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ACIMED

Print version ISSN 1024-9435

ACIMED vol.14 no.5 Ciudad de La Habana Sept.-Oct. 2006

 

Conocimiento científico e información científica: observaciones preliminares*

Dr.C. Enrique González Suárez1

Resumen

Se examinan los conceptos reflejo e información, conocimiento científico e información científica. De manera general, la información se define como aquella parte del reflejo que puede transmitirse, objetivarse (variedad reflejada). Sobre esta base, se examina la diferencia de los conceptos conocimiento científico e información científica.

Palabras clave: Información, conocimiento, información científica, conocimiento científico.

Abstract

The concepts of reflex and information, scientific knowledge and scientific information are examined. In general, information is defined as a part of the reflex that can be transmitted or objectivized (reflected variety). The difference between scientific knowledge and scientific information is analysed on this basis.

Key words: Information, knowledge, scientific information, scientific knowledge.

Copyright: © ECIMED. Contribución de acceso abierto, distribuida bajo los términos de la Licencia Creative Commons Reconocimiento-No Comercial-Compartir Igual 2.0, que permite consultar, reproducir, distribuir, comunicar públicamente y utilizar los resultados del trabajo en la práctica, así como todos sus derivados, sin propósitos comerciales y con licencia idéntica, siempre que se cite adecuadamente el autor o los autores y su fuente original.

Cita (Vancouver): González Suárez E. Conocimiento científico e información científica: observaciones preliminares. Acimed 2006;14(5). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol14_5_06/aci16506.htm [Consultado: día/mes/año].

Cuando se trata teóricamente o se aplica en la práctica la gestión del conocimiento no siempre se diferencian la información y el conocimiento y, por consiguiente, no está claro si lo que se gestiona es información o conocimiento.

Desde hace mucho tiempo, los especialistas estudian el concepto información. De la concepción inicial de información como transmisión de datos se pasó a los intentos de medirla (1920-30); pero es en 1948 cuando se publica el artículo de Shannon KE titulado Teoría matemática de la comunicación, que comienza la verdadera historia de la teoría de la información.

En el análisis del uso actual del término información, se constatan cuatro significados básicos:

  • Novedad, comunicación sobre el estado de algo, es decir, mensaje sobre algo que se transmite a los demás.
  • Incertidumbre disminuida como resultado de recibir un mensaje.
  • Comunicación relacionada de forma inseparable con la dirección; señales unidas a características sintácticas, semánticas y pragmáticas.
  • Reflejo de la variedad en cualquier objeto o proceso de naturaleza viva o no.

Sin embargo, a pesar de los diversos enfoques científicos del concepto información, no se ha abordado con suficiencia su aspecto ontológico. El tratamiento poco preciso del principio de la dualidad de los aspectos en el contexto de la información ha conducido a serias dificultades teóricas cuando se intenta responder preguntas como: ¿es la información un fenómeno ideal o material? ¿Cómo puede ser un fenómeno ideal y, al mismo tiempo, no considerarse como sustancia ideal? Si es material, ¿cuál es su fundamento? ¿Es la información una propiedad de todos los objetos materiales, o solo de los seres vivos y autorregulados?, etcétera.

Estas dificultades se constatan en los enfoques de autores como Emilia Currás , quien –según Angulo Marcial N– sostiene que “la información no existe por sí misma y que solo se produce en nuestro cerebro cuando la percibimos, analizamos y enjuiciamos , según la intencionalidad que captamos en ella”.1 Currás sugiere considerar la información desde dos enfoques diferentes:

  • La información como fenómeno que se genera en el entorno, con independencia de nosotros, y es susceptible de captarse en forma consciente.
  • La información como proceso, elaborada por nosotros mismos, a partir de documentos.1

Las respuestas a estas preguntas y otras relacionadas a ellas serían de gran ayuda para el análisis de la información como una categoría científica general, y esto tiene una significación particular en las condiciones actuales de revolución científica y técnica, que presenta como una de sus características la transmisión de las funciones informacionales del hombre a la máquina en amplias proporciones.

¿Es la información un ángulo o una forma de reflejo?

