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Retos de la Dirección

On-line version ISSN 2306-9155

Rev retos vol.11 no.2 Camagüey July.-Dec. 2017

 

ARTÍCULO

 

Metodología para el diagnóstico de la seguridad alimentaria y nutricional desde los gobiernos locales en un municipio

 

Diagnostic Methodology for Detection of Food and Nutritional Safety in Local Municipal Administrations

 

 

Marisleidys García Rodríguez1, Omar García Vilaú1 y MSc. Amarilis Odio Collazo2

1 Universidad de Artemisa, Artemisa, Cuba. mari@uart.edu.cu.
2 Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz, Camagüey, Cuba

 

 


RESUMEN

Se elaboró una metodología para diagnosticar sistemáticamente la gestión de la seguridad alimentaria y nutricional, en el municipio Sandino, provincia de Pinar del Río, Cuba. Se utilizaron métodos teóricos y empíricos, así como el diagnóstico estratégico mediante la matriz DAFO. Se muestran como resultados los problemas que afectan los componentes de la seguridad alimentaria y nutricional en dicho territorio.

Palabras clave: desarrollo local, calidad de vida, protección social, seguridad alimentaria.


ABSTRACT

A diagnostic methodology for regular detection of food and nutritional safety was designed to tackle the particularities of the municipality of Sandino, province of Pinar del Río, Cuba. Theoretical and empirical methods were used, along with the SWOT matrix. The results of the study focused on issues affecting the components of food and nutritional safety in the territory.

Key Words: local development, life quality, social protection, food safety.


 

 

INTRODUCCIÓN

La seguridad alimentaria y nutricional (SAN), especialmente en las dos últimas décadas, es tema constante en la agenda de las instituciones públicas, privadas y la sociedad civil, debido a lo cual se han venido asumiendo compromisos a nivel internacional, nacional y regional en la perspectiva de mejorar las condiciones de vida (FAO, 2007) y garantizar el derecho a la alimentación, inherente a toda mujer, hombre, niña o niño, independientemente de dónde vivan.

La situación existente en el mundo hace más difícil este encargo, teniendo en cuenta que el consumo de petróleo no es proporcional al descubrimiento de nuevas reservas. La disminución en la disponibilidad de este ocasiona una crisis energética; por consiguiente debe disminuirse la dependencia del combustible fósil e incrementar el uso de energías alternativas.

Esto impacta significativamente en la alimentación, de manera que se desvía parte de la producción de cultivos hacia la obtención de biocombustibles, lo que hace que se eleven los precios de los alimentos y se contraiga la oferta. A su vez incide en el medio ambiente pues para suplir las necesidades energéticas globales se necesitarán millones de hectáreas de tierras agrícolas, las que se cultivan intensivamente con técnicas de monocultivos, fertilizantes, plaguicidas que degradan el suelo y reducen su productividad.

Unido a esto tenemos el proceso de globalización que impone un nuevo modelo de alimentación mediante las multinacionales, con la promoción de comidas y bebidas rápidas, caracterizadas por su escaso valor nutritivo, de manera que quedan a un lado las costumbres, los hábitos alimentarios de cada país y las condiciones medioambientales de cada territorio.

En estas circunstancias la seguridad alimentaria y nutricional constituye uno de los más grandes retos de las políticas públicas, por lo que se asume la definición planteada por el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP, 2002), el cual plantea que es el estado en el cual todas las personas gozan, en forma oportuna y permanente, de acceso a los alimentos que necesitan, en cantidad y calidad, para su adecuado consumo y utilización biológica. Añade que el gobierno debe fomentar procesos estratégicos, participativos y operativos, con las instituciones, organizaciones y actores locales que respaldan este proceso para que funcione de forma concatenada y que, a su vez, garantice un estado de bienestar que coadyuve al desarrollo.

Desde el triunfo de la Revolución ha sido preocupación de nuestro gobierno y nuestro partido garantizar la seguridad alimentaria y nutricional adecuada en todos los sectores de nuestra población.

La actualización del modelo económico cubano como eje central del VI Congreso del Partido trata de condicionar mayor autonomía de los productores, incrementar la eficiencia, y posibilitar la gradual descentralización de los gobiernos locales (PCC, 2011).

Esta metodología tiene como referente la propuesta de Escalona (2013), quien elaboró una estrategia para la gestión de la seguridad alimentaria en el municipio Majibacoa, provincia Las Tunas, Cuba.

