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Revista de Ciencias Médicas de Pinar del Río

On-line version ISSN 1561-3194

Rev Ciencias Médicas vol.17 no.5 Pinar del Río Sept.-Oct. 2013

 

ARTÍCULOS DE ACTUALIDAD EN LAS CIENCIAS SOCIALES, HUMANIDADES Y PEDAGÓGICAS

 

El profesor tutor en la Carrera de Enfermería

 

The tutor professor in Nursing Studies

 

 

Medardo Rodríguez López1, Marta María Morera Negre2, Erick García Puentes3

1Licenciado en Enfermería. Máster en Salud Pública. Profesor Auxiliar. Hospital General Docente "Abel Santamaría Cuadrado" Pinar del Río.
Correo electrónico: roy@princesa.pri.sld.cu
2Especialista en Gastroenterología. Diplomado en Psicología Médica. Diplomado en economía de la salud. Master en Longevidad Satisfactoria. Hospital General Docente "Abel Santamaría Cuadrado". Pinar del Río. Correo electrónico: marta@yahoo.es
3Licenciado en Enfermería. Máster en enfermedades Infecciosas. Instructor. Hospital General Docente "Abel Santamaría Cuadrado". Pinar del Río.

 

 


RESUMEN

Introducción: las universidades médicas cubanas enfrentan el reto de formar especialistas en enfermería en un nuevo modelo pedagógico, fundamentado en una fuerte vinculación estudio - trabajo, que necesita desarrollar una tutoría integradora de los componentes académico, laboral e investigativo de los futuros profesionales.
Objetivo: modelar el proceso de formación del profesor tutor para la carrera de enfermería.
Método: para lo cual se realizó un estudio de tipo descriptivo, prospectivo y longitudinal, el universo de estudio estuvo constituido por todos los tutores de la provincia los cuales a su vez constituyeron la muestra (120), se tuvieron en cuentas métodos teóricos, empíricos y estadísticos, la información se proceso en una microcomputadora y se muestran para generalizar el estudio.
Resultados: el trabajo presenta este problema y los fundamentos de carácter epistemológico de su fundamentación teórica. La totalidad de este proceso formativo descansa en la calidad de la preparación de los tutores para ejercer esta función. Estos tutores son a su vez profesionales en ejercicio que no poseen una formación pedagógica de carácter teórico, por lo que se apoyan en una formación no sistémica y empírica, lo que sin duda nos pone ante la tarea de la formación de este profesional.
Conclusiones: el proceso de formación del profesor tutor en enfermería es asistémico, descontextualizado y falto de fundamentación teórica.

DeCS: Enseñanza tutelar, Enfermería, Relación entre enseñanza y desarrollo.


ABSTRACT

Introduction: cuban medical university face the challenge of training specialists in nursing care in a new pedagogical model, supported on a well-built connection of study and work, needing to develop a comprehensive tutorship of the academic, work-related and investigative components of the future health professionals.
Objective: to model the process of training of the tutor professor in nursing studies.
Method: a descriptive, prospective and longitudinal study comprising a target group of all the tutor professors of the province, who made the sample at the same time (120). Theoretical, empiric and statistical methods were used to process the data, showing them to generalize the study.
Results: the research paper presents this problem and bases of epistemological character of its theoretical foundation. The totality of this training process stands on the quality of preparation of the tutor professors to perform this function. These tutor professors are practicing professionals who had a non-pedagogical theoretical instruction; therefore they are supported on a non-systemic and empiric teaching, in consequence, the duty is to train these professionals.
Conclusions: the process of training the tutor professor in nursing studies is nonsystemic, decontextualized and lack of theoretical foundation.

DeCS: Teaching, Nursing, Interprofessional relations.


 

 

INTRODUCCIÓN

Los retos que se han planteado en muchos países en los últimos años con relación a la calidad de la formación y superación de los recursos humanos han estado vinculados directamente con los cambios políticos, económicos y sociales que se han generado en diferentes países, donde el desarrollo social de la ciencia, la técnica, la práctica y la investigación han obligado a aplicar los conceptos de eficiencia, calidad y exigencia en los procesos educativos que realizan las universidades, cada vez más comprometidas y en interacción con la sociedad.

