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Referencia Pedagógica

On-line version ISSN 2308-3042

RP vol.11 no.2 La Habana May.-Aug. 2023  Epub Oct 20, 2023

 

Artículo original

La educación intercultural en instituciones de educación superior de El Salvador

Intercultural education in higher education institutions from El Salvador

0000-0003-0633-3538Nelson A. Quintanilla Juárez1  *  , 0000-0002-3962-7981Maritza Ruiz de Campos2 

1 Universidad Don Bosco (UDB), San Salvador, El Salvador

2 Universidad de Oriente (UNIVO), San Miguel, El Salvador

Resumen

La multiculturalidad se ha relacionado con la diversidad en la que se encuentran identificadas las minorías étnicas y culturales o los migrantes. Sin embargo, la idea de la diversidad cultural es más amplia que eso. La diversidad está relacionada con varios campos, entre los que destacan: culturas nacionales, estado socioeconómico, aspectos generacionales, confesiones religiosas, ideologías políticas, género, capacidades especiales, niveles académicos, orientaciones sexuales, entre otros. La educación intercultural promueve relaciones basadas en el respeto y el reconocimiento a las diferencias. Pretende ajustar derechos y libertades individuales en convivencia social y promueve una interacción equitativa entre las diversas culturas, teniendo la posibilidad de formar expresiones culturales compartidas, las cuales pueden ser creadas dentro de una relación de respeto mutuo. A estas alturas del siglo XXI es necesario analizar la importancia que tiene la educación intercultural en las instituciones de educación superior (IES), sobre todo pensando en la responsabilidad de formar egresados con competencias que les ayuden, tanto en la inserción al mundo laboral, como en desarrollar en ellos una formación para la vida. En otras palabras, la responsabilidad de las IES es formar profesionales más integrales, más tolerantes y abiertos a trabajar y convivir con personas de diferentes culturas. El objetivo del artículo es sistematizar los conceptos relevantes sobre la interculturalidad y educación intercultural, en el contexto de las Instituciones de Educación Superior (IES) salvadoreñas en los últimos 10 años.

Palabras-clave: Multiculturalidad; interculturalidad; educación intercultural; diversidad cultural

Abstract

Multiculturalism has been related to the diversity in which ethnic and cultural minorities or migrants are identified. However, the idea of cultural diversity is broader than that. Diversity is related to several fields, among which are: national cultures, socioeconomic status, generational aspects, religious denominations, political ideologies, gender, special abilities, academic levels, sexual orientations, among others. Intercultural education promotes relationships based on respect and recognition of differences. It intends to adjust individual rights and liberties in social coexistence and promotes an equitable interaction between different cultures, allowing the emergence of shared cultural expressions, which can be created within a relationship of mutual respect. At this point in the 21st century, it is necessary to analyze the importance of intercultural education in higher education institutions, especially thinking about the responsibility of training graduates with skills that help them, both in the insertion into the labor world and for life. In other words, the responsibility of HEIs is to train more comprehensive and tolerant professionals open to working and living with people from different cultures. The objective of the article is to systematize the relevant concepts related to interculturality and intercultural education, in the context of Salvadoran Higher Education Institutions in the last 10 years.

Key words: Multiculturality; interculturality; intercultural education; cultural diversity.

Introducción

La Interculturalidad

La diversidad cultural ha sido un tema que ha estado en las agendas de diversas organizaciones desde hace años. Por ejemplo, la Declaración Universal de Derechos Humanos proclamada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 10 de diciembre de 1948, define en el artículo 26, que uno de sus objetivos es: “promover el pleno desarrollo de la personalidad humana y favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos” [1].

En el año 2001, la XXXI sesión de la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) adoptó la Declaración Universal de la UNESCO Sobre la Diversidad Cultural. El artículo 2 expresa: “En nuestras sociedades cada vez más diversificadas, resulta indispensable garantizar una interacción armoniosa y una voluntad de convivir de personas y grupos con identidades culturales a un tiempo plurales, variadas y dinámicas” [2].

En el año 2005 la UNESCO desarrolla la Convención Sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales. En la página 3, esta declaración, establece que: “La diversidad de expresiones culturales, comprendidas las expresiones culturales tradicionales, es un factor importante que permite a los pueblos y las personas expresar y compartir con otros sus ideas y valores” [3]. Adicionalmente en 2015 la UNESCO realizó la publicación del documento Educación Para la Ciudadanía Mundial: Temas y Objetivos de Aprendizaje. El cual pretende ser una guía para la formación de ciudadanos globales [4].

