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Alcance

On-line version ISSN 2411-9970

ARCIC vol.10 no.27 La Habana Sept.Dec. 2021  Epub Dec 01, 2021

 

Panel de discusión

Diseñando desde la historia

Designing from history

Flor de Lis López Hernández1  * 
http://orcid.org/0000-0003-0597-1079

Danay Hernández Perdomo1  ** 
http://orcid.org/0000-0002-4694-2007

Marlen Castellanos Uralde2  *** 
http://orcid.org/0000-0002-0363-8523

Yurima Calero Balmaseda1  **** 
http://orcid.org/0000-0002-8850-6385

Carolina Enríquez Valiente1  ***** 
http://orcid.org/0000-0002-3888-3051

Camila Daniel González1  ****** 
http://orcid.org/0000-0002-4784-4759

1 Instituto Superior de Diseño, Universidad de La Habana, Cuba.

2 Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, México.

RESUMEN

El panel tratará acerca del valor proyectual de la historia del diseño. Constituido por docentes experimentadas y noveles profesoras, donde cada cual ofrecerá su visión y experiencias acerca de la viabilidad de esta disciplina como herramienta para conceptualizar en el ejercicio creativo de diseñar.

Palabras clave: historia del diseño; valor proyectual; conceptualizar; diseñar

ABSTRACT

The panel will deal with the project value of the history of design. Made up of experienced teachers and new teachers, where each one will offers their vision and experiences about the viability of this discipline as a tool to conceptualize in the creative exercise of designing.

Palabras clave: design history; project value; conceptualize; design

Moderadora: Flor de Lis López Hernández. Instituto Superior de Diseño. Cuba

Participantes: Danay Hernández Perdomo. Instituto Superior de Diseño. Cuba (DHP)

Marlen Castellanos Uralde. Instituto Superior de Diseño. Cuba/ Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. México (MCU)

Yurima Calero Balmaseda. Instituto Superior de Diseño. Cuba (YCB)

Carolina Enríquez Valiente. Instituto Superior de Diseño. Cuba (CEV)

Camila Daniel González. Instituto Superior de Diseño. Cuba (CDG)

Descripción del panel

Panel celebrado vía online el 9 de noviembre de 2021, a través de la plataforma EVEA de la Universidad de La Habana, en el marco la asignatura Historia del Diseño para tercer año de las carreras de Diseño Industrial y Diseño de Comunicación Visual, con una duración de 1 hora y 10 minutos. Los comentarios y reflexiones de las participantes fueron enviados por escrito a la dirección de Alcance.

Introducción

M: “La historia, debe servir para dar profundidad, erudición y sentido crítico a cualquier práctica profesional, ya sea la arquitectura, la ingeniería, el derecho o la medicina, la Historia del Diseño no debería perder de vista su objetivo de contribuir al desarrollo de la profesión” (Campi Valls, 2013)[1].

El conocimiento de su historia es importante para todo ser humano en cualquier época y sociedad, la interrogante de dónde venimos y adónde vamos es asunto filosófico bien complejo, cuya respuesta han buscado muchos. Todas las actividades que el hombre desarrolla tienen un antecedente más lejano o más cercano en el tiempo, las profesiones tienen su historia y la que nos ocupa: la de diseñar, aunque no tan larga, también tiene la suya. La historia del diseño comenzó a ser impartida en las escuelas o institutos de diseño en la pasada centuria, muy cercana a la historia del arte y a la de la arquitectura. En nuestro país como disciplina independiente se enseña en la década del ochenta del siglo XX, primero en el Instituto Politécnico para el Diseño Industrial (IPDI) y después en el Instituto Superior de Diseño Industrial (ISDI), ambas instituciones adscritas a la Oficina Nacional de Diseño en Cuba (ONDI).

Desde su concepción misma en los programas de estudio del mencionado ISDI, y en los primeros acercamientos teóricos a esta disciplina, se reconoció que “El valor pedagógico de la historia del diseño no se reduce solo al aprendizaje de un repertorio de fechas, obras, diseñadores que le permitan al alumno estar informado sobre la profesión en la que le tocará actuar. La historia del diseño tiene un valor teórico, cultural y proyectual que es considerablemente más importante que el anterior aprendizaje” (Fernández Uriarte, 1998) [2].

