INTRODUCCIÓN
La recreación, el tiempo libre y la actividad física constituyen necesidades inherentes de los seres humanos. 1 Orientadas como mecanismos de liberación contribuyen a lograr el equilibrio físico, mental y social de los diferentes grupos sociales, que al participar en actividades sin ningún tipo de presión, logran una nivelación entre las responsabilidades propias de su condición social y el tiempo de libertad para el disfrute de la individualidad, de la vida familiar, social y ambiental.
El sedentarismo y la obesidad son padecimientos que afectan a gran parte de la población mundial que son tratados a partir de la aplicación de diversas acciones entre las se incluye la intervención con actividad física específica. 2,3 De esta realidad no están exentos los grupos sociales que estudian o laboran en las instituciones de Educación Superior 4,5 que por demás poseen intereses específicos que podrían responder a numerosas variables relacionadas con el estado socio-económico, histórico y cultural de una sociedad.
Los efectos de la actividad física en la salud poblacional han sido bien investigados desde diversas ciencias aplicadas, correlacionando las influencias del ejercicio físico con factores tales como: el control del peso y de diversos indicadores cardiovasculares y degenerativos, 6,7 el tratamiento de desequilibrios psicológicos y de comportamiento social 8,9 así como de índole estética y coadyuvante de tratamientos de lesiones y patologías osteomusculares entre otros, 10 provocando la necesidad orgánica de convertir los ejercicios físicos en una actividad necesaria en cualquier grupo etáreo con énfasis en la etapa de la juventud.
Los jóvenes que se encuentran cursando cualquiera los niveles de enseñanza, dedican incontables horas a sus actividades docentes y al estudio individual, por lo que no siempre pueden dedicarle algún tiempo a la práctica de ejercicios físicos de manera regular. Por lo tanto su desempeño se circunscribe a las actividades físicas relacionadas únicamente con la ejercitación y la práctica de un deporte en la asignatura de Educación Física. Cuando estos estudiantes llegan a la enseñanza universitaria esta práctica se reduce a los dos primeros años de su carrera, luego solo se ejercitan cuando se presenta alguna competición en las que se involucran de manera circunstancial. Este contexto es común para los estudiantes universitarios de cualquier especialidad, por tanto los estudiantes de las carreras de la salud también experimentan esta situación.
El mejor efecto desde el punto de vista de la salud, está relacionado con las ejercitaciones físicas regulares en forma de clases y ejercitaciones físicas sistemáticas en el gimnasio o áreas recreativas al efecto. 11,12
Un programa de intervención físico-deportiva orientado a los estudiantes de enfermería de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos debe ser flexible y de intensidad alta, debido al resultado obtenido durante las encuestas aplicadas sobre el nivel de actividad física el cual fue bajo. La mayor parte del tiempo libre los sujetos permanecen sentados pudiendo causar afectaciones en el sistema osteomuscular, de la misma manera el estudio durante el resto del día aporta una mayor inactividad física que conlleva a desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
Según Valdés y cols. 13 al estudiar el perfil antropométrico y los hábitos de actividad física de estudiantes Mapuches de una escuela rural de Temuco en Chile, llegaron a la conclusión de que los alumnos presentan un perfil antropométrico mayormente normal, pero con una elevada prevalencia de obesidad. Su nivel de actividad física no fue alto, situándolos como sujetos menos activos de acuerdo a las tablas normativas.
Según Lozano y cols. 14) en un estudio que analiza la prevalencia de sobrepeso y obesidad en adolescentes de un distrito urbano de Lima, Perú se encontró una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad, con predominio en varones, escolares de 12 y 13 años.
