INTRODUCCIÓN
La flexibilidad se define como la movilidad y la capacidad de la articulación de generar un movimiento de un rango específico que se realiza sin la presencia de dolor y de restricciones (Morales & González, 2015) y también como una capacidad incluida en procesos para la disminución del riesgo de lesión, por lo que muchas personas estiran pre o post actividad deportiva. Sin embargo, esta capacidad no produce reducciones clínicamente importantes en el dolor muscular, estos cambios podían ser únicamente a corto plazo (Thomas et al., 2018). Si bien la calidad de la evidencia sobre los efectos a largo plazo es menos rigurosa, no existe una base teórica sobre la cual creer que el estiramiento puede tener efectos a largo plazo sobre la movilidad articular en ausencia de un efecto a corto plazo (Katalinic et al., 2010).
Se sabe que las intervenciones de estiramiento no parecen cambiar las propiedades del músculo ni del tendón, aunque aumenta la extensibilidad y tolerancia a una mayor fuerza de tracción, debido a características viscoelásticas y a que los cambios y adaptaciones a los protocolos parecen ocurrir principalmente a nivel sensorial (Freitas et al., 2018).
Ensayos clínicos muestran que las intervenciones de estiramiento, tanto agudas como crónicas, pueden aumentar el rango máximo de movimiento en ausencia de cambios en la curva pasiva de torque-ángulo; sostienen que estos resultados, se explican en parte por la influencia de estructuras no musculares que contribuyen sólo marginalmente al torque pasivo (Steinfeld et al., 2015). Al estirar de manera pasiva, se genera un aumento del rango de movimiento que no explica los cambios estructurales en la unidad músculo-tendinosa; probablemente estas, se producen debido a una mayor tolerancia al estiramiento en adaptaciones de las terminaciones nerviosas nociceptivas que abundan en estos tejidos (Konrad & Tilp, 2014).
Faelli & et al. (2021) en su estudio declaran que incluir estiramientos estáticos y dinámicos dentro del calentamiento mejora la economía de carrera, y disminuye la percepción de esfuerzo en aquellos deportes de resistencia. El estiramiento estático conlleva a una disminución del potencial de energía elástica y la capacidad de fuerza que se asocia incluso a la disminución de la economía de carrera y el rendimiento deportivo; es por ello, que los autores recomiendan un entrenamiento de fuerza cruzado o de intervalos planificados y de tiempos adecuados de recuperación, como una herramienta necesaria para la reducción de las lesiones (Baxter et al., 2017).
El entrenamiento de la fuerza es esencial para garantizar un adecuado rendimiento físico en cualquier deporte e incluye la movilidad, el funcionamiento del aparato locomotor y la independencia funcional (Muñoz et al., 2021). Algunos autores recomiendan la investigación con diferentes modalidades de entrenamiento y mencionan que aún es incierto si el entrenamiento con ejercicios combinados entre fuerza y flexibilidad tiene efectos a largo plazo (Kim et al., 2019).
El entrenamiento de fuerza tiene importantes beneficios de rendimiento que incluso son apreciados por los deportistas (Mon-López et al., 2019). En él se incluye: el entrenamiento de resistencia pesada, la resistencia explosiva, el entrenamiento pliométrico para corredores y como capacidad complementaria, en deportes con pocas exigencias relativas de fuerza muscular, como lo es el tiro olímpico (Mon-López, et al., 2019). En esta dirección, se hizo necesaria una revisión documental, al considerarse como un atributo importante en un programa de entrenamiento bien planificado para deportistas de media y larga distancia de todos los niveles (Alexander et al., 2020).
El entrenamiento simultáneo de la capacidad aeróbica y fuerza intensa puede aumentar la velocidad de carrera y la producción de potencia, se sugiere que la mejora en el rendimiento de resistencia puede relacionarse con la activación retardada de fibras que mejoran la eficiencia neuromuscular. (Rønnestad & Mujika, 2014 y Sagarra-Romero et al., 2017). Al entender la importancia de las cualidades físicas y la presencia de flexibilidad, fuerza y VO2max en los entrenamientos, se consideró establecer la relación entre la flexibilidad y sus variables en las disciplinas deportivas en la provincia de Imbabura.