Enseñar la historia desde esta perspectiva ha sido un eje rector en el Instituto Superior de Diseño (ISDi, renombrado de esta manera en 2012), identificar tendencias, representantes y obras, caracterizar sus cualidades, relacionarlas con sus contextos de origen, compararlas con otras, valorar sus aportes o limitaciones, reflexionar y emitir juicios críticos, están entre los objetivos que los estudiantes deben vencer comprendiendo que “todo gesto práctico implica una determinada posición teórica conceptual sea esta consciente o no” (Fernández Uriarte, 1998) [2].

De manera que cuando se ha logrado un vínculo orgánico y sistemático entre las asignaturas de Historia y las de Taller de Diseño, o simplemente se han realizado ejercicios proyectuales dentro de la propia materia teórica, aumenta la motivación de estudiantes y docentes, demostrando la efectividad de las herramientas históricas y culturales para el ejercicio de la conceptualización y la creatividad de los estudiantes.

Precisamente acerca del valor proyectual de la historia del diseño es que encaminamos este panel constituido por docentes experimentadas y noveles profesoras. Cada cual ofrecerá su visión y experiencias sobre el asunto tratado.

Desarrollo

M: La primera pregunta se dirigirá a la Master Danay Hernández Perdomo, de profesión diseñadora y que por más de 10 años fungió como profesora principal de Historia del Diseño en la carrera de Diseño Industrial. Nos gustaría que comentara acerca de lo que considera como inteligencia práctica de la historia y de ser posible ejemplificara desde su posición de docente ¿cómo lo ha podido materializar?

DHP: La aceptación de que en la Historia del Diseño hay una inteligencia práctica que contribuye activamente al desarrollo creativo del profesional, es hoy un nuevo enfoque y motivo de investigaciones por parte de reconocidos diseñadores e historiadores. A través del conocimiento histórico se puede mostrar lo socialmente significativo de la realidad e involucrar al diseñador en el desempeño de su actividad con una postura consciente, protagónica y comprometida.

La Historia del Diseño en este nuevo siglo se debe definir como una disciplina que supere su visión de transmisora de conocimientos, demostrando su posibilidad de integración con otras disciplinas de la carrera. Para mostrar cómo el conocimiento de la historia puede llegar a constituir un instrumento para la formación de los estudiantes, que puedan también utilizar los profesores de proyecto en sus talleres y los diseñadores una vez graduados en su actividad profesional.

En sintonía con este nuevo enfoque y a partir de las posibilidades creativas de la Historia del Diseño, se realizaron durante varios cursos ejercicios vinculados con los talleres de proyecto. Como punto de partida se planteaba una apropiación conceptual de los principios de diseño que definieron las tendencias históricas para generar nuevas propuestas que demostraran la validez de los mismos en el diseño contemporáneo.

Ejemplificaré con uno de los trabajos de proyecto basado en el Racionalismo. La forma racionalista que define los productos de la escuela Bauhaus, se encuentra en el centro de la concepción contemporánea del diseño por sus tesis sobre la relación entre forma, valor de uso y racionalidad productiva.

Los principios que le permitieron a esta forma cumplir con los postulados definidos por Lucila Fernández Uriarte en su libro De la abstracción a la ironía (2015), son:

  • El lenguaje básico de la forma: Constituyó su principio formal más general y se fundamenta en el protagonismo de las formas geométricas como herramienta compositiva para a partir de ellas, lograr un diseño universal y nuevo.

  • El crecimiento analítico o por partes: Estrechamente vinculado con el criterio general de diseño de “más con menos”, es el resultado de la forma como suma de sus partes funcionales.

  • La espacialidad o tridimensionalidad del objeto: Es la propuesta de un objeto articulado, fluido, poseedor de distintos puntos de vista sin sometimiento a frontalismo. Crecimiento tridimensional ponderando la función.

  • La valoración de lo industrial y lo tecnológico: La entrada de la forma técnica en los ambientes cotidianos de la vivienda, lo que se dio a través de la utilización de nuevos materiales como el acero y el aluminio en lámparas y sillas.