El municipio Sandino se localiza en el extremo más occidental de la provincia Pinar del Rio. La economía del territorio, a pesar del enorme potencial turístico e incipiente desarrollo, hasta el momento es fundamentalmente agrícola. La superficie es mayormente aprovechada en la siembra de tubérculos y raíces, hortalizas y granos, así como en pastos naturales. También, se desarrolla una extensa área de bosques en la península de Guanahacabibes, que ocupa más del 60 % de la superficie no agrícola del territorio, en la que se han fomentado hasta hoy actividades forestales y apícolas con aceptables aportes para la economía del país. Los suelos constituyen el principal recurso natural del territorio, los cuales tiene baja fertilidad, pues el 57,0 % se encuentra erosionado; todos los suelos presentan problemas de acidez, el 88,93 % es fuertemente ácido; el 58,44 % clasifica en la categoría de extremadamente rocoso, localizados al sur del territorio, en un área de 111,04 km².

A partir de un diagnóstico inicial en el municipio se detectaron deficiencias en la gestión de SAN a nivel local:

• Poca integralidad y sistematicidad en las acciones donde no se consideran los componentes de la seguridad alimentaria y nutricional.

• Insuficiente preparación de los funcionarios gubernamentales, productores y directivos de empresas clave, o sea, los actores locales clave para desarrollar el proceso de gestión que deben realizar y garantizar la seguridad alimentaria desde el territorio.

• Desarticulación de las cadenas productivas locales y déficit de recursos e insumos para las miniindustrias de conservas, lo que trae consigo el desaprovechamiento de producciones locales en la agricultura, entre otras deficiencias.

Lo anterior permite plantear como problema de la investigación la inexistencia de una metodología para el diagnóstico sistemático de la gestión de la seguridad alimentaria y nutricional ajustada a las características del municipio Sandino.

Como objetivo se trazó: elaborar una metodología para diagnosticar los componentes de la seguridad alimentaria y nutricional desde el gobierno local, que sitúe a los decisores en mejores condiciones para influir favorablemente en los procesos que la garantizan.

Métodos y técnicas

Métodos empíricos: entrevistas, encuestas, observación, revisión bibliográfica, análisis documental y estadístico-matemático.

Métodos teóricos: histórico-lógico, sistémico estructural.

 

DESARROLLO

La seguridad alimentaria es una disciplina surgida en la década de los setenta, como respuesta a la preocupación internacional ante la escasez generalizada de alimentos, a partir de la crisis del petróleo y del incremento de la población mundial. En ese entonces, se enfocó la seguridad alimentaria como un concepto basado en la producción y disponibilidad alimentaria a nivel global y nacional. Se definía como la disponibilidad en todo momento en el mercado mundial de suministros de alimentos básicos para sostener el consumo creciente y contrarrestar las fluctuaciones en producción y precios (FAO, 1974). En FAO, 2007 se señala que en torno a la seguridad alimentaria existen diversas percepciones y visiones, las cuales han evolucionado conforme se ha incrementado el análisis y debate de los sistemas alimentarios en todos sus niveles (individual, familiar, local, regional, nacional, mundial).

El término seguridad alimentaria puede comportarse de diferentes formas en dependencia del nivel de organización humana: a nivel global, regional o nacional, familiar hasta individual. A nivel regional o nacional, la seguridad alimentaria tiende a equipararse con la suficiencia del balance nacional de alimentos o la suficiencia de los suministros de alimentos disponibles para cubrir las necesidades de la población. El grado de seguridad alimentaria nacional presupone que existe igual acceso para todas las regiones o clases sociales. Aunque este asunto a nivel nacional es importante, ello no determina automáticamente la de todos los hogares: pueden existir familias pobres que no son capaces de producir o no tienen el poder adquisitivo para obtener los alimentos. A nivel familiar, se refiere a la capacidad de las familias para obtener los alimentos suficientes para cubrir sus necesidades nutricionales, ya sea produciéndolos o comprándolos. El suministro de alimentos a nivel familiar depende de varios factores, tales como: los precios de los alimentos, la capacidad de almacenamiento y las influencias ambientales.

En la Conferencia Internacional de Nutrición, en 1991, se concibe a la seguridad alimentaria como el acceso físico y económico a alimentos suficientes para todos los miembros de la familia, para una vida activa y saludable, sin riesgo de que se vean privados de estos (FAO, 2007).

