INTRODUCCIÓN
Dentro de las neoplasias que afectan al varón se encuentran los tumores germinales testiculares; constituyen entre el 0,5 y el 1 %. Este es uno de los tumores más inusual en el sistema urológico donde el más frecuente el seminoma, aparece fundamentalmente en pacientes jóvenes de 20 a 40 años de edad y con un diagnóstico precoz se puede obtener una supervivencia de un 90 %.1
La mortalidad por el cáncer de testículo es de 0,4 %, tiende a ser con mayor frecuencia entre los 15 y 35 años donde llega a conseguir el 12 % de las muertes. A partir de los últimos años y por la evolución en los diferentes tratamientos se ve una baja mortalidad en los hombres investigados. Esto está dado en algunos casos por la introducción de nuevos tratamientos quimioterápicos.2
Uno de los agentes involucrados al que se le imputa una mayor importancia es el “mal descenso testicular”. Causas involucradas en la patogenia del tumor testicular maligno se subrayan los adquiridos como la utilización de tratamientos con hormonas, la atrofia del testículo, los traumas sobre las gónadas y la orquiepididimitis vírica.2
En la patogénesis del cáncer de testículo que es pobremente conocida, se plantea una posible relación causal entre las infecciones virales y este cáncer, que incluye un posible papel de virus específicos en su desarrollo como el papillomavirus humano (HPV),3 el virus de Epstein-Barr (EBV), cytomegalovirus (CMV), Parvovirus B-19, y el virus del immunodeficiencia humano (HIV).4,5,6
Si bien los tumores germinales del testículo tienen muy buen pronóstico en manos experimentadas, son neoplasias de muy rápido crecimiento, que suponen una agresión importante para el organismo, y que suelen afectar a pacientes jóvenes. Es por ello que la principal recomendación internacional es que estos enfermos sean derivados rápidamente a centros especializados con profesionales habituados a su manejo.7
En España, la tasa de la incidencia global es de 1,91 %, esta es bastante desigual si se observa por ejemplo que, en el país Vasco existe una incidencia de 1,9 por 100 mil habitantes mientras en la Comunidad Andalucia es de 0,5 por 100 mil habitantes donde en los últimos años existe un aumento paulatino en la incidencia de cáncer testicular.8
En varios países se llegan a cifras de 4 por 100 mil hombres, como lo es en la parte norte y este de Europa, además de América del Norte con primacía en las poblaciones blancas,9 donde en el 2016 se alcanzaron 8 700 nuevos casos de cáncer testicular y reportaron 380 muertes.8
En Cuba, la incidencia de las neoplasias de células germinales, trofoblástica y otras neoplasias gonadales en el 2015 en edad pediátrica (Menos de 20 años) fue de 12 pacientes que representaron el 4,6 x 100 000 habitantes, mientras que en adultos lo más representativo fue en los grupos de edad de 20 a 29 años con 11 casos (1,3 x 100 000 habitantes.10
Por todo lo antes expuesto se realizó esta investigación con el objetivo de conocer las características clínico epidemiológicas y manejo terapéutico del cáncer testicular en la Provincia de Pinar del Río desde el 2010 al 2019.
METODOS
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y retropectivo el cual se ejecutó en el período comprendido de 2010 al 2019 en la provincia de Pinar del Río. El universo quedó constituido por el total de pacientes diagnosticados con cáncer de testículo (17), y tratados en el Centro de Atención al paciente Oncológico (III Congreso); se trabajó con la totalidad.
Se recogió de la historia clínica individual de cada paciente los datos generales, forma clínica de aparición, tipo histológico, etapas clínicas al diagnóstico, tratamiento empleado y la evaluación del paciente después del tratamiento.
Criterios de Inclusión
Criterios de evaluación del paciente después del tratamiento médico. 11
RESPUESTA COMPLETA (Todos los criterios):
RESPUESTA PARCIAL. (Todos los criterios):
ENFERMEDAD ESTABLE. (Todos los criterios):
PROGRESIÓN O RECIDIVAS: (Algunos de estos criterios):
RESULTADOS
Se encontró predominio de las edades entre de 31 a 40 años (29,5 %) y el color de la piel la blanca (94,1 %) (Tabla 1).
EDADES | BLANCA | NEGRA | TOTAL | |||
---|---|---|---|---|---|---|
No. | % | No. | % | No | % | |
21-30 | 4 | 25 | 0 | 0 | 4 | 23,5 |
31-40 | 4 | 25 | 1 | 100 | 5 | 29,5 |
41-50 | 3 | 18,8 | 0 | 0 | 3 | 17,6 |
51-60 | 4 | 25 | 0 | 0 | 4 | 23,5 |
61-70 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
71-80 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
81-89 | 1 | 6,2 | 0 | 0 | 1 | 5,9 |
Total | 16 | 94,1 | 1 | 5,9 | 17 | 100 |
Los principales síntomas y signos de aparición de la enfermedad fueron aumento de volumen testicular (76 %), orquialgía (11,8 %) y la orquiepididimitis (11,8 %) (Tabla 2).
Formas clínicas de aparición | No | % |
---|---|---|
Aumento de volumen testicular | 12 | 70,6 |
Orquialgia | 2 | 11,8 |
Orquiepididimitis | 2 | 11,8 |
Otras | 1 | 5,8 |
Total | 17 | 11,8 |
Histológicamente hubo una supremacía de los seminomas (58,8 %), seguido de los de células de Sertoli (11,7 %). En cuanto a los estadios el tipo IA fue el más predominante (35,3 %) (Tabla 3).