Además de estos antecedentes, podemos ver que al nivel latinoamericano, el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), ha desarrollado varios estudios acerca de la interculturalidad. En 2008 publicó un compendio coordinado por Daniel Mato llamado: Diversidad Cultural e Interculturalidad en Educación Superior. Experiencias en América Latina. En este documento se presentan algunas de las experiencias surgidas en Latinoamérica sobre la importancia que la valoración y promoción de la diversidad cultural y la interculturalidad tienen [5]. En 2018 se publicó la colección Conferencia Regional de Educación Superior CRES 2018: Educación Superior, Diversidad Cultural e Interculturalidad en América Latina. En el documento se presenta un análisis en el campo de educación superior relacionado con los pueblos indígenas y las personas afrodescendientes en América Latina [6].

A pesar de todos estos esfuerzos realizados a nivel internacional y regional, los cuales tratan de evidenciar que la interculturalidad puede contribuir al logro de una educación accesible, ya que promueve el respeto y la tolerancia entre personas diversas, no se tiene en El Salvador políticas nacionales que promuevan los principios de la interculturalidad y fomenten la educación intercultural en todos los niveles del sistema educativo salvadoreño, incluido el sistema de educación superior. Es por eso que en este artículo se pretende sistematizar los conceptos relevantes sobre la interculturalidad y educación intercultural, en el contexto de las Instituciones de Educación Superior (IES) salvadoreñas en los últimos 10 años.

Desafortunadamente al nivel de país, existe una diversidad cultural que requiere que, el sistema educativo asuma el compromiso de desarrollar competencias para convivir en medio de “los otros” y a construir escenarios de futuro a partir de una diversidad cultural innegable. Para lograr esto, se deben proponer planteamientos académicos claros para ser desarrollados en ambientes de trabajo educativo interculturales. [7]

Desarrollo

Educación intercultural

La educación intercultural es un factor de calidad educativa que implica la introducción de valores tales como, la convivencia, la validación del otro y una interacción que se da en la base del mutuo reconocimiento [8]. Por ello las IES, además de ser el lugar en el que los estudiantes aprenden el conjunto de conocimientos que logrará que en el futuro pueda iniciar el ejercicio de una profesión con eficiencia y responsabilidad, también debe ser el lugar en el cual se aprende un conjunto de saberes éticos e interculturales [9]. En esta realidad actual de diversidad cultural, es donde la educación intercultural debe fomentar el diálogo, presentar las diferentes culturas y poner en relieve la diversidad y los valores universales [10]. Esta diversidad se ve reflejada en las aulas y es una variable importante que tiene influencia en la convivencia, pero también tiene impacto en el rendimiento académico de los estudiantes, principalmente de los que pertenecen a grupos minoritarios.

En el contexto latinoamericano, la educación intercultural surgió como una necesidad de incluir a los pueblos indígenas en el sistema educativo, con el propósito de empoderar su lengua y su cultura. En ese momento se propuso una estrategia de educación intercultural bilingüe para los pueblos indígenas, pero posteriormente, a finales de los años mil novecientos ochenta, se convirtió en política pública, debido a una serie de medidas dictadas por organizaciones internacionales [11]. Por otro lado, en el contexto europeo, principalmente en el español, la educación intercultural surge como una respuesta a la diversidad que apareció en las aulas de clases, especialmente por la presencia de las minorías de inmigrantes y gitanos [11]. En ambos casos, la educación intercultural ha surgido como la respuesta educativa ante una demanda de aquellos a quienes se les consideraba diferentes.

La educación intercultural, o el enfoque intercultural en la educación, tiene el propósito de garantizar, o al menos ofrecer, a grupos minoritarios, etnias indígenas, afrodescendientes o inmigrantes, una modalidad educativa que procura su inclusión en los sistemas educativos, proveyendo que las instituciones creen las condiciones normativas y materiales que establezcan garantías efectivas de todos los derechos asociados que tienen estos grupos sociales. En Latinoamérica, se han dado diversos estudios que buscan “contribuir a un conocimiento panorámico de la situación de la educación que los pueblos indígenas y poblaciones afrodescendientes demandan para sí, y reflexionar sobre el estado o alcance de las políticas educativas con enfoque intercultural” [12].

Por lo tanto, es importante que la educación considere las diferencias culturales como parte integral de la sociedad, que esté fundamentada en políticas educativas que reconozca todos los derechos y las necesidades de los estudiantes sin ninguna distinción. Es decir, lo que se busca es una educación que logre garantizar que la meta de todas las instituciones educativas sea promover la integridad de sus estudiantes y su máximo desarrollo educativo en un clima de comprensión, solidaridad y democracia [13]. Esta visión de la educación intercultural debe considerar que, a partir de una relación intercultural abierta, se logra producir relaciones con enriquecimiento bilateral, tanto individual como social y cultural. Por ello se hace necesario aplicar estrategias educativas que garanticen una actitud inclusiva independientemente de la cultura, las creencias o la etnia a la que cada individuo pertenece o sienta pertenecer.