Así, el concepto de seguridad alimentaria es multidimensional; conlleva la disponibilidad de alimentos básicos, estabilidad y acceso a esos suministros alimentarios y agrega la noción de la utilización biológica de los alimentos, lo que le da un carácter más integral que incluye la necesidad de una nutrición óptima para que haya un adecuado estado de salud.

Componentes de la seguridad alimentaria y nutricional

Disponibilidad alimentaria: dimensión de la SAN que tiene que ver con la provisión suficiente, diversificada y oportuna de alimentos sanos, nutritivos y accesibles a la población, suministrados a través de la producción del país o de importaciones, incluida la ayuda alimentaria.

Acceso: dimensión de la SAN que se refiere al acceso de las personas a los recursos adecuados (recursos a los que se tiene derecho) la tierra, semillas y agua, conocimientos agrícolas, además de ingresos suficientes para poder adquirir los alimentos con regularidad, calidad y dignidad

Estabilidad en los suministros: dimensión de la SAN que determina la posibilidad de que cada persona pueda acceder a una nutrición diaria balanceada según los estándares de la OMS y las costumbres y cultura de cada país. Supone garantizar el suministro de alimentos continuo en el tiempo.

El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (2012) y la FAO )2007) plantean que la utilización biológica de los alimentos es una dimensión de la SAN referida a que las existencias alimentarias en los hogares respondan a las necesidades nutricionales, a la diversidad, la cultura y las preferencias alimentarias; depende de los entornos y estilos de vida, patrones de consumo, educación alimentaria y nutricional, nivel educativo, información comercial, publicidad, tamaño y composición de la familia, la situación nutricional de la población, la disponibilidad, calidad y acceso a los servicios de salud, agua potable, saneamiento básico de las viviendas y los centros urbanos.

En la decisión de usar determinados alimentos el peso de la capacidad económica es determinante; además, la información que el consumidor tenga sobre los productos afectará también su decisión final (Menchú y Santizo, 2002)

Institucionalidad:

Rebosio y Castro (2013, p.10) se refieren a que:

Se basa en la implementación de políticas en seguridad alimentaria y nutricional coordinada y articulada, de manera multisectorial e intergubernamental, que garanticen la adopción de una visión integral de los programas y proyectos. Esto implica contar con mecanismos apropiados para una eficaz gestión por resultados con enfoque territorial, que considere la adecuada focalización y priorización de los territorios con mayores necesidades, el monitoreo y la evaluación de los impactos, en concordancia con los principios constitucionales de descentralización y participación ciudadana.

Gestión pública:

Cauca (2009, pp.6-7) menciona que: "La gestión en seguridad alimentaria se puede entender como el ejercicio de coordinar todos los recursos disponibles para conseguir los objetivos propuestos; implica amplias y fuertes interacciones fundamentalmente entre los actores, las estructuras, el proceso y los productos que se deseen obtener".

La gestión de la seguridad alimentaria en Cuba

Desde el triunfo de la Revolución cubana, ha sido una preocupación permanente del gobierno y el Partido garantizar a todos los sectores de nuestra población una alimentación adecuada que se traduzca en niveles nutricionales adecuados para la salud de nuestros ciudadanos. En este sentido se han hecho progresos significativos para promover la seguridad alimentaria y asegurar el acceso a los alimentos, especialmente a los grupos más vulnerables, ya que los esfuerzos del gobierno cubano están dirigidos a aumentar la productividad del sector agrícola con un enfoque hacia el aumento de la capacidad de producción sostenible y la rápida respuesta, lo que ha contribuido a mantener en cero el hambre en el país.

Uno de los temas centrales de la actual política económica y social contenida en los Lineamientos aprobados en abril de 2011 es la seguridad alimentaria. La necesidad de una reorientación de la actividad económica del país condujo a la revisión de la política agraria. En ese sentido, "de las 313 directrices contenidas en los Lineamientos de la Política Económica y Social, un total de 37 se dedicaron a la política agroindustrial" (PCC, 2011). Estos combinan soluciones a corto plazo y soluciones de desarrollo sostenible, y se evidencia el municipio como espacio fundamental del desarrollo.

Se percibe, por lo tanto, el camino hacia un modelo de desarrollo que fomenta la autogestión local, persiguiendo maximizar el uso de recursos locales de todo tipo (humanos, materiales, naturales), la descentralización de decisiones y funciones en temas vinculados con la escala municipal y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población mediante mayores y variadas producciones locales y eficientes sistemas de servicios.

