Introducción
La familia Orchidaceae es una de las más ricas y diversas del reino Plantae, con un número aproximado de 25 000 especies en todo el mundo, Testé y otros., (2017) y distribuidas en todos los continentes, con excepción de la Antártida, Salazar, (2005). Se consideran un grupo de plantas de interés, principalmente de uso ornamental y hortícola, Tamay, (2013).
En Cuba, la familia Orchidaceae es una de la mejor representada, con un aproximado de 312 especies y un 31 % de endemismo, Mújica y González, (2015). En la región occidental, habita más de un tercio de la cifra total de orquídeas cubanas, López, (1996). Ferro, (1995) informa 29 especies en la península de Guanahacabibes y Pérez y otros., (2010), un total de 41 especies para la Reserva de la Biosfera en la Sierra del Rosario.
Entre los géneros más cultivados para flor de corte o como plantas ornamentales, se destacan Aerides, Broughtonia, Cattleya, Dendrobium, Encyclia, Epidendrum, Laelia, Vanilla, Vanda, entre otros, Martínez, (2009).
El Jardín Botánico «Orquideario Soroa» está situado en la zona de transición oeste de la Reserva de Biosfera Sierra del Rosario, perteneciente a la provincia Artemisa. Atesora una valiosa colección de más de mil especies de plantas, entre exóticas y nativas, procedentes de diferentes regiones del mundo, de las cuales 487 pertenecen a la familia Orchidaceae,Cabrera y otros., (2016); Bocourt y otros., (2017).
Las orquídeas son plantas hospedantes, de variado grupo de organismos fitófagos, principalmente insectos, los que llegan a convertirse en un problema fitosanitario en el cultivo de estas plantas. Algunos autores han encontrado la incidencia de una alta diversidad de insectos fitófagos, tanto en bosques como en colecciones de orquídeas, las que son afectadas mediante los daños directos que producen como vectores de enfermedades. Entre los insectos más nocivos, destacan a Chrysomphalus spp. (Hemiptera: Diaspididae), Mestre y otros., (2004) ; Ramos y otros., (2008). Sin embargo, los estudios más recientes en Cuba destacan aspectos relacionados con estructura y composición de la familia Orchideacea,Arteaga y González, (2015); Testé y otros., (2017) o elementos relacionados con estrategias y programas para su conservación, Pérez y otros., (2015); Bocourt y otros., (2017); no se aprecia interés por las afectaciones de insectos fitófagos en estas plantas, ya sea en ambientes de cultivo o en ecosistemas forestales, aspecto que tiene una marcada influencia en la conservación y uso de las orquídeas como forestales no madereros.
En este contexto, la presente investigación tuvo como objetivo evaluar la incidencia de C. aonidum sobre tres géneros de orquídeas: (Cattleya, Encyclia y Tricocentrum) y dos ambientes de cultivo: (exteriores y umbráculos) en el Jardín Botánico «Orquideario Soroa».
Materiales y métodos
Descripción del escenario de investigación
La investigación se desarrolló en el Jardín Botánico «Orquideario Soroa» (JBOS) entre los meses de octubre de 2016 a mayo de 2017. El jardín se encuentra ubicado en los 22º 79" N y 83º 01'' O, a 206,18 msnm, dentro de la región natural del Occidente, específicamente en la subregión de la Sierra del Rosario, perteneciente a la Cordillera de Guaniguanico, zona declarada por la UNESCO, desde 1985, como Reserva de la Biosfera, localidad Soroa, municipio de Candelaria, provincia Artemisa, a 7,0 km. de la Carretera Central.
En la actualidad, la colección de orquídeas está integrada por 356 especies exóticas de diferentes países y 126 especies cubanas, las cuales han sido incrementadas a partir de la recolección en distintas regiones del país.
Evaluación de C. aonidum en géneros de orquídeas y ambientes de cultivo
La evaluación de C. aonidum se realizó sobre tres géneros de orquídeas: (Cattleya, Encyclia y Tricocentrum) y dos ambientes de cultivo: (umbráculos y áreas exteriores). Los géneros fueron seleccionados y se tuvieron en cuenta su representatividad, presencia en ambos ambientes de cultivo y preferencia de sus flores.
Primeramente, se realizó un muestreo al azar en áreas exteriores, tomando 30 hojas de cada género estudiado de orquídea. En un segundo momento, se evaluó el efecto del ambiente de cultivo de las orquídeas sobre la incidencia de C. aonidum. Para ello, se realizó un muestreo estratificado aleatorio de 90 hojas en cada ambiente de cultivo (áreas exteriores y umbráculos). Los estratos en áreas exteriores se establecieron sobre diferentes puntos del JBOS, lo que garantizó representatividad de los géneros de orquídeas. También fueron seleccionados los umbráculos 1 y 2, donde estaban representados los géneros estudiados.