En tiempos de globalización la diversidad cultural se encuentra presente en muchos niveles de la vida, incluida la actividad académica. Actualmente se cuenta con sociedades híbridas, desde el punto de vista cultural, teniendo impacto en los modelos educativos de cada país. Esto evidencia que la diversidad humana es normal y en lugar de verla como algo negativo debe verse como algo positivo que enriquece mutuamente a los miembros de una sociedad. Todo esto hace reconocer la necesidad y la urgencia que tiene, para las sociedades, la educación intercultural.

Competencias interculturales

Uno de los requisitos básicos dentro de la globalización y diversidad cultural que actualmente existe en el mundo, son las competencias interculturales, entendidas estas como las habilidades cognitivas, afectivas y comportamentales que favorecer una comunicación eficaz, estableciendo relaciones apropiadas y efectivas en determinados y diferentes contextos sociales y culturales [14]. ya que las interacciones interculturales son una característica constante de la vida moderna y los retos para el futuro.

Existe una creciente conciencia entre los formuladores de políticas públicas, y en general en la sociedad civil, que las competencias interculturales pueden ser una herramienta eficaz para ayudar a los ciudadanos a tener mejores efectos en los diversos encuentros y experiencias culturales. La creciente diversidad cultural, requiere de estas capacidades específicas para que las personas y las sociedades desarrollen sus compromisos personales y logren alcanzar la armonía social. Estar consciente de las diferencias culturales, de sus tensiones y limitaciones, puede enriquecer el aprendizaje de concepciones, visiones y alternativas culturalmente diferentes [7].

Las estrategias y modalidades de formación de competencias interculturales no pueden ser estáticas, se deben adaptar a las exigencias de una período en el cual se dan de manera permanente transformaciones sociales, que requieren nuevas articulaciones entre la diversidad cultural y los valores universales [7]. Todo esto demanda lo que se conoce como diálogo cultural. Este diálogo describe las relaciones interculturales que son planificadas para el desarrollo de las competencias interculturales. Esteban Krotz sostiene que: “las relaciones entre las culturas y sus portadores no son de carácter meramente discursivo - racional, más bien son multidimensionales” [15]. Esto significa que las relaciones interculturales pueden ser habituales, es decir, que son cotidianas y espontáneas. Por lo cual, se puede afirmar que, en la educación intercultural, son tan importantes las relaciones de carácter discursivo racional como las afectivas y perceptivas [15].

De acuerdo con Darla Deardorff: “existen dos enfoques principales para desarrollar competencias interculturales: el aprendizaje formal y el aprendizaje informal/no formal” [10]. Entendiendo que, el aprendizaje intercultural formal es el que se desarrolla por medio de planes de estudios sin importar cuál sea el nivel del sistema educativo. Por otro lado, las oportunidades de aprendizaje informal, o no formal, son aquellos aprendizajes que se obtienen por medio de intercambios académicos o no académicos, de las artes, las organizaciones culturales, espacios públicos como museos y bibliotecas, nuevos medios de comunicación, etc. También se debe mencionar que el aprendizaje no formal o informal, se da a través de las situaciones y de las experiencias del día a día, cuando se da una relación con quienes se difiere en edad, género, religión, etnia, estatus socioeconómico, creencias políticas o capacidades físicas, por mencionar algunas diferencias [10].

Para estos enfoques descritos, la UNESCO ha planteado que hay tres principales ámbitos para el aprendizaje de competencias interculturales, estos ámbitos son: el cognitivo, el socioemocional y el conductual [4]. En el ámbito cognitivo, los educandos aprenden a conocer y comprender los problemas tanto a nivel local, nacional, pero también a nivel global. En el ámbito socioemocional los estudiantes desarrollan un sentido de pertenencia a una sociedad global lo cual les permite compartir valores, pero también responsabilidades, además aprenden a ser empáticos y solidarios respecto a la diversidad. En el ámbito conductual es en el cual los estudiantes ya actúan de manera responsable y desarrollan motivación y voluntad para actuar y tener una conducta que le permita un desempeño que esté comprometido con la sociedad [4].

Por todo lo anterior se puede decir que las competencias interculturales son necesarias en un mundo globalizado. Las diferencias culturales están presentes, definen a las personas y al mismo tiempo condicionan las relaciones sociales y personales que se dan entre ellas. Por lo tanto, el desarrollo de competencias interculturales aporta para que las relaciones e interacciones entre individuos de diversos orígenes y culturas, o dentro de grupos heterogéneos, aprendan a vivir juntos y en armonía. Así, las competencias interculturales complementan los derechos humanos como un catalizador para la búsqueda de una cultura de coexistencia pacífica y armoniosa entre las sociedades, sin importar lo culturalmente diversas que sean [7].

