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El envejecimiento es un proceso que no solo afecta a las personas, sino que también acontece en las poblaciones, y es a lo que se llama envejecimiento demográfico. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas de 60 a 74 años son consideradas de edad avanzada. A todo individuo mayor de 60 años se le llamará, de forma indistinta, persona de la tercera edad.1
La población mundial está envejeciendo a un ritmo sin precedentes. En los próximos 50 años habrá en el mundo más personas octogenarias y nonagenarias que nunca, su cantidad aumentará casi cuatro veces; por otra parte, la capacidad funcional de una persona aumenta en los primeros años de la vida, alcanza la cúspide al comienzo de la edad adulta, y a partir de entonces, empieza a declinar.2,3
Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas, entre 2015 y 2050, la proporción de la población mundial con más de 60 años de edad pasará de 900 millones hasta 2 000 millones, lo que representa un aumento del 12 % al 22 %.3,4
Durante el proceso de envejecimiento tienen lugar diferentes modificaciones biopsicosociales, que conllevan de manera inherente cambios en la farmacocinética y la farmacodinamia de los fármacos.5
Todas estas características de la población anciana les hacen ser especialmente vulnerables a presentar una mala adherencia al tratamiento farmacológico, prescripción inadecuada, efectos adversos e interacciones medicamentosas.6 La polifarmacia, acorde a la Organización Mundial de la Salud, es definida como el uso de tres medicamentos o más, de manera simultánea, por una persona. Conforme se va envejeciendo, es común que se aumenten los padecimientos de salud y, por lo tanto, el número de medicamentos que se prescriben para tratarlos. Se estima que más del 50 % de los adultos mayores de 70 años estarán tomando tres o más fármacos al mismo tiempo.7
Además, alrededor del 50 % de los medicamentos que se prescriben se realiza de manera inapropiada, tanto para individuos sanos, como enfermos, jóvenes o viejos, donde la media diaria de consumo oscila de entre cuatro y cinco hasta ocho medicamentos por persona anciana.8) La polifarmacia es una seria preocupación del área de salud, y esto constituye una prioridad en las líneas de trabajo del Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP).
Estos factores hacen que la interacción medicamentosa potencial se manifieste como una reacción adversa que, en el mejor de los casos, si es detectada oportunamente, puede ser corregida. Frecuentemente, de forma errada, se interpreta como un empeoramiento de la enfermedad, pobre adherencia terapéutica o inefectividad de alguno de los medicamentos indicados. Sin embargo, es necesario que el geronte haga un uso racional de los medicamentos.9
Se realizó un estudio de utilización de medicamentos de tipo Indicación-Prescripción y los elementos de esquema terapéutico, dirigido a valorar la prescripción de medicamentos para el tratamiento de enfermedades crónicas, en el Consultorio Médico 16.5, vinculado a la Farmacia Principal Municipal de Santa Clara (Farmacia Campa), en Villa Clara, durante el período de enero a junio del año 2022. Todos los pacientes incluidos en la investigación eran del tipo ambulatorio.
La muestra quedó conformada por 164 pacientes de 60 años y más de edad, y sexo estratificado (100 femeninos y 64 masculinos), que presentaban certificado médico para medicamentos controlados, que abarcaban una totalidad de 552 medicamentos.
Según el Anuario Estadístico de Salud de Cuba, en su edición del año 2019,10) en nuestro país se observa un predominio del género femenino. Esta tendencia puede ser explicada, entre otras causas, por las características genéticas y fisiológicas de la mujer; por algunos factores sociales; por mostrar una menor incidencia de hábitos tóxicos y una tendencia mayor a cuidar de su salud, los que constituyen factores que favorecen una mayor esperanza de vida en la mujer.
El universo de estudio estuvo constituido por la totalidad de pacientes con certificado médico para medicamentos controlados, vinculados al Consultorio Médico 16,5 y en el grupo de edad de 60 años y más.
Los medicamentos más comúnmente prescritos fueron la hidroclorotiazida 25mg tabletas (19,9 %), enalapril 20mg tabletas (14,1 %) y amlodipino (8,3%). Según grupo farmacológico, los más utilizados corresponden a los medicamentos cardiovasculares (48,9 %) y los diuréticos (23,6 %).
El comportamiento de las enfermedades, según el análisis de la situación de salud del área mostró un mayor predominio de las relacionadas con el sistema cardiovascular, entre las que se destaca la hipertensión arterial (81,1 %). Entre los medicamentos más utilizados para el control de la hipertensión arterial, se encuentran los diuréticos tiazídicos (hidroclorotiazida 25mg tabletas), los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (enalapril 20mg tabletas y captopril 25mg tabletas), beta bloqueadores (atenolol 100mg tabletas) y los bloqueadores de los canales de calcio (amlodipino 10mg tabletas y nifedipino 10mg tabletas). Referente al comportamiento de la cantidad de medicamentos prescriptos, se observó un predominio en el uso de dos agentes antihipertensivos (54,1 %).
Se constató la presencia de polifarmacia en un 40,9 %, que tenían prescriptos cuatro o más fármacos para el tratamiento de enfermedades crónicas.
Se detectó en 13 pacientes (19,4 % de los pacientes polimedicados) la combinación de medicamentos inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, con espironolactona, considerada como interacción medicamentosa potencial en los adultos mayores polimedicados, lo que puede provocar hiperpotasemia.
El grupo etario de 60 años o más es el más propenso a presentar una interacción medicamentosa en su prescripción. El aumento de la cantidad de fármacos utilizados en tratamientos está directamente relacionado con la aparición de una interacción farmacológica, por lo que hay que hacer énfasis en los pacientes con polifarmacia. Las interacciones farmacológicas potenciales pueden manifestarse como un efecto adverso en el paciente, lo que puede traducirse en una serie de com plicaciones clínicas que podrían llegar a poner en riesgo la vida.