En el análisis del problema de la relación de las categorías reflejo e información se distinguen dos enfoques principales:2

El reflejo se define con la ayuda de la información.

  1. El concepto de información se fundamenta mediante la categoría reflejo.

Sin embargo, las concepciones que más se han difundido son:

  • La concepción que considera que la información se presenta como un aspecto, un ángulo de cualquier tipo de reflejo sea en la naturaleza o la sociedad.
  • La concepción que define la información como un tipo de reflejo, como un reflejo activo, útil; como plantean algunos autores,3 cuando afirman que la utilidad se refiere al empleo del reflejo para fines de dirección.

Coincidimos con la concepción de autores como Ursul AD y Kazantsieva KV, quienes mantienen el criterio de que la información actúa como determinado invariante del reflejo, específicamente aquel que puede objetivarse en la transmisión del reflejo. La información no es semejante a la representación, sino a aquel ángulo de ella que se objetiva, transmite y que constituye la parte invariante del reflejo.

Los estudios realizados sobre el reflejo confirman que la información es independiente de su portador, mientras que el reflejo no. El reflejo no se puede recodificar, transferir a otro portador material, por ejemplo, la música al color o una pintura a la música. Sin embargo, la información se recodifica, se transfiere para dar lugar a imágenes en las cuales la información es la invariante.

En la transferencia de información de un ser humano a otro ocurre su objetivación (codificación, transformación), el reflejo se reduce, se integra. La imagen que existe en la conciencia del hombre como transmisor de información es la base para su transmisión, y aquello que se transmite es solo una parte de la imagen, el ángulo que puede existir en otro portador material. Esta información, obtenida por el receptor le sirve de base para formarse una imagen, y esta es más rica que la información recibida porque es el resultado de la interacción entre el sujeto emisor y el receptor del nuevo portador de la información (el cerebro), el resultado es la formación de una nueva imagen a partir de lo inicial, desde la imagen del transmisor.

La mutua transferencia y la transformación de las estructuras de los objetos o cosas que interactúan en la materia inorgánica constituyen, por su esencia, características internas de las propias interacciones físicas que carecen de alguna función complementaria (en la naturaleza viva ocurre lo contrario). Es por esto que los resultados de las interacciones físicas internas y externas coinciden con los productos del reflejo en la naturaleza carente de vida.

Antes de que surgiera la vida, las estructuras de unos objetos (reflejadas en forma de huellas en otros objetos) constituían fenómenos potenciales. De ahí que los reflejos en la naturaleza inorgánica, excluidos de la actividad cognoscitiva del hombre, pueden denominarse reflejos, modelos, solo de una manera convencional. Ellos carecen de la función específica del reflejo humano, la “subjetividad”, es decir, su pertenencia al sujeto activo.4 En consideración a esto, los modelos a nivel de la materia inorgánica son los antecesores de los auténticos modelos, es decir, son protomodelos.

Al mismo tiempo, todo modelo (incluso los protomodelos) que se originan en la materia inorgánica y que carece de la actividad cognoscitiva como la que posee el hombre, potencialmente contiene cierta estructura informativa sobre el objeto-original, es decir, la copia del original.

Cualquier protomodelo se convierte en modelo en el sentido propio de esta palabra cuando la información potencial contenida en este se separa, procesa y emplea en un sentido determinado. El principio de este tipo de reflejo caracteriza la esencia del reflejo psíquico: el psiquismo es el sistema de modelos (internos) que refleja, impulsa, dirige y regula el camino de vida de la sustancia viva.

¿Cómo llegar a un concepto de información suficientemente general que incluya sus diferentes tipos y propiedades?

Para esto, es necesario no solo generalizar los conocimientos contemporáneos existentes en materia de información, sino también revelar las tendencias históricas y lógicas del desarrollo de este concepto. En tal sentido, es indispensable separar los rasgos más generales y esenciales de la información. Uno de ellos es la diferencia, la variedad.

A mediados de los años 50, el neurofisiólogo inglés y uno de los fundadores de la cibernética, Ashby R, desarrolló la concepción de la diversidad a partir de la teoría de la información.5

Sostenía el autor de Introducción a la cibernética que por diversidad debe entenderse la característica de los elementos de un conjunto consistente en la no coincidencia de sus componentes.