En nuestro país existen las condiciones idóneas para trabajar en función de mejorar la comunidad, con la participación de los miembros de ésta y con la ayuda de los consejos populares, lo cual debe ser aprovechado ya que sólo se tienen experiencias aisladas y muchas se han basado en los conocimientos empíricos.

El consejo popular es la estructura idónea para canalizar con éxito iniciativas de trabajo con la comunidad y aplicar planes de desarrollo en Cuba. Desde el punto de vista nutricional, constituye la unidad funcional más adecuada para resolver los problemas que puedan presentarse a este nivel y mejorar la seguridad alimentaria de los miembros de la comunidad con su participación, ya que en el consejo popular se encuentran representados todos los sectores que intervienen en dicha actividad (disponibilidad, acceso, consumo y utilización biológica), en los cuales se detectan las causas de inseguridad en este tema. Esta estructura inferior al gobierno municipal contribuye en este proceso pero se le dificulta coordinar a los actores locales por la subordinación de diferentes niveles que solo el gobierno municipal puede realizar.

En el caso específico de Cuba y del municipio objeto de estudio, debería insertarse este aspecto dentro de la estrategia de desarrollo económico y social municipal (EDESM) como una línea estratégica (ver figura), donde a partir de los resultados del diagnóstico de la SAN se pueda replantear la misión, visión, delimitar los objetivos estratégicos y proyectar acciones, programas y proyectos para alcanzarlos. Así se fortalecen las capacidades del gobierno municipal para conducir y gestionar dicho proceso y de otros actores locales que posibiliten su participación activa en este.

Caracterización general del municipio Sandino

El municipio Sandino se localiza en el extremo más occidental de la provincia Pinar del Río; limita al Norte con el Golfo de México y el municipio Mantua, al Este con Guane, y al Sur y al Oeste con el Mar Caribe, con una superficie total de 1 710 km2, lo que lo sitúa como el más extenso de la provincia.

La economía del territorio, a pesar del enorme potencial turístico e incipiente desarrollo, hasta el momento es fundamentalmente agrícola. la superficie agraria es mayormente aprovechada en la siembra de tubérculos y raíces, hortalizas y granos, así como en pastos naturales. También se desarrolla una extensa área de bosques en la península de Guanahacabibes, que ocupa más del 60 % de la superficie no agrícola del territorio.

La población actual es de 37 293 habitantes, en la zona urbana vive el 62 % y el 38 % restante en la parte rural. Existen siete consejos populares: Sandino, Martí, Cortés, Pasada de Marín, Las Martinas, Manuel Lazo y Bolívar.

El municipio se caracteriza por su relieve llano. La superficie agrícola representa solo el 20 %, dedicada fundamentalmente a los cultivos varios y al tabaco. La forestal comprende 112 480,1 ha dentro del espacio no agrícola del territorio.

La estructura del municipio clasifica como agraria, cuya base económica está representada por la agricultura, en las ramas: forestal, cultivos varios, tabaco y ganadería y, en menor medida, cítricos y frutales. En la actividad agropecuaria son determinantes las empresas agropecuarias Augusto César Sandino y Forestal Integral Guanahacabibes. Ambas incluyen: 18 unidades empresariales de base (UEB), 5 unidades básicas de producción cooperativa (UBPC) (1 apícola, 1 pecuaria, y tres de cítricos y frutales), 5 cooperativas tabacaleras de producción agropecuaria (CPA) y veinte cooperativas de créditos y servicios (CCS). La estructura agropecuaria fuera del Ministerio de la Agricultura (MINAG) es la UEB MINFAR, la cual abarca 990,20 ha de las cuales 329,90 están dedicadas a cultivos varios y 660,13 a cultivos pecuarios. Sus producciones son destinadas a las intendencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).

La agricultura urbana y suburbana impulsa la producción de alimentos de forma orgánica y de bajos insumos, tanto agrícolas como de origen pecuario a partir de explotar las tierras que bordean las cabeceras del municipio y poblados. En el programa se explotan 920,21 ha; de ellas 4,61 en organopónicos; 0,5 en cultivos semiprotegidos; 5,1 en huertos intensivos y 910 en parcelas.

La metodología expuesta se basa principalmente en fuentes como la Guía para Proyectos Participativos de Nutrición propuesta por la FAO (2012), así como elementos tomados de la aplicada por Escalona (2013), la cual fue adaptada al contexto y al objeto de estudio.