Estudios realizados por la Secretaria de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo en agosto de 1979 sobre La Tecnología de la Salud y la Educación en Cuba destacó lo siguiente: "pocos países en la historia han dado tanta importancia a la educación como Cuba desde 1959, cuando llegó al poder el Gobierno Revolucionario. La transformación del sistema educativo constituye una revolución dentro de la Revolución, no sólo en cuanto a la magnitud de los recursos que se han consagrado a elevar el nivel cultural de la población, sino también por el gran alcance de los cambios que se han producido".1

A partir de la Cumbre Mundial de Educación Médica celebrada en Edimburgo en 1993, se viene desarrollando un movimiento internacional para la búsqueda de un cambio articulado entre la educación médica, la práctica médica y la organización de salud que posibilite la formación de un profesional que responda a las necesidades económico-sociales de sus respectivos países y sea capaz de enfrentar los avances científicos y tecnológicos, sobre la base de la cooperación e interrelación, tanto en los ámbitos nacionales y regionales como mundial.2

El sistema educativo cubano, caracterizado por su gran amplitud, calidad en la formación, nivel de equidad, integración y justicia social, ha logrado superar con creces lo alcanzado por cualquier otro sistema y constituye una sólida base para lo que se ha llamado la universalización de la Universidad, llevada adelante por el capital humano con que se cuenta y la infraestructura creada para la educación después de 1959, lo que permite extender las oportunidades de ingreso a los estudios de enfermería y vincularse desde el inicio de la carrera con las instituciones de salud.

A pesar de lo referido anteriormente, resulta imprescindible señalar que en estos momentos, los retos que afronta la educación superior para el presente siglo plantean la necesidad de estructurar un nuevo proceso educativo fundamentado en los principios de excelencia, calidad y eficiencia, tanto internacionalmente como en Cuba. Las escuelas y facultades de Medicina de todo el mundo, en mayor o menor escala han iniciado este trabajo, con una característica especial: integrar la educación a los procesos productivos y los servicios, con el propósito de mejorarlos.

Un rasgo que distingue a la salud pública es la multiprofesionalidad, para lo cual cada una de las profesiones que la integran deben al unísono desarrollarse e integrarse entre sí. Por su parte la enfermería aunque sus servicios son un componente esencial para la salud pública, aun se sitúa en las fases iniciales del desarrollo científico. Pues la misma ha transitado de una tendencia empírica y practicista hacia una profesional, que es hoy reconocida como parte elemental de los equipos de salud.3

Su importancia ha sido registrada en el informe de la XXXII Reunión del Comité Asesor de Investigaciones en Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), donde se expone: "Las enfermeros proporcionan o supervisan la mayor parte de la asistencia sanitaria en el mundo. Independientemente de las diferencias nacionales, la enfermería personifica la conciencia pública respecto a la salud mundial".4

El desafío que hoy se abre es el de una Universidad que busca la creatividad y flexibilidad curricular, junto con el avance en la producción intelectual y científica de aplicación, tanto en la creación de conocimientos como en la producción y los servicios; por tanto, una Universidad que establece relaciones con todos los sectores de la sociedad y con los distintos contextos socioculturales del territorio, provincia, nación y con otros países.5

En este contexto se comenzó a implementar en todas las facultades del país a partir del curso 2003-2004 el Nuevo Modelo de Formación Pedagógica para las carreras de Licenciatura en Enfermería, el cual se instaura en las condiciones de la universalización y presupone la formación del Licenciados en enfermería a partir de 3 niveles: enfermero Básico , Técnico y Licenciado. Este nuevo modelo incorpora a partir del segundo año de la carrera la enseñanza tutorial.

Una de las tareas esenciales a cumplir por las estructuras de dirección es la adecuada selección y preparación de los tutores de las instituciones docentes donde se realiza la práctica, los cuales tendrán la responsabilidad de la formación de los estudiantes en una interacción directa y sistemática que les permita trasmitir sus mejores experiencias. El tutor es el factor fundamental en la concepción de la enseñanza tutorial, pues sobre el recae la tarea de formar al futuro Licenciado en Enfermería en estrecha relación con el Instituto Superior de Ciencias Médicas. Esta responsabilidad implica a la vez un alto honor, un reto en los momentos actuales, por lo que ha de ser un abanderado de la revolución.6

Sin embargo, un estudio preliminar realizado en el proceso de formación del de los enfermeros en Pinar del Río, arrojo un grupo de insuficiencias, entre las que se encuentran: falta de sistematicidad y descontextualización. Además, se pudo comprobar debilidades en la fundamentación teórica y la eficiencia en el modo de actuación de los tutores para solucionar problemas de la profesión, limitando la configuración de la tutoría en el objeto de la profesión, e incidiendo en la ineficiencia del proceso formativo para elevar la calidad del egresado.

