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INTRODUCCIÓN
En la actualidad, los sistemas contemporáneos de planificación del entrenamiento son más exigentes. Los récords, las marcas, los puntos de partida, las reglas competitivas, los controles antidopajes y los listados de anabolizantes como sustancias prohibidas limitantes incitan a los científicos, especialistas y entrenadores a buscar las vías, medios, métodos y sistemas más eficaces para que, en el menor tiempo posible, se pueda alcanzar la forma deportiva en el momento justo del rendimiento deportivo Romero y Becali (2014).
La lucha es uno de los deportes más antiguos en las competiciones olímpicas, su participación es permanente en estas citas. Para López y Tamayo (2016), es imprescindible en la preparación del luchador el desarrollo de los cinco componentes de la preparación, entre ellos: el físico, técnico, táctico, teórico y sicológico, los que deben desarrollarse en estrecha relación, incluso en ocasiones de manera integral. Estos componentes se presentan de manera general, especial y competitiva.
Se encuentra clasificada dentro del grupo de los deportes de combate, lo que hace que la preparación táctica sea determinante para el logro de altos resultados deportivos. Es por esto determinante en la preparación de los luchadores, dotarlos de una elevada preparación táctica, lo que no coincide con las características actuales de la preparación que se lleva a cabo.
De estos componentes, según Fernández (2020), la táctica ha sido uno de los menos tratados, lo que puede estar dado entre otros aspectos por la complejidad de su tratamiento; en tal sentido, Rodríguez (2017) plantea que una de las debilidades de los deportistas cubanos en los Juegos Olímpicos resultó la aplicación de la táctica en las acciones competitivas, reafirmándose la existencia de limitaciones en el tratamiento de este componente de la preparación.
Las insuficiencias anteriores se observan en la lucha deportiva. En este deporte, la preparación táctica ha sido abordada por diferentes autores, Vicente y Bandera (2016) ofrecen acciones técnicas para las viradas con desbalance, Sando (2019) detecta insuficiencias que provocan limitaciones en la efectividad de la ejecución de las acciones del luchador y propone un grupo de ejercicios en los que se combinan elementos técnicos y físicos especiales a tal efecto, de igual forma Rodríguez (2017) propone acciones para las proyecciones con arqueo.
En investigación realizada sobre el tema por Fernández (2020), relacionando la preparación táctica con los factores psicológicos, concluye acerca de la importancia del control emocional, imprescindible para el logro de la concentración que permita llevar a cabo de manera adecuada la conducción del combate, sin embargo, no ofrece las herramientas para llevar a cabo el proceso de preparación táctica en esta dirección.
En coincidencia con lo anterior, estudios realizados por González (2020) demuestran la coincidencia entre los conocimientos teóricos y la capacidad intelectual y señala que, además, existen otros factores sicológicos relacionados con la preparación táctica. El propio autor considera que el autodominio y la perseverancia son decisivos en la elección de las acciones tácticas, lo que influiría también en los resultados del combate, pero, al igual que los casos anteriores, no reflejan los procedimientos y medios para lograr estos resultados.
En lo referente al control en las competiciones, los registros que se utilizan para el mismo se refieren a acciones específicas de defensas, contraataques y la efectividad en los mismos, tanto en la posición de pie como en cuatro puntos, pero no se valoran aspectos relacionados con la táctica Sando, J. (2019); Perera, M., López, R., y Guevara, L. (2016).
En este sentido, es considerado por González (2017) Tropin, Y., Romanenko, V., y Ponomaryov, V. (2016) que incrementar la utilización del entrenamiento táctico en los deportes de combate, modelando la actividad de competición, brindará la posibilidad de que el luchador se aproxime en el entrenamiento a la realidad competitiva.
En esta dirección, López y Tamayo (2016) y González (2020), ofrecen un grupo de elementos que permiten al entrenador guiar el accionar táctico del atleta, pero reducen la riqueza del aspecto táctico, se limitan a ofrecer recomendaciones para las acciones tácticas, reduciendo así la riqueza del componente táctico, además, en dichas propuestas se observan métodos directivos para la enseñanza, los cuales están centrados en la enseñanza técnica y se caracterizan por:
El alumno es un sujeto pasivo, ya que el entrenador ocupa el papel rector en el proceso.
