SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.7 issue1That was Che, an example of doctor, revolutionary and warrior author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

My SciELO

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Revista Habanera de Ciencias Médicas

On-line version ISSN 1729-519X

Rev haban cienc méd vol.7 no.1 Ciudad de La Habana Jan.-Mar. 2008

 

 

Policlínico Universitario Héroes del Moncada.

 

LA SENSIBILIDAD DE ERNESTO

 

Ileana Roca Ferrer.

Estudiante de segundo año de la carrera deMedicina

 

 

En ocasión de inaugurar la cátedra honorífica “Ernesto Che Guevara” en nuestro Policlínico Universitario: “Héroes del Moncada”, en fecha tan señalada como el Día Internacional del Estudiante, constituyó un honor para estudiantes, profesores, trabajadores y la comunidad, la presencia de tres connotadas figuras relacionadas con la vida, obra y pensamiento de ese Che médico que nos convoca hoy: el bioquímico Dr. en Ciencias Alberto Granado Jiménez, el rector del Instituto Superior de Ciencias Médicas de la Habana el Dr. en Ciencias Jorge González Pérez y la coordinadora científica del Centro de Estudios Ernesto Guevara, la Dra. en Ciencias Históricas María del Carmen Ariet García.

Los testimonios ofrecidos por Alberto Granado quien compartió además de su profesión una amistad con Ernesto Guevara motivaron mi interés como estudiante de medicina de segundo año, para entrevistarlo en ocasión de este concurso periodístico dedicado a resaltar la figura del comandante en su ejecutoria como médico.

¿Cuáles son los valores éticos presentes en el Che médico que lo convierten en paradigma de la joven generación que hoy nos formamos como profesionales de la salud?

— Ernesto es un muchacho, no es un “Superman”, no era “un Dios del Olimpo”, es un paradigma que hay que luchar para llegar a él, hay varios puntos muy interesantes.

En 1942 el tenía 14 años y yo 20, existía una diferencia de edad, pero tenía ciertas características como la inteligencia, el ímpetu, la profundidad, la forma de plantear los problemas, sus conversaciones, que nos permitió compartir esa amistad.

Era un hombre de carne y hueso, es verdad que era muy exigente consigo mismo, pero hay que hacer el esfuerzo por acercarse a él.

Nadie se hubiera imaginado que sería médico porque le interesaba la Literatura, la Química, la Física. Todos esperaban que fuera a estudiar ingeniería, era lo que más se acercaba a las matemáticas.

Hay un hecho que despierta su sensibilidad, en el 5to año al terminar el bachillerato va a Buenos Aires a conocer la casa de su abuela; en ese tiempo le diagnostican un cáncer, se queda cuidándola hasta que fallece. Cuando regresa sorprende a todos con la decisión de estudiar medicina.

Creo que una de las causas fue el hecho de que su abuela falleciera de cáncer, cuando llega, yo era farmacéutico, había trabajado en un leprosario, algo que nadie quería hacer, yo era practicante menor, si pedía una carrera se me podía dar, pero lo que nadie quiere es la lepra y así estuve en San Francisco, eso lo acerca más a mí, todas esas cosas hacían que nos pareciéramos.

Los estudios de medicina los empezó en la facultad de Buenos Aires con el alergista Dr. Salvador Pissan, muy reconocido en la Argentina. Este lo orientó en la investigación experimental de los fenómenos alérgicos.

Investigó el problema de las proteínas que producían alergias y no se sabía por qué, ese mismo trabajo realizado en Buenos Aires lo presentó posteriormente en México, también desarrolló otros asesorados por Pissan porque siempre tenía una línea de investigación en la mente y un deseo enorme de conocer y estudiar. Demostró marcado interés por la Alergia y estuvo muy adelantado con respecto a otros alergistas argentinos de su época.

Para mí lo más importante es la sensibilidad de Ernesto, ese humanismo. Existe un libro “Humor en Ráfagas”, donde se recogen anécdotas humorísticas del Che.

No le interesaba trabajar por plata, quería ser mejor y se pasaba la noche entera hidrolizando proteínas, leyendo.

En el segundo viaje que hace Ernesto, gira por 14 provincias de Argentina, en el trayecto está en el leprosario que queda a mil y picos de Kms. de Buenos Aires. Allí llega con la bicicleta rota, hay una foto en la que se observa el pasaje en que un leproso lo ayuda a reparar los rayos.

¡Hasta donde la sensibilidad del Che!, allí había una jovencita de 13 o 14 años muy infectada, tenía una lepra lepromatosa. Exceptuando la cara y las manos, presentaba lesiones en todo el cuerpo. Cada vez que veía a un médico nuevo se le acercaba bien cubierta para lograr que le dieran el alta, culpándome de incriminarla con cuatro cruces. También se le acercó a Ernesto y se le sometió a pruebas para reconocer el dolor ante la presencia de 2 tubos de ensayo con agua caliente y fría, como nos mentía yo utilicé una aguja para mostrar su insensibilidad. Me busqué un buen regaño, me dijo”no te da vergüenza burlarte de esta mujer”. Se puso muy furioso, y la expresión de su cara me recuerda la foto de Korda.