Estas insuficiencias encontradas permiten enfrentar la contradicción dada en, por un lado, las insuficiencias dadas en el proceso de preparación de los profesores tutores que atienden a los enfermeros en formación, durante el desarrollo de la educación en el trabajo, y por el otro la necesidad de lograr una formación del profesional de enfermería acorde a las exigencias de la sociedad y el ministerio de salud pública cubano.

Esta situación permite plantear la siguiente interrogante científica: ¿Cómo contribuir al perfeccionamiento del proceso de formación del profesor tutor en la carrera de licenciatura en enfermería en Pinar del Río, que facilite la articulación de este proceso con el modo de actuación del estudiante, así como la calidad de la tutoría y del egresado?

A partir de ello el objetivo esencial de este trabajo persigue fundamentar un modelo que propicie la formación del profesor tutor, sustentado en el modo de actuación del estudiante, que facilite establecer una estrategia para su introducción en la carrera de enfermería en Pinar del Río.

Se realizó un estudio descriptivo, prospectivo y longitudinal en la provincia de Pinar del Río, el universo de estudio estuvo constituido por la totalidad de tutores de la provincia que además constituyeron la muestra (120), para lo cual se tuvo en cuenta métodos teóricos, empíricos y estadísticos, los resultados se procesaron a través de métodos estadísticos en una microcomputadora en el sistema Window 97, los resultados se exponen para su conocimiento colectivo.

 

DESARROLLO

Algunos antecedentes históricos esenciales sobre la preparación de los tutores en la carrera de enfermería.

La historia de la enfermería se remonta a la comunidad primitiva, en la que este arte de cuidar estuvo relacionado con el papel que tenía la mujer en la sociedad, de ahí que las primeras en realizarlo eran las llamadas "cuidadoras". A partir del siglo XVI fue usado por primera vez en Europa el término enfermería, derivado del latín "nutrire", que significa alimentar y del inglés "nurse", que a su vez tiene sus orígenes en la palabra "nursing" la que definía la labor realizada por las mujeres que se encargaban del cuidado y la alimentación de personas necesitadas, como niños y enfermos.7

Para el idioma español la palabra enfermería también tiene sus orígenes en el latín, en este caso "infirmitas" cuyo significado es enfermedad.8 Es una actividad que se inició con la humanidad misma en la lucha por la supervivencia y la preservación de la vida humana. Durante largo tiempo ha sido un arte y una práctica basada en una filosofía general y sólo en los últimos decenios ha ido tomando su lugar entre las profesiones de salud, tratando de disminuir su dependencia frente a otras disciplinas para desarrollar un marco conceptual que le sea propio.9 Su práctica como objeto histórico y social surge por la división del trabajo en salud y comprende las modalidades: profesional, técnica y auxiliar, cada una de las cuales desde su nivel de formación deben cumplir con una serie de funciones básicas que se realizan en ámbitos sociales diferentes.10

Particularmente en Cuba, la enseñanza médica cuenta con una vasta tradición. La educación médica superior se inició, el 12 de enero de 1726, en el convento de Santo Domingo o San Juan de Letrán de La Habana con la enseñanza de la Medicina, desde entonces y hasta nuestros días se ha acumulado una rica experiencia en la formación de profesionales universitarios médicos y estomatólogos y más recientemente también de licenciados en Enfermería y Tecnología de la Salud, lo que ha contribuido a que Cuba tenga un reconocido prestigio científico internacional en el campo de las Ciencias Médicas.11

De manera particular, durante la década de los 70 del siglo XX se introdujeron cambios en el plan de estudios de la carrera de enfermería, en el que aparecían importantes contenidos medico sociales y un hecho de gran trascendencia, se consolidaba el que los estudiantes concurrieran al escenario de la atención primaria de salud (APS) en los policlínicos.