La educación intercultural en El Salvador

En la región centroamericana hay pocas investigaciones que analicen y presenten estudios sobre la interculturalidad en los países de la región. En El Salvador no se tiene conciencia de la naturaleza multicultural existente y se ha enseñado que la sociedad es homogénea. Posiblemente esta falta de conciencia se deba a que se ha procurado ignorar ciertos sectores de la sociedad, por ejemplo, se ha desconocido, casi por completo, a las personas afrodescendientes. Tampoco los pueblos originarios no son tomadas en cuenta al momento de diseñar políticas públicas. Estas comunidades, a lo largo de la historia, han sufrido exclusión y hasta persecución para intentar su invisibilización, una acción recurrente en algunos países latinoamericanos.

A pesar de que hay diferencias culturales que son evidentes entre las regiones geopolíticas de El Salvador, el sistema educativo no define acciones específicas para atender la multiculturalidad en sus procesos formativos. Jorge Lemus en su artículo: Lo mejor de dos Culturas: Hacia una Educación Intercultural en El Salvador, establece que: “Los enfoques educativos interculturales, multiculturales y bilingües no han sido tradicionalmente parte de los currículos educativos nacionales que se enfocan mayormente en la negación de la diversidad y la creación de Estados nacionales regidos por un grupo cultural y lingüístico dominante, que se ha convertido en la norma.” [16]. El sistema educativo salvadoreño se ha caracterizado por buscar inculcar en las mayorías el pensamiento económico y social de las clases dominantes [16].

En El Salvador, al igual que en la mayoría de los países latinoamericanos, se ha buscado, desde la conquista, la creación de estados nacionales que van desarrollando lo que se conoce como fusión de culturas, es decir procesos en los cuales ha existido la instauración y el predominio de una cultura y de una lengua, mediante lo cual se ha dado paso a la creación de sistemas de una cultura dominante procurando invisibilizar las minoritarias [16]. En El Salvador, en los últimos años, han surgido programas de apoyo a pueblos indígenas y a la recuperación de la lengua de los pueblos originarios, pero todavía hay una gran brecha que cerrar en temas de educación intercultural Por tal razón la educación intercultural ayudaría a que se tenga un sistema educativo más multicultural e inclusivo, de calidad y pertinente.

Conclusiones

La educación superior, como sistema, requiere que los estudiantes no sólo aprendan los temas relacionados con su profesión. La globalización demanda que los profesionales tengan competencias que les permitan un mejor desenvolvimiento profesional al momento de tener algunas relaciones de tipo intercultural.

La educación intercultural es un catalizador que establece un vínculo pertinente y sustantivo con la diversidad cultural. Es una valiosa herramienta para desarrollar las competencias interculturales necesarias en los estudiantes y para formar en ellos la capacidad de establecer lazos de cooperación con personas culturalmente diversas.

Las competencias interculturales facilitan una integración laboral y social que permite una buena relación con otros grupos culturales. Por lo que se ha convertido en un elemento clave para el éxito profesional en ambientes globalizados como en el que prevalece hoy en día. La competencia intercultural sirve también, para el ejercicio del buen vivir entre las personas que se encuentren en contextos que no sean culturalmente los propios.

En este sentido, se concibe que la educación intercultural incorpore no sólo elementos visibles como la lengua, la geografía o la etnicidad, sino que incluye otros elementos epistémicos y ontológicos que influyen en el comportamiento de la persona, definen su identidad y moldean sus conductas y sus valoraciones en la interacción con otras personas.

Dado el poco tratamiento que se le da a la interculturalidad en las IES salvadoreñas, puede ser necesario realizar una investigación amplia, que llene el vacío existente sobre esta temática y que permita determinar, de manera más detallada, el estado de la educación intercultural en las IES salvadoreñas.

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Recibido: 22 de Diciembre de 2022; Aprobado: 12 de Abril de 2023

* Autor para correspondencia: nquintanilla@udb.edu.sv

Los autores han colaborado en partes iguales, en todas las etapas del artículo.

Todos los autores del artículo declaramos que estamos de total acuerdo con lo escrito en este informe y aprobamos la versión final. Declaramos que no existen conflictos de intereses con otros investigadores u otras organizaciones académicas o científicas.

Nelson A. Quintanilla Juárez. Director de Desarrollo Profesional. Magister en Gestión del conocimiento. Candidato a Doctor en Educación. Universidad Don Bosco (UDB), San Salvador, El Salvador.

Maritza Ruiz de Campos. Directora de Planificación y Desarrollo Institucional. Doctora en Investigación y Desarrollo Local. Universidad de Oriente (UNIVO), San Miguel, El Salvador.

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