INTRODUCCIÓN
Actualmente existe en el discurso público de España una gran preocupación en torno a los temas de salud.1 Estas preocupaciones impulsan campañas y estrategias que prescriben el estilo de vida asociado con las actitudes que los ciudadanos deben adoptar, particularmente con la actividad física y la alimentación.2,3 Las autoridades sanitarias atribuyen la mayoría de problemas de salud a una supuesta disminución en la actividad física, una dieta incorrecta y el exceso de sedentarismo.4,5,6
Como sugieren diferentes autores, el objetivo de la promoción de la salud es mejorar las condiciones de salud de la población mediante estrategias que provean a las personas de las habilidades y conocimientos necesarios para adoptar un estilo de vida saludable.7,8,9 En este escenario, se desarrollan estrategias de promoción de la salud para fomentar hábitos saludables en la población escolar, basados en el fomento de la actividad física y una alimentación equilibrada.10 Por otro lado, se está empezando a poner de relieve que un gran número de personas, tanto jóvenes como adultos, están experimentando sentimientos de insatisfacción corporal y una relación problemática con la alimentación.11,12 Estas circunstancias plantean interrogantes en cuanto a si las iniciativas de las instituciones oficiales, originadas para la promoción de la salud, en realidad están ayudando a la población, y concretamente a la población escolar, a tener una mejor calidad de vida física, psíquica y social.
A pesar de la enorme variedad y el volumen de iniciativas políticas asociadas a estos imperativos de salud, es conocido relativamente poco de la forma en que esas condiciones están siendo adaptadas en cada contexto. Es decir, se sabe poco sobre cómo están siendo recibidas, interpretadas y reconfiguradas por los usuarios de las instituciones sanitarias y educativas. Para explorar e interpretar este proceso de adaptación del discurso oficial sobre la salud en el contexto específico de la escuela, se utilizó el concepto de “recontextualización” desarrollado por Bernstein.13,14 Este autor hizo un análisis detallado del discurso pedagógico y ofreció una descripción compleja de la recontextualización del conocimiento. Ese análisis del discurso pedagógico aborda la producción, distribución y reproducción del conocimiento oficial.
Los procesos pedagógicos en los que el cuerpo se convierte en materia prima para el conocimiento y las normas que regulan la calidad de vida son examinados en el presente trabajo. Para explorar estos procesos se asumió el concepto de “biopoder” desarrollado por Foucualt.15,16,17,18,19 También se tuvo en cuenta el término “biopedagogía”, para añadir las prácticas pedagógicas a la idea de biopoder, atendiendo a Wright y Harwood.20 Estas prácticas biopedagógicas sobre el cuerpo se realizan en diferentes espacios sociales que no están forzosamente relacionados con las instituciones educativas y sanitarias. Los podemos encontrar todos los días alrededor nuestro, en la web, en la televisión, la radio, pancartas publicitarias, etc. En estos sitios se enseña a los escolares a dar sentido y explicar sus vidas como seres humanos, influyendo en su manera de actuar sobre sí mismos y sobre otras personas.
La presente investigación tiene como objetivo explorar el impacto que sobre los escolares tienen los discursos sobre promoción salud. Así también, analizar la influencia que los mensajes sobre la salud, procedentes del discurso de las instituciones sociales, tienen en la construcción del conocimiento y las ideas que los escolares poseen sobre el cuerpo y la salud.
MÉTODOS
Diseño
El proceso de formación de las ideas sobre salud en las personas viene estructurado por fenómenos discursivos que incluyen prácticas personales y grupales que engloban diferentes dimensiones y variables sociales.21 Con la intención de explorar las percepciones de los escolares sobre la salud y su cuerpo se ha diseñado la presente investigación bajo los criterios de un estudio social, siguiendo una metodología cualitativa. En el presente estudio se tuvieron en cuenta las recomendaciones sobre investigación cualitativa descritas por diferentes autores22,23,24 y, por ello, se ha intentado captar el significado en el discurso de los escolares de una forma flexible e inductiva, de lo particular a lo general.25,26
Como instrumento principal se eligió el grupo focal, porque presenta numerosas ventajas:
promueve la interacción,
ofrece información de primera mano,
estimula la participación,
posee un carácter flexible y abierto,
presenta la posibilidad de observar los comportamientos no verbales, y
favorece la intersubjetividad y la reflexividad.
El diseño de los grupos focales siguió las recomendaciones metodológicas de varios autores.23,25,27,28,29,30,31 Los grupos estuvieron compuestos por diez, nueve y ocho escolares, respectivamente. Las notas de campo y la observación en profundidad sobre el tema de estudio han completado los instrumentos metodológicos, permitiendo realizar una “triangulación” entre métodos que han verificado o refutado los datos de los grupos focales.23
Muestra, participantes y contexto
Tanto la muestra de los centros educativos, como los escolares participantes en la investigación, se seleccionaron mediante muestra no probabilística intencionada o racional.32 Se realizó una selección equitativa y no discriminante de la muestra, pues era la que mejor representaba el objeto de estudio y no solo la más accesible.