Hay otro suceso que muestra su sensibilidad, es cuando visita una anciana, sostén de la familia, pero ahora vieja, asmática, con una afección en el corazón, toda la familia le esquiva, dejando de ser viuda para convertirse en una carga de los demás. Cuando la reconoce le encuentra una fuerte congestión pulmonar, le ofrece los antiasmáticos que le quedaban. Al salir presentaba una cara furiosa y triste, casi con una crisis de asma ante la situación que había presenciado y en la que él no podía hacer mucho. Es donde expresa que “ya era hora de que los políticos de turno se ocuparan más de la salud pública”. Comenzó a darse cuenta entonces de la situación que vivía esa pobre gente y pensé nuevamente en la sensibilidad de Ernesto.

También nos encontramos con unos viñeros echados del trabajo por comunistas pasando necesidades a falta de empleo, la mujer expresaba gran cariño y admiración hacia el marido, debido a la dedicación de este a la lucha. Nos pregunta - ¿Por qué viajan?- Nosotros nos miramos,no respondimos, pero Ernesto sacó su manta y se la entregó para que se protegiera.

Existe otro hecho menos conocido. Cuando va a Guatemala y conoce a Ñico López, quien se dedicaba a vender un cristo negro lleno de “milagros”, momento en que se produce el golpe de estado contra el presidente Arbenz. Ernesto va a buscar armas para luchar, por ser perseguido se asila en la embajada Argentina. Entonces Perú manda un avión, pero él va para México, está un tiempo sin hacer nada hasta que se dirige a un hospital. Dice “yo soy médico” y pregunta si puede trabajar gratis. ¡Claro que sí! , que le iban a decir si trabajaría gratis.

En el hospital pasando visita a los enfermos se reencuentra con Ñico, quien le expresa que conoce a Raúl y este le da la posibilidad de contactar con Fidel. Se incorpora a la lucha, donde salva a Iglesias, impresionando de tal manera que los casquitos ni le disparan cuando lo hace, porque ven que alguien deja las armas para recoger al herido. Así era cuando había heridos, atendía primero al más grave, sin importan que fuera enemigo o no.

Como ahora, que no se da solidaridad con la sobras, sino con lo que tenemos

Tenía un desprendimiento, dejó atrás la mentalidad pequeño burguesa que la familia de Guevara había tenido. Se le metía una cosa en la cabeza y lo hacía. Recuerdo el incidente del río, el día de su cumpleaños. Se expuso a cocodrilos, pirañas, porque cualquier rama que te golpee, como echas sangre, hace que las pirañas vengan.

El Che y yo éramos ateos, creíamos en la revolución y en la ciencia, los dos estábamos en la defensiva, en el leprosario para comer había que asistir a misa, pero no íbamos a misa y no comíamos.

En Chile estaban presos en una comisaría los que desertaban del servicio militar obligatorio, los presos tenían visitas, había un camión y el Che le tiró piedras, como una forma de renunciar a lo mal hecho.

Hay varios trabajos que lo han hecho o presentado como un tipo frío, “que si mataba…” ¡el Che era incapaz de hacer algo injusto! Recuerdo que Tamayo, Alberto Castellanos y Peña eran jovencitos insubordinados. Se escapaban por la noche y se les aplicaban castigos educativos, al hacerlotenía en cuenta la preparación y el grado de responsabilidad. A esos que metían la pata por problemas económicos, el castigo era ir a Guanacabibes a sembrar pinos. Legustaba mantener la disciplina pero sin perder la humanidad.

Si fuéramos a resumir:

El Che era un hombre de carne y hueso con defectos y virtudes, más virtudes que defectos, pero un hombre común. Físicamente era guapo, es decir buen mozo, buen poeta, buen médico, buen fotógrafo, sensible, valiente. Con esas características pudo ser asaltante de banco, transformarse en comerciante de la medicina, un hombre capaz de atravesar un río a nado es capaz de poner en peligro al enemigo.

Era incapaz de aceptar ni decir mentiras vengan de donde vengan, incapaz de aceptar nada que no le correspondiera por ser ministro o comandante, siempre capaz de dar el ejemplo, esa era su preocupación, demasiado tajante al decir y hacer las cosas.

Fidel ha dicho muchas veces que cuando se pedía enfrentar una tarea difícil, el era el primero en ofrecerse.

Esa sensibilidad hay que cultivarla, hay que amar a la verdad y la justicia. Cuando hoy, el gobierno hace una asamblea de otorgamiento lo hace por el camino del Che.

Hay muchos Che, al que darle más énfasis. Uno no se puede dejar tentar por la bondad, a esa hay que ponerle límites.

Para que siga el Che luchando, es necesarioque en Cuba no se pierda la sensibilidad, la honradez y que sean fieles a los ideales. Yo quisiera que todo el mundo fuera un Che Guevara y que sus ideas perduraran. Ya vemos como América Latina ha despertado.

Me siento feliz, que yo recuerde, esta es la primera vez donde una estudiante de medicina en Cuba me entrevista.

 

ABSTRACT: Ernesto’s sensitivity.

He was a man in flesh and blood, it was true that he was very demanding with himself, but we have to make an effort to get close to him.

Ernesto goes to look for weapons to fight, because of him being followed; he takes asylum in the Argentinean Embassy.

If we were about to resume:

Che was a man in flesh and blood, with defects as well as virtues, more virtues than defects, but a regular man. He was physically handsome, a good poet, a good doctor a good photographer, sensitive and brave. He was incapable of neither accepting nor saying lies, whenever they come from or to accept anything that didn’t correspond to his position of Minister or Commander. He was always capable of giving an example, that was his worry, that he was very harsh in doing or saying things.

That sensitivity must be cultivated; truth and justice must be loved. There are a lot of Che’s to emphasize.

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License