Según Savegnago y cols. al estudiar la relación entre la composición corporal y el nivel de actividad física en estudiantes universitarios según el Cuestionario Internacional de Actividad Física, la mayoría fueron clasificados como de peso normal de acuerdo con el índice de masa corporal (IMC). A pesar de que la mayor parte de la muestra se consideran como activos, se puede apreciar que prácticamente la mitad de los estudiantes (49,5 %) eran de forma regular sedentarios. 15
El propósito de este estudio diseñar un conjunto de ejercicios físicos adaptados que permitan mejorar los niveles de actividad física de los estudiantes de enfermería de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos con el fin de evitar el sedentarismo y reducir el riesgo de enfermedades no trasmisibles como la diabetes y la hipertensión.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo de corte transversal que permitió analizar y entender con detalle los beneficios que conlleva la práctica regular de ejercicios físicos en estudiantes de enfermería de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos en el período enero-diciembre del 2019.
El universo estuvo constituido por 133 estudiantes de enfermería de 3ro a 5to año y la muestra por sexos quedó conformada por 15 hembras y 15 varones, lo que representó el 25 % de la población escogida. El promedio de edad en los varones fue de 21 años y en las mujeres de 19 años. La talla promedio en los grupos para los varones fue de 1,68 cm y para las mujeres de 1,60 cm. El peso promedio fue de 73 Kg en los varones y 56 Kg en las mujeres.
Técnicas aplicadas:
Encuesta: se utilizó en la búsqueda de información sobre las preferencias, necesidades y formas de realización de ejercicios físicos por parte de los estudiantes y para identificar las principales afecciones de salud que presentaban.
La observación participante: los investigadores se integraron completamente al proceso, manteniéndose en contacto directo con los sujetos inmersos en el estudio.
Grupo nominal: el criterio de especialistas se empleó para valorar la concepción, estructura, contenidos y metodología de la batería de ejercicios físicos que se proponían.
Se utilizó la estadística descriptiva para obtener datos sobre medias y porcientos.
RESULTADOS
Resultado de la encuesta a estudiantes de 3ro a 5to año de la carrera de enfermería (antes de aplicar).
La encuesta aplicada tuvo como objetivo obtener información sobre la práctica de ejercicios físicos orientados al mejoramiento de la salud en los estudiantes.
El 100 % de los encuestados respondió afirmativamente que realizaron ejercicios físicos en los primeros años de la carrera en las clases de Educación Física mediante juegos predeportivos como el voleibol y el baloncesto, lo que repercutió en el mejoramiento de las capacidades físicas.
El 74 % de los estudiantes encuestados manifestó que no realizan ejercicios físicos en horario extradocente, lo que representó más del 50 % de la muestra. Según los propios estudiantes las causas por las que no realizaban ejercicios físicos con frecuencia eran fundamentalmente la falta de tiempo (76,9 %), la poca motivación (24,1 %) y elevadas horas de estudio (100 %).
En el caso de los estudiantes que respondieron de manera afirmativa que realizaban ejercicios físicos en horario extradocente (12 %), expresaron que el tipo de ejercicio que hacían se basaba principalmente en la caminata, carrera y en los varones se apreció inclinación hacia los ejercicios con pesas, así como la práctica de deportes de forma general.
El 100 % de los encuestados señaló que no contaban con la ayuda de especialistas para el desarrollo de ejercicios físicos.
No obstante, los criterios expresados por los estudiantes con relación a la práctica de ejercicios físicos de forma regular, la mayoría de ellos consideró que realizarlos contribuye en primer lugar a mantener un buen estado de salud (97,5 %), así como a enfrentar largas horas de estudio y trabajo sin mostrar cansancio (87,3 %).
A partir de la pregunta formulada sobre las dolencias que se manifiestan en ellos con más frecuencia después de las sesiones de estudio o trabajo en la esfera productiva, se identificó que predominan los dolores en la espalda y las piernas con un 89,3 % de incidencia.
Otra de las afecciones más señaladas fue el cansancio (95,3 %) los dolores en los brazos también ocuparon un lugar priorizado entre las opciones señaladas por los estudiantes (75,8 %), también señalaron otras opciones con un porciento más bajo, pero igualmente significativas para concebir ejercicios físicos que contribuyeran a mejorar estas afecciones.
Otra de las preguntas en la encuesta fue la relacionada con las preferencias en cuanto a los tipos de ejercicios físicos que les gustaría realizar para mejorar su estado de salud.