Al considerar a la flexibilidad, fuerza y VO2max como parámetros importantes dentro del entrenamiento deportivo este estudio busca analizar el comportamiento de cada uno y relacionar las variables de estudio para analizar si uno influye sobre el otro. La investigación, se implementó en la provincia de Imbabura, en la que se diagnosticó el estado general de los deportistas en diferentes disciplinas, con un enfoque fisioterapéutico. Al entender la importancia de las cualidades físicas en los entrenamientos y con los antecedentes mencionados, se hizo necesario estudiar la relación de la flexibilidad sobre la fuerza y el VO2max en las disciplinas deportivas de la provincia de Imbabura.
MATERIALES Y MÉTODOS
Tipo y población de estudio
Se realizó un estudio descriptivo cuantitativo, no experimental y correlacional, en una población conformada por 211(N) deportistas senior de los clubes de la provincia de Imbabura, quienes fueron seleccionados por medio de un muestreo irrestricto aleatorio en las disciplinas deportivas: fútbol, basquetbol, escalada, atletismo y taekwondo. La muestra se calculó con un margen de error del 5 % y un nivel de confianza del 95 %, delimitando una muestra de 137(n) personas, a los cuales se informó de su participación y firmaron el consentimiento.
Técnicas e instrumentos
Test de sit and reach: esta prueba se diseñó para medir la capacidad de flexibilidad de la musculatura isquiotibial y zona lumba, resultó de gran fiabilidad relativa intraexaminador de r=0,95-0,99 independientemente del sexo del evaluado; se exploró con el paciente sentado, rodillas extendidas y pies en 90º de flexión colocados ambos contra un cajón especialmente construido para la realización de esta prueba. A partir de esta posición, se instó al sujeto a que flexione lenta y progresivamente de forma máxima el tronco, con piernas y brazos extendidos y mantener la posición final durante aproximadamente dos segundos, esta posición final alcanzada se consideró el resultado de la prueba, donde se valoró, en ese momento, la distancia entre la punta de los dedos y la tangente a la planta de los pies. Los valores que sobrepasen la planta de los pies (cero de la regla) se consideraron positivos y negativos los que no llegaron. La medición de esta prueba se realizó en centímetros.
Test de Resistencia Queen Collage: es una prueba basada en el tiempo de recuperación como índice fiable de la valoración del VO2max, la cual consistió en subir y bajar un escalón que presentó una altura de 16.25 pulgadas (41,3cm) durante tres minutos, a una velocidad de 24 ejecuciones/ min para hombres. Luego de completarse los tres minutos, el participante debió permanecer de pie por cinco segundos y posterior a esto se tomó el pulso durante 15 segundos, se multiplicó por cuatro y se convirtió así en latidos por minuto. A este valor, se le llamó frecuencia cardiaca de recuperación (FCR) que sirvió para estimar el consumo de oxígeno máximo mediante la siguiente fórmula: Hombres VO2max. (ml/kg/min) = 111.33 (0.42 x FCR). El coeficiente de correlación de Pearson encontró una validez del test de Queens Collegue de r=0,95 y un SEE=1,0 en jóvenes del sexo masculino. En el año 2005, obtuvieron las mismas características para las mujeres con un r= 0,95 y un SEE = 0,344.
Test de fuerza test de salto vertical: Se utilizó la aplicación y el dispositivo marca Vert, para valorar la fuerza explosiva, ello permitió identificar la velocidad inicial y el impacto final de caída, con una precisión mayor al 95 %; el dispositivo se colocó en el elástico del pantalón del deportista y se le pidió que ejecutase el salto, este valor fue registrado en cm.
