Señor Editor:
El abordaje terapéutico en la prevención del cáncer de próstata supone un reto clínico para el profesional de la salud que se dispone a enfrentarse a esta condición.1Esto sucede, porque entre otras razones, existen algunos referentes sociales con sus respectivas connotaciones en relación con la percepción sobre el examen físico de pesquisa para el cáncer de próstata (CAP).
Consideramos importante complementar estas valoraciones de modo que, aquellos pacientes que no deseen someterse al examen físico de próstata o tacto rectal, puedan ofrecerles alternativas terapéuticas sensibles y/o específicas para el tamizaje de esta patología de gran impacto global. Por tanto, se deben dar a conocer algunas opciones para realizar el abordaje terapéutico al especialista de medicina interna que se enfrente al diagnóstico y tratamiento de esta patología.
Dentro del diagnóstico del cáncer de próstata, los métodos empleados con mayor frecuencia son el tacto rectal y el antígeno prostático específico (PSA) (por sus siglas en inglés), el rendimiento de estos métodos para el diagnóstico del CAP es bajo, incluso, cuando se emplean de manera simultánea.
El PSA es una glicoproteína producida específicamente en las células epiteliales prostáticas, por tal razón, ante valores anormales en sangre, se sugiere la toma de biopsia de próstata, para valores superiores a 4ng/mL. (2)La especificidad para valores de corte de PSA en relación al diagnóstico de CAP, según la American Cancer Society, para valores de 4ng/mL es de aproximadamente el 21 % y una especificidad del 91 %. 3 Existen otras medidas empleadas relacionadas al PSA y que buscan relacionarse con otros marcadores bioquímicos para aumentar el rendimiento en el diagnóstico del CAP, una de ellas es la densidad del PSA (donde se sugiere realizar biopsia para valores mayores a 0,15ng/mL/cm) 3(medida en relación al PSA/ volumen de próstata en cm3). También se reconoce la velocidad del PSA (para aumentos mayores a 0,75mg/mL/año) y relación PSA libre/ PSA total (donde se sugiere realizar biopsia para valores o índices menores de 0,07).2)
Otras alternativas incluyen el uso de procedimientos de diagnóstico por imagen, como la ecografía transrectal, la cual tiene poca sensibilidad, especificidad y valor predictivo positivo. Emplear esta medida conlleva gran utilización de recursos y su uso está limitado a la determinación del volumen prostático y guía de biopsia. 4Otra herramienta a utilizar es la tomografía axial computarizada (TAC) del abdomen y la pelvis que evalúa de forma indirecta el volumen prostático y el compromiso ganglionar proximal, que permite alcanzar valores de sensibilidad inferiores al 20 %. La resonancia magnética de próstata, puede obtener en la secuencia T2, sensibilidades cercanas entre un 30 y un 80 % y especificidades entre un 60 y un 100 %, permiten la evaluación de invasión a estructuras cercanas como por ejemplo vesículas seminales, estas son excelentes herramientas para guiar la biopsia de próstata. 5
Las diferentes herramientas diagnósticas deben ser seleccionadas con suma precaución puesto que ninguna de ellas está exenta de presentar sesgos en su empleo como herramienta de tamiz o diagnóstico. (Tabla 1).
No existe un algoritmo definitivo para el diagnóstico del CAP, 4) sin embargo, dados los hallazgos expuestos en la literatura previamente descritos, corresponde al especialista en medicina interna individualizar cada caso de acuerdo a factores de riesgos que sitúen al paciente, el cual deberá ser abordado conforme a estos y demás variables clínicas de interés, siempre en correlación clínica al cuadro presentado por el paciente en el momento de la consulta.