A partir del año 1980, comenzaron a cumplirse los programas de formación del personal de enfermería diferenciados por categorías; licenciado, técnico y más recientemente en el 2003, surgió el enfermero básico (Nuevo Modelo Pedagógico). Desde el inicio de la formación universitaria estos profesionales de manera empírica identificaron la necesidad de distinguir las diferencias de funciones entre el licenciado y el técnico y en dos ocasiones por encargo de los directivos de enfermería nacional se crearon comisiones al respecto, las cuales se disolvieron sin dejar acuerdos en documentos legales escritos, ni publicaciones

Es en la segunda mitad de la década de los 80, se decidió formular un nuevo plan de estudios que produjo un salto cualitativo en la enseñanza de la salud pública. En ello intervenían varios factores: ya habían madurado las concepciones de promoción y de prevención así como el concepto de atención primaria de salud (APS) y había evolucionado este modelo de atención en Cuba con el comienzo del médico y la enfermera de la familia. La estrategia para la elaboración del plan definió el tipo de enfermero que necesitaba el país: un enfermero de perfil amplio, orientado a la atención primaria. La fundamentación teórica de este currículo radicó en el cambio de un enfoque eminentemente biológico de la Medicina centrado en la enfermedad, hacia uno biopsicosocial con acciones fundamentales de promoción de salud y de prevención de las enfermedades, lo que marcó un hito de verdadera transformación en el campo de la salud. Su diseño tuvo como premisa la identificación de los problemas de salud que el profesional en enfermería debía resolver.

Fue a partir de la 3ra Revolución Educacional, con el surgimiento de la Universalización de la educación superior, que la enseñanza de la enfermería adquiere características especiales. A partir de ello, fue necesario formar a los futuros profesionales en su propio puesto de trabajo bajo la tutela de aquellos especialistas de la enfermería más competentes integralmente. Así, este profesional que venía _ desde varios años atrás- atendiendo a los estudiantes en etapas de prácticas preprofesionales, adquiere otras responsabilidades; ahora a su desempeño profesional se le agrega la docencia para lo que requiere preparación en un grupo de elementos del conocimiento que no poseía, relacionado con las Ciencias Pedagógicas.

Génesis del término tutor

En personajes bíblicos se encuentra expresada la idea de padre espiritual en Onésimo, hijo espiritual de San Pablo, en su estancia en la cárcel.12 La idea de "mentor espiritual".13 definido el mentor como "tutor sabio y responsable".14 ha prevalecido como una forma de educar. Otros ejemplos de este tipo de relación se evidencian entre Moisés y Josué,15 Elías y Eliseo16 Pablo y Timoteo17, en las que se reflejan relaciones con uno o varios discipulados.

Ulises al salir para Troya confió la educación de su hijo a su amigo Mentor, sabio anciano, el que demostró su prudencia y lealtad en la misión encomendada, tuvo a su cargo la tarea de enseñar sabiduría al joven por lo que pasó "a la posteridad como un símbolo del consejero o preceptor ideal de los jóvenes"14 "En la Odisea de Homero, la diosa Atenea frecuentemente adopta la forma de Mentor cuando aparece Odiseo o Telémaco. Modernamente el término de mentor, se ha convertido en epónimo para un maestro o consejero sabio y digno de confianza, sinónimo de tutor".15

Se plantea que "el término tutor fue introducido en el escenario pedagógico por la Open University de Inglaterra" 16 desde 1969, tutoría que difiere del que ocupa en este trabajo.

La definición de tutor como "persona encargada de orientar a los alumnos de un curso o asignatura", la de mentor como "consejero o guía" , la de guía como "persona que encamina, conduce y enseña a otra el camino", y "persona que enseña y dirige a otra para hacer o lograr lo que se propone" 16, permite concebir al tutor como: formación ética, estética, religiosa, conduciendo la formación de cualidades, convicciones, que tributen a determinada concepción del mundo.

Sin embargo, este accionar educativo que desarrolla el tutor, no significa que se obtengan resultados en correspondencia con la calidad de la labor que desempeña. Esto se explica por la relación dialéctica de carácter particular, que se establece de manera bidireccional, entre las características de personalidad que se vinculan en esta relación y mediante las acciones que en este vínculo interactúan lo que es expresión de la diversidad en esta relación. La historia refiere de preceptores, tutores, mentores, que han marcado hitos en esta labor, tal es el caso de Séneca, Aristóteles, Sócrates17, entre otros. Séneca fue llamado para la educación de Nerón; se considera que "se equivocó" 18 en la educación que le brindó.