Análisis estadístico
Se estableció una base de datos en Microsoft Excel 2016 (v16.0), se analizaron los resultados mediante el paquete SPSS versión 21 (Statistical Package for Social Sciences). Los datos cualitativos, se expresaron en frecuencias y porcentajes para las variables género, etnia y los datos cuantitativos en valores promedios, máximo, mínimo y desviación estándar para las variables, edad, flexibilidad, fuerza y VO2max. Para determinar la normalidad, se aplicó la prueba de Kolmogorov Smirnov; se aplicaron pruebas de estadística descriptiva y estadística inferencial paramétrica ANOVA One Way (un factor) y se desarrollaron estudios post hoc (prueba de Tukey). Esta se empleó como clasificador categórico a las disciplinas deportivas. Para la correlación de las variables paramétricas, se utilizó el coeficiente de Pearson.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En el presente apartado, se incluyeron los estudios estadísticos que clasificaron la muestra (Tabla 1), se incluyó la etnia y género por disciplina (Tabla 2, Tabla 3 respectivamente), medias y prueba Anova (Tabla 4), comparaciones múltiples con post hoc de Tukey (Tabla 5) y las relaciones de la capacidad de flexibilidad con la fuerza y el VO2max, a través de la prueba Rho de Spearman (Tabla 6).
Deporte | Media | Mínimo | Máximo | Desv. típ. |
Ciclismo | 15,4 | 14,0 | 17,0 | 1,0 |
Escalada | 17,3 | 13,0 | 25,0 | 3,8 |
Basquetbol | 21,0 | 16,0 | 27,0 | 3,4 |
Fútbol | 21,3 | 16,0 | 32,0 | 4,2 |
Atletismo | 17,2 | 13,0 | 39,0 | 5,4 |
Taekwondo | 13,6 | 12,0 | 16,0 | 1,4 |
Total | 18,0 | 12,0 | 39,0 | 4,6 |
El grupo más joven con un promedio de edad de 13 años, se correspondió con el taekwondo y se consideró esta edad como la etapa de iniciación de este deporte (Villalba et al., 2018). El ciclismo tuvo un promedio de edad de 15 años y se consideró esa como la edad de iniciación; los resultados en la escalada promediaron 17 años y se reconoció como la edad de especialización en esta disciplina. Con 17 años, el atletismo y 21 años, el basquetbol y el fútbol, se consideraron como edades adecuadas para alcanzar el máximo rendimiento deportivo (Cañadas, 2021).
En las disciplinas deportivas estudiadas la etnia que primó fue la de tipo mestiza con un 81,8 %, seguida de la etnia afrodescendiente con 17,5 %; datos que coincidieron con el fascículo poblacional de la provincia de Imbabura según el INEC. De aquí se concluyó que la etnia de mayor predominio en la localidad fue la de tipo mestiza, valores que pudieron comprobarse en otras investigaciones relacionadas como fue el caso de Flores et al. (2014).
El género masculino sobresalió mínimamente, con un 56% sobre el género femenino, con un 43 %; la brecha de desigualdad entre géneros fue cada vez más corta, pues las políticas de inclusión conminan a la participación entre géneros (Conde Pascual, 2022; Zitlally Flores, 2020).
Ciclismo | Escalada | Básquetbol | Fútbol | Atletismo | Taekwondo | Sig. | |
Flexibilidad/cm | 28,8 ±4,9 | 31,9 ±10,7 | 20,9±4,1 | 24,4±6,6 | 25,05±8,9 | 31,3±7,7 | 0,000 |
Fuerza /cm | 30,1 ±6,7 | 48,8±8,6 | 45±9,8 | 43,5±10,9 | 41,8±8,9 | 33,2±8,2 | 0,000 |
VO2max/ ml*kg-1*min-1 | 52,9±11,7 | 41,5±5,6 | 57,1±9,2 | 52,8±11,9 | 43,7±7,1 | 43,7±10,8 | 0,000 |
± Desviación estándar; Sig<0,05
La escalada y el taekwondo se consideraron las más flexibles, con un promedio de 31cm; en las dos disciplinas se requirió de la realización de gestos y posturas específicas que implicaron una mayor amplitud de movimientos. Estas poseyeron una adecuada amplitud y destreza en la ejecución que permitió alcanzar movimientos más rápidos y precisos (Morenas et al., 2021; Paramitha et al., 2020).
La fuerza promedio que destacó en las diferentes disciplinas fue la escalada con 48 cm de capacidad de salto, pues se requirieron movimientos rápidos y explosivos para alcanzar la prensa de rocódromo en la ejecución del gesto que involucra el impulso en miembros inferiores y la fuerza de agarre de mano. El basquetbol alcanzó un promedio de 45 cm de altura del salto, datos superiores a los encontrados en jóvenes basquetbolistas colombianos donde el promedio fue de 37 (Rojas et al., 2019). Este deporte implicó saltos, cambios bruscos de dirección y acciones de desaceleración lo que demostró un empleo protagónico de este tipo de fuerza (Aksoviæ et al., 2020).