  • La honestidad de los materiales y la calidad de las terminaciones: Trabajar el objeto de acuerdo con las posibilidades estructurales, expresivas y de conformación del material. [3]

El ejercicio proyectual se orientó a crear un espacio multifuncional de vivienda adaptado a estudiantes de diseño y coherente con su futura profesión, tomando como referencia los principios de la forma racionalista. Las propuestas resultantes de este ejercicio integraron los principios de diseño generando nuevos productos sin hacer reinterpretaciones de los históricamente conocidos. Logrando mostrar nuevas variantes que valoran y muestran las posibilidades. La figura 1 contiene imágenes con algunos ejemplos de los resultados del ejercicio proyectual para crear un espacio multifuncional de vivienda adaptado a estudiantes de diseño, tomando como referencia los principios de la forma racionalista.

Fig. 1 Resultados del ejercicio proyectual para crear un espacio multifuncional de vivienda adaptado a estudiantes de diseño, tomando como referencia los principios de la forma racionalista. Imágenes renderizadas por los estudiantes [Fotografía/renderizado]. 

M: Muchas gracias Danay por esta excelente introducción al tema y los ejemplos visuales que ayudan a entender la manera en que se extrapolan los códigos históricos a la contemporaneidad.

A continuación Marlen Castellanos Uralde, diseñadora y Máster en Gestión e Innovación de Diseño y en Diseño y Desarrollo del Producto, en estos momentos es profesora de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, en México. Durante años impartió talleres de diseño en el ISDi y compartió con Danay la interacción horizontal entre Historia y Taller de diseño en 3er año de la carrera de Diseño Industrial. De esto nos comenta sus experiencias.

MCU: El ejercicio del Diseño como actividad profesional, no puede de ninguna manera crecer deslindado del estudio de sus antecedentes y su devenir histórico. En la formación del profesional del diseño (en las academias donde he tenido la oportunidad de interactuar), se reconoce esta importancia. Sin embargo, en los currículums, no son recurrentes las experiencias de estos ejercicios integradores sobre Antropología y Taller o Proyecto de Diseño.

Durante tres años consecutivos y perfeccionando los elementos de coordinación horizontal de contenidos entre la asignatura: Diseño del Producto, Sistema de Productos e Historia del Diseño, fue una oportunidad invaluable la de realizar ejercicios proyectuales con los estudiantes. En dichos ejercicios, los alumnos encontraban todo un mundo de posibilidades al extrapolar principios, conceptos y formas provenientes de las tendencias más representativas del Diseño Industrial, reinterpretarlas para finalmente, dar a luz a mobiliario y espacios.

Lo más interesante de esta experiencia resultó que en varias oportunidades, se llegaron a producir, empleando la Tecnología de la Madera, lo cual permitió además simular procesos, tecnologías y acabados en los muebles y productos generados por los estudiantes (aun teniendo carencias desde el punto de vista productivo). Fue muy satisfactorio sentir cómo se pasaba de la teoría a la práctica desde el conocimiento de la Historia del Diseño, donde los estudiantes se volvían especialistas y amantes de la tendencia particular hacia la cual trabajaban.

Dentro del estudio de las competencias a desarrollar en el Diseñador Industrial tanto en el Instituto Superior de Diseño de Cuba, como en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, el reconocimiento de los períodos históricos, sus características y los íconos más representativos, emergen como contenidos de medular importancia. Por implementar queda, en estas fronteras, la realización de ejercicios prácticos para aplicar la teoría y expandir el conocimiento más allá del somero reconocimiento de una etapa, una silla o un autor. El aporte más importante que deja el estudio de la historia para el diseñador, es sin duda, la el estudio y enfoque de los diferentes entornos al proceso de conceptualización, la incorporación de elementos y la toma de decisiones en función del usuario, el contexto o la tecnología. Tomar la historia como bagaje, pero también como herramienta, es algo que aprendí como método de enseñanza en el ISDi y que, sin duda, pienso replicar en todos los colectivos donde me encuentre. Como parte del trabajo proyectual en interacción con la disciplina Historia del Diseño, la figura 2 también muestra algunos de los resultados más relevantes que han sido exhibidos en varias exposiciones dentro y fuera del Instituto, con un impacto favorable para diseñadores y público en general.

Fig. 2 Exposición en el Centro de Artes Visuales de La Habana (2016). 