Cuando se habla de Sócrates en la Grecia antigua, no se puede dejar de nombrar a su más feliz alumbramiento19: Platón, en el que se evidencia la influencia del maestro para la filosofía y se afirma que la eterna gloria de Sócrates "consiste en haber mostrado, con su método de la mayéutica, que el saber más alto, la filosofía, debe ser una elaboración personal y no una transmisión de nociones prefabricadas; y el propio Platón lo refrenda así para siempre, en su célebre Carta VII."20

Aristóteles, filósofo de la antigüedad, recibió en el 342 a.n.e. el llamado del "rey Filipo de Macedonia para que se ocupara de la educación de su hijo Alejandro" 21 quien llegaría a ser el controvertido Alejandro Magno."Se dice que Alejandro llegó a respetar a Aristóteles más que a su propio padre."22

En estas relaciones tutelares se evidencia la unidad en la esencia de esta labor: educar y, la diversidad en la intencionalidad, la manifestación y en la propia relación particular.

Se ha valorado en Cuba 23 la figura del tutor en la historia de la educación y se puntualiza el carácter individual de la tutoría, y su inserción en un sistema de instrucción colectiva como ocurre en la universidad medieval. Tanto en un caso como en el otro, la función del tutor no se limitó a la instrucción sino que atendió a la conducta del educando y su labor fue vehículo idóneo para la formación religiosa y moral. Con pocas variaciones la labor del tutor se mantiene hasta los últimos años del siglo XIX.

Una de las relaciones tutelares que trasciende lo cotidiano para convertirse en parte de la historia del continente americano es la especial relación entre Simón Bolívar, prócer de América, y su maestro Simón Rodríguez, la que ejemplifica el vínculo de unidad en cuanto a ideales. Rodríguez se convirtió en el preceptor principal del gran Libertador. La forma de pensar de este maestro se expresa en posiciones que revolucionaban el pensamiento pedagógico, el cual asumió que "la finalidad de la educación no es producir estetas y aristócratas, sino formar ciudadanos de la República" 24. Un hombre de la talla intelectual de Simón Rodríguez, logró con su labor de preceptor, de tutor, influir de manera determinante en la formación de la personalidad de Simón Bolívar. Tal es así que el autor citado al referirse al Simón Bolívar de nueve años afirmó: "Rodríguez se llevó a su Emilio americano al campo". 25

Las enseñanzas de Rodríguez y las propias vivencias de Bolívar constituyeron importantes vías para la conformación de las ideas del Libertador. Sus valoraciones sobre la esclavitud, la educación al servicio de las clases jerárquicas, el valor del pueblo, de la América toda, tuvieron la orientación del maestro, lo que se puede constatar en la siguiente afirmación:"Rodríguez hizo que Bolívar mirase hacia el sur y hacia el oeste, es decir, hacia el interior, hacia Venezuela, hacia el continente, hacia el corazón". 26

Investigadores cubanos en relación con las tutorías del pasado siglo XX, señalan que: "el tutor va dejando atrás la atención de los aspectos religiosos y morales, en consonancia con la evolución de la educación, y hace énfasis en la producción de conocimientos de forma pragmática; el tutor deviene orientador de trabajos científicos estudiantiles tales como tesis, tesinas, tesis de Maestrías y Doctorados por lo que se extiende su radio de acción al pregrado y al postgrado". 27

Autores latinoamericanos 28 concuerdan en que se requiere redimensionar y ajustar los requerimientos del tutor de acuerdo con las exigencias actuales, previendo el entrenamiento y superación de esta figura para garantizar su competitividad. Este análisis realizado y sustentado por Martínez Quijano, permite comprender la necesidad de potenciar al tutor de la microuniversidad como actor esencial para las transformaciones de la enseñanza médica superior en Cuba teniendo en cuenta que, sin negar la importancia de su preparación y superación, existen otros factores que en el accionar pedagógico deben contribuir al mejoramiento del desempeño profesional pedagógico del tutor.

Específicamente en la formación de licenciados en enfermería en Cuba, se puede hacer referencia a labores de carácter tutelar por parte de profesores tutores de las diferentes instituciones de salud del país y la provincia en cuestión que atendían la práctica laboral sistemática y concentrada de los estudiantes, en su componente práctico.