El VO2max de los basquetbolistas obtuvo una media de 57 ml*kg-1*min-1 y se le otorgó la categoría de excelente, ello denotó superioridad en valores, coincidiendo con diferentes estudios en donde el promedio de jóvenes basquetbolistas se ubicó entre los 45 y 50 ml*kg-1*min-1. (Rozi, 2020; Husairi et al., 2021). En el futbol se presentó un VO2max de 52,8 ml*kg-1*min-1, con valores aproximados a los estudios realizados en futbolistas jóvenes donde el promedio de su VO2max se ubicó entre los 51 a 55 52,8 ml*kg-1*min-1 considerado un indicador de la aptitud aeróbica necesaria para poder sostener los 90 minutos de juego que demanda esta disciplina (Modric et al., 2020; Hardiansyah, 2020).
Tras realizar la prueba ANOVA de un factor, para comparar los grupos estudiados, se observó una diferencia entre las medias tanto de la flexibilidad, la fuerza y el VO2max en las diferentes disciplinas deportivas, con una significancia p<0,05.
Las comparaciones post-hoc permitieron establecer que estas diferencias fueron significativas entre las disciplinas: en flexibilidad, el basquetbol tuvo un valor más bajo y una diferencia significativa (p<0,05) con respecto al ciclismo, la escalada y el taekwondo. En cuanto a la fuerza, el taekwondo y el ciclismo presentaron las medias más bajas, al ser diferente (p<0,05) a las del futbol y el básquet. El VO2max de la escalada difirió significativamente del ciclismo, basquetbol y futbol.
Determinar el perfil de los deportistas a través de las capacidades físicas condicionantes principales (flexibilidad, fuerza explosiva y VO2max), permitió cuantificar y analizar la mejora del rendimiento físico y técnico, al facilitar el ajuste de las intensidades y volúmenes en sus planes de entrenamiento (Cejudo Palomo, 2015). Mantener los entrenamientos de flexibilidad permitió sostener la condición del deportista, los cuales fueron similares a los movimientos y gestos técnicos de cada disciplina (Ubaque, 2019).
La flexibilidad tuvo una relación (p<0,05.) directa moderada (0,462), con la fuerza explosiva, es decir sí la flexibilidad aumentó lo hizo así la fuerza; en el deporte, el entrenamiento de fuerza puede contribuir al desarrollo y mantenimiento de la flexibilidad (Simão et al., 2011).
La flexibilidad tuvo una relación (p<0,05.) inversa moderada (-0,423), con el VO2max, es decir si la flexibilidad aumentó el VO2max disminuyó. El VO2max y la flexibilidad son componentes bimotores esenciales para los deportistas; sin embargo, difieren del estudio realizado por este autor Zhan k. donde la flexibilidad es directamente proporcional a la capacidad aeróbica (Candrawati et al., 2019)
CONCLUSIONES
La fuerza explosiva con el nivel más alto corresponde a promedio que destaca fue la escalada (48cm) de capacidad de salto, seguido del basquetbol (45cm); el VO2max de los basquetbolistas fue excelente (57 ml*kg-1*min-1); el futbol se presentó un VO2max promedio (52,8 ml*kg-1*min), con diferencias significativas entre las medias (p=<0,05). La flexibilidad de las disciplinas deportivas tuvo una relación (p=<0,00) directa moderada con la fuerza e inversa moderada (p=<0,01/ rho =-0,4) y con el VO2max
En el estudio, las disciplinas taekwondo y escalada fueron las más flexibles y el nivel de fuerza explosiva promedio que imperó fue el de escalada, seguido del basquetbol; el futbol presentó un nivel de VO2max promedio que superó a las demás disciplinas.
La flexibilidad fue directamente proporcional a la fuerza, es decir, si aumentó la flexibilidad también aumentó la fuerza; sin embargo, la flexibilidad fue inversamente proporcional a el VO2max, o sea, la flexibilidad disminuyó y el VO2 max aumentó.