Así, en un conjunto conformado por elementos iguales (por ejemplo: la sucesión a, a, a...) no existe ninguna diversidad. Si se mide su diversidad logarítmicamente, se obtiene que el logaritmo de la variedad (la unidad denota la identidad de los elementos) es nula.

Un conjunto con tal diversidad tiene una probabilidad única de elección de los elementos, es decir, cualquier elemento que se elija siempre será de un mismo tipo. Para ilustrar este concepto de una forma más concreta, puede afirmarse que el conjunto de las luces de un semáforo formado por los colores rojo, amarillo y verde tiene una variedad de tres elementos. Es decir, si se conoce la cantidad total de elementos diferentes, siempre se puede determinar la probabilidad de elección de uno u otro de ellos. Se desprende, entonces, la posibilidad de examinar la teoría de la información sobre la base del concepto de variedad.

Según el autor mencionado, la esencia de la concepción de la diversidad consiste en afirmar que la teoría de la información estudia los procesos de “transmisión de la diversidad” por los canales de comunicación, por lo que la información no se puede transmitir en una cantidad mayor que lo que posibilita la cantidad de diversidad.5

A partir de las ideas de Wiener N y los resultados obtenidos por Shannon KE, Ashby R descubrió la ley de la diversidad necesaria. Para dirigir el estado de un sistema cibernético es necesario un regulador que limite la diversidad de la perturbación que puede alterar el sistema. Para esto, el regulado admite la diversidad que es necesaria y útil para el sistema. Si la diversidad admitida por el estado del sistema es De y la diversidad de la perturbación es Dp, la cantidad de diversidad del regulador Dr es:

Dr = Dp

       De

Esta fórmula es una de las formas cuantitativas en que se manifiesta la ley de diversidad necesaria.

Como se expresó, la condición básica que da derecho para afirmar que una cosa (sistema) es un modelo de otra, es la existencia entre ambas cosas (sistemas) de una relación de semejanza o correspondencia. Esta relación es un resultado de la interacción, en la que un ángulo de un objeto O se refleja en el del otro: O'. Este reflejo o representación en O' puede interpretarse como modelo según el sentido amplio de este concepto, porque responde a la condición básica de este.

Por consiguiente, la información puede interpretarse como variedad modelada y esto no significa un simple cambio de términos. Se sabe que el reflejo es un concepto referido al aspecto gnoseológico de la realidad, mientras que el modelo apunta a su lado ontológico. Como se ha expresado, de esta manera el reflejo psíquico y la modelación técnica pueden integrarse conceptualmente, al tiempo que es posible estudiar la información a partir de la teoría de la semejanza, de la comunicación, de la modelación y otros aspectos ontológicos, científico-concretos, de la información como variedad.

Desde esta perspectiva, son abordables las respuestas a las preguntas originadas por la dualidad de los aspectos de la información: La información es variedad no solo reflejada (aspecto gnoseológico) y por tanto ideal (producto de la abstracción), sino también es variedad modelada (aspecto ontológico, científico-concreto) y, por consiguiente, material. La fotografía de una persona es el resultado de un proceso de interacción material (físico y químico), donde está como encapsulada la imagen de la persona en un modelo que siempre es material. Esa imagen es abstraida por alguien y entonces se reconoce que hay una persona en la fotografía. La arista del reflejo, constituida por la variedad, es modelada como retrato, y esta variedad modelada objetivamente que contiene la copia del original es abstraida por una persona y representada psíquicamente por su cerebro. De esta manera, la variedad modelada se convierte en variedad reflejada psíquicamente. Por supuesto que este ejemplo es muy simple y no se ajusta totalmente a la realidad, pero sí destaca los aspectos gnoseológico y ontológico de la información como variedad reflejada y modelada.

Por otra parte, la interpretación de la información como variedad modelada permite plantear la información como propiedad de la materia en cualquiera de sus niveles estructurales de organización: pre-psíquico, psíquico y social.