M: Muchas gracias Marlen Castellanos por estos estupendos comentarios complementados con tu visión ya desde fuera del ISDi. Es el turno de Yurima Calero Balmaseda, historiadora del arte, docente de vasta experiencia en Arte y Cultura Cubana en la Universidad de las Artes por 20 años y ahora profesora de Historia del Diseño en el ISDi. La disciplina Historia del Diseño cuenta con un registro de experiencias pedagógicas relacionadas con la práctica proyectual desde los ejercicios integradores, ¿resulta una particularidad del ISDi?, ¿qué importancia le concede a la implementación de estos ejercicios desde la disciplina de Historia del Diseño?

YCB: La disciplina Historia del Diseño forma parte de la plataforma curricular de las carreras del ISDi desde su primer plan de estudio luego de fundada la institución docente en el año 1984. A pesar de ser una materia, como diría Lucila Fernández, relativamente joven en la plataforma académica, el valor teórico, cultural y proyectual, así como su definida competencia dentro de la práctica pedagógica de la enseñanza del diseño, se ha convertido desde hace décadas en motivo de reflexión para teóricos, historiadores y docentes afines con el medio. Tomando como punto de partida estas inquietudes reflexivas, resulta interesante exponer en este panel las experiencias pedagógicas que en los nuevos escenarios curriculares sitúan a esta disciplina dentro de la red de directrices metodológicas, conceptuales, didácticas de las carreras del ISDi. Una de estas experiencias está relacionada con la práctica del ejercicio integrador.

El acercamiento a los ejercicios integradores tiene un amplio campo de investigación en las carreras universitarias. La necesidad de insertar estos ejercicios dentro de la dinámica de los procesos experienciales pedagógicos tiene sus antecedentes en las diferentes revisiones y cambios que se han realizado a lo largo de los años dentro de los planes de estudio y el modelo de formación de perfil amplio vinculado al tema de la preparación integral del futuro profesional en Cuba. La constante búsqueda de instrumentos que permitan no sólo recorrer la totalidad de la malla curricular de las carreras sino la particularidad de las áreas del conocimiento, las disciplinas y los temas de asignaturas con la finalidad de orientar hacia nuevos derroteros el proceso docente permitió incorporar diversos modelos formativos al currículo profesional. En este sentido resultan interesantes los resultados que se articulan desde la transversalidad, los enfoques de interacción inter y transdisciplinar, la exploración dentro de las competencias profesionales, así como otras estrategias que han flexibilizado el diseño curricular específicamente en las carreras del ISDi.

Dentro de esta dinámica la disciplina Historia del Diseño viene proponiendo desde hace un par de décadas y con cierta regularidad, soluciones que han propiciado la tarea integradora entre asignaturas y áreas de conocimiento, sobre todo en estrecho nexo con los talleres de proyectos de ambas carreras, tanto Diseño Industrial como Comunicación Visual. A partir de la concepción de un sistema donde se integran saberes, la disciplina plantea una situación problémica con la orientación de desarrollar un ejercicio de acercamiento investigativo y proyectual en un contexto histórico y cultural particular. En la formulación de este ejercicio se tiene en cuenta la claridad y definición del diseño metodológico y su alcance específicamente docente; las líneas temáticas y los presupuestos teóricos objeto de investigación; el sistema de habilidades y el trabajo con las fuentes; lo que Lucila Fernández denominó ¿recursos pedagógicos? como memorizar, apreciar, reflexionar y apropiarse para alcanzar el valor proyectual de la disciplina Historia del Diseño y por supuesto la colaboración entre los docentes de las diferentes áreas del conocimiento.

En este punto de mi intervención resulta indispensable mencionar que el ejercicio integrador en estos momentos es una experiencia pedagógica en proceso dentro de la disciplina de Historia del Diseño, con una intención y proyección futura de validación curricular dentro de su sistema de evaluación. Esta propuesta tiene entre sus referentes inmediatos, además del ISDi, la práctica pedagógica de los ejercicios integradores en las carreras de la Universidad de las Artes. En el tradicionalmente conocido ISA, la experiencia de estos ejercicios en una Facultad como la de Artes Visuales, por ejemplo, tiene sus antecedentes en la segunda mitad de la década del ochenta y terminaron por instrumentarse en los sucesivos proyectos artísticos-pedagógicos del Centro de Altos Estudios; aunque no es hasta el Plan D que comienzan a esbozarse sus presupuestos metodológicos hasta quedar articulados de manera definitiva en el Plan de Estudios E.