Pudo observarse que la caminata fue la opción más seleccionada por los estudiantes para un 93,1 %, lo que se tuvo en cuenta para la selección del contenido de la batería de ejercicios a proponer como una de las principales opciones.
Seguidamente en el nivel de preferencia se ubicaron los ejercicios para fortalecer brazos, piernas y tronco, sobre todo en la población femenina con un 86,6 % y la natación con un 67,5 % en ambos sexos.
La opción de otros ejercicios fue señalada por el 89,8 % de los encuestados, lo que da la posibilidad a los estudiantes de señalar otros deportes que no se habían incluido. Entre los de mayor preferencia se encontró las paralelas, en una mayoría masculina y los juegos con pelota como el voleibol de playa, baloncesto, entre otros.
Resultados de la técnica de grupo nominal
Se realizó la técnica de grupo nominal a 12 especialistas en actividad física comunitaria de la provincia Cienfuegos, quienes, después de analizar los principales ejercicios físicos y actividades para realizar sobre los distintos planos musculares y la determinación de los distintos grupos de participantes de acuerdo a su nivel de actividad física, se concluyó que estaban de acuerdo con todo lo analizado sobre el diseño de ejercicios para mejorar actividad física en estudiantes de enfermería de la Universidad de Ciencias Médicas, siendo este validado para su aplicación. Al formularles la interrogante de si ellos consideraban que el ejercicio físico podría contribuir a mejorar el estado de salud de los estudiantes, el 100 % de ellos respondió afirmativamente.
DISCUSIÓN
En el análisis de los resultados se han considerado los siguientes apartados: duración del programa de actividad física, tipo de actividad física más frecuente, edad y sexo. De cada uno de esos apartados se emiten las valoraciones siguientes:
Duración del programa
Los estudios revisados no destacan la duración óptima de un programa de intervención, aunque podría existir una relación directa entre el tiempo y el resultado. Esto se expresa en los estudios realizados por Whyte y cols. En los que utilizaron dos semanas para realizar un programa basado en un el test Wingate que les permitió encontrar mejoras sobre un grupo de hombres sedentarios. 16,17
El ejercicio físico realizado esporádicamente no aporta resultados positivos. Para lograr mejorar los resultados, y por consiguiente, una reducción del peso corporal, es necesaria una continuidad en el tiempo; hay que tener en cuenta que la actividad física continuada, como se ha analizado anteriormente, provoca mejoras en la síntesis bioquímica, aunque deben ser lo suficientemente frecuentes como para contribuir al desarrollo fisiológico. 18,19
Aunque los estudios revisados no declaran con exactitud el tiempo promedio en el que obtienen los mejores resultados, se estima que el tiempo dedicado a la actividad física sistemática debe ser a partir de las dos semanas.
Duración de las sesiones
Según el Colegio Americano de Medicina Deportiva, acumular 150 minutos a la semana de actividad física serviría para obtener beneficios en la salud. Bouchard afirma que un mayor volumen de actividad física se traducirá en mayores ventajas para la salud. Otros estudios plantean un protocolo de 15,5 minutos y declaran en el programa 4 intervalos de cuatro minutos con tres minutos de recuperación activa entre intervalos. 16,17,20
Pese a la gran variedad de criterios en cuanto a la duración de las sesiones y en su distribución, parece que acumular más de 180 minutos a la semana es la opción preferida por la mayoría de los investigadores. De este modo, 3 sesiones de 60 minutos de ejercicio físico de intensidad moderada a la semana podrían ser suficientes para diseñar un protocolo para los estudiantes de enfermería. Pese a esta recomendación, estudios basados en protocolos de ejercicio de alta intensidad muestran cómo los sujetos podrían beneficiarse con una duración menor de la sesión.
Tipos de ejercicios
Las revisiones evidencian que los principales ejercicios que aparecen en los programas de actividad física están agrupados generalmente en tres tipos: ejercicios aeróbicos, anaeróbicos y ejercicios de flexibilidad. El ejercicio anaeróbico es el que mejora la potencia y aumenta la masa muscular. Los músculos entrenados con ejercicios anaeróbicos se desarrollan de manera diferente, funcionan mejor en los ejercicios de corta duración y de alta intensidad, que duran hasta aproximadamente 2 minutos.