El análisis realizado, teniendo en cuenta hitos de relaciones tutelares en diferentes contextos históricos, permite afirmar que la concepción de la labor de tutoría, y las acciones correspondientes a este proceso y su concreción en la figura del tutor han existido a lo largo de la historia en correspondencia al vínculo educación sociedad, lo que permite la comprensión de la unidad y la diversidad. La figura del tutor en la carrera de enfermería se vincula al proceso de universalización en Cuba se caracteriza por ser un vínculo tutelar particular, porque es en el propio escenario del desempeño profesional en el que se produce el accionar educativo del tutor, que en el caso que ocupa se trata de un enfermero en formación perteneciente al Nuevo Modelo Pedagógico. En relación con esta experiencia Martínez Llantada, (2005) plantea: "Los nuevos proyectos revolucionarios han propiciado que se introduzcan en el panorama educacional cubano, nuevas formas de acción que implican la utilización teórica de nuevos términos, nuevas categorías, o que se les asigne una significación especial y particular a algunas ya utilizadas en el ámbito pedagógico. Un ejemplo entre muchos, es el de la categoría de maestro tutor." 29 La labor tutoral, como cualquier otra acción educativa, desde su condicionamiento histórico social, permite explicar la unidad y diversidad de esta figura universal.

La enseñanza tutelar en la formación del enfermero: sus características

El ritmo actual de producción de conocimientos ha obligado a modificar los criterios de planificación curricular y redefinir los planes de estudio. Existen muchas formas de plantear la enseñanza, no hay un método ideal ni universal para llevarla adelante.

La integración docente, asistencial e investigativa es un proceso de interacciones entre profesores y educandos, que se desarrolla en los propios servicios de salud, con la sociedad.30

Para lograr esta interacción no podría utilizarse método mejor que la enseñanza tutelar. Los autores consideran que la función del tutor es múltiple pues debe observar, controlar, evaluar, ayudar y orientar al estudiante desde sus inicios, conocer su personalidad, reforzar sus aspectos positivos y modificar los negativos. Ello constituye un gran reto, pero hay bases sólidas para enfrentarlo.

La enseñanza tutelar es la forma docente más completa y compleja de educación en el trabajo y se precisan determinadas cualidades para las funciones que debe cumplir un buen tutor.31

Los tutores constituyen la columna vertebral del sistema. La destreza del tutor está en hacer que el aprendizaje sea centrado en el estudiante.32

Para ser tutor es necesario querer serlo y hacerlo con entusiasmo y respeto por los estudiantes y por los objetivos que la universidad ha fijado.

La experiencia del tutor desempeña un papel muy importante, teniendo en cuenta que pueden haber tutores con vastos conocimientos cuya relación profesor- alumno sea pasiva; sin embargo, otros pueden obtener una excelente comunicación con sus estudiantes. Los tutores deben conocer en detalle el programa educacional y sus objetivos, contenidos, métodos, medios, formas de organización de la enseñanza, evaluación y otros, para que constituya el hilo conductor del proceso de enseñanza-aprendizaje y puedan ayudar al estudiante a reconocer los objetivos propuestos. De esta forma, los tutores constituyen una parte del conjunto de recursos humanos educacionales que representan para el estudiante quienes más le facilitan el «aprender a aprender».33

La importancia en la enseñanza de la condición bilateral del proceso formativo (que implica la armónica relación entre enseñar y aprender) es vital para que el estudiante comprenda que todos los profesores poseen una concepción integral de su formación.

Una forma contemporánea de aplicar los principios didácticos de la enseñanza que establecen, entre otros, la vinculación de la teoría con la práctica, de lo concreto con lo abstracto y de lo individual con lo colectivo así como el carácter consciente de la actividad del estudiante, es mediante la enseñanza tutelar.

El modelo de la universalización de la Universidad se basa en que cada estudiante tiene un tutor y su atención es individual.

Pero lo más importante, es su autonomía responsable, es decir, que adquiera las herramientas para el estudio individual y en también el tutor desempeña un importante papel.