Como en su momento en el ISA, las experiencias con el trabajo de los ejercicios integradores que mencionan las profesoras Danay Hernández Perdomo y Marlen Castellanos, al igual que los más recientes resultados logrados a través de los Entornos Virtuales de Enseñanza y Aprendizaje (EVEA) tienen la validez del registro de la práctica pedagógica, la ampliación de la modalidad del trabajo independiente en el desarrollo de la concepción integradora que se espera lograr en la formación profesional del egresado del ISDi, al mismo tiempo que llaman la atención sobre el alcance extracurricular que pudieran alcanzar los mencionados ejercicios desde la disciplina de Historia del Diseño; en esta última línea indagatoria, definida por el impacto social de su carácter proyectual y abordada desde la transversalidad no sólo ampliaría los objetivos, sino que situaría a la disciplina en un enriquecedor diálogo curricular.

M: Terminaremos con las más jóvenes profesoras, Carolina Enríquez Valiente y Camila Daniel González, ambas con sólo un año de egresadas comparten su trabajo como docentes del Instituto con su profesión como diseñadoras industriales. Durante su primer período de adiestramiento se empeñaron en profundizar su conocimiento acerca del diseño en Cuba y lograr que los estudiantes proyectaran desde los rasgos conceptuales que identifican a la actividad en nuestro país. Con resultados loables en relativo poco tiempo y por añadidura con la nueva modalidad no presencial estas noveles docentes nos muestran sus experiencias.

CEV: Creo que el aporte fundamental del estudio de la historia del diseño, es la capacidad de análisis. Cada encargo de diseño es único, dado por distintas necesidades prácticas y comunicativas e influido directamente por su contexto. Analizar a profundidad estas condicionantes en cada proyecto no sólo es esencial para lograr una solución acertada, sino también para generar un concepto con valor identitario. La historia del diseño refleja precisamente una identidad colectiva; es un acervo de tendencias, filosofías e inquietudes que reflejan quiénes fuimos y quizás a dónde nos dirigimos. Además de enriquecer la cultura del diseñador, le enseña a observar, interpretar y a pensar críticamente sobre cada decisión de diseño.

Esta práctica de cuestionamiento se extiende hasta el debate sobre la historia del diseño misma; lo que se imparte y por qué se imparte. Su enseñanza está cambiando mucho, abriéndose a debates dinámicos e inclusivos. ¿Cómo fue escrita? ¿Por quién? Esta ha sido una práctica importante para mí como profesora al asumir Historia del Diseño en Cuba. Fue una gran responsabilidad por la índole de la asignatura, sin dudas, una de las más importantes en la formación de un diseñador cubano. El diseño tiene un papel fundamental en la vida diaria de las personas y cada estilo de vida responde a una identidad socio-cultural; nuestro contexto nacional requiere y merece un diseño autóctono. Debemos desaprender a utilizar códigos foráneos de manera esquemática, y para ello la historia del diseño en Cuba tiene un papel vital. En ella se analiza el estrecho vínculo entre la profesión y sus condicionantes históricas, propiciando un debate sobre las problemáticas internas de producción material y cultural en nuestro país. Uno de los principales objetivos de la materia es definir los rasgos del diseño cubano entre 1959 y el 2000; entre ellos:

• El rescate de la nacionalidad y las tradiciones. Evidente en el empleo de materiales locales como las maderas duras, el cuero natural o las fibras naturales; materiales que evocan componentes de la cultura y artesanía nacional.

• La integración de lo tradicional con conceptos de diseño moderno, enfocándose esencialmente en la funcionalidad. Se desarrollaron desde proyectos arquitectónicos hasta mobiliario pensados desde la modularidad y con una máxima racionalización de los materiales.

• El carácter social del diseño, donde el pueblo ocupaba el centro del proceso y las soluciones debían responder a las necesidades imperantes del momento. Las condicionantes socio-económicas marcaban las pautas para nuevos proyectos creativos.