Ponen énfasis en el desarrollo del mecanismo de ejecución y no se considera el accionar táctico ni los rendimientos parciales en este sentido durante el entrenamiento y la competencia.
Los tipos de situaciones son descontextualizadas, con poca similitud a la situación real del combate, ya que se centran en la ejecución técnica.
Son coincidentes los estudios realizados en la provincia de Villa Clara en tesis de maestrías y especialidades y revelan que en la práctica pedagógica presente en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lucha deportiva predomina el proceder metodológico antes mencionado.
Estas limitaciones encontradas en el tratamiento de la preparación táctica determinan que se proponga como objetivo en la investigación: diseñar una metodología para el tratamiento de la preparación táctica de los luchadores juveniles del estilo grecorromano en Villa Clara, a partir de las exigencias tácticas, los contenidos tácticos y los medios tácticos.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un diagnóstico del estado actual de las concepciones metodológicas utilizadas para el tratamiento de la preparación táctica en los luchadores juveniles; en él se analizaron documentos normativos y metodológicos relacionados con el tratamiento de la preparación táctica. Se realizó una encuesta con el objetivo de obtener información acerca de cómo se realiza el tratamiento de la preparación táctica y las necesidades cognitivas y prácticas que poseen los entrenadores. Se encuestaron los 16 entrenadores de la categoría juvenil que participaron en la Olimpiada Nacional Juvenil del año 2017-2018 y ocho entrenadores de lucha de la provincia de Villa Clara, pertenecientes a la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar "Héctor Ruiz Pérez".
Se realizaron 20 observaciones a las sesiones de entrenamiento del equipo juvenil de lucha grecorromana de Villa Clara, diez en la preparación general y diez en la preparación especial, con el objetivo de constatar en la práctica cómo se manifiesta el tratamiento de la preparación táctica del luchador. Se observaron, además, la totalidad de los combates realizados por los luchadores del equipo Villa Clara en la Olimpíada Nacional Juvenil en el año 2018, cuyos resultados sirvieron de punto de partida para la construcción de la propuesta (90 combates).
Se determinaron los elementos que sustentarían la metodología y sobre esa base, se organizó el aparato instrumental para el tratamiento de la preparación táctica en luchadores juveniles; para ello, se utilizó el enfoque sistémico con el objetivo de establecer las relaciones e interdependencias entre los elementos componentes de la metodología.
Se realizó una consulta a expertos para valorar la viabilidad de la metodología propuesta a partir de sus criterios, fueron seleccionados inicialmente para conformar el grupo de expertos un total de 14 especialistas de los cuales 11 obtuvieron puntuaciones entre 0.85 y 0.95, lo que los acredita como de coeficiente alto, con posterioridad se realizó un experimento para valorar el resultado de la implementación de la propuesta.
En la investigación se trabajó, además, con la población del equipo juvenil de lucha grecorromana de la Eide provincial de Villa Clara compuesta por 14 atletas.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El diagnóstico realizado arrojó los elementos siguientes:
En la encuesta realizada, se constata:
Es limitada la bibliografía de la que disponen los entrenadores sobre el tema del tratamiento de la preparación táctica en los deportes de combate, se orientan para su tratamiento por las indicaciones metodológicas del PPID, las cuales son insuficientes a partir de solo considerar recomendaciones tácticas.
Se presenta un enfoque directivo y tradicional en el proceso de preparación táctica.
No se le ofrecen al luchador las concepciones básicas de la utilización de la táctica, de manera que puedan aplicar sus conocimientos y habilidades, frente a nuevas situaciones competitivas.
No existe sistematicidad en el tratamiento de los contenidos tácticos a partir de la individualización de los luchadores.
Carencia de acciones para el tratamiento de la táctica que orienten a los luchadores sobre la forma de trabajar de manera consciente, independiente creativa en los diferentes momentos de la preparación para obtener los resultados deseados.
En la observación realizada a los entrenamientos y competencias, se constató que:
Los entrenamientos son reproductivos y dirigidos, el papel creativo e independiente de los atletas es limitado, las diferentes situaciones que se presentan en el entrenamiento son estructuradas, derivadas de un pensamiento vertical o lógico y no de un pensamiento divergente e inteligente, provocando que los atletas actúen mecánicamente.