Seminomas | Neoplasia intratubular | Carcinoma embrionario | Tumor saco vitelino | Teratoma inmaduro | De células Sertoli | De célula Leydig | TOTAL | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Etapas clínicas (Estadios) n=17 | n=10 (58,8 %) N (%) | n=1 (5,8 %) N (%) | n=1 (5,8 %) N (%) | n=1 (5,8 %) N (%) | n=1 (5,8 %) N (%) | n =2 (11,7 %) N (%) | n=1 (5,8%) N (%) | n =17 N (%) |
IA | 3(50) | 1(16,7) | 1(16,7) | 0 | 0 | 1(16,7) | 0 | 6(35,3) |
IB | 2(50) | 0 | 0 | 0 | 0 | 1(25) | 1(25) | 4(23,4) |
IS | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
IIA | 0 | 0 | 0 | 1(100) | 0 | 0 | 0 | 1(5,9) |
IIB | 1(100) | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1(5,9) |
IIC | 0 | 0 | 0 | 0 | 1(100) | 0 | 0 | 1(5,9) |
IIIA | 2(100) | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 2(11,8) |
IIIB | 2(100) | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 2(11,8) |
Predominaron los pacientes que tenían una enfermedad estable (41,2 %), seguido de aquellos que evolucionaron hacia una enfermedad progresiva (23,5 %) (Tabla 4).
DISCUSIÓN
En relación a la edad se distinguen tres picos de incidencias del tumor testicular, un primer pico a los dos años de edad, el segundo en el adulto joven y el tercero a los 60 años y más. Los tipos histológicos del cáncer testicular varían; el tipo seminomatoso en edades adultas con respecto a los tumores germinales mixtos son más habituales en edades más tempranas.2
En cuanto al color de la piel, se observó que existe predominio de la blanca respecto a la negra. Existe una elevada incidencia en la población indígena de Australia y en Hawei no así en los hombres de las islas polinésicas, mientras que la incidencia en los indios de Estados Unidos es alta, a diferencia de la población de China y de Japón donde se presentan números muy bajos.2
Reginelli A y col.,12 concuerdan con esta investigación, los cuales encontraron una media de 42,2 años en un rango entre 10-64 años con lesiones testiculares detectadas.
Es importante que el urólogo se familiarice con las diferentes formas de presentación de los tumores testiculares ya sean malignos o benignos y su conducta terapéutica. Las manifestaciones usualmente son: el aumento y consistencia del parénquima de la gónadas o gónada afecta, la ginecomastia, dolor, peso en el hipogastrio y por último, dada por alteraciones endocrinas (según la estirpe histológica).7
La gran mayoría de los tumores germinales del varón se diagnostican porque el paciente se palpa un bulto en el testículo, que con frecuencia no duele. En los casos en los que existe dolor, suele aparecer progresivamente, aunque puede hacerlo de forma repentina si el tumor se complica con una infección (orquiepididimitis) o si sangra. En general los pacientes describen más una sensación de peso en el área genital o simplemente un aumento de tamaño del testículo.7
Rodríguez Moreno,7 hace referencia que en algunos pacientes puede existir dolor en la espalda o en el abdomen, causado porque los estímulos dolorosos del testículo se dirigen hacia ese lugar, o bien porque existan metástasis en ganglios linfáticos de la parte más posterior del abdomen (retroperitoneo).
Palumbo C.,13 y otros autores encontraron que en los tumores no seminomatosos estaban en el momento del diagnóstico en una etapa III lo que no concuerda con este estudio.
Nason GJ.,14 y demás autores encontraron en su estudio que, aproximadamente el mayor por ciento corresponden a la etapa clínica 1 (CS1) en los tumores de la célula germinal no seminomatosos y en menor porciento recaen en los seminomas. A pesar de esto, la supervivencia de cinco años en etapas CS1 es del 99 %.
En estudio de Gurrola Ortega A.,15 y otros investigadores del tema encontraron en 104 pacientes en su estudio de 20 años de cáncer testicular, donde el 40,7 % eran seminomatosos mientras que los no seminomatoso representó el 44,6 %. Dentro de estos últimos, el tumor mixto constituyó el 51,6 %, mientras que el carcinoma embrionario primó el 19,9 %. El tumor del saco vitelino representó el 12,3 %, los germinomas en el 6,7 %, los teratomas en un 6,0 % y las coriocarcinomas en un 3,6 %.
Según las características histopatólogicas los porcentajes presentados en esta investigación muestran semejanzas con respecto a la situación demográfica (edad de aparición) y los pronósticos reportados en la literatura universal. (15,16
Cullen M.,17) y otros autores plantean que solo con remover el testículo no se puede curar a los pacientes con alto riesgo de cáncer testicular primario. Ellos proyectan en su investigación que se debe realizar un tratamiento adicional estándar en Europa que debe ser utilizar dos ciclos de quimioterapia para eliminar estos.
El presente estudio no se encontró ningún caso estadio IS, pero la literatura revisada declara que este cáncer está definido por la persistencia de marcadores tumorales elevados en suero, como la αFP, ß - GCH, después de la orquiectomía sin prueba radiológica de enfermedad metastásica.18,19
La progresión de la enfermedad depende en gran medida del abordaje quirúrgico del tumor y sus metástasis, así como en la etapa que este sea diagnosticado se recomienda la realización del caso que sea un tumor seminomatoso una linfadenectomía retroperitoneal amplia donde todo residuo sea negativo histológicamente y no solo la resección de las masas visibles de esto depende el éxito sobre este tipo histológico.20
Se concluye que los tumores de testículos se presentaron con mayor frecuencia en la cuarta década de la vida donde los pacientes asisten a consulta por aumento de volumen testicular, el tipo histológico más frecuente fueron los seminomas en las etapas clínicas IA y IB y en la mayor parte hubo respuesta de enfermedad estable.