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El presente editorial convoca a todos los profesionales de las ciencias sociales y humanísticas de los Centros de Educación Médica Superior, a contribuir a la solución de múltiples problemas que dificultan la elevación constante del estado de salud de la población, estableciendo efectivas alianzas interdisciplinarias y transdisciplinarias con las ciencias médicas a través de la creación de proyectos investigativos integradores.
A pesar de los notables esfuerzos realizados en la búsqueda del abordaje de la realidad desde estas perspectivas epistemológicas, en esta ocasión, queremos enfatizar la idea, de que el pensamiento social o concretamente, las disciplinas sociales, comparten un conjunto de rasgos y de posicionamientos generales relativos a las formas de conocer y de actuar. Ello permite tomarlas como un conjunto, haciendo abstracción de sus propias particularidades, desde sus historias y sus contenidos específicos.1
Las disciplinas sociales, desde su fundación, como áreas autónomas de producción de conocimiento, asumieron una lógica de particiones sucesivas, como vía de profundización, manejo y control posible de los fenómenos que estudiaban, sentando el precedente de la especialización y la fragmentación como fórmula casi única de hacer ciencia verdadera. En la actualidad, según Espina M, se suele afirmar, que las ciencias sociales se encuentran en una nueva etapa: de tránsito del pensamiento simple al pensamiento complejo, de conflicto de viejos y nuevos paradigmas, de encrucijada intelectual, de poscrisis y revolución.2
Reflexionar y accionar de manera conjunta en el abordaje de temas asociados a las condicionantes sociales de la salud y de los fenómenos sociales generados por las dinámicas poblacionales en el siglo XXI, demandan objetivamente la necesidad de estrategias investigativas liberadas de toda fragmentación disciplinar. Mejorar la salud de la población es una responsabilidad compartida que requiere el desarrollo de políticas públicas saludables fuera del sistema tradicional de salud.
Las recientes transformaciones ocurridas en la sociedad cubana y en su estrategia de desarrollo, los nuevos retos de la política social, la urgente necesidad de optimizar la efectividad de sus acciones, constituye el fundamento esencial de la priorización de programas de desarrollo comunitario en la actual perspectiva social.
En este entorno, es evidente la necesidad de incorporar a los profesionales de las ciencias sociales y humanísticas de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara a proyectos de investigación que aborden las condicionantes sociales de la salud, con un enfoque interdisciplinario e intersectorial.
Ante tales desafíos, las demandadas de integración de saberes convocan, primeramente, a un acto de reflexión para develar el fenómeno social objeto de estudio, desde la problematización de los diversos supuestos científicos y de las herramientas teórico-metodológicas que pudieran ser empleadas en el proceso de investigación.
Según la acertada percepción de Castro Arachu, los espacios integradores de las ciencias deben lograr un impacto fuera de la disciplina, sin doblegarse, y manteniendo sus principios epistemológicos, contribuciones que deben fomentar el diálogo, para lograr algo fundamental: un impacto en la sociedad. Esta tesis también se hace evidente en los argumentos dados por Rojo N. y García R., al referir que los enfoques sociales de la salud, necesitan hoy más que nunca, de evaluaciones interdisciplinares e intersectoriales para la mejor comprensión de sus complejas dimensiones.3,4
Hoy, es necesario asumir un posicionamiento desde las ciencias sociales, para develar los fenómenos y los procesos de la realidad social, desde una perspectiva integradora; este significa el mayor desafío para superar los esquemas y las lógicas de explicación heredados de ciertas concepciones y sesgos hegemónicos de las diferentes disciplinas y ciencias implicadas en el grupo de investigadores a las cuales estaremos convocando.
Los análisis centrales de esta convocatoria fundamentan el valor y las necesidades de integración como uno de los ejes epistemológicos que debe definir y movilizar a las ciencias sociales en los estudios actuales sobre salud.
La posibilidad real de articular dichos saberes y experiencias diversas en el trabajo de investigación social, puede lograrse con la voluntad de todos y el trabajo del recién creado grupo coordinador del Consejo de las Ciencias Sociales y Humanísticas en la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara.