No se manifiestan en las sesiones los contenidos de anticipar, observar, engañar al adversario, así como falta de preparación y continuidad en las acciones tácticas; el trabajo con situaciones problémicas no se utiliza como método medio con la frecuencia requerida, de aquí que el pensamiento creador se encuentre limitado.
En múltiples ocasiones, se presentaron situaciones favorables que no fueron aprovechadas debido a que se obvia el desarrollo del segundo aspecto de la fase sicológica del pensamiento táctico que se refiere a la búsqueda de las posibles soluciones mentales a las situaciones cambiantes de las acciones que se presentan.
En las competencias, no se concibe un plan táctico con antelación para subir a combatir, se consideran las debilidades y fortalezas del contrario y la utilización de las técnicas preferidas del atleta.
La anticipación a las acciones del contrario se puso de manifiesto en treinta y dos ocasiones de forma positiva y en treinta y nueve negativas. En este aspecto, la incidencia más notable la tuvo la anticipación en el trabajo en tierra a la señal del árbitro para iniciar el combate.
El plan táctico seguido para trabajar en la zona de pasividad y ganar el punto técnico a la ofensiva o sacar al contrario del área de competencia propició la amonestación al adversario; fue positivo en diecinueve ocasiones y en contra, en treinta y dos oportunidades.
El plan táctico seguido en el transcurso del combate propiciado mantuvo la ventaja en las acciones cuando el marcador se encontraba favorable, favoreció en cuatro ocasiones y permitió remontar la ventaja en las acciones cuando el marcador estaba por debajo, solo en dos ocasiones.
Los atletas lograron articular de forma combinada dos o más acciones y propiciar su continuidad desde la posición de pie al trabajo en tierra, en treinta y ocho ocasiones.
Diseño de la metodología
El diseño de la metodología se asume a partir de las consideraciones de Valle (2007), por tanto, se parte de los resultados obtenidos en el diagnóstico de la investigación, se asume un pronóstico de lo que se debe obtener y a partir de ahí, se establece la Metodología que se prueba en la práctica.
El objetivo de la metodología estuvo dirigido a contribuir al mejoramiento del tratamiento de la preparación táctica de los luchadores juveniles, a partir de la organización del contenido, exigencias y situaciones tácticas.
La utilización de diferentes métodos, los antecedentes que caracterizan desde el punto de vista histórico el tratamiento de la preparación táctica y el análisis teórico, fundamentan la metodología utilizada para elaborar la propuesta de la investigación.
Los elementos que permiten el diseño de la metodología para el tratamiento de la preparación táctica en luchadores juveniles se sustentan en los criterios de diferentes autores en torno a la acción táctica. Los mismos coinciden en que la acción táctica es la aplicación inteligente de los recursos tácticos en el combate; se trata de un proceso de decisión, en el que interviene la voluntad de aplicar o no, una acción determinada y/o crear las condiciones para ejecutar esta, la metodología se sustenta, además, en las exigencias tácticas, los contenidos tácticos y los medios tácticos propuestos por López, Fernández y Lanza (2009).
Exigencias tácticas
Las acciones se suceden en una constante variación y en dos distancias fundamentales (corta y media). Las acciones en la lucha se suceden en la corta y la media distancia, siendo la primera la manera más eficaz, porque permite sentir las interacciones del contrario, además de posibilitar una mejor cercanía para el ataque, la defensa y el contraataque.
Predecir las intenciones del contrario y disimular su verdadero plan. El luchador tiene que ser capaz de descubrir las intenciones del adversario, siendo capaz de sorprender y no ser sorprendido y, a su vez, ocultar sus planes. Para ello, deberá establecer un duelo entre el desenmascaramiento y el enmascaramiento de las verdaderas intenciones.
Disminuir el esquematismo en las acciones. El luchador tiene que dominar las acciones y poseer diferentes maneras de llegar a ellas (a través de las posturas, desplazamientos, agarres amagos, fintas, o cebos), teniendo en consideración el nivel del adversario, el marcador y las reglas.
Hallar la respuesta en el menor tiempo posible. Las acciones en la lucha deportiva se realizan en un breve tiempo, por tanto, el luchador actúa bajo acciones y reacciones, de ahí que el sentido del tiempo es vital para responder a las exigencias del combate.