En este sentido, debe subrayarse que la información a nivel pre-psíquico existe en forma potencial, porque no se puede actualizar hasta que no se utilice. La huella de un animal en el bosque es un modelo de variedad en relación, por ejemplo, con lo que le circunda. Pero la información contenida en ese modelo solo se hace real si alguien la emplea. Por ejemplo, un perro que olfatea y recibe la señal del olor y lo identifica, decodifica la información de la señal olfatoria, según su programa de acciones instintivas.

En conclusión, puede afirmarse que en la relación original-modelo, la variedad de un objeto se reproduce en otro como modelo que contiene la copia del original. Este modelo de la variedad es objetivo, material; es la forma de existencia objetiva de la información como variedad modelada.

El proceso de modelación de la variedad se constata con mucha claridad cuando a un sujeto, con los ojos cerrados, se le pide que exprese verbalmente lo que siente cuando en la palma de una de sus manos abierta, se le coloca, por ejemplo, una llave. Entonces el sujeto responde nombrando propiedades aisladas de la llave: ”Siento algo frío, duro, metálico, que pincha, etc.” Al sujeto, aún con los ojos cerrados, se le pide que palpe el objeto (llave) que se le coloca en la mano. De esta manera, los cuantos aislados que constituyen datos se unen mediante el movimiento de los dedos y se integran en un modelo de toda la variedad (información).

La variedad se modela por los movimientos que realizan el análisis y la síntesis de los datos en las instancias correspondientes del sistema nervioso (ángulo ontológico). En el proceso de modelación, el individuo comienza a abstraer elementos de la copia (variedad) que en determinado momento aparecen de forma simultánea como modelo (imagen) del objeto, como información, es decir, datos con significado para el sujeto (ángulo gnoseológico).

Cuando se examina la variedad modelada en el plano gnoseológico, la relación original-modelo aparece en forma de abstracción de un ángulo: La copia del modelo que representa la realidad objetiva de su original y que contiene de modo implícito sus propiedades; entre ellas, la variedad.

En este sentido, la información, como variedad modelada, se presenta como copia (imagen, representación) como algo ideal, no material, que se contrapone en el plano gnoseológico a lo material. La información como variedad reflejada es su forma de existencia subjetiva.

El concepto de información como variedad modelada permite enriquecer, desde el punto de vista teórico, metodológico y práctico, el alcance del tema de estudio de la Ciencia de la Información planteado por diversos autores, y que, entre otros, abarca:

  • La estructura de todos los tipos de información social.
  • Las propiedades generales de la información social.
  • Las propiedades generales de las fuentes de información, su función y lugar en la comunicación social.
  • Las regularidades de todos los procesos de la comunicación social.
  • Los procesos de la transmisión y procesamiento de la información.

Como conclusión, puede afirmarse que el concepto de información como variedad modelada abre vías metodológicas, tanto para el análisis de la información en el plano científico concreto como para diferenciar la información del conocimiento.

Cuando se analizó el concepto información, se planteó que en el aspecto gnoseológico se asumía su definición como variedad reflejada, mientras que en el aspecto ontológico se consideraba como variedad modelada.

La variedad es un resultado del movimiento de la materia, de la interacción de los objetos y fenómenos. Pero los objetos y fenómenos tienen su propia identidad, además de variedad. Desde nuestro punto de vista en la representación o modelación están presentes la unidad y la variedad de la realidad. Sin embargo, la información se diferencia del conocimiento en que esta pone su acento en el aspecto de la variedad, tanto en lo que respecta a la forma como en lo que se refiere al contenido del conocimiento; es por esto que se puede medir, transmitir, almacenar. Por otra parte, en el conocimiento se refleja o modela la variedad y la identidad de la realidad objetiva, pero su énfasis es representar la unidad de los objetos y fenómenos (sistemas) en forma de conceptos, ideas, proposiciones, hipótesis, leyes, teorías, etcétera.

Como se sabe, desde el punto de vista del materialismo dialéctico, la actividad práctica es el fundamento del conocimiento y criterio de la veracidad del saber.