En ambos ejemplares, las muestras fueron adecuadamente identificadas y conservadas para su traslado y procesamiento en el Laboratorio de Entomología de la Universidad de Pinar del Río; se tuvieron en cuenta los criterios de Mestre y otros., (2004) y Ramos y otros., (2008), donde se cuantificó la población de C. aonidum, expresada en escamas/cm² de superficie de hoja. Se consideraron tres puntos de conteo (ápice, medio y base) en cada lado de la hoja (haz y envés). Para la cuantificación de la población, se empleó un microscopio estereoscopio Novel®, pinzas, bisturíes, entre otros instrumentos.
Resultados y discusión
Incidencia de C. aonidum en los tres géneros de orquídeas estudiados
La tabla 1 muestra el análisis de varianza factorial para la incidencia de C. aonidum sobre los tres géneros de orquídeas estudiados, en áreas exteriores del JBOS, donde se apreciaron diferencias significativas entre los géneros y la parte de la hoja evaluada, sin embargo, la interacción de estos factores no fue significativa. (Tabla 1)
Factores | Población(Escamas/cm2) |
---|---|
Género de Orquídea | 14.94** |
Parte de la hoja | 18.17** |
Género*Parte | 1.95ns |
E.E. | 1.068 |
Leyenda: **- diferencias altamente significativas (p≤0.01); ns- no significativo; E.E- Error estándar
Haciendo una comparación entre los géneros estudiados, se pudo constatar mayor población de C. aonidum en Cattleya y Encyclia (Gráfico 1), sin diferencias significativas entre ellos, expresando medias superiores a 14 escamas/cm² de superficie foliar, y diferentes, estadísticamente, de la población obtenida en el género Tricocentrum, donde se alcanzó media inferior a las 9 escamas/cm². Hair y otros., (1999) también destacan una elevada abundancia poblacional de la escama producida por C. ficus, en igual periodo de evaluación.
Estudios realizados en la región occidental de Cuba destacan la presencia Chrysomphalus spp. sobre especies de orquídeas, identificándose a C. aonidum en los géneros Encyclia y Cattleya sobre diferentes órganos de las plantas Mestre y otros., (2004); Ramos y otros., (2008).
Otros autores plantean que C. aonidum es un insecto que se presenta en Cuba sobre muchas plantas hospederas, aunque constituye una de las plagas que más afecta a las orquídeas, fundamentalmente al género Encyclia, encontrando mayor abundancia poblacional en hojas y bulbos, González-Díaz y otros., (2010).
En relación con la incidencia en las partes del limbo de la hoja, se pudo constatar diferencias significativas para la población, obtenidas en el envés, en relación con la del haz (Gráfico 2), aspecto muy relacionado con la proporción de población de hembras y machos de esta especie en las partes evaluadas de la hoja, pues se pudo observar durante el diagnóstico que el nivel poblacional de individuos machos (Figura 1) tuvo una proporción similar en haz y envés, sin embargo, la población de escamas hembras (Figura 1), encontradas en el envés, superó en más de siete veces las del haz, lo cual contribuyó a establecer diferencias significativas entre las poblaciones encontradas en ambos lados de la hoja.
Este resultado obedece al proceso de reproducción de este insecto escama, donde la hembra busca defensa ante factores ambientales y otros elementos asociados, como su biología y ecología, pues el desarrollo de los adultos oscila entre 7 y 16 semanas, en dependencia de la temperatura, y prefieren ambientes húmedos, Martínez y otros., (2007).
Incidencia de C. aonidum en diferentes ambientes de cultivo de las orquídeas
El gráfico 3 muestra la población de C. aonidum en los diferentes ambientes y partes evaluadas de la hoja, donde se constata que, tanto en haz como envés, se alcanzan valores superiores en áreas exteriores (11,8 y 16,2 escamas/cm2) que en los umbráculos (4,6 y 5,3 escamas/cm2). Lo anterior demuestra la importancia de los umbráculos, comparados con áreas exteriores en la reducción de afectaciones por insectos, plagas en las orquídeas, donde se garantiza una reducción de la radicación solar y con ello de la temperatura, así como protección física. Resultado que concuerda con Hernández, en el año 2009, Hernández, (2010) cuando plantea que en el cultivo de las orquídeas inciden varios factores, entre los que destaca luz y temperatura. Al respecto, González-Díaz y otros., (2010) encontraron que la incidencia de C. aonidum tiene una estrecha relación con la temperatura, pues en un rango de 22 a 28 °C se obtuvo coeficiente de determinación (R2) superior a 90 % para regresión cúbica. (Gráfico 3)
A juicio de los autores, otro factor que favorece la mayor población en áreas exteriores respecto a los umbráculos, es el amplio rango de hospedantes que presenta este insecto, entre los que se destacan plantas ornamentales y algunas especies de frutales presentes en las áreas exteriores del JBOS, lo que contribuye al incremento poblacional de C. aonidum.
Los tres géneros de orquídeas estudiados son afectados por C. aonidum, con poblaciones significativamente superiores en Cattleya y Encyclia. También se evidencia que, tanto en el haz como en el envés de las hojas, la población de C. aonidum, en ambientes exteriores, supera más de 2,5 veces la de los umbráculos.