El estudio se realizó en tres centros educativos de diferentes puntos geográficos de la provincia de Almería, con el objetivo de obtener una representación social amplia. No se convocó un cuarto grupo por saturación de la información.29,30,31 Los veintisiete escolares que participaron en el estudio pertenecen a 1º, 2º, 3º y 4º curso de la enseñanza secundaria obligatoria (ESO). Las invitaciones y consentimiento para participar se recogieron con una semana de antelación para poder cubrir cualquier eventualidad.
Para realizar el trabajo de campo se contactó con personas que sirvieran de enlace con la dirección de los centros educativos. Se realizaron tres reuniones con los colaboradores para ofrecerles información sobre el proyecto, la metodología que seguirían los grupos y la necesidad de participantes. Esta etapa del trabajo se desarrolló entre los meses de diciembre de 2015 y marzo de 2016.
En cada reunión con los grupos el moderador daba la bienvenida e informaba a los participantes y se aseguraba de tener el consentimiento para grabar la voz y video de los escolares. Posteriormente el moderador hacía preguntas claves para la investigación con la intención de orientar la discusión. Al finalizar un tema de discusión, el moderador hacía un pequeño resumen del discurso del grupo y exponía los consensos y disensos. Esto daba lugar a finalizar el discurso y poder orientar la conversación hacía otras temáticas. Durante las reuniones también estaban presentes dos investigadores realizando observación. Estas anotaciones se triangulaban posteriormente con las transcripciones de los discursos de los escolares. Las reuniones duraban entre 50-55 minutos.
Categorización y análisis de los datos
Los discursos producidos por los escolares fueron grabados en formato digital de audio y video. Dos de los investigadores tomaron notas y observaron el lenguaje no verbal de los participantes mientras otro investigador realizaba labores de moderación. La observación ayudó a referenciar la intervención de cada uno de los participantes reseñando el minuto de intervención, el nombre del escolar y las palabras claves de su intervención. Las transcripciones de los grupos fueron realizadas por un transcriptor profesional. Para realizar la codificación del contenido de los discursos de los escolares se utilizó el programa informático QRS N-Vivo 10.
Siguiendo los esquemas analíticos en investigación cualitativa recomendados por Atkinson y Hammersley,18 Ruíz19) y Flick,21 fue desarrollado un proceso de análisis que sirvió de soporte para explicitar la realidad de los discursos de los escolares, describir las relaciones entre los discursos y sintetizar los datos en un todo organizado. Durante el trabajo de codificación se realizó un proceso de síntesis y agrupamiento en diferentes categorías analíticas que trataban sobre un mismo tema discursivo.23
Finalmente, tras el examen de contenido estuvieron creadas las bases para realizar un análisis interpretativo del discurso desde una visión hermenéutica.33 Esta visión global de los grupos de discusión ayudó a relacionar los valores y creencias emanadas de los discursos de los escolares con diferentes teorías sociales. Ello permitió fluir desde el entorno “micro” de los discursos de los escolares al entorno “macro” de la teorización social, desde la categorización “emic” a la conceptualización “etic”, por lo tanto, desde lo particular a lo general.34
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El discurso de los escolares
El contenido del discurso de los escolares se ha codificado en 21 categorías analíticas, las que, a su vez, se han agrupado en seis grandes temáticas. Las temáticas con mayor codificación en el discurso de los escolares han versado sobre las “Ideas sobre salud” y los “Comentarios sobre su cuerpo”, como puede corroborarse en la figura 1. La categoría que más referencias de codificación obtuvo fue “Autoestima y autoconcepto”. Le siguen las categorías “Concepto sobre salud” y “Actividad física y alimentación equilibrada”.
Las niñas y los niños han tenido una presencia similar en la discusión de la mayoría de las temáticas. Aunque en la figura 2 puede observarse que el discurso de las niñas fue más relevante en varias de las categorías de análisis. Las niñas hicieron referencia en más ocasiones a temas relacionados con “Imagen corporal”, “Ideas sobre obesidad”, “Vinculación control del peso y salud” y “Concepto de salud”. En el caso de los niños su discurso tuvo más presencia en los temas, “Actividad física y alimentación equilibrada”, “Excesiva preocupación con ejercicio y alimentación” y “Salud y salud psicológica”.
La influencia de la familia en las ideas sobre la salud
En su discurso, la mayoría de los escolares afirmaron que las ideas sobre la salud las obtenían de sus padres, principalmente de su madre. Estos resultados están en consonancia con Marina30 y Coloma,31 que indican que la familia es la primera fuente de socialización y aprendizaje para los niños y niñas.