En el Diccionario de filosofía, de Frolova IT, se afirma que en el proceso sociohistórico de la actividad creadora del hombre se forma su saber; surgen así los fines y motivos de las acciones humanas.6 El saber es una expresión ideal, sígnica de las propiedades y concatenaciones objetivas del mundo natural y humano. El saber puede ser precientífico (cotidiano) y científico (empírico y teórico). Además, existen los tipos mitológicos, artísticos, religiosos y otros del saber.

En otra parte de este diccionario, se expresa que en el saber las representaciones aisladas cobran forma teóricamente sistematizada y valedera para todos y se mantiene aquello que puede conservarse, transmitirse y sucesivamente desarrollarse como puntal estable de la actividad humana posterior.

Como se ha visto, el concepto de reflejo es más amplio que los de conocimiento e información, que son aspectos del reflejo. El reflejo psíquico y anticipado es fundamento del conocimiento.

Anteriormente, se hizo referencia a que el proceso de reflejar la realidad por un sujeto consiste en crear determinados modelos en el cerebro, portadores de copias o imágenes ideales de los objetos y fenómenos correspondientes de la realidad. Sobre la base de estos modelos primarios, que son cerebrales, pueden construirse modelos de diferentes órdenes: secundarios, terciarios y otros órdenes superiores. Es decir, sobre la base del reflejo de la realidad, el hombre es capaz de efectuar construcciones ideales de significación para la actividad práctica.

El mundo, además de ser variado, posee unidad. En concordancia con lo expuesto, cuando en la copia contenida en un modelo el énfasis se hace en la variedad, decimos que ese contenido es información modelada. Si por el contrario, el énfasis es en la unidad, estamos en presencia de conocimiento.

Después de las precisiones anteriores, en que se diferencian la información y el conocimiento según el aspecto que se refleje prioritariamente (variedad o entidad), a continuación se abordarán las diferencias entre la información científica y el conocimiento científico, lo que es de mayor significado para la gestión del conocimiento veraz.

Diferencias entre la información científica y el conocimiento científico

Con frecuencia, la ciencia es vista como una actividad para producir y aplicar nuevos conocimientos en distintas esferas. En cada rama de la ciencia, pueden identificarse determinados componentes y tipos de actividad que conforman un sistema. Como actividad humana la ciencia posee los elementos siguientes: sujeto, objeto, medios, necesidades, objetivos, acciones, operaciones, condiciones, resultados, y otros, en dependencia del aspecto que se investiga. Como tipo de actividad social, se distinguen la científico-investigativa, científico-organizativa, científico-pedagógica y científico-auxiliar. Desde el enfoque de actividad, el conocimiento aparece como resultado de la actividad científica y desde la posición del enfoque gnoseológico tradicional, como reflejo (imagen) que se obtiene en el proceso del conocimiento.

El concepto de conocimiento, como un tipo de reflejo específico y superior, se formó como resultado del análisis gnoseológico, de la comprensión del conocimiento como proceso reflejo. El concepto de información científica derivó del enfoque cibernético­comunicacional en la ciencia, y gracias al desarrollo de la actividad científico informativa, Mijailov AI y Guiliarevskii RS afirman que “la actividad científico informativa constituye una parte del trabajo científico, que se aisló en el curso de la división social del trabajo. Su objetivo es proporcionar a los científicos y a los trabajadores prácticos toda la información que necesiten, por medio de la acumulación, el procesamiento analítico sintético y lógico, el almacenamiento, la recuperación y la diseminación de la información científica”.7

La ciencia de la información puede entenderse como la disciplina científica que investiga la estructura y las propiedades generales (no el contenido específico) de la información científica, además de las regularidades de todos los procesos de comunicación científica.8 A esta no le interesa el proceso investigativo, cognoscitivo, sino la transmisión del conocimiento obtenido en ese proceso del conocimiento científico. Esta transmisión ocurre como resultado de la actividad científica informativa, es decir, uno de los tipos de actividad incluida en la actividad científica y que es indispensable para la unidad y efectividad de la ciencia contemporánea.