Teniendo en cuenta estos referentes a la hora de buscar información específica acerca del tipo de ejercicio, se constata que son pocos los autores que dejan ver el protocolo exacto de los ejercicios realizados durante la intervención. Por otro lado, una debilidad de los trabajos revisados es que no todos reportan con exactitud el beneficio de los distintos tipos de ejercicio.
Se ha observado que una intervención que incluya ejercicios de fuerza puede mejorar la sensibilidad a la insulina, el perfil lipídico, el IMC, la masa libre de grasa y disminuir el colesterol LDL, la circunferencia de cintura y la presión sistólica, así como un aumento de la fuerza muscular. Los ejercicios de tipo aeróbico mejoran la composición corporal a través de una disminución del peso y de la masa grasa, producen cambios favorables en el perfil lipídico, en los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y en el fitness aeróbico, así como la disminución de las grasas hepática y visceral, la resistencia a la insulina, la circunferencia de la cintura y atenua la pérdida de la masa muscular.
Los estudios destacan que se debe repetir un ejercicio con el mismo volumen durante varias sesiones consecutivas hasta que sea asimilado por el organismo, y una vez conseguido ese objetivo, aumentar progresivamente el tipo de ejercicio, se puede plantear que ambos tipos de entrenamiento parecen ser beneficiosos para mejorar la actividad física baja y reducir el sedentarismo.
Edad y sexo
Los resultados de los estudios reflejan que las preferencias de los varones hacia la práctica físico-deportiva corresponden a actividades colectivas y competitivas, mientras que las adolescentes y las mujeres muestran actitudes positivas hacia las actividades de tipo individual y de carácter estético como lo señalan Jansson SP y cols. en su estudio: Intervenciones para cambios en el estilo de vida para promover la reducción de peso, un ensayo controlado aleatorio en atención primaria de salud publicado en la revista BMC Res Notes.
Se constata en los diversos estudios que los perfiles de la actividad física en la edad escolar parecen estar influidos por el género, con predominio de los niños del sexo masculino. En las investigaciones con personas mayores de 40 años, ser hombre o mujer no tiene una correlación con ser físicamente activo en el tiempo libre. Sin embargo, esta situación no sucedió con los grupos más jóvenes, en los que los varones son más activos que las mujeres como lo señalan Farías y cols. en su estudio: Influencia de la actividad física programada en la composición corporal de estudiantes adolescentes.
Los autores de la investigación y los especialistas de actividad física comunitaria expresan una rápida intervención no solo en los estudiantes de enfermería, sino también, en el ámbito universitario para reducir los niveles de sedentarismo existentes para prevenir las enfermedades crónicas no trasmisibles como la diabetes y la hipertensión arterial que tanto nos afectan en Cuba.
El propósito de este estudio fue diseñar un conjunto de ejercicios para el mejoramiento de actividad física y el desarrollo de las capacidades orgánicas motrices como una respuesta a la necesidad de estimular la práctica de actividades físicas que conlleven al fortalecimiento cardiorrespiratorio y muscular a fin de disminuir la alta tasa de sedentarismo que afecta la calidad de vida de los estudiantes en el nivel superior. Es importante diseñar estrategias metodológicas propias que conlleven al desarrollo de las capacidades orgánico-motrices en los estudiantes universitarios con el fin de estimular órganos y sistemas hacia la práctica continua de actividad física que desarrolle habilidades, destrezas y consecuentemente el hábito motor para mejorar su estilo y calidad de vida.
El diseño de ejercicios físicos, resultó ser una herramienta metodológica que responde a la necesidad de desarrollar las capacidades orgánicas motrices en sus dimensiones: fuerza, velocidad, flexibilidad y resistencia, utilizando con creatividad métodos, técnicas y estrategias de la actividad física para lograr un cambio de actitud ante el creciente sedentarismo que tanto afecta a la población universitaria.