Exposición metodológica por etapas:

1. Formación del equipo o grupo de gestión de la SAN y la capacitación del personal.

2. Análisis de la situación alimentaria y nutricional por cada uno de los componentes de la SAN.

3. Identificación de los problemas existentes por cada uno de los componentes de la SAN.

4. Seguimiento y control

Es importante la responsabilidad y/o participación que tienen en el desarrollo de las etapas metodológicas los funcionarios gubernamentales y demás actores locales, ya que son los encargados de velar por el cumplimiento de todas las etapas de la metodología propuesta.

La metodología para gestionar la SAN desde los gobiernos locales cuenta con las siguientes etapas:

Etapa 1. formación del equipo o grupo de gestión de la SAN y la capacitación del personal.

Para su cumplimiento se desarrolla un primer paso: la conformación de un equipo multidisciplinario integrado por los funcionarios gubernamentales y responsables de organizaciones, instituciones y actores locales, en correspondencia con su implicación en la investigación; estas fueron: el Órgano Local de la Asamblea Municipal del Poder Popular, la Delegación Municipal de la Agricultura, la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF), la Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA), la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), la Unidad Municipal de Higiene y Epidemiología, la Oficina Municipal de Estadística, la Dirección Municipal de Salud Pública, de Economía y Planificación, de la Industria Alimentaria, Acopio Municipal, Comercio Minorista, Planificación Física, Educación, Cultura, BANDEC, el Centro Universitario Municipal (CUM), productores del sector agropecuario, así como los Comité de Defensa de la Revolución (CDR) con el presidente del consejo popular como representante de los intereses de la población del municipio. Cada uno de los miembros debe ser elegido por su capacidad de análisis, creatividad y conocimiento de la actividad que realiza, compromiso con las tareas, sensibilidad y flexibilidad de pensamiento.

En un segundo paso se propone capacitar y sensibilizar este equipo para que se sientan comprometidos y responsables de garantizar el desarrollo del proceso de gestión de la SAN.

Para ello se impartirán talleres y cursos cortos con carácter participativo, para propiciar el debate abierto y el intercambio de criterios.

Etapa 2. Análisis de la situación alimentaria y nutricional por cada uno de los componentes de la SAN

Primeramente, se hace un análisis para conocer los elementos que pueden influir sobre la gestión de la SAN en el municipio. En este se consideró fundamental la experiencia de la realidad local, de decisores implicados en el estudio y la utilización de métodos participativos.

Para analizar dicho proceso de gestión se requiere de un diagnóstico estratégico en tiempo real -lo más fidedigno y probable posible- del análisis externo e interno del municipio. Para el análisis estratégico se utilizan distintas herramientas de probada efectividad, una de ellas es la matriz de balance de fuerzas, conocida por sus siglas FODA o DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas, oportunidades), cuyo uso permite enriquecer dicho diagnóstico, pero por sí sola no aporta ningún beneficio si no se incorpora un proceder lógico para su construcción y análisis, por el alto grado de incertidumbre que aporta el entorno hoy en día y el elevado contenido de subjetividad que encierra. Con su resultado se puede planear estrategias, tácticas y acciones para alcanzar la efectividad deseada.

De acuerdo con esta técnica, una vez que contamos con una buena definición de nuestras fuerzas, debilidades, oportunidades y amenazas, se construye un eje de coordenadas en el que se muestran cuatro cuadrantes. El desarrollo práctico de la matriz se completa analizando de forma aislada cada uno de estos cuadrantes. Para esto algunos autores recomiendan la formulación de preguntas que permitan un mejor análisis e interpretación. Las interrogantes no difieren mucho de un autor a otro, por lo que puede considerarse válida su utilización.

Se puede representar por medio de cuatro cuadrantes los cuales pueden ubicarse en un eje de coordenada donde se representan aspectos positivos y negativos para la organización, los cuales se deben seguir bien de cerca.

Se determina las potencialidades y limitaciones de la SAN a través de talleres participativos donde se aplica la matriz DAFO (Tabla 1) con la intervención de los principales actores locales implicados en su gestión.

Se revisa la información estadística proporcionada por los sectores: Delegación Municipal de la Agricultura, la Unidad Municipal de Higiene y Epidemiología, la Oficina Municipal de Estadística, la Dirección Municipal de Economía y Planificación, Planificación Física y el Instituto de Suelo, sobre los componentes de la seguridad alimentaria: disponibilidad, acceso, uso, estabilidad e institucionalidad.