El proceso de transmisión de información, en cualquiera de sus formas, puede examinarse como un ángulo del proceso reflejo.9 Por esto, la actividad científica informativa también incluye un momento reflejo: la transmisión de información científica y técnica. Es así que las comunicaciones científicas pueden verse como procesos reflejos de la actividad científica entre sujetos individuales y colectivos.

El nexo entre los aspectos reflejos y comunicacionales de las actividades científico-investigativa y científico-informativa posibilita identificar diferencias entre los conceptos información científica y conocimiento científico en el plano del reflejo. Los conocimientos científicos constituyen el resultado de la actividad científica investigativa. En concordancia con el materialismo dialéctico, el conocimiento es un producto de la actividad social laboral e intelectual que representa la reproducción ideal en forma lingüística de los nexos objetivos, regulares y prácticos del mundo objetivo transformado.10 De otros tipos de reflejo humano, el conocimiento científico se distingue porque es indispensable que se exprese en forma lingüística y no sensorial (sensaciones, percepciones y representaciones). En su acepción amplia, el conocimiento científico es, en determinado aspecto, la representación de la variedad de los fenómenos del mundo y de su esencia.9

El saber es la forma de conocimiento racional o lógica, su resultado. En este sentido, el saber, como se interpreta por los autores de la monografía Comunicaciones científicas e informática , es la información lógica obtenida en el proceso de conocimiento, que adecuadamente representa fenómenos y leyes de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento y se emplea en la práctica histórico social.8 Es necesario considerar que esta definición del saber, al mismo tiempo, define la información científica en un sentido amplio,11 porque el proceso de obtención de información del objeto, como resultado de la actividad científico investigativa, es un proceso reflejo informacional. Por supuesto, como resultado de este proceso, no todo el contenido del reflejo toma forma lingüística, es decir, de saber científico, por cuanto determinados componentes subjetivos del reflejo, como el sensorial y emocional, entre otros, quedan fuera de los límites del saber.

Por consiguiente, el saber es información científica en un sentido amplio, es decir, cualquier representación lingüística, sin que necesariamente se encuentre generalizada y sistematizada en alto grado. Este grado lo diferencia del reflejo sensorial, que no constituye conocimiento científico, a pesar de que este se forma sobre la base al conocimiento sensorial.

Al mismo tiempo, el conocimiento científico, como resultado del reflejo y de la actividad científico-investigativa, constituye información científica primaria para la actividad científico-informativa. De esta manera, el conocimiento puede existir en forma materializada (explícita, en modelos sígnicos objetivos como los documentos y tácita) en la mente. Sin embargo, al profesional de la información le interesa básicamente la documental, que puede transmitirse de un científico a otro (consumidor de información).

El proceso de transmisión es el mecanismo principal que transforma el conocimiento científico (como información científica) en información científico-técnica en un sentido estrecho, es decir, como se emplea en la práctica social por los profesionales de la información. Desde la posición de la actividad científica informativa, la información científica no es simplemente conocimiento como representación lógica, verbal, sino conocimiento científico transmitido a un destinatario, a un consumidor.

Por consiguiente, la diferencia entre el conocimiento científico y la información científica (en sentido estrecho) consiste en que su producción se vincula a distintos tipos de actividades científicas. Desde la actividad científica investigativa, se produce el conocimiento científico que, posteriormente, se incorpora a la esfera de la actividad científica informativa y toma, gracias al proceso de comunicación, la forma de información científica y tecnológica. En un caso, se está en presencia de la información científica como conocimiento (sentido amplio) y en el otro, como información científica y tecnológica que actúa como objeto y, en determinado sentido, como resultado de la actividad científica informativa. En ambos casos, la información científica resulta ser solo una parte del reflejo, precisamente aquella que puede objetivarse, materializarse en formas lingüísticas y transmitirse a las distintas esferas de la actividad humana.

Autores como Brilliuen L, Mahlup F, Lajtin GA y otros, examinan la información científica no como teoría (o hipótesis), sino como material en bruto, principalmente como datos, mensajes que suministran las ciencias teóricas y empíricas.11 Es decir, existe el criterio de que el término información puede relacionarse con fenómenos y hechos aislados; y que el término conocimiento puede utilizarse para el sistema inter-concatenado de ellos.