Las acciones se realizan teniendo en cuenta las del adversario. En la lucha deportiva, ambos contrincantes tienen las mismas posibilidades, tanto de atacar como de ser atacado, defender, contraatacar, ser defendido, contraatacado, lo cual demanda una elevada concentración de la tensión durante el desarrollo de los periodos de combate.
Hacer actuar al contrario de acuerdo con tus intenciones. El luchador tiene que imponer su manera de combatir, lo que implica que aplique con mayor facilidad su plan táctico y, por tanto, estar más cerca de la victoria.
Realizar el combate en las diferentes áreas del colchón. El combate de lucha es dinámico, activo y variable, por lo que se desarrolla en toda la superficie de lucha e incluye la zona de pasividad, teniendo en cuenta que por las reglas actuales esta última se convierte en un lugar más ventajoso, por lo que es importante el dominio de las dimensiones del tapiz.
El combate se define teniendo en cuenta el marcador, el tiempo, el valor de las acciones, el número de castigos y la última acción. El Luchador debe tener en cuenta que, en dependencia del marcador, concluyen los periodos de tiempo. Pero debe poseer un gran sentido del tiempo, del marcador, del valor de las acciones y el número de castigos porque en casos de empate se decide por estos últimos.
El árbitro y el público influyen sobre el desarrollo del combate: estos dos factores externos influyen en la conducta del luchador, de ahí la importancia de la presencia del cuerpo arbitral y público durante la preparación como parte de la preparación psicológica. El cuerpo arbitral es el que regula la validez de las acciones y el público favorece o desfavorece las emociones de los atletas.
Realizar el proceso de preparación atlética, así como el de competencias en condiciones medioambientales favorables. El entrenador debe tener en cuenta las condiciones higiénicas sanitarias del local de entrenamiento y competencias, la iluminación, la ventilación o climatización, la organización, la limpieza, la pintura, la decoración etc., de tal forma, que resulte agradadle y acogedora la estancia en el lugar por todo el tiempo que sea necesario permanecer en el mismo.
Tomando en consideración estas exigencias, se determinan los siguientes contenidos (conocimientos y habilidades) a enseñar en la lucha deportiva:
Contenidos tácticos
Observar: posibilita persistir, analizar el momento, la distancia, la acción del contrario, las posiciones de este y se encarga de informar al luchador del estado de la situación competitiva. La habilidad de observar emplea como vías fundamentales las acciones de preparación, cebo, maniobras, incitaciones, exploraciones, provocaciones etc.
Engañar: se apoya en desvirtuar las verdaderas intenciones, de manera que permita al luchador confundir, distraer o sorprender, al contrario. Para ello, las acciones de preparación son las fintas, enmascaramiento, ataques doblados, en series y el cebo.
Anticipar: permite adelantarse a las iniciativas del contrario, lo que hace obstruir sus acciones y romper con sus alternativas de combate; para ello, es importante tener en cuenta la posición del cuerpo y la ubicación en el colchón.
Combinar: la combinación posibilita la unión de dos o más acciones que permiten sorprender, confundir e interrumpir las acciones del contrario. La combinación exige una gran variabilidad en las acciones.
Elegir: trae consigo la decisión a partir de percibir, analizar y valorar la posibilidad; en ella, se refleja la independencia cognoscitiva e implica el momento de ejecutar la solución.
Conducir: es una habilidad mental de las más generales, pues en ella se manifiestan las demás. La misma requiere de conocimientos acerca de la planificación y previsión de las acciones competitivas, distribución en dependencia de las situaciones y circunstancias, así como del control de los resultados y efectividad de las acciones propias, del contrincante y de los compañeros en caso de competiciones por equipos. La conducción permite al luchador guiar, explorar y sorprender.
Crear: se refiere al poder resolutivo que debe demostrar el atleta, dada las situaciones variables que se le presenten, tanto en la competencia como en el entrenamiento, las cuales debe solucionar con un grado de eficacia y eficiencia satisfactoria.
Aplicar: está relacionado con la selección o respuesta adecuada de ejecución acertada de acciones ofensivas, defensivas o de contraataque con un grado de efectividad satisfactorio
Respecto a los medios a utilizar para la enseñanza de la táctica, se consideran los representados (Tabla 1).