La revisión de las fuentes secundarias es complementada con diagnósticos participativos donde se involucra y compromete a la ciudadanía. En estos talleres participativos se presentaron exposiciones de los sectores para sensibilizar a los líderes y a la población. El objetivo del diagnóstico participativo fue rescatar las experiencias de los actores locales.

Todo esto permitirá recolectar datos para detectar los puntos vulnerables por cada uno de los componentes que integran este proceso.

Etapa 3. Identificación de los problemas existentes por cada uno de los componentes de la SAN

Se listan los diversos problemas por cada uno de los componentes de la SAN que limitan el aseguramiento de la alimentación necesaria y con calidad a la población, como resultado del análisis efectuado, así como la utilización de las fortalezas y las oportunidades detectadas en la matriz DAFO en la etapa anterior; esto permitirá disponer de una información precisa y veraz a escala comunitaria para aplicar medidas para transformar la realidad del territorio.

Etapa 4. Seguimiento y control

Finalmente se propone un sistema de control, como vía de retroalimentación continua que facilitará al gobierno local la evaluación del proceso a través de criterios de medidas, para verificar si los resultados obtenidos cumplen con las exigencias definidas y, de ser necesario, hacer las correcciones; lo que constituye una solución práctica a la debilidad identificada por la inexistencia de la estrategia de desarrollo actual de un sistema de control.

Como paso final, se sugiere la actualización periódica de la metodología en el municipio, lo cual permitirá determinar los avances o retrocesos en la gestión del proceso de la SAN y valorar la efectividad de esta; la información que le sirve de base puede suministrarse constantemente por varias instituciones, que de modo rutinario la recogen para la aplicación sistemática de la metodología.

 

CONCLUSIONES

La propuesta metodológica le proporciona al gobierno local una base de información y conocimientos que permite definir estrategias futuras en el municipio.

 

REFERENCIAS

CAUCA, C. I. (2009). Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional en el Departamento del CAUCA. Cauca, Colombia: s.n.

ESCALONA, Y. (2013). Estrategia para la gestión de la seguridad alimentaria en el municipio de Majibacoa, Provincia Las Tunas. Mayabeque, Cuba. Disertación doctoral no publicada, Centro de Estudios de Desarrollo Agrario y Rural. Facultad de Agronomía, Universidad de Mayabeque, Cuba.

FAO (2012). Guía para proyectos participativos de la SAN. Depósito de documentos de la FAO. Recuperado el 9 de julio de 2016, de http://www.fao.org/es/esa/

FAO. (1974). El estado mundial de la agricultura y la alimentación (en línea). Recuperado el 3 de junio de 2016, de http://www.fao.org

FAO. (2007). Problemática de la seguridad alimentaria y nutricional de la región Puno (partes 1 y 2). Biblioteca Virtual de Desarrollo Sostenible y Salud Ambiental. Recuperado el 11 de marzo de 2016, de http://www.bvsde.paho.org/metaiah/search.php

INCAP. (2002). Convención Internacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional. La Seguridad Alimentaria y Nutricional en municipios postergados de Centroamérica. S.L.: Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá .

MENCHÚ, T. y SANTIZO, C. (2002). Propuesta de indicadores para la vigilancia de la Seguridad Alimentaria y Nutricional. Guatemala: Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP).

MINISTERIO de DESARROLLO e INCLUSIÓN SOCIAL. (2012). Mapa de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria. San Isidro-Lima, Perú. Recuperado el 10 de marzo de 2016, de www.euro.who.int

PARTIDO COMUNISTA de CUBA. (2011). Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución. Ciudad de La Habana, Cuba: Consejo de Estado.

REBOSIO, A. y CASTRO, F. (2013). Estrategia Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional. Comisión Multisectorial de Seguridad Alimentaria y Nutricional. Perú (en línea). Recuperado el 10 de noviembre de 2016, de https://extranet.who.int/nutrition/gina/sites/default/files/PER%202013%20-%20ENSAN_Estrategia-Nacional-Seguridad-Alime.pdf

 

 

Recibido: 26/05/16
Aprobado: 08/12/16

 

 

Marisleidys García Rodríguez. Universidad de Artemisa, Artemisa, Cuba. mari@uart.edu.cu

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