De acuerdo con esta idea, Lajtin GA, escribió: “la información no son teorías ni hipótesis, sino solo material en bruto. La acumulación de información, es decir, de datos primarios, conduce a saltos cualitativos: descubrimientos, nuevas leyes, etcétera. Por ejemplo, los resultados de las observaciones astronómicas de Tycho Brahe constituyen la información sobre la base de las cuales Kappler dedujo las leyes del movimiento de los planetas, que no son información, sino el producto de su generalización. Al igual que Majlup F, Lajtin GA considera conocimiento la información ordenada".

Ursul AD afirma que este punto de vista respecto a la correlación de los conceptos de información científica y conocimiento científico es discutible, y no es aceptado por la ciencia de la información, que considera los hechos, leyes, hipótesis y teorías en calidad de información científica de diverso grado de organización, información de niveles y formas distintos, como lo hace Mijailov en la obra anteriormente mencionada.9

Detengámonos un momento en la manera en que se contradice en dos momentos distintos Brilliuen L. En un momento, este autor plantea que “ … la información es material en bruto y está compuesta de una simple recolección de datos, mientras que el conocimiento supone determinado razonamiento o juicio que organiza los datos mediante su comparación y clasificación. El siguiente paso conduce al conocimiento científico y la formulación de leyes científicas".12 Es evidente que esta comprensión de la información nada tiene que ver con lo que este autor escribe en su libro dedicado al análisis informacional teórico, donde examina este concepto como “función de la relación del número de respuestas posibles antes y después (de obtener información), y nosotros elegimos una ley logarítmica para denotar la propiedad aditiva de la información que está contenida en situaciones independientes".12

Al respecto coincidimos con Ursu A y Kazantsieva KV, cuando afirman que el concepto probabilístico teórico al que se refiere Brilliuen L, si este se relaciona con los procesos de comunicación entre las personas, necesariamente supone determinado razonamiento, la construcción de variantes alternativas, hipótesis, suposiciones, etcétera.11 Sin hipótesis no hay transmisión de información entre las personas, según la interpretación estadística probabilística de la información; evidentemente esta es una interpretación estrecha. El material en bruto, los datos, no constituyen información en el sentido apuntado si antes no se formula una hipótesis sobre ellos (sobre la base de una teoría). Por supuesto, que la transmisión de información en dispositivos técnicos, en los biosistemas puede ocurrir sin la construcción de hipótesis previas, pero aquí no examinaremos estos procesos probabilísticos por cuanto el discurso versa sobre los procesos de comunicación social.

A pesar de que en la comunicación social ocurren procesos no estadísticos de transmisión de información, que se representan por las variantes no probabilísticas de la teoría de la información, Brilliuen L no se ocupa de ellos. Sin embargo, es necesario aclarar que su concepción de la información como material en bruto no tiene sustentación científica, aunque actualmente es frecuente el empleo de esta concepción en forma piramidal (dato­información­conocimiento).

Si se sigue el ciclo del movimiento de los conocimientos que se han originado en un investigador teórico sobre la base de la información factográfica, estos conocimientos deben transmitirse a otro involucrado en la investigación científica, a la comunidad científica, para ser percibidos, verificados y valorados. Es decir, el investigador teórico debe transmitirlos, objetivar sus conocimientos por medio del lenguaje oral o escrito, los medios de comunicación masiva y otros. Pero él no transmite datos, sino teoría, y para los medios de comunicación científica o masiva no es de interés que es lo que se transmite, si datos o teoría. La propia idea de la transmisión de mensajes, de donde surgió el concepto científico de información, es invariante respecto al tipo de conocimiento que se transmite, sean hechos científicos, teorías, hipótesis, etcétera.

Aunque no es el único, el objetivo principal de la actividad cognoscitiva es la obtención de conocimiento veraz (en correspondencia con esto, transmisión de información fidedigna para los procesos de comunicación científica). Y a pesar de que en el proceso de actividad cognoscitiva tiene lugar la obtención de información científica en un sentido amplio, incluidos hechos y teorías, no es menos cierto que existen cantidades diferentes en su obtención.

