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Señor Editor:
El proceso de categorías docentes constituye un aspecto imprescindible para el desarrollo de la universidad y de su impacto social, en correspondencia con los resultados y aportes que esta proporciona en el orden académico, científico y metodológico. El nivel de desarrollo académico y científico de los Centros de Educación Superior y su desempeño como institución, lo determina en gran medida, el nivel académico que alcance el claustro de profesores; para lograr este fin, la universidad tiene que revisar su misión y redefinir muchas de sus tareas fundamentales, en especial, aquellas que se relacionen con las necesidades de la sociedad en materia de aprendizaje y superación continua.
De este modo, se han sucedido una serie de regulaciones devenidas en leyes, reglamentos y resoluciones que constituyen documentos fundamentales de consulta para los directivos y docentes, donde se refrendan las exigencias, cada vez más crecientes, para su obtención; por lo que pueden tomarse como indicador para medir la calidad del claustro universitario.1,2
Según la IV Versión del Diccionario Cubano de Términos de Dirección, categoría docente se define como “…la forma de organización del trabajo científico pedagógico del personal docente en los Centros de Educación Superior”. De igual forma, precisa que, la categorización es “… el proceso que se convoca por los tribunales nombrados para otorgar las categorías docentes principales, complementarias y especiales, de acuerdo con la estructura de categorías docentes aprobadas por el Ministro de Educación Superior y disciplinas existente en el Departamento docente”.3,4,5 6
El comportamiento histórico de los procesos de categorías docentes en la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara mostró dificultades expuestas en los convenios individuales, plan de trabajo y evaluaciones de los profesores, debido a la ausencia de acciones dirigidas al desarrollo de habilidades para la ejecución de los ejercicios de promoción a categorías docentes superiores; ello requiere de herramientas metodológicas que permitan lograr mayor efectividad en la planeación, ejecución y control por parte de los directivos académicos, con el objetivo de lograr una correcta aplicación estructural y metodológica de la pirámide de categorías docentes en correspondencia con las funciones docentes, investigativas y de extensión universitaria.
El objetivo de la presente carta es divulgar la estrategia que desde el año 2017 se ha aplicado en la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, dirigida a elevar la calidad de los procesos de categorías docentes y a garantizar en los profesores, la preparación exigida para el tránsito hacia categorías superiores en función de alcanzar los estándares de calidad de la acreditación de la Universidad.
Fue propósito de los autores, contribuir a que la estrategia, partiendo de un estado inicial (dado por el diagnóstico), se dirija hacia un estado ideal como consecuencia de la planeación, mediante una evaluación sistemática, para constatar el resultado obtenido en cada etapa con énfasis en la obtención de las categorías superiores principales de Profesor Titular y Profesor Auxiliar, fundamentalmente en el área médica.7
La estrategia se diseñó en dos direcciones: Para evaluación de los resultados de los procesos de categorías docentes ejecutados y para la evaluación de la factibilidad y efectividad.7
Las principales acciones de la estrategia fueron las siguientes:
Elaborar el potencial existente en cada carrera a partir de las funciones de dirección académica a nivel de departamento docente, disciplina y asignatura.
Preparación metodológica a los tribunales de categorías docentes para lograr un mejor dominio del reglamento.
Asesoría a los aspirantes para el desarrollo de los ejercicios de requisitos de: Problemas Sociales de la Ciencia e Idiomas.
Preparación a través de diferentes vías: talleres, clases metodológicas y asesoría de los profesores aspirantes a categorías docentes superiores.
La estrategia descrita comenzó a instrumentarse a partir del primer semestre del año 2017; como resultado se ha logrado el desarrollo y crecimiento de la estructura de categorías docentes de la universidad, con énfasis en el área médica al categorizar 25 Profesores Titulares y 105 Profesores Auxiliares.
