Obituario

Dr. C. Juan Vela Valdés (1945-2022)

Sc. D Juan Vela Valdés (1945-2022)

Con profundo dolor se conoció este 27 de abril de 2022 del deceso del Dr. C. Juan Vela Valdés, director, desde 2016, de nuestra Revista Cubana de Salud Pública, destacado salubrista que por más de medio siglo alcanzó merecido prestigio a nivel internacional por su labor profesional. El Dr. Vela nació en La Habana el 7 de noviembre de 1945. Desde muy joven y hasta el final de su tiempo fue consecuente con sus ideas.

Participó en la Campaña de Alfabetización cubana, como miembro de las Brigadas “Conrado Benítez”. Como ocurre habitualmente con las personas que poseen cualidades naturales de líder, ya en la vida estudiantil universitaria llegó a ser presidente nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) durante los últimos años de su carrera como médico (1966-1968).

Una vez graduado cumplió su servicio social en una zona rural de la provincia de Guantánamo, donde ocupó varias responsabilidades a nivel local y regional, mostrando, a pesar de su juventud, su madurez como “hombre de su tiempo”. En 1972 fue nombrado director provincial de salud en Camagüey y luego rector fundador de su universidad.

Sus indiscutibles cualidades para la dirección y los logros alcanzados en su trabajo, permitieron su promoción a viceministro de Educación Superior, tarea que desarrolló en un período breve, pues ante la necesidad de dar un impulso al desarrollo de las Ciencias Médicas en el país, lo designaron rector del Instituto Superior de Ciencias Médicas de la Habana (actual Universidad de Ciencias Médicas de La Habana) hasta 1996. En dicho período se alcanzaron notables resultados en el desarrollo de un nuevo “Plan de Estudios de las carreras de Ciencias Médicas” y su formación de posgrado, además se fortaleció la proyección internacional de la universidad.

En 1996 fue nombrado rector de la Universidad de la Habana, la más antigua del país, fundada en 1728. Una vez más sus resultados de trabajo al frente de esta prestigiosa institución lo hicieron merecedor del cargo de ministro de educación superior. Después de concluido su trabajo ministerial, se desempeñó como director nacional de docencia médica del Ministerio de Salud Pública. En 2011 se incorpora, al trabajo académico, como profesor titular, consultante y de mérito en la Escuela Nacional de Salud Pública (ENSAP).

Durante su fructífera vida laboral, alcanzó el reconocimiento merecido por su labor. Fue presidente de la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL). Varias universidades reconocieron sus méritos nombrándolo profesor honorario (Universidad Mayor de San Andrés, Bolivia), doctor honoris causa (Universidad Saint Thomas, Minneapolis, Estados Unidos de América, Universidad de Sinaloa, México y Universidad de Camagüey). También participó como ponente invitado en múltiples eventos internacionales en varios continentes.

Ostentaba los títulos de especialista de I y II grado en Organización y Administración de Salud y el de Doctor en Ciencias de la Salud. Recibió múltiples condecoraciones y premios por su quehacer y prestigio profesional. Su vida fue tan intensa y fecunda que no es posible resumir todo en tan breve espacio. Pero sería imperdonable no mencionar sus principales virtudes, más allá de cargos, títulos o condecoraciones.

El Dr. C. Juan Vela Valdés fue, ante todo, un buen ser humano. De los que van dejando por donde pasan una estela de simpatía y admiración por su humildad y buenas relaciones humanas. Como dirigente siempre fue un ejemplo que estimulaba a los demás para acometer las tareas. Disciplinado y recto, pero sin ser extremadamente severo y mucho menos injusto. Sumaba en lugar de dividir. Escuchaba a todos y se preocupaba sinceramente por el entorno familiar de sus compañeros de trabajo. Jovial, con una alegría auténtica que contagiaba, fue y es un paradigma para los que lo conocieron y para las futuras generaciones que recibirán su legado.

Pudo tener errores, como todo ser mortal, pero en el balance de su vida prevalecieron las mejores cualidades humanas. No todos los directivos que hemos conocido gozan de ese privilegio. Cuando un hombre del calibre humano del Dr. Vela nos abandona, deja un sentido vacío. Y nos deja una deuda de agradecimiento por todo el caudal de enseñanzas, y afectos que nos ofreció, a la vez que nos compromete, desde nuestras modestas posibilidades, continuar su obra.

Gloria eterna al amigo, compañero y maestro.

Tomás Reinoso Medrano

29 de abril de 2022