity, the deterioration of the social tissue, corruption, exclusion, migrations, terrorism, the limitation of sovereignty and the F.T.A.A are analyzed as consequences of the neoliberal globalization of economy. It is concluded that the denounce as an instrument in the struggle of ideas is the first useful element to revert the present critical situation and that humanism and solidarity are insuperable values of the fight against the wild neoliberalism.

Subject headings: HEALTH POLICY; HEALTH PLANS AND PROGRAMMES Y POVERTY


Referencias bibliográficas

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Recibido: 2 de junio de 2003. Aprobado: 18 de julio de 2003.
Francisco Rojas Ochoa. Escuela Nacional de Salud Pública. Línea e I, Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba.

* Presentado en el xiv Congreso de la Asociación Internacional de Política de Salud. Palma de mallorca, España, 21-23 de mayo del 2002.
1 Escuela Nacional de Salud Pública, Cuba.

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