Tabla 1. - Medios a utilizar en la enseñanza de la táctica en la lucha
| Medios tácticos generales | Medios tácticos especiales | |
|---|---|---|
| Juegos predeportivos | Enmascaramiento | Lucha a la defensiva |
| Juegos Deportivos | Cebos | Lucha al contraataque |
| Juegos espacios reducidos | Fintas | Luchar contra tiempo con tareas |
| Actividades con tareas predeterminadas | Ataques dobles | Luchar manteniendo ventaja |
| Ataques en series | Luchar en desventaja en el marcador | |
| Solución de problemas | Lucha zona de pasividad | Problematización de la enseñanza táctica |
| Bloqueo | ||
| Inmovilización | ||
| Clases teóricas de táctica | ||
| Obstaculización | ||
| Luchar a la ofensiva | ||
Fases de los componentes procesuales de la metodología
1. Fase de diagnóstico: En esta fase, se persigue diagnosticar el nivel de desarrollo actual de la preparación táctica de los luchadores, (Figura 1) permite determinar grupos de rendimiento para la individualización de dicha preparación (Fernández, 2020).
Aplicación de los test tácticos: el test teórico para dar solución a las diferentes situaciones tácticas y el test práctico para dar solución motriz a dichas situaciones.
Observación en los entrenamientos para determinar la efectividad táctica de los luchadores.
Valoración del estado actual de la preparación táctica de los luchadores.
Determinación de los grupos de rendimiento para la organización de la preparación táctica de los luchadores.
A partir de los resultados obtenidos en la aplicación de los test y las observaciones, los entrenadores determinan las debilidades y fortalezas en el orden táctico que presentan los luchadores y se procede a la determinación de los grupos de rendimiento. Estos son:
Grupo de alto rendimiento táctico: cuando el luchador es capaz de solucionar situaciones tácticas de tipo mental y motriz de manera satisfactoria, rápida y obtiene un porciento de efectividad en las observaciones realizadas de más de un 50 %.
Grupo de mediano rendimiento táctico: cuando el luchador es capaz de solucionar situaciones tácticas de tipo mental y motriz de manera satisfactoria en un tiempo adecuado y obtiene un porciento de efectividad en las observaciones realizadas entre 35 y 49 %.
Grupo de bajo rendimiento táctico: cuando el luchador se demora en solucionar las situaciones tácticas de tipo mental y motriz de manera satisfactoria y obtiene un porciento de efectividad en las observaciones realizadas de hasta el 34 %.
2. Fase de organización del proceso: A partir de la determinación de los grupos de rendimiento se organizan los contenidos, exigencias y situaciones tácticas a trabajar por cada grupo de rendimiento en las diferentes etapas de la preparación, atendiendo a las características de cada uno de los grupos antes mencionados (Figura 2).
Leyenda GART. Grupo de Alto Rendimiento Táctico. GMRT- Grupo de Mediano Rendimiento Táctico. GBRT- Grupo de Bajo Rendimiento Táctico. E.P.G. - Etapa de Preparación General. E.P.E. - Etapa de Preparación Especial. E.C. - Etapa competitiva.Fig. 2. - Fase de la organización del proceso
Se comienza a trabajar con las situaciones problémicas, tomándose en consideración que se encuentran en el inicio de la preparación, sirven de consolidación, se incluyen, además, las situaciones tácticas de saber hacer.
En la etapa de preparación especial, se trabajan las situaciones tácticas de decidir y aplicar y en la etapa competitiva, las situaciones tácticas de crear, a partir de los espacios de reflexión.
3. Fase de selección de los métodos: Se determinan los métodos a emplear en las diferentes etapas de la preparación, teniendo en consideración las características de los diferentes grupos de rendimiento (Figura 3).
La organización de los métodos se sustenta en la propuesta de métodos tácticos de Morales Águila (2001) que considera la modelación, problematización, progresividad y reciprocidad y se incluyen, según criterios del investigador, los métodos de juego y competencia.
Modelación: consiste en la abstracción de situaciones o soluciones del combate que se dan con mayor o menor frecuencia en dependencia de la categoría de edad, nivel competitivo, características de los adversarios entre otros aspectos.
Problematización: cada situación es un problema que hay que resolver y la solución se convierte, al mismo tiempo, en un nuevo problema. Un mismo problema puede tener diferentes soluciones y una misma solución puede ser utilizada para diferentes problemas.
Progresividad: la complejidad de las situaciones y soluciones aumentan en dependencia de los objetivos, volumen técnico y capacidad intelectual de los atletas. No siempre se emplea de forma continuada.