Entre las múltiples funciones de la actividad tutelar, los autores consideran que se destaca la importancia de la función pedagógica para el cumplimiento de los objetivos fundamentales de la enseñanza, en lo referente a la intención de un proceso dirigido a la transformación que se aspire a alcanzar en los estudiantes y que comprende no solo la instrucción sino también la educación.34

La educación tiene un carácter más amplio y general, está orientada hacia la formación de la personalidad (sentimientos, convicciones, normas morales). La instrucción tiene un carácter más particular está orientada hacia la asimilación de los contenidos de las asignaturas (conocimientos y habilidades). En ambos aspectos, la participación tutelar es fundamental, porque están presentes condiciones que no se logran en ninguna otra instancia.

La educación es un proceso de formación cultural, moral y ética que se interrelaciona e imbrica con la ideología, la ciencia, el arte y las tecnologías de la sociedad en que se desarrolla.8 De ahí que el criterio de calidad educacional definida en términos de pertinencia social, calidad curricular y buen desempeño profesional, encuentra el contexto idóneo en el trabajo tutelar.

En Cuba, el sistema de influencias para la formación integral de los profesionales de la Salud involucra a todos los actores del proceso, desde los profesionales y demás trabajadores del Sistema Nacional de Salud, hasta los profesores del área básica, que estarán en la Atención Primaria, y también los del área clínica, en íntimo contacto con todo el proceso.

Es necesario reiterar que para enfrentar los retos de la enseñanza tutelar debe profundizarse en los conocimientos pedagógicos, de los que deben dotarse a todos los tutores, para de esta manera brindarles las herramientas necesarias para perfeccionar su trabajo.

Algunos requerimientos para ser un buen tutor

  • Conocer la logística y los objetivos del año o período en que actúa como tutor.
  • Conocer bien los principios y métodos evaluativos.
  • Conocer los procedimientos que promueven el aprendizaje basado en problemas y el pensamiento crítico y científico.
  • Conocer los principios, técnicas y formas de aplicación de los métodos de enseñanza.
  • Establecer un patrón de profundo respeto hacia el estudiante y actuar como modelo en el proceso de auto evaluación con el grupo y con cada uno de los estudiantes.
  • Ser un facilitador educacional.
  • Ayudar a los estudiantes a definir sus necesidades educacionales.
  • Propiciar el aprendizaje individual.
  • Saber mantenerse fuera de la discusión.
  • Evitar ser visto como una figura de autoridad.
  • Centrar el proceso educacional en el estudiante.
  • Saber preguntar.
  • Ser paciente.
  • No darse clases entre los estudiantes, sino crear una atmósfera de integración y cooperación.

Retos en el desempeño del profesor tutor de la enfermaría.

En las Universidades de Ciencias Médicas se forman profesionales de la carrera de enfermería altamente calificados, que deben también desarrollar su sensibilidad humana para ser solidarios. De modo que este nivel educativo tiene la MISIÓN de formar enfermeros (as) capaces de mantener una actitud de cambio y transformación permanente en beneficio de la humanidad, logrando la satisfacción de las necesidades básicas de la persona sana o enferma para promover, preservar o restablecer la salud de la persona, la familia y la comunidad.

El cuidado humano, como un acto moral, trasciende el acto mismo y va más allá de la acción de enfermería y produce actos colectivos de la profesión de enfermería que tiene consecuencias importantes para la civilización humana.

Desde este punto de vista la ética de enfermería estudia los fundamentos teóricos de los comportamientos en la práctica de la profesión, a partir de los valores éticos asumidos por la sociedad en que se vive y de la profesión. De estos valores dimanan los principios que orientan las normas conductuales del ejercicio profesional, incluyendo los cambios y transformaciones necesarios como consecuencia del desarrollo histórico, en sus dos dimensiones: tiempo y espacio.33

Pero para una atención de enfermería de calidad es necesaria una educación de enfermería de calidad. Esto obliga a repensar los métodos de enseñanza para lograr la formación integral de los futuros profesionales de enfermería. Solo con métodos activos de enseñanza, con mayor énfasis en el aprendizaje y protagonismo del estudiante, que le permita desarrollar su juicio crítico, su pensamiento científico y su valoración ética, podrá alcanzarse el objetivo de desarrollar con los estudiantes su sensibilidad, integridad moral y responsabilidad social que se traduzca en altruismo.

Es indiscutible que si se quiere formar enfermeras (os) con calidad hay que valorar la carga moral que tiene la categoría "calidad". Se deben tener en cuenta las actitudes, las cualidades del carácter y el sistema de valores. Para ello es preciso que el tutor tenga bien presente que las cualidades del carácter no son innatas, sino que se forman en el proceso de enseñanza aprendizaje, desde el hogar hasta la escuela, incluyendo la universidad.