La disciplina Historia del Diseño III en Cuba invita a los alumnos a interpretar las pautas que han definido la profesión en nuestro país y discutir sobre la actualidad y su futuro. Como diseñadora, el análisis crítico es una parte esencial de mi proceso de trabajo; comienzo cada proyecto buscando distintas fuentes para desarrollar mi propia perspectiva sobre el encargo. Si el concepto responde a alguna tendencia o rasgo estilístico, me gusta investigar sobre sus exponentes menos estudiados porque ofrecen un enfoque único. En muchas ocasiones descubriendo diseñadores o artistas de poca visibilidad, pero con obras de gran valor. Estudiar e impartir Historia del Diseño en Cuba, también ha sido una fuente de inspiración para mi trabajo. Uno de los proyectos que más he disfrutado fue el diseño de interiores para un apartamento de renta; el inmueble fue construido en los años '40 y conserva rasgos del modernismo cubano. Fue una excelente oportunidad para mezclar diseños icónicos de la época con otros contemporáneos. La selección del mobiliario, la paleta cromática y los materiales debían comunicar la esencia de este estilo, y conocer el contexto histórico del diseño fue primordial para ello.

CDG: La experiencia de graduarme como diseñadora en medio de la pandemia y comenzar a trabajar como profesora en una materia tan abarcadora como lo es la Historia del Diseño, solo puede calificarse como “Reto”. Hoy día, esta materia es aún joven en la academia, por consiguiente, los estudios que abordan el desarrollo del diseño en Cuba son prácticamente incipientes. Este desafío no lo fue solo para nosotras las noveles, fue una construcción de conjunto con las profesoras de más experiencia y los alumnos, que nos permitieron llegar a resultados teóricos y prácticos que reiteran la importancia de impartir la asignatura, incluso con más ahínco y profundidad en el recorrido de la carrera.

La historia del diseño en Cuba busca conmover, desde todos los sentidos (teórico, cultural y proyectual), considerando que como diseñadores estamos muy enfocados en seguir los paradigmas de las tendencias foráneas (principalmente europeas) y muchas veces se desprecia el valor de lo autóctono. Por tal motivo es nuestro deber provocar en el alumno esta curiosidad no sólo por la historia del diseño, sino por la cultura visual en general. El diseño cubano necesita esa inyección de lo oriundo y sólo se consigue si desde la base se ha cultivado en el diseñador este respeto por su cultura e idiosincrasia, las tendencias y estilos que convergen en nuestra isla, los materiales que sólo podemos aprovechar acá y que al final se adaptan a nuestro contexto.

En este curso se crearon (prácticamente desde cero) conferencias y clases prácticas sobre el diseño cubano con el objetivo de que los alumnos las recibieran de forma no presencial. Los recursos que se les enviaron a través de la plataforma EVEA fueron cada vez más interactivos con énfasis constante en el intercambio y el debate, lo que en la mayoría de las ocasiones suscitó reflexiones interesantes sobre lo acontecido en la historia y en las esferas del diseño, hacia las cuales deseaban encaminarse los alumnos una vez graduados, sobre todo por los referentes que se impartieron en clase.

La cúspide del desarrollo de la asignatura fue el ejercicio teórico - proyectual que se indicó al final de la materia. El alumno debía definir los rasgos que a su juicio caracterizaban el diseño en Cuba desde 1959 hasta el 2000 tomando como punto de partida los contenidos abordados en el programa de la asignatura. A partir de estos presupuestos debían conceptualizar una silla, teniendo en cuenta los referentes históricos y culturales de la época. Los resultados de este ejercicio generaron esta efervescencia en los alumnos que tanto buscábamos. Se notaron criterios sólidos en los trabajos teóricos, donde se podía encontrar este reconocimiento y respeto hacia el entorno que les rodea. Ya no pasaban desapercibidos para ellos los paradigmas de diseño que podían hallar en sus propias casas o en la ciudad. En estos trabajos se puede apreciar la admiración hacia la calidad del diseño cubano y cómo este repercutió en la sociedad. De todas formas, el mayor aporte estuvo en la parte proyectual del ejercicio, donde existió un derroche de creatividad por parte de todos los alumnos, tomaron los referentes y extrapolaron rasgos, materiales, soluciones técnicas y formales, logrando resultados muy loables y en sintonía con el contexto actual. No hubo una mera copia de partes y reutilización, en los trabajos podemos encontrar una comprensión y madurez que solo se alcanza a través del estudio y el análisis.