Atendiendo a las reflexiones de los participantes de nuestro estudio, se observó que los escolares son dirigidos diariamente desde diferentes “espacios pedagógicos”. Los conocimientos sobre salud se transmiten por medio de una pedagogía de la vida, a la cual es posible llamar biopedagogía. La familia se presenta como la primera institución social que ejerce prácticas biopedagógicas sobre los escolares. Pero, según las respuestas del alumnado, los medios de comunicación, y la televisión en concreto, son la segunda influencia después de la familia.
Los medios de comunicación como agente normalizador del concepto salud
Diferentes autores concluyen que, en la actualidad, las campañas publicitarias y los medios de comunicación son las fuentes de información habituales para las familias en temas de salud.35 Los medios de comunicación como agentes colaboradores en campañas sanitarias o como divulgadores científicos recontextualizan el discurso oficial emitido desde la ciencia médica. Estos discursos de los medios de comunicación pueden llegar a los escolares directamente, pero en un primer momento parece más influyente la opinión recontextualizada de sus padres.14
Los medios de comunicación mantienen discursos sobre la salud que probablemente están asentando prácticas biopedagógicas que son recontextualizadas por las familias de los escolares. Estos discursos infunden una necesidad de control corporal que produce insatisfacción en la mayoría de los adolescentes del estudio, principalmente en las niñas. Evans, Rich y Devis6,35 mantienen que con estas prácticas discursivas se corre el riesgo de que los jóvenes entiendan que se puede alcanzar un estado perfecto de salud con el control corporal del peso.
Se detectó que se está produciendo una normalización de las ideas sobre la salud vinculadas al autocontrol del peso corporal como vehículo para alcanzar la salud.
Vinculación de la salud con el control del peso corporal
La mayoría de los escolares opinan que para estar sano la clave se encuentra en mantener un equilibrio entre la ingesta calórica y el gasto de energía corporal. Sin embargo, obvian otros determinantes en salud como el bienestar psíquico y social. Los escolares reproducen un modelo biomédico mecanicista del cuerpo humano transmitido en la formación de los profesionales sanitarios.36 Sin embargo, este resultado no es exclusivo de la presente investigación, pues en otros estudios sociológicos se han obtenido conclusiones similares.35)
La importancia otorgada por los escolares al control del peso corporal está influenciada por la importancia que nuestra sociedad otorga al control del cuerpo. Autores como el filósofo francés Michael Foucault15-19 también exploraron los discursos que fomentan el control social y la medicalización del cuerpo como extensión de la medicalización de los problemas sociales.15,16,17,18,37 En esta línea, Wright y Harwood20 plantean que estos discursos se enmarcan dentro de una pedagogía de la vida (biopedagogía).
La promoción de la salud basada en el control corporal y el miedo a enfermar es un claro ejemplo de esta medicalización. Los discursos en promoción de la salud se basan habitualmente en mensajes impactantes con la finalidad de fomentar cambios conductuales en materia de salud. Esta visión catastrofista del cuidado de la salud parece contraproducente. Pensamos que desde el punto vista de la bioética es cuestionable la legitimidad de estos discursos. Estos mensajes orientan a los individuos hacia la consecución de unos objetivos en salud sin preocuparse del proceso de fomentar una verdadera conciencia de valores sobre la persona y su cuerpo. Este tipo de visión puede generar consecuencias que favorezcan otros problemas de salud. Algunos estudios indican que cada vez más personas jóvenes están experimentando sentimientos de insatisfacción corporal y una relación problemática con la alimentación.11 Esta relación problemática puede desembocar en una percepción de la imagen corporal fuera del patrón social de normalidad.15 Otros investigadores han concluido que los adolescentes, y las niñas en particular, suelen percibirse con mayor peso al real, lo que está asociado a un nivel de autoestima más bajo y un mayor grado de insatisfacción corporal.38
CONCLUSIONES, UTILIDADES Y LIMITACIONES
Las ideas que los escolares tienen sobre la salud han sido recontextualizadas a partir de los conocimientos que les transmiten su entorno familiar y los medios de comunicación, principalmente, una visión del cuerpo contenida dentro de un concepto mecanicista del mismo.
La educación para salud basada en programas de promoción de la actividad física y la alimentación equilibrada parece insuficiente para fomentar hábitos saludables y la consecución de un estado integral de salud física, psíquica y social. Además, se entiende que puede fomentar procesos de estigmatización y exclusión social sobre todo en niñas. Nuestra investigación ha perseguido la compresión de las percepciones de los escolares sobre la salud. Esta contribución al conocimiento de este fenómeno puede ayudar a orientar las estrategias en educación para la salud entorno a otras estructuras que no estén cimentadas exclusivamente en el cuerpo y la vida. La salud debe convertirse en parte de nuestro proyecto biográfico y el aprendizaje de hábitos saludables debe ser un proceso y no un objetivo finalista.
Nuestra investigación ha tenido la limitación de no explorar el contexto de recontextualización de los discursos realizado por las familias de los escolares, principalmente su madre. Una vez terminado este trabajo de investigación emerge la necesidad de conocer la voz del entorno familiar de los escolares para poder dar significación contextualizada a sus ideas sobre la salud.