Es preciso que la relación tutor-estudiante contribuya a la construcción del contenido profesional relacionado con los conocimientos, habilidades y actitudes que se correspondan con el sistema de valores establecidos por nuestra sociedad y, en consecuencia, el sistema de valores de la profesión en nuestra Patria, aspecto que se materializa fundamentalmente en el desempeño profesional adecuado del profesor tutor de enfermaría.

En este artículo se reconoce al profesor tutor en enfermería como aquel especialista que, como parte de su desempeño profesional, orienta, fiscaliza y evalúa de manera integral, de conjunto con el profesor, al enfermero en formación durante la práctica de enfermería.

Ello es posible si se tiene en cuenta que el desempeño del profesor tutor en enfermería, constituye un proceso que posibilita la labor de tutoría, que trasciende lo cognitivo para contribuir a la formación de cualidades de la personalidad, de valores, de preferencias, de formas de conducta. Esta labor convierte al tutor en agente fundamental para el desarrollo del futuro enfermero, en el proceso de su formación contextual.34

Sin embargo, este desempeño solo será posible con la preparación adecuada del profesor tutor, entendida como un proceso pedagógico continuo que propicia la capacitación y superación permanente del profesor tutor y le permite ejercer su labor de tutoría de manera efectiva en cualquier institución territorial de salud.

Bases psicopedagógicas de la preparación de los tutores para su desempeño profesional efectivo.

El modelo se propone para garantizar la superación de los tutores en enfermería en el cumplimiento del principio de la relación entre enseñanza y desarrollo, pues resulta importante comprender el proceso de educación en valores, sus regularidades y cómo organizar, en este caso, la superación, lo cual presupone la aplicación del concepto de "zona de desarrollo próximo" (ZDP)34, el cual expresa, precisamente, la relación entre enseñanza y desarrollo. Este concepto conduce a pensar que en el modelo es importante lo planteado en el cuarto requerimiento, es decir, el enfoque orientador y el trabajo grupal, pues serían los debates y reflexiones que se produzcan en los espacios habilitados para intercambios colectivos los que propiciarían un mayor empleo de las potencialidades individuales. Todo ello apoyado en la existencia de una base orientadora de la actividad que permita conducir el proceso de aprendizaje de manera lógica. De ahí la importancia del empleo de guías de estudio coherentes que se apoyen en materiales didácticos portadores de fuentes de información que estén a disposición de los docentes.

Por otra parte el principio del reflejo activo de la conciencia es clave en un proceso que depende básicamente del hecho de asumir una posición activa en la autopreparación, en la que no se puede obviar el papel de las influencias externas, que por regla general se tornan en condiciones adversas, pero que manejadas eficientemente por quienes diseñan y conducen el proceso de superación; se pueden convertir en fuentes de desarrollo.

Se puede concluir que si bien el profesor tutor en la enfermería ha existido desde el propio surgimiento de esta especialidad, no se puede dejar de reconocer que su desempeño profesional en la actualidad es diferente. Hoy este profesional requiere una preparación en el área de la pedagogía general y profesional que le permita ser un participante activo del proceso de formación del enfermero, donde debe primar como elemento esencial su propia preparación integral, a partir de constituir un modelo para el futuro profesional. El profesor tutor necesita preparación pedagógica profesional y la misma deberá estar concebida como parte del proceso pedagógico en que se forma el enfermero. Por lo que beberá constituir una prioridad inminente para las universidades de las ciencias médicas cubanas.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Delgado García G. Historia de la enseñanza superior de la Medicina en Cuba. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 1960. p. 1726-1900.

2. Organización de Naciones Unidas. Secretaría de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. La tecnología de la salud y la educación en Cuba. Washington DC: OPS/OMS; 1979. p. 50- 75.

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Recibido: 13 de junio del 2013.
Aprobado: 25 de junio del 2013.

 

 

Lic. Medardo Rodríguez López. Licenciado en Enfermería. Máster en Salud Pública. Profesor Auxiliar. Hospital General Docente "Abel Santamaría Cuadrado" Pinar del Río. Correo electrónico: roy@princesa.pri.sld.cu

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