Por ejemplo, podemos mencionar el trabajo de Liset Collazo y Patricia García, y su silla “Rivadulla”.. Este proyecto está inspirado en la Portada del Libro Ecuaciones de la Física Matemática de Ediciones R. (Fig.3), realizada por Eladio Rivadulla en 1967. Buscaron resaltar el uso de los rasgos racionalistas de la portada, a partir de la extrapolación de las formas geométricas bidimensionales a los portadores de función, transformando la línea en elementos estructurales y las formas básicas en superficies de soporte. Además, al igual que Rivadulla en su portada, en este trabajo se ve la búsqueda de la coherencia y la necesidad de transmitir un mensaje preciso con pocos, pero justificados elementos.

Fig. 3 “Silla Rivadulla”, Liset Collazo y Patricia García (2021) y portada del Libro “Ecuaciones de la Física Matemática”. Eladio Rivadulla (1967). 

También, tenemos el trabajo de Cinthia Lorenzo y Danilo Martínez, y su “Banqueta Tesoro”, mobiliario inspirado en la Butaca Guamá de Gonzalo Córdova de 1962 (Fig. 4). El hito de la banqueta Tesoro está en la reinterpretación de la curva del respaldo de la butaca guamá a un elemento mucho más geométrico y contemporáneo empleado en una función completamente distinta. Al igual que el mobiliario original, se aprovechan materiales autóctonos como la madera y el cuero, que identifican el mobiliario caribeño y cubano. Incluso, manteniendo los materiales en las funciones originales del referente se puede crear una solución completamente polar y acertada. Además, ponderan la producción artesanal. Igualmente buscan comunicar elegancia y simplicidad a partir de la honestidad de los materiales, acabados limpios, empleo de cromas sobrios y evitan el empleo de partes decorativas que no funjan como portador funcional.

Fig. 4 “Banqueta Tesoro”, Cinthia Lorenzo y Danilo Martínez (2021) y “Butaca Guamá”, Gonzalo Córdova (1962). 

Aún la materia está en construcción, necesitamos que la asignatura tenga una presencia más firme y constante en el proceso de formación del diseñador y que esa teoría se aplique más en la búsqueda de referentes conceptuales para dar respuesta a problemas de formas, soluciones técnicas, acabados y materiales desde el respeto hacia lo autóctono, sin repetir; aspiramos que esta asignatura los ayude a encontrar inspiración y originalidad.

M: Muchas gracias a Carolina y Camila, su perspectiva como profesionales recién graduadas estoy segura que resultará de sumo interés para los estudiantes de diseño. Después de constatar, con las intervenciones de todas las profesoras que una disciplina como la Historia del Diseño no sólo es importante por los hechos o acontecimientos que se analizan, las personalidades, objetos paradigmáticos y posturas de pensamiento, sino por la utilidad proyectual de la misma para el desarrollo de la profesión, sólo nos resta darle las gracias a todas y desear que nuestras intervenciones puedan ser de interés tanto para estudiantes y egresados de diseño como para otras profesiones afines.

Referencias bibliográficas

Campi Valls, I. (2013). La Historia y las Teorías historiográficas del diseño. (Segunda Edición ed.). La Habana, Cuba: Instituto Superior de Diseño. [ Links ]

Fernández Uriarte, L. (1998). La inteligencia de la Historia o su valor proyectual. [Ponencia para en congreso de diseño Fernández Uriarte, Lucila. La inteligencia de la Historia o su valor proyectual. Comisión Historia del Diseño y Práctica del Diseño. FORMA, Instituto Superior de Diseño]. [ Links ]

Fernández Uriarte, L. (2015). De la abstracción a la ironía (Segunda Edición). La Habana, Cuba: Instituto Superior de Diseño . [ Links ]

Received: December 03, 2021; Accepted: December 21, 2021

*Autor para la correspondencia: florlopez.cuba59@gmail.com

**Autor para la correspondencia: hdanay69@gmail.com.

***Autor para la correspondencia: marlencita2608@gmail.com

****Autor para la correspondencia: ycalero@isdi.co.cu

*****Autor para la correspondencia: ce.valiente13@gmail.com

******Autor para la correspondencia: camiladaniel98@gmail.com

Los autores declaran que no existe conflicto de intereses.

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