En la ciencia, lo más frecuente es el examen de las comunicaciones científicas en las que se transmite información empírica, en particular, factográfica. De mayor valor es la información sistematizada transformada en teoría, a pesar de que ocupa una parte menor en los procesos de comunicación científica. Además, lo que más se conserva en los archivos científicos es el conocimiento científico generalizado y sistematizado.

¿Significa esto que la información ocupa el lugar del conocimiento? ¿Es posible basarse en el criterio de Brilliuen L de que el conocimiento se diferencia de la información por el grado de su sistematización, de su generalización? Coincidimos con Ursul A, al plantear que el criterio de este autor no es definitorio y, por tanto, a pesar de la autoridad del gran científico francés, no debe ser el fundamento para diferenciar la información del conocimiento.

Brilliuen L expone diferentes definiciones del concepto información, propone diferentes juicios sobre su diferencia con el conocimiento, pero –a pesar de que la propia idea de que existen diferencias entre ambos conceptos es correcta– los fundamentos en que se basa no lo son, ya que ignoró las propuestas de la metodología del materialismo dialéctico relacionadas con este tema y empleó la teoría de la información.

Consideramos que la diferencia entre conocimiento científico e información científica debe partir de la metodología del materialismo dialéctico como fundamento metodológico general de la ciencia de la información, y no sustituirla por la teoría de la información.

Referencias bibliográficas

1. Angulo Marcial N. Información: Una nueva propuesta conceptual. Cienc Inform 1996;27(4):190-5.

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3. Dubrovskii DI, Verzhbitzkii VV. La categoría información (reseña filosófica). Filosofskiie Nauki 1976;(1):1.

4. Rojo M. El campo de la psicología científica. En: Bello Dávila Z. Psicología General. La Habana: Félix Varela, 2001.p. 10-1.

5. Ashby WR. Introducción a la cibernética. Buenos Aires: Nueva Visión; 1960.

6. Frolova IT. Diccionario de filosofía. Moscú: Progreso; 1984.

7. Mijailov AI, Guiliarevskii RS. Curso introductorio sobre informática -documentación. La Habana: IDICT; 1979.p.12.

8. Mijalov AI, Chiorni AI, Guiliarevski RS. Comunicaciones científicas e informática. Moscú: Nauta; 1976.p.395 (en ruso).

9. Ursul AD. Reflejo e información. Moscú: Misl; 1973.p.112­3 (en ruso).

10. Rosental MM, Iudin PF. Conocimiento. Diccionario de filosofía. Moscú: Polizddat; 1968.

11. Ursul AD. Kazantsieva KV. Es la información científica creación? Naushno Tejnicheskaya Informatiza, Ser. 2, 1971;(5):5­10.

12. Brilliuen L. Ciencia y teoría de la información. Moscú: Fizmagiz; 1960.p.13 (en ruso).

Recibido: 20 de agosto de 2006. Aprobado: 26 de agosto de 2006.
Dr.C. Enrique González Suárez. Centro de Investigaciones de Construcción de Maquinarias (CICMA). Vía Blanca No. 812, San Miguel del Padrón. Ciudad de La Habana, Cuba. Correo electrónico: comerca@enet.cu

*La presente contribución recoge un grupo de observaciones preliminares realizadas por el autor durante el curso de una investigación teórica abierta todavía.

1Doctor en Ciencias de la Información. Centro de Investigaciones de Construcción de Maquinarias (CICMA). Cuba.

Ficha de procesamiento

Términos sugeridos para la indización

Según DeCs1

CONOCIMIENTO; TEORÍA DE LA INFORMACIÓN.

KNOWLEDGE; INFORMATION THEORY.

Según DeCI2

CONOCIMIENTO; TEORÍA DE LA INFORMACIÓN.

KNOWLEDGE; INFORMATION THEORY.

1BIREME. Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS). Sao Paulo: BIREME, 2004.

Disponible en URL: http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm

2Díaz del Campo S. Propuesta de términos para la indización en Ciencias de la Información. Descriptores en Ciencias de la Información (DeCI). Disponible en URL: http://cis.sld.cu/E/tesauro.pdf