Reciprocidad: obliga al atleta a pensar no solo como él, sino también como adversario, de manera que cada situación que cree el atleta, él mismo debe ser capaz de solucionarla. Se emplea preferentemente con las acciones preferentes de los atletas.
4. Fase de evaluación: se constata el nivel alcanzado por los luchadores, confrontando los resultados iníciales con los finales, lo cual permite la reorientación del proceso de preparación táctica.
En esta fase, se utilizan nuevamente las acciones de la fase de diagnóstico de la preparación táctica, a partir del uso de los mismos instrumentos de diagnóstico y los test tácticos. El objetivo está en determinar el estado actual de la preparación táctica de los luchadores y realizar los posibles ajustes en los grupos de rendimiento, en las situaciones tácticas y los métodos a emplear en dependencia de los resultados en cada etapa de entrenamiento.
Esta evaluación permite comparar los resultados obtenidos en el inicio del entrenamiento con el estado actual de desarrollo alcanzado por los luchadores en la etapa en cuestión, lo cual le confiere un carácter sistémico y continuo de la evaluación en la metodología.
La metodología fue valorada por los expertos, quienes se expresaron de forma positiva, destacando los aspectos relacionados con la calidad de los conceptos teóricos propuestos, la relación entre las exigencias tácticas y los contenidos tácticos con las situaciones tácticas y los grupos de rendimiento para el tratamiento individualizado de la preparación táctica del luchador.
De igual manera, al indagar sobre si la metodología cumple con la función específica para la cual fue concebida y sobre la selección adecuada de sus componentes, se lograron también altos índices de aprobación.
La metodología fue aplicada en el curso 2018-2019. La posibilidad de aplicar la metodología permitió realizar comparaciones en la aplicación de las diferentes situaciones tácticas durante las tres observaciones realizadas, a partir del rendimiento táctico individual de los luchadores.
Como se aprecia en la tabla número dos, cuando se comparan las observaciones en los diferentes momentos, se observa que existen diferencias significativas en los resultados que permiten aseverar que existió una influencia positiva en los resultados que muestran la aplicación de la metodología en el equipo juvenil de lucha grecorromana (Tabla 2).
Tabla 2. - Prueba de Friedman sobre las observaciones realizadas
| Soluciones tácticas | Significación |
| Saber Hacer | 0.00 |
| Saber Decidir | 0.00 |
| Saber aplicar | 0.00 |
| Saber Crear | 0.00 |
Situación análoga se observa en la tabla 3, al realizar el análisis de los resultados de la aplicación de la prueba de Wilcoxon a las observaciones realizadas; en ellos, se muestran cambios significativos cuando se comparan los resultados alcanzados en la efectividad de las soluciones tácticas de saber hacer, decidir, aplicar y crear, con la excepción de la comparación entre el segundo y tercer momento en las situaciones tácticas de decidir (Tabla 3).
La no existencia de diferencias en esta comparación pudo estar dada porque la tercera observación se realizó en el escenario de la competencia fundamental, donde confluyen varios factores en la toma de este tipo de decisión, sin embargo, si se analiza el número de comparaciones, se puede señalar que en el 91.66 % ocurrieron cambios significativos. Los resultados anteriores permiten inferir que el tratamiento de la preparación táctica, a partir de las diferentes situaciones tácticas según el rendimiento táctico individual de los luchadores, permitió mejorar su desempeño en este sentido.
A manera de conclusión, los resultados del diagnóstico del estado actual del tratamiento de la preparación táctica en luchadores juveniles del estilo grecorromano arrojaron insuficiencias en la aplicación de los métodos tácticos, así como en sus contenidos y un papel rector del entrenador en dicho proceso, lo que limita las posibilidades de los luchadores en su independencia para la toma de decisiones.
La metodología diseñada, sustentada en las exigencias tácticas, contenidos tácticos y medios tácticos en los luchadores juveniles, así como sus fases y procedimientos, permitieron a los entrenadores y atletas desarrollar el proceso del tratamiento de la preparación táctica del luchador de manera eficaz.
Los resultados del experimento corroboran la efectividad de la aplicación de las situaciones tácticas, a partir del rendimiento táctico individual de los luchadores juveniles sometidos al sistema de influencias.
